2 AM suena el celular. Estaba dormida, soñándome en una playa con Harvey Keitel todo tatuado. Manoteo celular. Hablo.
- Sí…
- ¿Laurita?
- Sí…
- Perdoname, acá tengo una pacientita que no entiendo bien pero creo que se quiso tirar de la terraza.
- Voy.
La particularidad de las guardias pediátricas es que todo se refiere en términos de diminutivos: Laurita, pacientito, loquito, pastillitas… Es como estar en el País de las Maravillas pero sin chiste ni dobles sentidos.
El número anterior inauguramos esta nueva sección para profundizar lo que denominamos El giro del psicoanálisis. Este es producto de las transformaciones en la subjetividad y los nuevos paradigmas de nuestra cultura cuyas consecuencias no son solo nuevas manifestaciones sintomáticas sino también un escuchar diferente del sujeto en análisis. Esto conlleva también a replantear la formación y transmisión del psicoanálisis. En este sentido hoy no alcanza con el “trípode”: análisis didáctico, supervisión y seminarios.
El presente trabajo es un intento de pensar las intervenciones en clínica psicoanalítica con niños y adolescentes que muchas veces son traídos por sus padres pero no quieren venir, ni hablar, ni iniciar un tratamiento.
Recibo varios mensajes en el contestador pidiendo una hora. Al devolver el llamado, Daniel me dice que necesita hacer terapia. "No puedo vivir sin tomar un lexotanil de 3mg., probé ayer y estaba desesperado por la angustia y la ansiedad. No lo puedo superar. Es por una desilusión amorosa, me siento como la mujer de Atracción Fatal". Acordamos un horario para el día siguiente.
Llega puntual. Me impresiona su presentación, luego del llamado. Viene de traje, muy alineado. Se muestra cuidadoso en sus modales a pesar de su voz y cara angustiada.
Entrando al complejo de edificios, me llamó la atención la poca gente y el silencio que había. Me enteré que había ido inútilmente: el equipo de tratamiento (médicos, psicólogos, enfermeras y educadores) había salido en una excursión colectiva…y se habían olvidado de avisarme. Me fui frustrado a la cafetería, donde me encontré con el médico de guardia. Después de su explicación de porqué había ocurrido el malentendido, empezamos a hablar sobre la sobreocupación en la clínica y los casos de urgencia que había que recibir.
La terapia psicoanalítica de pareja: su utilidad y referencias teóricas
Las terapias psicoanalíticas de pareja se han consolidado como una alternativa terapéutica en nuestra disciplina y constituyen una herramienta de uso habitual. ¿Para qué sirven, cómo se trabaja en ellas, cuáles son sus principales referencias teóricas?
He conocido a dos pacientes Amalie y Roberto como material comunicado por sus respectivos analistas. Ambos pacientes pueden estar comprendidos en la franja que el psicoanalista-psiquiatra Cancrini llama “El océano borderline”, por la anchura de este campo en el que el Yo vacila por fijaciones narcisistas tempranas con las inconsistencias consiguientes del Yo de Realidad Definitivo.
¿Cómo trabajar en la clínica psicoanalítica el encierro narcisista? Ante esta pregunta abierta sobre una cuestión tan vasta, que ha promovido a su vez intervenciones de lo más diversas, trataremos de circunscribir algunas –pocas- generalidades que operen como referencias posibles con el objeto de establecer una comprensión conjunta sobre el asunto propuesto
La finalización del tratamiento en un grupo terapéutico (abierto) de uno de sus integrantes, nos remite inmediatamente a la elaboración de la separación/duelo no sólo de quien concluye -como sucede en los análisis individuales- sino de quienes continúan. Si bien el tema del duelo se va planteando y trabajando en ocasión de eventuales abandonos a lo largo del proceso, el alta de uno o varios integrantes permite un abordaje más sistemático.
He conocido a dos pacientes Amalie y Roberto como material comunicado por sus respectivos analistas. Ambos pacientes pueden estar comprendidos en la franja que el psicoanalista-psiquiatra Cancrini llama “El océano borderline”, por la anchura de este campo en el que el Yo vacila por fijaciones narcisistas tempranas con las inconsistencias consiguientes del Yo de Realidad Definitivo.
Es invierno, de noche tarde y hace mucho frío. Es nuestra segunda entrevista, llegan tarde y crispados. El saludo es una formalidad sin sonrisas, un paradojal “buenas noches” que no trasmite ningún desear. Se sientan, no se miran ni me miran y el silencio va dibujando estrellitas de hielo. Hago un ruidito (una suerte de carraspeo bajo, con la boca cerrada).
Existe en estos momentos a nivel mundial una serie de cuestiones que originan la existencia de nuevos colectivos humanos. Este grupo de ciudadanos precisamente aparece por fuera de la red social formal y sufren una precarización de sus derechos civiles. La existencia de este tipo de masa poblacional se debe, según el catalán: Manuel Castell a tres puntos:
No es fácil ocuparse de un tema que ataca los límites de la razón. Que hace tartamudear a las teorías. Nos deja mudos. Los significados tambalean…No es fácil encontrar espacios abiertos a estos temas. Momentos, lugares, instituciones… Quizás estas últimas consideraciones,me hacen sentir más fuertemente la necesidad de escribir. Me he preguntado infinitas veces, si valdrá la pena re-volverdeterminadas vivencias en el fondo del alma. Sies verdad, que habrá alguien con ganas de escuchar, de saber. De que algo sea abierto. Si llegará a otros. Hubo momentos en que creí que no, que mejor no contaba nada, que seguía así con aquello guardado,ymirando las estrellas como hasta ahora.
Durante los años de formación en la residencia de psiquiatría se dio un notable fenómeno: vivíamos en grupo, aprendíamos en grupo y padecíamos en grupo. Los pacientes venían antes de la internación de sus casas donde vivían con sus familias y muchos de sus problemas y motivos de internación estaban relacionados con conflictos en sus vínculos personales y sociales. Lo notable, a la distancia, es que por ese entonces no vimos como necesario reclamar formación acerca de grupos, de los fenómenos propios de un grupo, de los dispositivos grupales existentes en el ámbito hospitalario (grupos operativos, grupos Balint, grupos de reflexión).
Agradezco la invitación[2] porque me interesa compartir con Uds. algunos debates que considero de actualidad en torno a la subjetividad sexuada y la clínica psicoanalítica.
En ese sentido, agradezco que me permitan acercarles los aportes en los que puede colaborar la articulación entre los Psicoanálisis y los Estudios de género a varios de los desafíos que se nos presenta en la clínica psicoanalítica en la actualidad.
Freud siempre sostuvo que la interpretación de los sueños era la mayor de sus contribuciones. La convirtió en una herramienta fundamental para el trabajo analítico, la “vía regia” para el acceso a lo inconsciente. Para prevenir sus abusos, delimitó su uso en el desarrollo del tratamiento.[1]
El siguiente texto fue enviado a raíz de la publicación en nuestro número anterior del artículo Fin de análisis: la utopía de analistas y pacientes de Alejandro Vainer.
Hola Alejandro, acabo de leer en Topía tu interesante artículo sobre el fin de análisis, donde señalás algunas paradojas, como en el caso “humorístico” que contás, y también invitás a los lectores a que examinen sus propias experiencias, sean como pacientes o analistas. Está bueno.
La noción de “auto” tiene su tradición en psicoanálisis. Así existen los conceptos de autoanálisis, autoerotismo, auto-agresiones. ¿Pero no hay algo de esta denominación que chirría un poco dentro de la teoría del aparato psíquico?
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra