INTRODUCCIÓN
Durante los años de formación en la residencia de psiquiatría se dio un notable fenómeno: vivíamos en grupo, aprendíamos en grupo y padecíamos en grupo. Los pacientes venían antes de la internación de sus casas donde vivían con sus familias y muchos de sus problemas y motivos de internación estaban relacionados con conflictos en sus vínculos personales y sociales. Lo notable, a la distancia, es que por ese entonces no vimos como necesario reclamar formación acerca de grupos, de los fenómenos propios de un grupo, de los dispositivos grupales existentes en el ámbito hospitalario (grupos operativos, grupos Balint, grupos de reflexión).