Queridos amigos de Topía, si estuviéramos juntos y leyera las preguntas, contestaría espontáneamente: “Mirá, tengo un paciente que es empresario. Viaja mucho, ahora está en Asia, creo que dentro de poco estará en Vietnam. Eso de hablar por teléfono lo hacemos ya hace mucho. Antes que apareciera la nefasta pandemia.”
El tema de las consecuencias de la infección abordó todo el mundo social. La atención a distancia en Suiza, como tema, surgió paulatinamente. El intercambio entre colegas es muy reservado e inhibido.
La atención a distancia ya existía hace mucho tiempo. La pandemia la difundió y la discusión al respecto se actualizó.
Ya en 1950 se trabajaba por teléfono y fue tema de varios trabajos teóricos
He decicido contar este caso en el que estoy involucrado y que aun está en pleno desarrollo.
Tiene características de la situación actual. La pandemia infuencia nuestras vidas en lo cotidiano e inevitablemente también nuestra práctica como psicoanalistas y psicoterapeutas.
Como está tan “cerca” me cuesta camuflar lo necesario para que no sea reconocible, aprovecho que estoy en Suiza para esta publicación.
Cuando hablamos por teléfono, la médica amiga me confió que el “caso” no era fácil de entender. Ella había controlado todo lo posible, sin encontrar un diagnóstico. Físicamente Felipe está sano. Los padres quisieron presentarlo al hospital univeritario, estaba allí internado, pero tampoco allí se encontró una causa somática.
Cuando hablamos por teléfono la médica amiga me confió que el “caso” no era fácil de entender. Ella había controlado todo lo posible, sin encontrar un diagnóstico
Agradezco a Topía la idea de relatar un caso grave, visto y tratado desde una perspectiva psicoanalítica.
El caso que hoy presento, es muy grave. No solo por su enfermedad. Tuvo una vida penosa, ligada, apresada, amarrada a un pasado de condiciones amargamente hirientes y envenenadas. Chocó con situaciones a las que no les encuentro adjetivos. No encuentro palabras lo bastante siniestras, horribles y amargas, para describir lo que vivió.
Tratar con Beto me fue muy penoso. Influyó tanto en mí que con una supervisión no fue suficiente. Tuve que recurrir a la ayuda de una psicoterapia personal
Pedro Grosz es un psicoanalista argentino que vive en Zürich desde hace muchos años. Integró Plataforma Internacional en Suiza. Desde hace tiempo contribuye con sus textos sobre clínica psicoanalítica en nuestra revista.
En este caso le solicitamos este artículo sobre la cuestión del pánico desde la particular perspectiva de uno de los países más “seguros” del mundo.
Muchas veces cuando me invitan a escribir un caso, me piden que se trate de la “Contratransferencia”.
Este término es complicado, porque está compuesto de dos movimientos psíquicos:
1) Es una transferencia. O sea el individuo transporta experiencias, emociones, expectativas, de una relación anterior a otra relación más actual, más presente. Los ejemplos más conocidos son, por ejemplo, el psicoanalista es percibido por el paciente como el padre o la madre. Suelo contarle a mis alumnos una situación divertida como ejemplo de Transferencia:
Me pidieron una consulta de supervisión. En esta época invernal antes de las fiestas de fin de año en Europa hay mucho trabajo. Es invierno, los días tienen poca luz, hace frío. Tenemos mucho trabajo.
Quien preguntaba fue un participante de mis cursos en una ciudad italiana, algunos años atrás. Hacía mucho que no lo veía y para decir la verdad, no me acordaba ya de él, insistió. Sin muchas ganas de mi parte, fijamos una fecha.
El trabajo psicoanalítico es una experiencia transformadora de la subjetividad. Muchas veces los diagnósticos psiquiátricos situacionales, como el hoy clásico “ataque de pánico”, encubren situaciones que sólo son accesibles mediante el dispositivo psicoanalítico. En el siguiente caso la cuestión es cómo a partir de un síntoma de época, el trabajo analítico avanza dando cuenta tanto del motivo de consulta como del despliegue de la historia que se da en la transferencia-contratransferencia.
Entrando al complejo de edificios, me llamó la atención la poca gente y el silencio que había. Me enteré que había ido inútilmente: el equipo de tratamiento (médicos, psicólogos, enfermeras y educadores) había salido en una excursión colectiva…y se habían olvidado de avisarme. Me fui frustrado a la cafetería, donde me encontré con el médico de guardia. Después de su explicación de porqué había ocurrido el malentendido, empezamos a hablar sobre la sobreocupación en la clínica y los casos de urgencia que había que recibir.
¡Qué tema el de la dependencia! Parece tan simple, tan integrado en nuestras vidas que apenas si le tendríamos que prestar mayor atención y al mismo tiempo está tan ligado a nuestras condiciones que resulta difícil acercarse. Todos dependemos, conciente o inconcientemente, siempre.
Quisiera alejarme y ver el tema desde la distancia..
Muy estimada Topia
Me pedís que escriba sobre técnica psicoanalítica en el tratamiento de niños.
¿ Cómo puedo escribir desde Suiza algo, en un momento en el que siento tanto lo que está pasando en Argentina?
Desde el extranjero me siento inhibido...Tengo la sensación de que del extranjero no se puede decir nada. Bueno, de mi "extrangero", hay otro extrangero que no dice, dicta.
Voy a relatar etapas de la relación con Martín para presentar, como ejemplo, una relación en la cual la transferencia y la contratransferencia adquirieron una importancia central y determinante.
Se trata de un joven adulto de 27 años que conocí en Zurich, Suiza en mi consultorio.
Nos conocimos en 1969. Teddy tenía entonces once años y estaba hospitalizado en una institución psiquiátrica infantil después de tres intentos de suicidio reconocidos. Un colega mío de Seminario Psicoanalítico regresaba a Alemania y buscaba a alguien que pudiera sustituirlo. Me contó brevemente que visitaba a Teddy desde hacía un tiempo y que el niño se limitaba a quedarse sentado sin contar nada, haciendo hoyos en la arena, a veces incluso como enajenado.
¡Quiero ! ¡Debo contar esta historia! ¡Semejantes sucesos deben ser comunicados, dichos y denunciados! El gran esfuerzo, el desafío ante el que me encuentro es el de contar este tratamiento como un caso clínico.
No obstante, espero que se perciba, a través del relato, lo que ha significado para mi trabajar con Mabel.
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra