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Ponerle luces a la oscuridad

Editorial Revista Topía #91 abril/2021

En junio de 2020 los criaderos de visones en Dinamarca comenzaron a generar casos de covid-19 entre los animales. Originalmente el virus había pasado de los animales a los humanos y ahora había mutado y vuelto a trasladarse a los animales, particularmente aquellos vulnerables a las enfermedades respiratorias, como los visones. Los criaderos donde estos animales viven hacinados para su mayor explotación son un escenario propicio para el contagio. En diciembre las autoridades danesas tomaron la decisión de sacrificar más de 15 millones de animales que fueron enterrados en fosas preparadas especialmente. El problema que surgió fue que, luego de varias semanas, debido a la gran cantidad de animales muertos emergieron gases de los cadáveres en descomposición y los animales sacrificados salieron nuevamente a la superficie revelando el uso y abuso que hacemos de nuestro planeta.

La pandemia puso en evidencia la necesidad de pensar cómo construimos un sistema social y ecológico que deje de considerar a los seres humanos y a la naturaleza como mercancía

Inesperados visitantes durante la cuarentena

La llamada de la vida animal

En 2020, más exactamente durante los meses que duró la cuarentena, que simultáneamente se presentó en gran parte del mundo, se produjo un hecho inédito: mientras los seres humanos estábamos confinados y las ciudades se desocupaban porque dejaron de transitar personas, de circular automóviles y se restringió cualquier actividad comercial, deportiva o recreativa, esas ciudades eran visitadas por animales silvestres, poco o nunca vistos en vivo y en directo.

El capitaloceno que surgió hace unos cinco siglos también es un tanatoceno (era de la muerte y la matanza) no solo de seres humanos sino de animales

La imposición de la felicidad o la rebeldía

Los caminos del cyborg

Este es un artículo que fue escrito bajo la frase influencia de A. Gramsci: “con el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad”, es un intento de respuesta al mayor proyecto de obsolescencia programada que impone el capitalismo: ni más, ni menos, que la continua trasformación del ser humano en un cyborg adaptado a los ideales del consumismo. Un hedonismo complaciente al poder. Está en línea con lo que Enrique Carpintero más de una vez se preguntó en sus escritos: ¿cómo inventamos lo que nos mantiene unidos?

La historia nos demuestra, una y otra vez, que los vengadores solitarios aumentan la represión hacia la sociedad, como sabemos el miedo paraliza e invita al sometimiento al poder

¿Quieres ser Elon Musk?

Cuando un modelo de desarrollo tecnológico (o esa especie de entelequia que llamamos “la tecnología”) se presenta como meta o destino de la humanidad, el aura de la racionalidad tecnocientífica se desvanece y deja al desnudo lo más primitivo e inconsciente de las relaciones de dominación.

A mediados de febrero Elon Musk dejó de ser el hombre más rico del mundo. El multimillonario nacido en Sudáfrica en 1971, dueño entre otras empresas de la fábrica de autos eléctricos Tesla, la compañía aeroespacial SpaceX y la vanguardista Neuralink, que en agosto pasado le alegró el encierro al mundo presentando su novedoso prototipo de implante cerebral -con el cual se monitoreó en vivo la actividad neuronal de una cerdita llamada Gertrude-, fue superado en fortuna una vez más por Jeff Bezos, el Señor Amazon, emperador del comercio electrónico.

Los grandes procesos de acumulación primaria en la historia del capitalismo se han basado, en definitiva, en la concesión de un dominio virgen de toda legalidad, de donde poder obtener recursos a destajo, indiscriminadamente

Organizar la rabia: #NiUnxMenos por violencia

Salió un nuevo informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio de la Federación Argentina LGTBI en conjunto con la Organización Rosa Naranja de La Plata. Fueron 152 crímenes de odio y 100 muertes de personas travestis y trans las que se cometieron durante 2020. No somos unas estadísticas, el Estado es responsable y por eso hay que salir a las calles.

Dar en el blanco: La obsesión del origen

Después de “Heidegger” ¿se puede escribir “Adorno”? Eduardo Grüner. UBU ediciones, 202 páginas.

El autor es sociólogo, ensayista, profesor universitario y crítico cultural. Representante ineludible de la Teoría Crítica en Argentina, ha escrito innumerables libros, prólogos y ensayos sobre antropología del arte, literatura, cine y teoría política. Es colaborador de nuestra revista y autor, entre otros, de los libros: Un género culpable (1995), Las formas de la espada (1997), El sitio de la mirada (2000), La cosa política (2005) y La oscuridad y las luces (2010).

“Heidegger”: también este nombre hay que escribirlo así, con comillas, para darle su valor emblemático, aunque esta vez en su pleno estatuto de síntoma. Curiosamente -por esas retorsiones de la dialéctica, o de la para-doxa- éste tendría que haber sido el nombre más inasimilable para la sociometabólica “filosófica” del Capital, por una razón muy sencilla: el pensador más influyente, dicen, del siglo XX, resultaba ser aquel que estuvo comprometido -ya discutiremos con qué aporéticos retorcimientos- con lo peor del Capital; supo propinarnos aquello que a toda costa el capital quería olvidar (pero, claro: esto solo podía ser una pretensión “central”: ¿cómo los “periféricos” de Videla y de Pinochet hubiéramos podido olvidar lo peor?). Allí hubiera habido que decir: sí, claro, aceptamos a “Heidegger” no solamente por lo que, a pesar de todo, podamos aprender de él (esto pasa con cualquiera, cuando uno es capaz de adoptar esa deslectura creativa que recomienda Harold Bloom), sino principalmente para no permitir que el Capital “olvidara” que lo más influyente que nos había dado en el plano del pensamiento era también -entre otras cosas, si se quiere, pero de manera decisiva- una contrapartida de lo peor (por lo menos, hasta ahora) de que su sociometabólica material era capaz.

24 de marzo – 45 años del golpe cívico-militar

30.000 desparecidos, fue genocidio.

Hay cosas que deben ser dichas suficientes veces…

Sigmund Freud

Debemos recordar que la esperanza es una de las formas de la memoria, pues nos habla de nuestros logros y fracasos, nuestros límites y posibilidades, nuestros sueños y realidades, nuestros deseos y fantasías. Cuando se acepta la posibilidad de olvidar, deviene no sólo la repetición sino el acto de resignar valores que hacen a nuestra condición humana. Recordar no es una actividad que nos lleve meramente al recuerdo fáctico, sino al recuerdo de las razones por las cuales esos valores no forman parte de nuestra cultura.

Pensando la educación desde los afectos, las tensiones y la necesidad de contacto

Presencias de lo invisible, lo imperceptible o el silencio como potencia.

Ya lo dijo el Principito “…lo esencial es invisible a los ojos”. ¿Será nuestro trabajo como docentes darle espacio al pensamiento para que haga visible lo invisible, para que lo esencial sea nombrado y tome forma ante nuestros ojos?

¿Qué es lo esencial en estos tiempos?

El arte se animó a jugar con la potencia de lo no dicho, de lo sugerido, de lo poético, de lo apenas nombrado.

El arte nos revela que construimos nuestra visión de la realidad desde los intersticios

Los Desorientados Sin Porvenir: Aproximación desde Karl Marx y Antonio Gramsci

Desde temprana data encontramos presencia de modificaciones e incluso transformaciones teóricas producto de la influencia del paso del tiempo y de los Acontecimientos[2] que fueron marcando periodos históricos determinados. Bordeando los años cincuenta del siglo XX un gran número de pensadores regresaron a las tesis postuladas por Karl Marx (1818- 1883) intentando encontrar las herramientas que les permitirían generar una solución a las fisuras que en su época comenzaban a emerger. En este sentido, se podría afirmar sin correr riesgos, que es en este periodo y no otro, donde se produce un vuelco importante, época en la que comienzan a fomentarse y diversificarse las producciones teóricas fuertemente cargadas de crítica, reformulación, e incluso el intentar eliminar la imagen de Dios de un autor y promover el evitar seguir a un intelectual como dueño de una verdad irrefutable, la figura de maestro como una especie de imagen que hay que erradicar para el progreso y el avance de la teoría (Sánchez, 2013).

Al igual que Karl Marx, Antonio Gramsci participa como un teórico que indiscutiblemente significó un aporte invaluable al campo teórico, conceptual, practico de los mundos de las Ciencias Sociales y Humanidades, extrapolándose sus prismas teóricos y sus hipotesis en diferentes terrenos.

“Maternidades feministas”

Como se anticipa en la aclaración ut supra en el presente trabajo se pretenden abordar las maternidades actuales desde un marco de género y feminismos., Vivencia personal que se vuelve objeto de reflexión, teorización y revisión a la luz de las lecturas y recursos propiciados por diversas compañeras.

Dicho interés personal se articula con visibilizar que los feminismos actuales -al menos los más cercanos- tienen mayores desarrollos vinculados a la problemática de la ILE, IVE y las violencias que sufren aquellas mujeres que no desean ser madres. Por lo cual, el objetivo de pensar maternidades feministas es un propósito también de aportar a espacios más pequeños o que se sienten excluidos dentro de los mismos movimientos feministas, que quizás en el afán de desprenderse de ciertos roles de género desdibujaron la posibilidad de pensar maternidades elegidas y deseadas.

En el presente trabajo se pretenden abordar las maternidades actuales desde un marco de género y feminismos

Neoliberalismo y pandemia: la niñez asediada.

Se ha dicho tanto sobre el psicoanálisis en tiempos de pandemia en todos estos últimos meses, ¿no? Están quienes no pretendían ver nada nuevo y encajaron el fenómeno en categorías conocidas, se sabía casi todo así que no había más que dar cátedra, y hasta se animaron a predecir escenarios. Yo recordaba una observación freudiana en El porvenir de una ilusión (1927) donde señala que los seres humanos primero deberían tomar distancia respecto del presente, que si han de querer hallar puntos de apoyo para formularse juicios sobre lo venidero el presente tiene que devenir pasado.

Nomadismo psicopedagógico: el devenir como punto de emergencia

Lo nómade rescata la pluralidad epistemológica, imputa un corpus de mecanismos alterativos que afectan las formas del pensar epistémico y metodológico, su fórmula heurística acontece en los espacios intermedios, en la fuerza de lo liminal y lo membránico. Es una zona de altas intensidades inestables, en permanente movimiento, fomenta singulares, pero a la vez, poderosas formas de des-identificación con dominios entrecruzados que configuran parte de la estructura de conocimiento superficial de lo psicopedagógico. Todo ello, permite superar la forma teórica dualista que emplaza la producción un significante falso e incluso, restrictivo, en su forma analítico-metodológica.

El nomadismo psicopedagógico es una forma epistemológica dinámica, un espacio de intensos flujos, una red de apertura, creación y relación de diversas singularidades y recursos epistemológicos

Nota de los editores: Contra la psiquiatrizacion y/o la represión en Salud Mental

Revista Topía #90 - Noviembre/2020

Este año tenía que producirse el cierre de los manicomios y su reemplazo por propuestas alternativas (hospitales de día, de noche, casas de medio camino, etc.). Nada de esto ocurrió y la situación en los servicios se agravó con la pandemia. En el número anterior denunciamos la muerte de un paciente del Hospital Borda que fue atacado por una jauría de perros mientras paseaba por los fondos del hospital. Como decíamos, una muestra tremenda de la barbarie en los manicomios. En los últimos días ocurrió otro hecho grave.

La política como producción de comunidad de las potencias

Editorial Revista Topía #90 noviembre/2020

La pandemia no vino para quedarse. Esto que vivimos, algún día para algunos quedará como una historia llena de anécdotas; para otros, la gran mayoría, tendrán una marca de la catástrofe económica o el trauma devastador de la muerte de algún ser querido. Pero la pandemia tiene una característica fundamental: ha corrido el velo de las inequidades del capitalismo tardío. Desde nuestros medios digitales miramos una realidad que antes estaba, pero no queríamos dar cuenta. La desigualdad social estaba enunciada en artículos y libros, pero hoy es una presencia que se ha vuelto obscena. La violencia de género y familiar fue potenciada por el encierro; el teletrabajo se instaló con una gran fuerza impulsando el sometimiento y la explotación; el desmantelamiento de la salud pública pone en evidencia la falta de recursos de los profesionales que es uno de los sectores más afectados por el virus.

Los sectores que defienden el capitalismo deben reinventar una estrategia de dominación. Esto no se va a dar sin conflictos internos de los sectores hegemónicos y con las luchas de los dominados

Oh que será…

Siete notas sobre los destinos de lo común (imaginando una pospandemia)

Nuestro mundo jamás se ha caracterizado por la igualdad, en cuanto a su administración de bienes y servicios, ni en cuanto a Derechos y garantías, ni aun en su distribución o reparto del tiempo y el espacio. “Lo común”, podría decirse que es una declaración siempre inexacta, siempre sujeta a los efectos y condiciones desigualantes, históricos e innumerables. Pero es también una construcción y una búsqueda irrenunciable. La libertad, no es entonces un bien del que disponer, ni un derecho o acceso al consumo, ni una expresión más de la propiedad privada, ni tampoco la capacidad de imponer deseos, sino la brecha que se construye singular y colectivamente cada vez que achicamos, disminuimos, desarmamos y combatimos el predominio de la desigualación, y construimos un “común”. Esta pandemia, una vez más, y en forma exacerbada, visibilizó que la desigualdad no es un sustantivo sino un verbo, no es un dato natural y estable sino una forma de distribuir recursos, entre los cuales también se hallan el espacio, el tiempo, las certidumbres, el futuro, la salud, etc. Se conjuga en acciones, se sostiene en políticas, se decide cada día. Por ello no se saldará únicamente con la vacuna.

Esta pandemia, una vez más, y en forma exacerbada, visibilizó que la desigualdad no es un sustantivo sino un verbo, no es un dato natural y estable sino una forma de distribuir recursos

Planeta Cyborg recargado

Entre los eventos económicos ocurridos durante el mes de agosto señalaremos dos: Wall Street ha marcado un nuevo record de operaciones, las empresas que han salido beneficiadas en este ir y venir de ese dinero especulativo son: Microsoft, Apple, Alphabet (Google) y Facebook, según la versión impresa del diario La Nación del 19 de agosto de 2020. Las cinco empresas acaparan el 22 por ciento de ese enorme volumen de dinero. Del mismo diario extraemos dos días después otro significativo dato: “Apple duplicó su capitalización de mercado en poco más de dos años y se convirtió ayer en la primera empresa norteamericana en bolsa de superar un valor de dos billones de dólares (…) Las acciones de Apple subieron aproximadamente un 60% en lo que va del año. (…) Ahora la tecnología se ha convertido en el petróleo del siglo XXI.”1 De acuerdo a esta caracterización es imposible pensar un modelo de negocios que se sostenga por fuera de las plataformas digitales. Son ellas las que crean, organizan y tramitan el e-commerce.

Las empresas tecnológicas han dado el zarpazo final para hacerse del conjunto de la economía mundial. Para ello han recibido la sorprendente e inesperada ayuda del devastador virus

Paranoia y algoritmos

La forma en que las nuevas tecnologías impactan sobre la conducta y la subjetividad no es consecuencia inexorable del progreso técnico, sino que responde a un diseño político y económico. La ciencia ficción nos puso en guardia ante supuestos robots humanoides que se rebelarían contra sus amos; la inteligencia artificial, aunque de modos más sutiles, superó esa fantasía.

Vivimos en una fase histórica en que el capitalismo se ha transformado en un sistema global de vigilancia con poder para manipular a los usuarios y dirigir su conducta

¿En busca del tiempo perdido? o ¿cómo fabricar tiempo?

También podría empezar por otro poema de Gabriel Celaya, “¡A la calle!, que ya es hora de pasearnos a cuerpo”2, pero seguramente sería tildada de irresponsable y anticuarentena. Para luego seguir con “y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo” y sin duda me acusarían de romantizar los efectos de la pandemia.

La pandemia nos confundió, nos soldó en una ilusión de igualdad, al mismo tiempo que puso en evidencia y profundizó la enorme desigualdad en la que vivíamos

El futuro llegó hace rato. “Pospandemia” y educación universitaria

Tuve la oportunidad de publicar “Psicopatología de la vida cotidiana docente”1 durante el mes de mayo en Revista Topía, promediando poco más de un mes del inicio de la virtualidad en la vida universitaria nacional (y prácticamente en todo el mundo) y en pleno desarrollo de la pandemia y el aislamiento obligatorio en nuestro país.

A la hora de avanzar en la virtualidad que “llegó para quedarse”, queda evidenciado que no hay grieta entre decanos y rectores radicales, peronistas y kirchneristas y, menos grieta aún, entre ellos y los organismos financieros extranjeros

El encierro en la pandemia: cómo viven travestis y trans en las cárceles

La pandemia provocada por el Covid-19 dejó al descubierto la precariedad de la población travesti y trans. En distintos artículos fui construyendo cuál es la situación entre la realidad material y los avances legislativos en Argentina. A la vulneración de derechos y la escasa inserción en la salud y el mundo laboral, se le suma que poco importa el relevamiento dentro de las cárceles. Toda la propaganda punitiva de los últimos años demostró que de ninguna manera permite combatir lo que llaman “la inseguridad”, bajo ese mismo discurso se esconden muchos prejuicios y estigmatizaciones.

Respecto a las condiciones de salud el 73% de las detenidas en instituciones bonaerenses padece algún tipo de enfermedad

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