Si, como ya tempranamente describieron los fenomenólogos, el ser inevitablemente existe, se encarna, en-el-mundo, vale decir entonces, que los cambios en ese campo intersubjetivo e indeterminado que aglutinamos imperfectamente bajo el concepto “mundo”, necesariamente implican cambios en nuestros modos encarnados: experiencias sensorio-motrices, emociones y representaciones corporales.
Los Tres Chanchitos (1) es un cuento tradicional infantil. Comienza con los padres de los Chanchitos bregando para que sus hijos se independicen del hogar familiar. Como adultos responsables, consideran que la infancia ha concluido y que los jóvenes están en condiciones de emprender cada uno su camino. Para ello los impulsan a construir sus casas. Según el cuento, cada uno de los Chanchitos tenía características particulares: uno de ellos era vago, el otro glotón y el tercero serio y trabajador. Los dos primeros han quedado en la historia como irresponsables que salieron del hogar paterno sin la imprescindible madurez y sólo pensando en jugar. Al mismo tiempo se cantan loas sobre el hermano mayor que es serio y trabajador; por consiguiente, nunca juega y siempre tiene en cuenta la presencia inminente y devoradora del Lobo Feroz. Desde esta perspectiva es quien mejor opera sobre la realidad, se omite el rasgo sobreadaptado del personaje.
La operación de ver no es tan espontánea como parece. Ver lo que vemos es tan difícil como escuchar lo que oímos. Hagamos entonces alguna advertencia respecto a nuevos lugares que la imagen ocupa en la actualidad de la producción social y por lo tanto, en la actualidad de la vida psíquica. Si ya advertimos sobre los riesgos de una teoría psicoanalítica que sobrevaluaba la dimensión lingüística (el significante, la letra, la lógica, la escritura) mientras descuidaba otros aspectos constitutivos del psiquismo, ahora también debemos avisarnos de una cultura cuyo eslogan ya no es el libro, sino la globalidad (esferas sensitivas), que se encamina más bien a desechar lo que alguna vez le valió el calificativo de “letrada”, de histórica, aquello que hizo cima y finalizó en su culto intelectual al “texto”, hoy desvaído.
Entrevista con Silvia Federici. Silvia Federici es una pensadora y activista feminista italiana. Es referente intelectual por su análisis del capitalismo, el trabajo asalariado y reproductivo, siempre desde una perspectiva de género. Profesora en la Universidad de Hofstra de Nueva York, Federici fue una de las impulsoras de las campañas que en los años setenta comenzaron a reivindicar un salario para el empleo doméstico. Su último libro publicado en español es Revolución en punto cero. Trabajo doméstico, reproducción y luchas feministas, publicado por Traficantes de Sueños.
Esta entrevista, realizada en España, nos permite ver sus ideas sobre las luchas del feminismo en el contexto del capitalismo actual.
El jazz nació rebelde. Aquellos esclavos negros liberados tomaron los instrumentos dejados en los campos de batalla de la guerra de secesión en EEUU. Allí combinaron en su música el dolor, la protesta y la lucha por las condiciones de humillación en la que vivían. El jazz y su hermano, el blues, combinaron las raíces africanas con lo surgido allí. Se convirtió en una música que le gritaba en la cara las injusticias, como Billie Holiday cantaba la oscura “Strange Fruit”, donde retrataba los cuerpos de negros asesinados colgando de los árboles.
En junio se ha producido el desmantelamiento de las Residencias de Salud Mental de la CABA. De esta forma la Dirección de Salud Mental de la CABA las ha convertido en posgrados de especialidades separadas (psiquiatría y psicología). (Verwww.facebook.com/asambleasaludmental). Esta decisión ha sido tomada en conjunto con la Dirección de Capacitación de la CABA, los responsables del curso superior de especialista de psiquiatría la UBA y los Jefes de Servicio de los diferentes Hospitales de la ciudad.
Había transcurrido más de media hora de la entrevista y María seguía muy confusa. Lo único que aparecía con claridad era su motivo de consulta: “Tengo mucho miedo de tener hijos.” Estaba casada hacía 5 años. Sentía un gran amor por su marido, pero desde hacía 2 años, cuando decidieron que quedara embarazada, comenzó a evitar las relaciones sexuales. Aún más, las tenía durante el período en que no era posible el embarazo. Igual estaba con miedo de que ese recurso fallara. La sensación que trasmitía era de pánico.
Y publicando las palabras de protagonistas de la cultura de varios lugares del mundo que continuamos recibiendo sobre los efectos del espacio generado por nuestra revista en este tiempo. Creemos que definen qué lugar tiene nuestra revista en estos 25 años ininterrumpidos de trabajo.
Entiendo aquí, re-presentar, una repetición, un “otra vez” tal cosa, en este caso el pecado. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Una repetición que es, al mismo tiempo de lo mismo pero diferente, que es como debe entenderse la repetición en psicoanálisis, contra toda ilusión de copia. Es el acto lo que denuncia que se trata de una repetición al mismo tiempo que de otra temporalidad: por ejemplo, la trasferencia negativa será la actuación de un acontecimiento pasado de la relación del sujeto con alguna de sus figuras de autoridad tempranas.
Cuando Freud llegó a los EE.UU invitado por la Clark University en septiembre de 1909, avistó la costa de New York, Estatua de la Libertad incluida, cuando desde la cubierta del “George Washington” profirió ante Jung y Ferenczi su “no saben que les traemos la peste”, mal podía anticipar que el espacio que anhelaba conquistar lo esperaba con el antídoto. La escena, puro mito, vale como punto de partida para lo que fue la difusión ampliada del psicoanálisis en el norte “revuelto y brutal”; un psicoanálisis adaptacionista, “neutral” y “apolítico”.
Diana J. Torres (Madrid, 1981) es una integrante activa del movimiento posporno de Barcelona, colaborando con un gran número de artistas queer/posporno locales e internacionales. En 2011, fue publicado su primer libro Pornoterrorismo por la editorial Txalaparta.
Pornoterrorismo es un concepto político-artístico creado por la autora en 2001 junto al artista Pablo Raijenstein y desarrollado por Torres a partir de 2006.
Rocío Rinaldi y sus amigos habían decidido que sería antes del amanecer. La noche había empezado hacía muchos porros, tragos y pastillas. Pero no era suficiente. Buscaron mierdas de vaca en el campo, armaron un fueguito que los calentaba apenas, mientras se preparaba el beberaje con los hongos. Había luna. Era la única que estaba llena. Sintiéndose fuertes en esa comunidad instantánea y armados con palos se acercaron a la inocente. La rodearon y la golpearon hasta que estuvo despedazada, muerta. Bien muerta.
Philippe Sollers es un escritor francés de una extensa trayectoria. Formó parte de los fundadores de la revista Tel Quel, reconocida internacionalmente. Formó parte de toda una generación creativa de intelectuales franceses, siendo amigo de Jacques Lacan, Louis Althusser y Roland Barthes, a quienes describió en su novela Femmes (1983). Se casó en 1967 con la psicoanalista Julia Kristeva. Escritor de numerosas novelas y ensayos. En este caso publicamos un texto inédito en español especialmente enviado para nuestra revista.
Los nombres grandes de la literatura, las famas universales, viven en la historia a través de los símbolos que les fue dado crear o de aquéllos con los que han sabido toparse. Al menos así se explica Borges la llamativa falta de un sitio para Quevedo en el parnaso universal. Quevedo no habría dado con un símbolo “que se apodere de la imaginación de la gente”;1 en cambio los otros, los eternos, tendrían, cada uno de ellos, sus símbolos: “Homero tiene a Príamo, que besa las homicidas manos de Aquiles; Sófocles tiene un rey que descifra enigmas y a quien los hados harán descifrar el horror de su propio destino; (…) Dante, los nueve círculos del infierno y la Rosa; Shakespeare, sus orbes de violencia y música; Cervantes, el afortunado vaivén de Sancho y de Quijote”. Borges mismo, acaso, se ahonda para nosotros infinitamente en esa llanura amarillenta y dilatada de su biblioteca ciega.
En su artículo “Ya lo sé, pero aún así” (comunicación presentada a la Sociedad Francesa de Psicoanálisis en noviembre de 1963 y publicada en Le Temps Moderns, enero de 1964), el psicoanalista francés Octave Mannoni desarrolla ciertas problemáticas que muchas veces surgen en la clínica como obstáculo (por momentos, hasta epistemológico, a decir de Gastón Bachelard): las creencias.
Creemos que una buena forma de poder visualizar los efectos del espacio generado por Topía son las palabras de protagonistas de la cultura de varios lugares del mundo. Son ellos los que mejor definen qué lugar tiene nuestra revista en estos 25 años ininterrumpidos de trabajo.
Aquí las primeras reflexiones que continuaremos publicando en los números de este año.
Al vulgum pecus, un cierto Romanticismo le oponía la figura del poeta maldito. Y exaltaba la melancolía, considerada la forma electiva de la lucidez y el recurso final de la potencia creadora. Con el Surrealismo, es la locura la que suplanta a la melancolía, por la proliferación de formas de pensamiento que hace surgir y por su imprescriptible impertinencia respecto del conformismo y de la razón.
Primer premio del Quinto concurso Internacional de Ensayo Breve 2014-2015
25 años de la Revista Topía.
Área los procesos de subjetivación en la sociedad actual
Por considerar que la dinámica de la estructura familiar de los Lugones reúne muchos aspectos que se consideran sustanciales en relación a lo que se propone el presente ensayo es que se la ha elegido como modelo o marco referencial, lejos está de este motivo la intención de un análisis crítico sobre el canon de las producciones que en lo singular llevaron a cabo cada uno de los integrantes que sean mencionados. En efecto; el empeño que guarda la formulación de las diferentes conjeturas tendrá como premisa confrontar la eficacia de determinados dispositivos discursivos así como las acciones que se desprenden de estos como efectores de contenidos traumatizantes a ser transmitidos allende las generaciones, por lo que, de algún modo la sociedad argentina, buena parte de ella, podría verse reflejada en sus aspectos subjetivos como correlato de la invariable conducta de recorte que los apropiadores de la memoria, en las figuras del secreto sobre el desaparecido como de la pretendida usurpación de identidad de los niños nacidos en cautiverio llevan a cabo.
Primera mención del Quinto concurso Internacional de Ensayo Breve 2014-2015, 25 años de la Revista Topía.
Área: “Los procesos de subjetivación en la sociedad actual”
Estado, proceso y representación son los títulos de las tres partes que componen este texto, podría ser de carácter político, pero no es así.
Estado en su acepción de estabilidad, proceso como conjunto de cambios y representación como delegación, no de un poder que confieren unos hombres a otros, sino de los objetos - [en el más amplio sentido del término]- a los signos y símbolos de los distintos lenguajes para cumplir con su función esencial de comunicar y conocer.
Estas tres palabras intentan elaborar algunos bosquejos en torno a la pregunta:-¿Cuáles son los procesos de subjetivación en la sociedad actual?-
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra