Pocas palabras se usan tanto, dicen tan poco y, aún así, son centrales al pensar hoy la vida social. Acabemos con la corrupción claman Carrió, los “indignados” europeos o las voces del FMI. De significado incierto, se lo asocia con la coima, pero es mucho más. Abarca desde un tipo de delito puntual a una práctica social generalizada. Desde la mácula regia de los funcionarios del Estado a lo que la opinión pública defina que sea. Además, se insiste en que siempre la hubo, hay y habrá; y en toda sociedad. Verdades que la historia avala pero no nos eximen de pensarla hoy.
“En este momento, las elecciones en Estados Unidos están básicamente compradas. No puedes presentarte a unas elecciones a menos que dispongas de una enorme cantidad de capital, lo que significa que, aunque no representan ni al 1% de la población, son sobre todo las grandes corporaciones las que proporcionan ese respaldo de capital”.
Hace ya mucho tiempo que Freud nos ha obligado a sospechar que la conciencia no puede dar cuenta de la pureza de su origen; que ella también viene al mundo inter faeces et urinam; y que el barón de Münchhausen mentía. Hace algún tiempo también que en estas pampas León Rozitchner puso de cabeza -o paró sobre sus pies- a von Clausewitz, mostrándonos la guerra como el bajo continuo de la política.
Es aquí donde, independientemente de las intenciones de su autor, el libro refuerza una política que pretende ser hegemónica en el campo de la Salud Mental: vaciar la complejidad de la subjetividad al reducirla exclusivamente a un circuito neuronal. Por ello, como escribimos en otro artículo,[3] la crítica a Freud se sostiene en un paradigma de época: el revisionismo histórico neoliberal que se basa en interpretar sesgadamente la vida íntima del sujeto para descalificar su práctica y su producción teórica.[4]
Con la caída del Muro de Berlín -el “día después del fin del siglo XX”[1]- la ilusión de un sistema unificado vino a reemplazar la certera realidad de un mundo bipolar.
En diciembre de 2010, un conjunto de habitantes de villas porteñas ocupó el Parque Indoamericano de la ciudad de Buenos Aires. La memoria podrá jugarnos, a escasos meses de lo ocurrido, alguna mala pasada para recordar los detalles que se sucedieron en esos fatídicos días; lo que resulta imposible olvidar es al Jefe de gobierno porteño responsabilizando a la “inmigración desenfrenada” de un rosario de males que aquejan a la ciudad.
El saber popular afirma:”Todas las comparaciones son odiosas, pero algunas son más odiosas que otras” .Y sin embargo otras no lo son, resultan ser al contrario elocuentemente necesarias pues durante el acto mismo de la comparación, es decir, del cotejo y confrontación de lo semejante, de lo diferente y de lo complementario con un otro, se promueve una ganancia en la configuración y consolidación de la identidad propia y ajena.
En este trabajo parto de la hipótesis de que las comparaciones se presentan de un modo inexorable en la vida anímica de los seres humanos.
Nota: el uso del asterisco esta implementado para evitar usar el genérico masculino. La @ tampoco es conveniente en estos términos, ya que implica una derogada dualidad genérica y además es difícil leer por programas utilizados por personas ciegas o ambliopes.
Café de por medio le pregunto a una colega, ciega… cómo le fue con su postulación en un instituto de rehabilitación. Me contesta: “La persona a cargo dijo que no era una institución para mí, porque tenían muchas columnas…”.
Según una de las versiones del mito, Prometeo descendía de una antigua generación de Dioses que habían sido destronados por Zeus. Era hijo de Titán y de Asia, él sabia que en la tierra reposaba la simiente de los cielos, por eso recogió arcilla, la mojo con sus lagrimas y las amasó, formando con ella varias imágenes semejantes a los dioses, los Humanos. Fue así que surgieron, según la leyenda, los primeros seres humanos, que poblaron la tierra. Prometeo entonces se aproximo a sus criaturas y les enseño a subyugar a los animales y usarlos como auxiliares en el trabajo.
La mentira, como su hermana menor la hipocresía, son fenómenos que viven ocultos, encerrados, ahogados en una conciencia que no quiere ser reflexiva o simplemente en aquel oscuro inconsciente de quién actúa tales actos. La experiencia nos hace creer estar en condiciones de afirmar que esto -por lo general- no es tan así. Tanto el mentiroso como el hipócrita tienen la obligación -o la necesidad- interior de contar, de alguna manera, sus actuaciones que en muchas oportunidades se las concibe hasta como heroicas.
“El Partido os decía que negaseis la evidencia de vuestros ojos y oídos.
Ésta era su orden esencial”.
George Orwell, 1948
Podríamos recurrir a la vieja metáfora del extranjero y su mirada ecuánime, para atribuirle la impresión de que en nuestro país se asiste a una ominosa celebración del doble discurso. Pero esta versión de la metáfora adolece de, al menos, dos falencias de representación.
En mi larga trayectoria con el psicoanálisis he podido recorrer un extenso camino, que es el que lleva de mi casa al consultorio de mi analista primero (ya que gran parte de esa trayectoria la hice como paciente), y luego, el que va de la puerta de mi propio consultorio al sillón.
*: el uso del asterisco esta implementado para evitar usar el genérico masculino. La @ tampoco es conveniente en estos términos, ya que implica una derogada dualidad genérica y además es difícil leer por programas utilizados por personas ciegas o ambliopes........
Numerosos cambios se han producido en nuestra sociedad los últimos veinte años, tomaré como analizadores dos hechos que se relacionan con el enfoque referido a la diversidad sexual, dos momentos que involucran a la institución donde me formé como psicólogo, la Facultad de Psicología de la UBA.
El día 1 de julio la revista Topía estuvo presente en el evento organizado por la FALGBT en el salón “Eva Perón” del Senado de la Nación con el fin de apoyar la aprobación de la Ley de matrimonio para personas del mismo sexo. Allí estuvieron presentes investigadores del Conicet, psicólogos, psicoanalistas, psiquiatras y profesionales de diversas disciplinas e instituciones explicando y argumentando los motivos por los cuales resulta un avance en la salud mental de nuestra sociedad.
La familia patriarcal no es el único modelo que representa a la “familia” y al “padre”. Esta es una figura histórica cuyo ocaso da lugar a otras combinaciones entre los sexos y las formas de poder. No es que las formas de dominación como la explotación dejen de existir, estas se renuevan pero el patriarcado esta desapareciendo como norma exclusiva de la organización familiar.
El Patriarcado puede ser considerado como un sistema, y en tanto tal, tiende a reestructurarse a través de las mutaciones social-históricas, manteniendo sus características básicas. Esta denominación que proviene del campo histórico, ha sido reflotada por el feminismo académico de la década del ’70 (Firestone, S; 1970; Millett, K; 1975; Delphy, Ch; 1980), para referirse a lo que, más adelante Pierre Bourdieu (1998) caracterizó como “la dominación masculina”.
Las ideas de 1) abandono del niño remite a alguien que abandona, es decir, un sujeto activo que produce un abandono de otra persona; existe entonces un sujeto abandonante. Por otra parte encontramos 2) el niño abandonado, sujeto de abandono que se caracteriza por la pasivizacion conductual: no puede hacer otra cosa como no sea dejarse abandonar (si exceptuamos el marasmo que conduce a la muerte). Ambas ideas de abandono se conjugan alternando dos niveles de análisis.
Uno de los aspectos del doble discurso en la sociedad y en política, se enfatiza cuando usos y costumbres pueden legitimar situaciones, hechos, actos no contemplados en una norma legal. Dicho de otro modo, hablamos del momento o tiempo para la práctica habitual de una cosa que ha adquirido fuerza de uso, que autentica como cierta y/o verdadera la realización de algo, emanado de la voluntad y razón: produce.
Patrick Coupechoux es periodista, colaborador de Le Monde Diplomatique. Su último artículo publicado allí fue “Francia estigmatiza a sus enfermos mentales: acerca del tratamiento por la seguridad social de la locura” (diciembre del 2009).
Es autor de varios libros sobre la temática de la locura en Francia. Entre ellos se destacan Un mundo de locos, acerca de como nuestra sociedad maltrata a sus enfermos mentales (Seuil, 2006) y La depresión de los oprimidos, investigación sobre el sufrimiento psíquico en Francia (Seuil, 2009).
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra