Cuidar es educar: una experiencia que interroga las Violencias y sus modos de inscripción en lo social-comunitario | Topía

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Cuidar es educar: una experiencia que interroga las Violencias y sus modos de inscripción en lo social-comunitario

 
Violencia Social e Institucional

Abstract

Se compartirá la experiencia de la 2º Cohorte de un Curso de Extensión, llevado adelante por el ISFD Nº8. Dicha propuesta surge a partir de una serie de suicidios acaecidos a fines del año 2017, que dejó visibilizada la grave situación comunitaria y, por tanto, nos interroga respecto del desamparo en que quedan las infancias y juventudes en relación a las políticas públicas que debieran favorecer la garantización de sus Derechos. Pensamos a estos suicidios recurrentes como un síntoma social y comunitario de sufrimiento. Los mismos pueden verse como la consecuencia de problemáticas complejas donde intervienen variables de índole social, afectiva y psíquica, que muchas veces son invisibilizadas y naturalizadas. Dichas situaciones se ponen de manifiesto dentro del ámbito educativo, ya que es un lugar donde la “escucha” del malestar es posible por el vínculo con el/la docente. Si partimos de considerar que la función del docente de educar involucra necesariamente la de cuidar las infancias y adolescencias como parte del Sistema de Protección Integral de los Derechos, intentaremos desandar, la implicación o la victimización de dichos actores ante situaciones de violencia social y/o institucional. Nos serviremos de los aportes del  psicoanálisis, con el objetivo de abordar dichas prácticas socio-educativas.

 

Introducción: historia de un trayecto interinstitucional

Nos interesa compartir la experiencia de la 2º Cohorte del Curso de Extensión “Cuidar es educar: Detección, prevención e intervención en instituciones educativas frente a situaciones de Maltrato, violencia y/o abuso en niños, niñas y adolescentes”, llevado adelante en la ciudad de Junín de los Andes, provincia de Neuquén, de marzo a Junio del corriente año, en el marco de la Formación Continua dependiente de la Secretaría de Extensión del Instituto de Formación Docente Nº8 “Juana Manso”. Es importante, decir que nuestro Equipo está conformado por quienes escriben y la Lic. en Trabajo Social (UnLP) Adriana Vieira.

Historizaremos el origen del Proyecto de extensión respecto a esta temática. El mismo, surgió a fines del año 2017, cuando Junín de los Andes se vió afectada como comunidad por una sucesión de suicidios infanto-juveniles, impactando en la población, la muerte de una niña de 12 años. Cabe mencionar que Junín de los Andes es una ciudad pequeña, en la cual les niñes y adolescentes no son sujetos anónimos sino que circulan por distintos espacios que hacen que sus historias sean re-conocidas desde diferentes ámbitos sociales y comunitarios. Como mencionábamos anteriormente, esta grave situación comunitaria nos interroga respecto del desamparo en que quedan las infancias y juventudes en relación a las políticas públicas que deberían favorecer la garantización de sus Derechos. Hemos pensado, así mismo, a estas recurrentes manifestaciones como un síntoma social y comunitario de sufrimiento de las infancias y adolescencias. Entendemos que este tipo de “resoluciones” son la consecuencia de problemáticas complejas donde intervienen variables de índole social, afectiva y psíquica, que muchas veces son invisibilizadas y naturalizadas. Las situaciones de maltrato, violencia y/o abuso que algunos niños, niñas y adolescentes experimentan o padecen, en múltiples casos, se ponen de manifiesto dentro del ámbito educativo, ya que es un lugar donde la “escucha” del malestar es posible por el vínculo con el/la docente. Consideramos que la función del docente de educar involucra necesariamente la de cuidar las infancias y adolescencias como parte de la responsabilidad dentro del Sistema de Protección Integral de los Derechos de los niños, niñas y adolescentes.

Por otro lado, ese mismo año y en torno a la misma problemática, una institución dependiente de la Municipalidad, denominada Centro de Desarrollo Infantil (CDI) fue denunciada por violencia hacia bebés y niñes de 3 años por estudiantes del Profesorado de educación Inicial del ISFD Nº8, que concurrían al espacio como practicantes en el marco de su formación como docentes. El personal a cargo en dicha institución es, en su mayoría, mujeres asignadas a la tarea sin requisitos académicos, ni trayectorias laborales inherentes a la educación en primera infancia, contratadas así mismo, precariamente. Cabe mencionar, que la denuncia no fue institucional, sino que fue efectuada por la docente que recibió el relato de las estudiantes. Esta denuncia en pos de visibilizar el maltrato hacia bebés y niñes para que se actuara a fin de restituir sus Derechos, trajo correlatos del trabajo y las relaciones interinstitucionales, las cuales son:

  • El Secretario de Familia naturalizó la violencia ejercida hacia bebés y niñes en radios locales minimizando los hechos ocurridos.
  • La dirección del CDI y la Secretaría de Familia de la cual dependen los mismos, manifestaron públicamente que las estudiantes eran “traidoras” por haber realizado la denuncia (que era pertinente realizar según la legislación vigente)
  • El Secretario de Familia amenazó con cerrar las puertas del CDI a las practicantes del profesorado, y al año siguiente lo concretó.

Todo este contexto, nos invitó a pensar una propuesta formativa para docentes y educadoras de los CDI y los distintos niveles educativos en clave de Protección de Derechos, ya que ubicábamos una relación entre lo que se manifestaba en el ingreso a la pubertad y la adolescencia de los jóvenes de Junín de los Andes (suicidios) y la ausencia de Políticas Públicas para la Primera Infancia ¿Cómo se puede implicar un Profesorado de Educación Inicial y Primaria en esta problemática comunitaria? ¿Qué violencias sociales e institucionales naturalizadas se comienzan a visibilizar a partir de las muertes de nuestros niñes y jóvenes? ¿Qué tipo de inscripción simbólica buscan estos sujetos que en la multi-sobre-intervención institucional quedan re-desamparados? ¿Cómo podemos pasar de la queja constante respecto del desamparo de las infancias y juventudes a la puesta en análisis del malestar social e institucional?

En esa 1º Cohorte participaron entonces, docentes de Nivel inicial, Primaria y Media; produciéndose como efecto del mismo la aparición de diversas demandas educativas de acompañamiento en situaciones escolares de vulneración de derechos. Por lo tanto, como equipo de trabajo para la segunda Cohorte decidimos ajustar la propuesta a partir de la lectura y visión de los equipos directivos respecto a las realidades institucionales, problemáticas reiteradas, implicancia de los equipos docentes, demandas de niños y niñas y repercusiones en las familias, para lo cual se convocó a una reunión interinstitucional en el ISFD. Fue muy llamativo, que sólo asistieron a la reunión 4 instituciones de las 14 convocadas. En este encuentro se puso de manifiesto por parte de los presentes la necesidad de que se implicaran varios docentes de cada institución y un representante del equipo directivo. De esta manera la convocatoria a la inscripción al Curso fue dirigida hacia docentes de todos los niveles y un representante del equipo directivo con la intención de que se armara una red inter-institucional que abarque a los tres niveles educativos (y a Educación “especial” como transversal a todos los niveles) a fin de que conozcan y reconozcan el quehacer de cada uno, ya que son los mismos sujetos los que circulan por nuestro sistema educativo desde nivel Inicial a nivel Medio.

Nuevamente para nuestra sorpresa, se inscriben y asisten, concretamente, docentes sin ningún miembro de los equipos directivos. En la convocatoria previa, se hizo llegar la invitación a los CDI y se anotaron 6 educadoras. El día que comenzó el curso y teniendo el cupo cubierto, se presentaron al finalizar referentes de dicha institución con un listado de 16 educadoras de un CDI que recién abría sus puertas, las cuales no contaban con capacitación previa y por tanto, querían asistir al espacio de formación. Sumadas dichas personas al Curso en la segunda clase, continúa la cursada de la 2º cohorte.

Intentaremos entonces, dar cuenta de ciertas cuestiones que se pusieron en juego en el marco de la cursada, para analizar la situación de Violencia social e institucional respecto del Sistema de Protección Integral de Derechos vigente en la actualidad en nuestra localidad.

 

Primera infancia y adolescencia: ¿Cómo se inscriben en el Sistema de Protección Integral de derechos?

Lo primero que se puso de manifiesto por parte de los distintos docentes y educadoras, fue un gran descontento, decepción y descreimiento con el Sistema de Protección Integral de Derechos depositando toda la responsabilidad en las ineficaces intervenciones de la Defensoría de los Derechos del NNyA, el equipo Psicosocial del Órgano de Aplicación de la Ley Provincial 2302 (Protección integral de NNyA) y las familias de sus alumnos/as. De las enunciaciones podemos seleccionar las siguientes: “nosotros siempre hacemos el informe, y no hacen nada”, “Citamos a los padres y nunca vienen”, “para qué denunciar si al final todo sigue igual”, “muchas veces la dirección no nos acompaña”. Como equipo de trabajo, nos interesaba por un lado alojar lo que sentían, -la queja instalada a nivel institucional- y por otro, habilitar un quehacer en lo cotidiano que reivindique su lugar como educadores y su función social en el marco de la protección de derechos de niñas, niños y adolescentes; es decir, poner a trabajar el malestar en juego. En función de ello, revisamos juntos cómo el Dr. Agote (Ley 10903) aún estaba presente en nuestras propias prácticas educativas, ubicando a les niñes muchas veces como objeto y no como sujetos de derechos. ¿Cómo deconstruir estas prácticas que nos constituyeron como agentes de la educación?

Por otra parte, a lo largo de los encuentros se fue visibilizando el desconocimiento de una mirada que reconozca las trayectorias escolares entre niveles, quedando diversas intervenciones y procesos inconclusos o interrumpidos por el pasaje del sujeto de un nivel educativo al otro subsiguiente. Luego de abordar un material bibliográfico ligado a las “Herramientas subjetivas protectoras” [3] así como, los aportes de Perla Zelmanovich[4] respecto a la función del docente como uno de los agentes responsables del amparo de los niños, niñas y adolescentes a través del vínculo educativo, pudimos realizar las siguientes apreciaciones que abren el análisis:

Los docentes de Jardín (salas de 4 y 5 años) y Primaria contaban con diversos Proyectos institucionales, recursos ligados a la ESI, Protocolos de intervención ante situaciones de vulneración de Derechos que posibilitan pensar las infancias, su educación y protección de una forma integral, poniéndose en juego las distintas herramientas planteadas. Sin embargo, tanto en Media como en Maternal (CDI) se pusieron en evidencia la fragilidad de los adultos en sus funciones de cuidado y educación para con los sujetos en constitución.

Es menester recordar, que ambos espacios son el inicio y el final de una trayectoria educativa, y son etapas particulares en la constitución de la subjetividad por lo que requieren ciertas funciones del Otro que amparen, sostengan y posibiliten el lazo social. En la primera, por la propia fragilidad del comienzo de la vida, y en la adolescencia por la reedición de la primera infancia y los trabajos inherentes a nuevas identificaciones y constitución yoica. En este sentido, pudimos observar que, evidentemente, cuestiones inherentes al reconocimiento subjetivo de esos bebés y adolescentes estaban  prácticamente ausentes, no sólo por las prácticas desubjetivantes concretadas por los docentes (ya sea por omisión o negligencia), sino por las características propias del  funcionamiento institucional. Como se mencionó anteriormente, los CDI son espacios vulnerados por el mismo sistema de políticas públicas, donde la Municipalidad de la localidad no ha desarrollado aún prácticas tendientes a repensar estos espacios jerarquizando el personal y la primera infancia. Y, en cuanto a la Escuela Media, los profesores suelen pasar de una escuela a otra sin permanecer en la institución por más de dos horas (en la mayoría de los casos), lo cual imposibilita un lazo/vínculo más estructurante para con los jóvenes. Por si esto fuera poco, los docentes no cuentan con horas de articulación y a su vez, manifiestan que en muchos casos sus compañeros mantienen vínculos con los estudiantes desde la simetría, quedando así desimplicados de su función como adultos, es decir, de una relación que debiera ser fundamentalmente asimétrica para propiciar el vínculo educativo y de allí, el lazo social.

En dichos casos surgen las siguientes preguntas: ¿Les dan la bienvenida a dichos sujetos? ¿Están esperando con una propuesta pensada particularmente para ellos/as? ¿Cómo miran y/o escuchan a niñes y adolescentes? ¿Cómo nombran a les estudiantes? ¿Qué dicen de elles a sus compañeros/as en el pasillo? ¿Les hablan a los bebés? ¿Qué palabras habilitan y cuales obturan?

Para pensar sobre estas preguntas, tomamos los aportes de Mercedes Miniccelli[5] respecto a las infancias y las Instituciones: “La institución (...) no referirá a las organizaciones institucionales, sino al texto de sus saberes y prácticas, haciendo de los dichos encriptados decires que relancen el análisis del tema. Se tratará, entonces, de desarticular saberes instituidos que ofician como dichos signados como destino para abrir el juego, ubicando a la institución como marca simbólica de la diferencia . Quizás otras lecturas sobre dichos saberes y prácticas, nos permitan desandar caminos instituidos sobre las infancias y juventudes de nuestra localidad.

 

De la victimización a la responsabilización: un camino posible hacia otras inscripciones que hagan lazo social

Continuando con el análisis, consideramos que durante la capacitación hubo un encuentro que fue crucial para que los docentes y/o educadoras pudieran re-pensarse en su lugar y función dentro del Sistema de Protección Integral de Derechos.

La actividad propuesta consistía en que pudieran identificar una palabra o frase que se haya dicho de ellos mismos durante su trayectoria escolar bajo el lema “se dijo de mi”. Posteriormente, la frase escrita debían ubicarla en una silueta humana, eligiendo una parte del cuerpo que sea significativa por el impacto en su marca subjetiva. En la socialización de dicha actividad, se generó un clima grupal de atención, apertura y empatía, y circularon diversas historias escolares y los efectos de las palabras de los docentes en sus propias vidas a lo largo de la trayectoria por las instituciones educativas.

Ubicamos aquí un momento bisagra, que abrió la posibilidad de reflexionar respecto a la responsabilidad implícita en el quehacer cotidiano con los niños, niñas y adolescentes en el ámbito educativo. En concordancia con Alicia Azubel consideramos que “la victimización es una manera de quedar afuera de toda implicación responsable con lo que acontece...” Cuanto más vaciado de potencia está el propio sujeto, más se alimenta el supuesto poder del Otro (social, político, familiar y simbólico) a quién se dirigen las demandas sin que en las mismas se vean afectados puntos de implicación subjetivo o incluso colectivo”[6] Partiendo de este planteo, podemos pensar que lo que en un principio se mostraba como una queja hacia afuera, donde los docentes no estaban implicados en su accionar y/o decir respecto a les niñes y adolescentes; luego de realizados varios encuentros, y la actividad particular recién comentada, el malestar pudo comenzar a hacerse cuerpo y atravesar de cierta forma los decires, saberes y prácticas de los docentes implicados. Incluso algunos, ahora, desde una posición de responsabilidad subjetiva.

 

Consideraciones finales

A modo de cierre de este trabajo, pero siempre pensando en la apertura hacia nuevos interrogantes consideramos al igual que Korinfeld que “...nos interesa, nos importa, los modos de afrontar los cambios y las demandas en las instituciones porque son el punto de partida en el que se generan, se alimentan, se producen y reproducen sentidos, discursos, mecanismos y políticas hacia los adolescentes (...) y agregamos aquí a les niñes; ya que como plantea el autor, esos modos de hacer “(...)constituyen un tipo de “entre”, un espacio disciplinador o vacío, controlador o aparente y producen a su vez un vaciamiento de palabras y sentidos aparentemente subjetivantes(...); entonces el “entre” es un operador, una pieza que nos posibilita y conduce a hablar de nosotros y a postular lo que hay allí de configurante y en el que tenemos una función”[7] Será pues nuestra función como docentes del ISFD seguir configurando en los “entres” institucionales, haciendo lazos que inscriban subjetividades de nuestras infancias y adolescencias para que no sigan estando en excepción, padeciendo situaciones de violencia social ni institucional, ni por fuera (caídos) de la escena. Retomando a Winnicott consideramos ese "entre" como un espacio transicional que posibilita un mundo de posibilidades donde el sujeto surge y se aloja produciéndose es su hacer con otros.

 

Herrero Martínez, M. Inés
Lic. en Psicología (UBA). Especialización en Psicoanálisis con Niños de la UCES/APBA. Docente y Secretaria de Extensión en ISFD 8 Junín de los Andes.

Fanny N. Lemos 
Diplomatura en Desarrollo Social, promoción, protección integral y restitución de Derechos, con énfasis en Infancia y Adolescencia- Universidad Jauretche. Especialización en Cs Sociales con mención en Psicoanálisis y Prácticas socio-educativas de Flacso. Docente en ISFD 8 Junín de los Andes. 

 

Bibliografía de referencia

  • Antelo, E. (2005). “La falsa antinomia entre enseñanza y asistencia”.
  • Azubel, A. (2017) “Acerca del lugar de la víctima. Responsabilidad &         victimización”. En: Especialización en Cs Sociales con mención en Psicoanálisis y  prácticas socio-educativas. Flacso Argentina
  • Gianni, M; Fushimi C; (2009) “Herramientas subjetivas que protegen”. Ministerio de          Salud. Gobierno de la provincia de Neuquén.
  • Korinfeld, D. (2017) “Clase 12. Adolescencias y juventudes: los desconocidos de siempre ¿hacia otros modos de lazo intergeneracional?” En: Diplomatura en Cs Sociales con mención en Psicoanálisis y prácticas socio -educativas. Flacso Argentina
  • Ley Provincial N° 2.302
  • Ley Nacional N° 26.061
  • Minnicelli, M. (2016) “Infancias en estado de excepción. Derechos del niños y psicoanálisis”. Colección Ensayos y Experiencias. Noveduc
  • Resolución N° 611/2007  y Resolución N° 0144/2007
  • Skliar, C. (2012) “No hay que estar preparado sino disponible”. Revista Saberes
  • Zelmanovich, P. (2017) “Contra el desamparo”. En: Diplomatura en Cs Sociales con mención en Psicoanálisis y prácticas socio educativas. Flacso Argentina
 

[3] Gianni, M; Fushimi C; “Herramientas subjetivas que protegen”. Ministerio de Salud. Gobierno de la provincia de Neuquén. 2009

 

[4] Zelmanovich, Perla, “Contra el desamparo”en ​Enseñar hoy. Una introducción a la ecuación en tiempos de crisis.

 

[5] Minnicelli, M. Infancias en estado de excepción. Derechos del niño y psicoanálisis. (Pág. 59-60)

[6] Azulbel Alicia (2017) Acerca del lugar de la víctima. Responsabilidad & victimización. En Especialización en Cs Sociales con mención en Psicoanálisis y prácticas socio educativas. FLACSO

[7] Korinfeld Daniel. Clase 12. Adolescencias y juventudes: los desconocidos de siempre ¿hacia otros modos de lazo intergeneracional? En Diplomatura en Cs Sociales con mención en Psicoanálisis y prácticas socio educativas. FLACSO

 

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Articulo publicado en
Febrero / 2020