La cuestión de la simulación es una de las problemáticas más complejas en el trabajo clínico. La regla de asociación libre y atención flotante tiene como prerrequisito que el paciente diga todo lo que piensa con la menor censura posible. Pero si un paciente oculta o directamente simula, ¿cuáles son las herramientas con las que contamos? En este punto la brújula de la contratransferencia y transferencia son capitales para poder operar. El siguiente fragmento nos pone directamente en dicha situación y en la operatoria analítica.
“El obstáculo estuvo desde el inicio hasta el final,y sobre todo en el final ¨
Haitham, llego a la Argentina hace 4 años, como consecuencia de los inconvenientes que tuvo al intentar llevar a cabo su propósito: escapar de la guerra de Iraq, y reencontrase con su familia, la cual se encuentra en los Estados Unidos. Durante estos años, estuvo preso, preso e internado, luego vivió en una pensión, y finalmente internado en el hospital Borda.
En todos los campos de la actividad humana han ocurrido, en los últimos veinte años, cambios cuya extensión y profundidad no pueden compararse en su carácter ni en sus consecuencias a los sobrevenidos en ningún otro período tan corto de la historia.
La complejidad del trabajo clínico psicoanalítico con adolescentes se potencia con las situaciones que plantea nuestra sociedad actual. Esto lleva a nuevas presentaciones y formas sintomáticas que tienen al riesgo como constante, y nos exige afinar nuestras herramientas clínicas. Por ello son necesarios debates y polémicas sobre las intervenciones clínicas donde se ponen en juego y se reinventa nuestra praxis. Es por ello que en este espacio trabajamos un caso clínico de una adolescente actual y solicitamos a tres psicoanalistas especialistas en esta temática.
Cristina se ha tomado licencia. Me ha dejado a merced de una suplente. Y cada vez que Cristina falta, llegan los federales.
Virgencita de Guadalupe, que la guardia sea tranquila.
Noche de ronda
Son las 20 horas. Una sirena se escucha cada vez más fuerte, más cerca. No es una ambulancia. Flashes de luces led, frenada de gomas, portazo de patrullero.
Acto seguido un grito pelado: “¡SOLTAME HIJA DE PUTA!”. Cinco segundos después, la respuesta: “¡CALLATE PENDEJA DE MIERDA!”.
El psicoanálisis nunca estabilizó un paradigma en el sentido Kuhniano del término, o sea, una teoría o conjunto articulado de teorías coherentes que durante un tiempo significativamente prolongado permite la investigación dentro del concepto de “ciencia normal” o “investigaciones normales”.
El trabajo psicoanalítico es una experiencia transformadora de la subjetividad. Muchas veces los diagnósticos psiquiátricos situacionales, como el hoy clásico “ataque de pánico”, encubren situaciones que sólo son accesibles mediante el dispositivo psicoanalítico. En el siguiente caso la cuestión es cómo a partir de un síntoma de época, el trabajo analítico avanza dando cuenta tanto del motivo de consulta como del despliegue de la historia que se da en la transferencia-contratransferencia.
El campo interdisciplinario de los Estudios de Género, se articula con las teorías y prácticas psicoanalíticas para generar percepciones e intervenciones alternativas en la tarea clínica.
Este frenesí en la teoría manifiesta en todo caso una resistencia del análisis al analista, respecto de la cual sólo puede aconsejarse a éste que la tenga en cuenta para determinar la parte de su propia resistencia en las manifestaciones de sus analizados.
Jacques Lacan. El Psicoanálisis y su enseñanza. Escritos I. Pág. 437
1. Resistencias del analista: extravíos y desbarrancamientos
La complejidad del trabajo clínico con toda la gama que implica el abuso sexual es un desafío actual. Las particularidades de los abordajes con pacientes abusados, con abusadores y la articulación con el poder judicial son cuestiones que atraviesan e implican la producción de dispositivos e intervenciones específicas. Pero esta temática lleva a discusiones, debates y polémicas. Por ello mismo, luego del relato clínico, hemos incluido las repercusiones de este material cuando se expuso en dos instituciones de Salud Mental.
La clínica hospitalaria con adolescentes nos enfrenta hoy con algunas consultas que hace años atrás no recibíamos. En el marco de una sociedad con enormes desigualdades y una cultura que ha criado y albergado en su seno multiplicidad de formas de sometimiento de la subjetividad al poder centralizador del mercado, han prosperado estas problemáticas. Este eje que el mercado ha instalado alrededor del consumo, que borra toda ética de solidaridad entre los sujetos, y que lleva a un individualismo a ultranza, ofrece una ilusión de pertinencia para los que tienen acceso al mayor consumo; y una experiencia de exclusión para quienes no pueden acceder al mismo. Hay así subjetividades que se constituyen bajo el modo de SER a partir de TENER cada vez más con el consiguiente miedo a ser despojadas; y otras subjetividades que se organizan a partir de haber sido despojadas y excluidas de TENER los objetos básicos que hacen a la dignidad de un sujeto, pero lejos de reclamar ese derecho, se inscriben en la lógica del poder asumiendo el sometimiento como un destino inapelable. Resulta interesante pensar las formaciones sintomáticas actuales a la luz de una cultura del sometimiento que florece en el capitalismo mundializado.
En el mes de febrero se conoció periodísticamente un fallo de la sala H de la Cámara Nacional en lo Civil en el que se condena a una psicóloga por mala praxis a causa de “no haber advertido en tiempo y forma el abuso sexual al que estaba siendo sometida una niña en tratamiento, por parte de su padre”; luego que el juez en primera instancia rechazara la demanda. Según la noticia, la profesional lo habría detectado luego de dos años de tratamiento.
Jueves. Febrero. Ingenuamente, suelo pensar que el verano trae menos complicaciones. Error: la galaxia no duerme nunca. Por ende, nosotros, tampoco.
Cada día me convenzo más que la guardia es un portal cósmico al que llegan habitantes de planetas remotos. La única diferencia es que nosotros no somos Jedis y en lugar de Yoda, lo tenemos a Vizzolini. O sea, estamos claramente peor.
Esta es, al principio, la historia de dos galleguitos de cinco años, Nico y Mati, hermanos, mellizos y, para más señas, mis sobrinos de Barcelona. Es decir que en realidad son catalanes, pero yo les digo “mis galleguitos”, lo que además de expresar mi amor, tiene la ventaja de enojar a su padre: “Que somos Catalanes, hombre, CA-TA-LA-NES”, me dice José María en nuestra ya habitual juego-pelea.
Como ocurre con todas las familias de mellizos y gemelos que he conocido, separarse de la mamá o del hermano es aún un poco más difícil que de costumbre.
La cuestión de la compulsión a la repetición es un tema clásico en el psicoanálisis. Sin embargo los cambios en la subjetividad nos llevan a nuevos desafíos para sostener e intervenir en dichas situaciones. Las características de estos pacientes llevan al terapeuta a preguntarse una y otra vez por los instrumentos teóricos y clínicos. Esto es lo que pretendemos con cada Ateneo Clínico. “Producir inteligencia”, tal como nos enseñaba Fernando Ulloa. Para ello convocamos a tres psicoanalistas para que a partir de este apasionante relato clínico aporten sus visiones.
El presente trabajo surge a partir de las siguientes preguntas: ¿Cómo se construye un dispositivo apropiado para cada paciente?, ¿Cómo construir ciertas condiciones que hagan lugar y abarquen la situación clínica que cada problemática subjetiva nos plantea?
El número de publicaciones que hacen referencia al encuentro entre psicoanálisis y neurociencia ha crecido significativamente en los últimos años, lo que en principio impresiona como una señal auspiciosa de un posible enriquecimiento mutuo de estas disciplinas, con favorables repercusiones en el campo clínico. Entre otros, artículos como el de Pérez y el de Alonso del Campo y Bettini, dan cuenta de las posibilidades de crear un ámbito de intercambio. Sin embargo, buena parte de lo que se lee respecto de este tema está aún frecuentemente cargado de un fuerte prejuicio.
Si París en los 50, era una fiesta al decir de Hemingway, en los 60 los festejos no habían acabado. Los asistentes eran el marxismo, la fenomenología, el estructuralismo, el psicoanálisis, encarnados en miles de manifestantes que transformaban el espacio público y privado. Kristeva asistió y dejó huellas en esa confluencia.
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra