2 AM suena el celular. Estaba dormida, soñándome en una playa con Harvey Keitel todo tatuado. Manoteo celular. Hablo.
- Sí…
- ¿Laurita?
- Sí…
- Perdoname, acá tengo una pacientita que no entiendo bien pero creo que se quiso tirar de la terraza.
- Voy.
La particularidad de las guardias pediátricas es que todo se refiere en términos de diminutivos: Laurita, pacientito, loquito, pastillitas… Es como estar en el País de las Maravillas pero sin chiste ni dobles sentidos.
Harvey terminó de esfumarse en ese instante. Lástima, me parece que venía una parte buena.
Llego a guardia. Desierta. Nadie más que algunos enfermeros y los médicos “nocheros”. Es raro decirles así, porque tienen menos folclore que un granadero, pero son los que se quedan bancando toda la noche, así que, semánticamente el apodo es acertado.
Consultorio 2, el del medio. Adolescente tiritando como si estuviera saliendo del naufragio del Titanic, con la campera de la madre sobre los hombros y la madre al lado.
- Hola, ¿cómo es tu nombre?- pregunto para romper el hielo, literalmente.
- Je...ni…fer
Me encanta cuando tienen nombres extranjeros, les da un toque exótico. Y además son las dos de la mañana.
Las llevo hasta la sala de observación que está vacía. Por suerte, porque cuando no hay lugar nos queda el box de cirugía o la fila de sillas cerca de la salida de las ambulancias.
Le pregunto a Jenifer qué pasó, esperando encontrarme con una suicida en potencia.
- Mi mamá no me deja subir a la terraza y yo fui igual y…y…
Tildeeeeeeeeeeeeee.
- Contale a la doctora, Jeny- destraba la madre.
- Sí, a ver, contame- le insisto.
La piba sigue temblando como si estuviera efectivamente adentro de un iceberg. Me mira como el chico de Sexto Sentido y dice:
- Subí a la terraza y la vi.
PAUSA 1. Qué raro se puso esto.
- ¿A quién viste?- pregunto.
- A una chica de vestido blanco que se me acercaba despacio y después… desapareció pero yo la seguía escuchando, los pasos y que me hacía shhh… y entonces le mandé un mensaje a mi mamá para que me viniera a buscar.
PAUSA 2. ¿Alucinación? ¿Sugestión? ¿Histeria grave? ¿Casper?
- ¿Es la primera vez que te pasa esto?- chequeo.
Sí, sonó muy Les Luthiers: ¿primera vez que se suicida? Pero todavía no entendía la parte que me había dicho la médica de que se había querido tirar de una terraza. Antes de que pudiera reformular alguna otra cosa, la madre se adelanta:
- A ella sí.
PAUSA 3. De raro pasamos a MUY RARO.
- Ajá. ¿A quién más le pasó?- vuelvo a preguntar.
- Es que nosotros vivimos en una casa muy vieja, en la que se murió mucha gente, antes era un asilo, ahora vivimos mis cinco hijos, mi marido y un sobrino, ¿no? Y todos, nosotros y los vecinos siempre vemos a un nene que juega a la pelota, siempre está ahí…
Hago la preguntonta mientras sigo pensando:
- ¿Un nene del barrio…?
- No, no: está muerto el nene y escuchamos que pasa, que juega a la pelota, pasa siempre muy rápido, pero es buenito. Y también hay un hombre vestido de negro pero a ese lo vieron nomás mi sobrino y uno de mis hijos.
- Y a la chica de blanco sólo la vio Jennifer…
Madre e hija asienten con la cabeza.
- Yo sé que miro muchas películas de terror, por ahí es eso…- empieza a decir la piba.
- …y se sugestiona- termina la madre.
PAUSA 4. Sugestión familiar. Todos ven gente muerta. A ver: medicar no, decirles que lo que ven es de mentira no, que se muden podría ser, que no suba más a la terraza sola y que deje de mirar a Freddy vs Jason…
- Bueno, no subas más a la terraza sola y dejá de mirar por un tiempo a Freddy vs. Jason…
- ¿Cómo sabés que miré esa película?
PAUSA 5. Soy realmente buena. Poner cara intrigante de adivina de todo por dos pesos.
- Porque es la que más asusta de todas.
María Laura Ormando
Lic. en Psicología
lauormando [at] hotmail.com.ar