En 2020, más exactamente durante los meses que duró la cuarentena, que simultáneamente se presentó en gran parte del mundo, se produjo un hecho inédito: mientras los seres humanos estábamos confinados y las ciudades se desocupaban porque dejaron de transitar personas, de circular automóviles y se restringió cualquier actividad comercial, deportiva o recreativa, esas ciudades eran visitadas por animales silvestres, poco o nunca vistos en vivo y en directo.
El capitaloceno que surgió hace unos cinco siglos también es un tanatoceno (era de la muerte y la matanza) no solo de seres humanos sino de animales
El capitalismo ha alcanzado los más diversos ámbitos de la sociedad, el individuo y la naturaleza, en un proceso que puede caracterizarse como el de la totalitaria subordinación (subsunción) de la vida al capital. Dicha subordinación genera nuevas formas de sometimiento y refuerza las “antiguas”, con la particularidad de que ahora la sumisión pareciera no recurrir a la fuerza, sino ser admitida por los sujetos, como sucede con el dominio tecnológico que envuelve a los individuos en una maraña de aparente felicidad y autonomía, expropiándolos del último resquicio de libertad que pudiera quedar. De esta forma, se ocultan las raíces de la desigualdad e injusticia propias del capitalismo, como si ese sistema no existiese, y los problemas económicos y sociales que genera fueran resultado de las imperfecciones de los individuos, que pueden ser resueltos con soluciones tecnológicas.
La tecnología le permite al capital un dominio totalitario de la individualidad en el trabajo, la sociedad y en la vida privada, a un nivel ni siquiera imaginado en las novelas de ciencia ficción
La implantación del neoliberalismo a nivel mundial en los últimos cuarenta años ha venido acompañado con la expansión de un mito fundador, creado por sus principales ideólogos. Ese mito fundador sostiene que el neoliberalismo se ha impuesto por la superioridad intrínseca del mercado y que, por libre competencia, han sido liquidadas aquellas formas de organización social que trataban de impedir el funcionamiento armónico y automático de los mercados, así como reducida la injerencia de los estados en la actividad económica de los capitalistas y sus empresas. En este mito se resalta que la imposición del neoliberalismo, como una nueva fase en la historia del capitalismo, ha sido pacífico y sin mayores contratiempos.
Mario Hernandez (MH): Tenemos en línea a James Petras desde EE. UU. Una gran alegría poder contar con tu participación en nuestro programa. Estoy acompañado por Renán Vega Cantor como todos los martes en “Metrópolis”. Hoy hubo elecciones presidenciales en tu país ¿qué novedades tenés?
Mario Hernandez (MH): Vamos a estar comunicados telefónicamente con el economista Claudio Katz analizando su último libro Bajo el imperio del capital que ha recibido una mención honorífica del Premio Libertador al Pensamiento Crítico, edición 2011, que le entregará personalmente el comandante Hugo Chávez Frías en el teatro Teresa Carreño de Caracas el próximo 7 de setiembre.
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra