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El coronavirus como resto diurno de un sueño traumático en la sociedad chilena

Esta mañana, al abandonar los sueños nocturnos y despertar, podríamos no saber si somos portadores del coronavirus. Este “no-saber” produce efectos subjetivos. Ahora bien, la vivencia será, con certeza, muy distinta si luego de despertar he de verme obligado a salir al mundo a trabajar, o bien, puedo resguardarme en casa. En Chile, esta decisión es política y se comporta con sesgo de clase socio-económica. En otras palabras, lo político y lo económico condicionan la producción de subjetividad.

En términos generales, el fonema “Coronavirus”, identidad coloquial del COVID-19, opera cual significante vacío, susceptible de ser puesto en redes de significación múltiples: “salud”, “política”, “economía”, “ecología”, “guerra”, “psicología”, “tecnología”, etc. El sinnúmero de afectos y asociaciones mentales que este significante evoca responde en buena medida a la saturación de información del cual somos literalmente víctimas, cual acoso informacional, y a que lo que pone en jaque es un elemento primordial: la vida.

El coronavirus, cual contenido manifiesto del sueño, vehiculiza dando forma y figurabilidad a un malestar que tendría su fundamento radical en el sufrimiento psico-social arraigado en la estructura político-económica de Chile

Las epidemias no conocen fronteras, la solidaridad tampoco debe conocerlas.

Antonino Infranca es un Filósofo italiano. Se doctoró en filosofía en la Academia Húngara de Ciencias con una tesis sobre el concepto de trabajo en Lukács. Entre sus libros se destacan Trabajo, individuo, historia. El concepto de trabajo en Lukács y Los filósofos y sus mujeres, recientemente publicado como ebook de descarga libre por Topía.

- ¿Cómo vive usted en Europa este hecho inédito en el mundo desde hace más de un siglo?

Creo que la respuesta debe estar en dos niveles: uno personal y otro comunitario. En cuanto al nivel personal, en verdad no vivo mal este estado de excepción, porque tengo el privilegio de vivir en el campo y con una biblioteca de casi diez mil volúmenes y con una discreta conexión con el mundo exterior. Incluso, antes de la epidemia de coronavirus, viví mucho en casa para dedicarme a estudiar, leer y escribir. El único obstáculo para mi vida privada es calcular y racionalizar mis movimientos; después de todo, no es un gran problema. Desde el punto de vista de la comunidad, las dificultades son grandes y muy visibles. Además de las calles vacías, observamos el nivel de aceptación de las restricciones por parte de los italianos: la gran mayoría no sale de la casa, a excepción de la minoría habitual de "inteligentes" que intentan evadir ridículamente las reglas. Además, la abrumadora mayoría de los involucrados en la primera línea (médicos, enfermeras, agentes de la ley, trabajadores y trabajadores de bienes necesarios) realizan regularmente su trabajo y su servicio a la comunidad, de una forma verdaderamente admirable. Como siempre, los italianos muestran su valor real en un estado de excepción. Confundida es la reacción de la clase política, que, como es la tradición de la clase política italiana, es digna de la comedia italiana.

Hasta ahora, la globalización era en beneficio de la economía, ahora debe ser en beneficio de la humanidad

Cuidar es educar: una experiencia que interroga las Violencias y sus modos de inscripción en lo social-comunitario

Violencia Social e Institucional

Se compartirá la experiencia de la 2º Cohorte de un Curso de Extensión, llevado adelante por el ISFD Nº8. Dicha propuesta surge a partir de una serie de suicidios acaecidos a fines del año 2017, que dejó visibilizada la grave situación comunitaria y, por tanto, nos interroga respecto del desamparo en que quedan las infancias y juventudes en relación a las políticas públicas que debieran favorecer la garantización de sus Derechos. Pensamos a estos suicidios recurrentes como un síntoma social y comunitario de sufrimiento. Los mismos pueden verse como la consecuencia de problemáticas complejas donde intervienen variables de índole social, afectiva y psíquica, que muchas veces son invisibilizadas y naturalizadas. Dichas situaciones se ponen de manifiesto dentro del ámbito educativo, ya que es un lugar donde la “escucha” del malestar es posible por el vínculo con el/la docente. Si partimos de considerar que la función del docente de educar involucra necesariamente la de cuidar las infancias y adolescencias como parte del Sistema de Protección Integral de los Derechos, intentaremos desandar, la implicación o la victimización de dichos actores ante situaciones de violencia social y/o institucional. Nos serviremos de los aportes del  psicoanálisis, con el objetivo de abordar dichas prácticas socio-educativas.

Psicoanálisis y nacionalsocialismo: ¿Prohibición o ajuste? ¿Ruptura o continuidad?

Introducir una nueva indagación a un tema que pone en el centro de la cuestión la relación del psicoanálisis con las instituciones y su época (los años del nacionalsocialismo), como si fuese a tener una relevancia actual, a pesar de que haya transcurrido casi un siglo, nos lleva a una dificultad teórica, o al menos pareciera ser necesaria una justificación que dé cuenta de por qué creemos conveniente volver a traer una cuestión ya superada. Podemos responder que el valor que algunos documentos tienen en sí mismos junto con algunas interpretaciones, dan por resultado que las generaciones siguientes consideren a los hechos de una manera determinada, los cuales ya no serán producto del azar sino determinados por interpretaciones que tienen, seguramente, un fin político. Es por esto que volver a traer sobre el centro de la cuestión la relación del psicoanálisis con su época, nos puede enseñar que la transmisión de la teoría no se ejecuta por fuera de complejas determinaciones. Ahora bien, si la traducción que vamos a presentar nos va a permitir mayor profundidad en el tema o no, será una cuestión que solo podremos saber luego de un tiempo.

Volver a traer sobre el centro de la cuestión la relación del psicoanálisis con su época, nos puede enseñar que la transmisión de la teoría no se ejecuta por fuera de complejas determinaciones

Educación sexual integral, ¿qué hay detrás de sus resistencias?

Sigmund Freud, desde los resultados obtenidos en sus intervenciones clínicas, concluye que a la base de las frecuentes neurosis con las que trabaja en sus consultas, se encuentran las perturbaciones ocurridas durante el desarrollo psicosexual del sujeto. Desde que nace el niño atraviesa etapas de desarrollo psicosexual y habitan en él emociones provenientes de su mundo interno y de su experiencia con  el ambiente que habita. El amor, la ternura, los celos, el miedo, la frustración, el odio, la agresividad y la pulsión sexual  son parte de nuestros niños.

Freud considera, que al negarle el conocimiento al niño o sofocándolo, escatimamos información para la que ellos están psíquicamente capaces de operar.

Nota de editores: El Moyano es un manicomio

Revista Topía #87 - Noviembre/2019

Las autoridades del Hospital Braulio Moyano no permiten usar la palabra “manicomio” dentro del Hospital. Los trabajadores pueden tener represalias por su uso. Es más. Dicen que nunca fue un manicomio. Y que los manicomios no existen.

La suposición de que prohibiendo la palabra se pueden transformar los hechos está destinada al fracaso. El problema es más profundo y tiene varias aristas. El Moyano es un manicomio. No sólo por su historia, sino por su presente. Las prácticas manicomiales se basan en la incentivación de procesos de desubjetivación de pacientes y trabajadores de esta institución total. Que es un lugar de represión y no de cuidado fue demostrado durante el siglo pasado. La persistencia de estos lugares en distintos lugares del mundo es un anacronismo. Pacientes y trabajadores lo padecen.

El Derecho a la Salud tiene un límite en la desigualdad social

Editorial Revista Topía #87 noviembre/2019

A mediados del siglo pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció los criterios de lo que entendía como Derecho a la Salud: “El goce del grado máximo de salud que se puede lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social.” Este derecho -que también se encuentra en nuestra Constitución- establece que todos los humanos tienen que tener acceso a los servicios de salud; es decir, nadie debería enfermar o morir por ser pobre. Además, se relaciona con otros derechos humanos como el acceso al agua potable, alimentos, una vivienda digna, educación y condiciones de trabajo seguros. Es evidente que este Derecho a la Salud se transforma en una frase llena de buenas intenciones que no existe en la realidad.

Ser pobre significa vivir menos y morir peor; enfermar más, tener peores servicios sanitarios y una menor calidad de vida

Igualdad ante la Ley, desigualdad en la Salud Integral

Una mirada en la población travesti - trans

La Ley N° 26.743 -mejor conocida como la Ley de Identidad de Género- fue sancionada en 2012. Se trata de una ley modelo y una de las más progresivas a nivel internacional, debido a que no patologiza a las identidades. Sin embargo, en materia de salud, la realidad material de las personas travestis y trans en el país dista mucho de ser ideal. Es por ello que en este artículo intento abordar y ejemplificar la desigualdad social que aún tiene esta población.

Es clara la evidencia del grado de falta de políticas públicas cuando se siguen usando censos y encuestas que datan de más de cinco años atrás

La noche del demonio

Escritos de guardia

Se jubila la de interconsulta. Hablá con Sonsoles. Es ahora o nunca, una brecha de espacio tiempo que no va a volver a repetirse. No quiere meter a nadie más en ese equipo, andá y peleale el cargo.

 

La que envía el mensaje es Leia, mi amiga de Consultorios Externos. La única capaz de leer la Matrix hospitalaria: si ella lo dice, es información verdadera. No habrá más oportunidades como esta para salir de la guardia. El único problema es que esa salida es Sonsoles, una especie de madre de los demonios que despide azufre en la mirada.

Meses de debate interno y sufrimiento emocional llevaron a decidirme: me voy con todos los costos y peros del mundo. Así que no hay otra que enfrentar a Daemonia. Me meto un crucifijo en el bolsillo de la chaqueta, una foto del papa Francisco en el otro y un par de ajos por si todo lo demás falla.

Joven Quebrado

Pondremos la atención en los jóvenes japoneses que se encierran en su habitación por años. Una historia tan dolorosa como llena de aristas, de la que Michitaro Tada dio los primeros indicios: “La gente joven hoy parece sentirse torpe o incómoda con sus padres (…) ni bien entra el padre el joven inmediatamente se calla o sube a su habitación. A partir de eso, las cosas se ponen cada vez peor y ni siquiera sale del cuarto. Como un inquilino en una pensión, se queda siempre dentro de su espacio individual. Para la cena llama a la casa de ramen (sopa de fideos y caldo que es la comida rápida de Japón) del barrio, y se le entrega la comida ¡directamente a su cuarto!”1. Tada agrega que el samurái tenía su habitación siempre preparada para salir a campo abierto y dar batalla, es decir, que estaba organizada austeramente, un lugar de paso, lo importante pasaba lejos de ella cuando se salía de iza Kamakuna (dar batalla). “No es bueno juntar cosas y abarrotar un lugar: esta es la estética del samurái.”2 Mientras el camino del guerrero, que la sociedad japonesa anterior a la modernidad admiraba como modelo a seguir, se va diluyendo con las nuevas formas culturales, sociales y subjetivas en el Japón moderno, encontramos que la epidemia se expande a gran velocidad.

Los Hikikomori son jóvenes varones, en su mayoría primogénitos, que se encierran en sus habitaciones en la que pasan muchos años sin tomar contacto con nadie, en silencio

La ilusión de la deconstrucción de los varones

Tras las huellas de los que lucharon contra el patriarcado

En los últimos tiempos circula la nominación “varones en deconstrucción”. Una forma de ensalada mixta basada en el concepto de Jacques Derrida con ingredientes de progresismo y corrección política. No es un dato menor que la ahora popular “deconstrucción” es un método que proviene de la lectura de textos, con lo cual nos deja únicamente en la órbita del lenguaje. Los sujetos somos mucho más que lenguaje, y los varones somos sujetos. Por eso, el camino lleva a un sin salida. Se “deconstruye”… ¿y entonces qué hacemos? ¿Rearmamos el ser varón tirando las malas piezas del lego como si fuéramos muñequitos? ¿Podríamos rearmar un nuevo modelo de varón “bueno” con las mismas piezas?

Tenemos que “deconstruirnos” porque todos, sin distinción, fuimos igual de “machistas y malos” hasta hoy. No es así. Hay modelos, hay historias, hay luchas. Silenciadas

Gilbert Simondon. El cuerpo como origen de la técnica y el pensamiento

Suele pensarse en las herramientas o utensilios como prolongaciones con las que el cuerpo adquiere dominio del mundo circundante. Con la evolución tecnocientífica, estas “prótesis” ganaron complejidad y poder, hasta el punto en que parecieran volverse contra sus propios creadores. El filme 2001: Odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968) sintetiza cabalmente esta visión, remarcando incluso el carácter fálico de la tecnología en ese misterioso objeto -¿técnico o sagrado?- que parece regir los saltos evolutivos de la especie.

Todo lo que se ve en una pantalla es imagen fabricada, aun cuando represente algo que realmente existe u ocurrió, a diferencia del mundo real que el cuerpo habita

Nota de los editores: Escenarios del Sometimiento

Revista Topía #86 - Agosto/2019

El sometimiento del poder es un signo de todas las épocas. Lo más notable en la actualidad es su naturalización. Un ejemplo es que podemos pensar antes la posibilidad de destrucción del planeta que el fin del capitalismo. Lo que escuchamos es que nada puede cambiarse: es lo que hay, y no podemos hacer nada para modificarlo. Estas frases muestran los efectos en la subjetividad de la aceptación pasiva del sometimiento.

El miedo como forma de perpetuar el sometimiento

Editorial Revista Topía #86 Agosto/2019

Como venimos afirmando, los nuevos modos del fascismo en las democracias occidentales llevan a la importancia de una memoria crítica.1 Por ello debemos decir que la memoria y el olvido no representan campos neutrales, por lo contrario, son campos de batalla en los que se modela la identidad colectiva. La cultura hegemónica se apropia de la herencia simbólica del pasado componiendo un claroscuro a partir de las exigencias del presente en las que se silencian algunos hechos y se mitifican otros. De allí la necesidad de rastrear las huellas de una memoria crítica donde vamos a encontrar que, cuando el poder siente que puede estar amenazado, no duda en organizar formas de represión que terminan en masacres. Éstas quedan elididas de la historia oficial generando procesos de subjetivación colectivos donde la represión de lo siniestro genera miedo. Miedo que tiene diferentes características en cada momento histórico. Miedo cuyo objetivo es perpetuar el sometimiento a los valores dominantes.

La memoria y el olvido no representan campos neutrales, por lo contrario, son campos de batalla en los que se modela la identidad colectiva

Sometimiento tecnologico en el capitalismo actual

El capitalismo ha alcanzado los más diversos ámbitos de la sociedad, el individuo y la naturaleza, en un proceso que puede caracterizarse como el de la totalitaria subordinación (subsunción) de la vida al capital. Dicha subordinación genera nuevas formas de sometimiento y refuerza las “antiguas”, con la particularidad de que ahora la sumisión pareciera no recurrir a la fuerza, sino ser admitida por los sujetos, como sucede con el dominio tecnológico que envuelve a los individuos en una maraña de aparente felicidad y autonomía, expropiándolos del último resquicio de libertad que pudiera quedar. De esta forma, se ocultan las raíces de la desigualdad e injusticia propias del capitalismo, como si ese sistema no existiese, y los problemas económicos y sociales que genera fueran resultado de las imperfecciones de los individuos, que pueden ser resueltos con soluciones tecnológicas.

La tecnología le permite al capital un dominio totalitario de la individualidad en el trabajo, la sociedad y en la vida privada, a un nivel ni siquiera imaginado en las novelas de ciencia ficción

La infancia como propiedad “Con mis hijos no te metas”

¿Por qué el lugar más peligroso para niños, niñas y adolescentes es la propia casa? Dos de cada tres agresiones sexuales contra ellos son perpetradas por personas del ámbito familiar, de mayor a menor en el porcentaje: padre, padrastro, tío, abuelo.

Esta pregunta nos resuena en particular a quienes trabajamos con adolescentes, etapa en la que se va transfiriendo la confianza adquirida en la propia familia, construida en la infancia, a la confianza en los pares y otros adultos del afuera familiar, lo cual posibilitará un desprendimiento saludable. En la observación clínica, en muchas familias en las que ocurre un abuso sexual intrafamiliar hay una proyección de ese interior peligroso hacia el afuera. Madres y padres no habilitan a que sus hijos e hijas adolescentes exploren el mundo que está afuera de la propia casa. La noción de propiedad de los hijos suele ser uno de los elementos más visibles: la prohibición de salir o tener intimidad con amigas y amigos, de interesarse por otros u otras, de tener novio/a, etc.

Esta idea de que el niño o niña son una propiedad de sus padres y por extensión de los adultos cercanos a ellos, está naturalizada a partir de años y años de una cultura patriarcal en que no eran considerados sujetos

Desde la Cuba revolucionaria. Feminismo y Marxismo en la obra de Isabel Larguía y John Dumoulin

Aunque de momento resulte tan poco conocido como enormemente olvidado fue desde la Cuba Revolucionaria que tuvo lugar el desarrollo prístino de una teorización marxista-feminista del trabajo doméstico. Desde La Habana, a inicios de 1969 los intelectuales Isabel Larguía y John Dumoulin comenzaron a difundir su primer manuscrito titulado “Por un feminismo científico” el cual será editado hacia 1971 por Casa de Las Américas. El esfuerzo intelectual que pergeñaron estuvo dirigido a comprender las modalidades de explotación que atañen a las mujeres, así como las posibles alternativas emancipatorias. Su objetivo no era tanto el de agregar una nota al pie a los consagrados escritos de Karl Marx y Friedrich Engels sino poner en tensión los límites del marxismo y el feminismo a la hora de interceptar la opresión de las mujeres. Anidada en el seno de un país socialista, la contribución de Larguía-Dumoulin constituye un modo de adentrarnos a los complejos y no siempre armoniosos vínculos entre feminismo y marxismo, así como un modo de introducirnos histórica y políticamente a las tensiones y acercamientos que se produjeron entre feministas y otras organizaciones de izquierda en los principales centros de América Latina y El Caribe. Quizás por ello este ensayo es decididamente polifónico. Está hecho de retazos de memorias, de escritura feminista que actualmente goza el estatuto de archivo, discursos historiográficos, análisis teóricos, declaraciones oficiales y renovados estudios cubanos sobre las mujeres.1

El esfuerzo intelectual que pergeñaron estuvo dirigido a comprender las modalidades de explotación que atañen a las mujeres, así como las posibles alternativas emancipatorias

Las luchas por el cielo: Tecnología y sometimiento

El general Gim Yu-sin, en el período en que la dinastía Silla dominó la península de Corea (595 - 673 d.C.), dirigía su ejército al combate. Estando ya resuelto el ataque contra el enemigo, sus soldados se negaron a combatir. No discutían su autoridad, sino que durante la noche había caído del cielo una gran estrella fugaz, y esto lo entendieron como un gran desorden en el firmamento. Un mal presagio. Gim Yu-sin a la noche siguiente remontó un gran barrilete con fuego en su cola. Ya en el aire el barrilete se incendió y esto hizo creer a sus tropas que la estrella había vuelto a las alturas. Con el cielo en orden los soldados entendieron que podían dar batalla al enemigo hasta perder la vida.

La Torre de Babel

La fragilidad del hombre proyectó un cielo poblado de seres poderosos: los dioses. Ese inalcanzable firmamento era algo imposible de tocar, oler, palpar o lamer. Durante siglos estuvo fuera de escala humana. En consecuencia, la atmósfera fue cargada de sentidos tanto celestiales como siniestros. Los temores atávicos a lo desconocido, a la muerte fueron construyendo diversas formas de dioses y surgieron castas sociales que se fueron diferenciando del común. Sacerdotes que se apropiaron del poder, declarándose representantes de los dioses y tomando de ese poder tanto los beneficios de la producción de bienes, como del dominio sobre las personas. Aprovecharon y aumentaron los terrores a lo celestial para someter a sus comunidades, la consecuencia es sabida: se apropiaron de los beneficios materiales y simbólicos de la dominación. Pregonando el miedo a los dioses dominaron a sus comunidades y declararon enemigos acérrimos a aquellos diferentes que caracterizaban como bárbaros.

Una conocida estratagema emplea la Biblia: divide para reinar. Estrategia que perdurará para organizar y azuzar el miedo al diferente como forma básica de dominar al conjunto social que se conduce

Desde hace cinco décadas, una cuestión insoslayable: la crueldad

El 21 de marzo de 2019, me encontré en el diario Página/12 con el artículo de Enrique Carpintero titulado: “Los nuevos modos del fascismo en las democracias occidentales”. Un muy buen trabajo, luego publicado en la revista Topía como editorial del número de abril de este año. En ese texto encuentro una clara cercanía con un artículo que escribí el 23 de julio de 2017, que es publicado en la web del mismo diario, (y que aquí reproduciré) que se titula “La crueldad, la violencia en el gobierno neoliberal”. En ambos artículos cobra centralidad el tema de la crueldad. Pero antes de reproducirlo quiero contar que desde finales de los 80 del siglo pasado vengo escribiendo sobre dicho tema. En mí, es una vieja pregunta y una necesidad de contestarla desde siempre, nunca me alcanzó una explicación esencialista sobre el Mal, o el Mal radical. Si pretendemos combatirla y quizás lograr erradicar la crueldad que habita en el corazón de la condición humana necesitamos, necesitaba y necesito seguir desentrañando, junto con otros/as, su complejidad y su efectividad destructiva en grado extremo.

La crueldad es un modo de violencia que se despliega para anular cualquier modo de alteridad, es la acción de derrotar la alteridad

Nuestros antepasados los sodomitas

El vocablo “puto” fue una categoría discursiva popular para señalar y perseguir a sujetos varones que tenían sexo con otros varones, por así decir, un antepasado de la categoría psiquiátrica “homosexual” creada en 1869 por el periodista y activista vienés Karl-Maria Kertbeny y adoptada y popularizada por Gustav Jäger, Magnus Hirschfeld y Krafft-Ebing.

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