El 28 de diciembre de 2009 se realizó el Tribunal Ético convocado por Familiares, Sobrevivientes y Amigos de las Víctimas de Cromañón. El autor fue Jurado de dicho Tribunal y redactó el siguiente texto para dicha ocasión.
Éste -el mío- es un alegato que no pretende objetividad alguna y que, abrazando argumentos éticos, se ha nutrido de la indignación y del dolor.
Tiempo ha, la Psiquiatría consideraba la homosexualidad masculina como un problema hormonal: inyectaban a sus pacientes importantes dosis de Testosterona. Obviamente el lesbianismo estaba invisibilizado. La falta de seguimiento de este tratamiento y sus consecuencias nos enfatiza como conclusión indubitable que partía el/la profesional, no de un supuesto científico sino de una creencia, un dogma. Provocaba un aumento en el erotismo del paciente pero ninguna modificación en su Orientación Sexual.
Desde hace unas décadas, un conjunto de situaciones vividas en las escuelas ha pasado a ser definido como expresión de la denominada violencia escolar. Los medios masivos de comunicación y los expertos -a veces utilizando los mismos medios; otras veces, como parte de publicaciones académicas y culturales- han jugado un rol fundamental en la instalación de la violencia escolarcomo prioridad entre los problemas educativos que se estudian y debaten.
Hace años hacíamos, en la clínica de las psicosis, distinciones con las locuras: “sólo se trata de una vacilación en la estructura del fantasma” o “estamos ante una forclusión parcial de un significante que no es el del Nombre del Padre” o “no es lo mismo estar ante un fenómeno que habla que ante una estructura que huye espantada”.
Es posible abordar la cuestión de las diferencias entre las psicosis desde los balizamientos que ofrecen las diversas nosografías, los aportes de que provienen de las intervenciones clínicas referidas a tales “cuadros”, las posibilidades de explicar sus devenires en las dimensiones topolológicas y “económicas”, ubicarnos ante ellas estableciendo los “mecanismos” psíquicos que operaron en su “génesis”, reconstruir la constitución del narcisismo/atravesamiento por los tiempos del Edipo, destacar la forclusión (total o parcial) del Significante del Nombre del Padre tanto como la preeminencia d
Comenzaré por una aproximación lexicológica que habilite algunas disquisiciones relativas a los dos términos del título. Contra lo que podría suponerse, la etimología de “loco” poco aporta a la raíz del concepto; según el diccionario de Corominas, es una palabra propia del castellano y del portugués louco, procedente de laucu, de origen indeterminable, quizá se remonte al árabe, donde láuca, láuq -femenino y plural del adjetivo alwaq- se emplea para aplicarle a alguien el mote de tonto... o loco.
Llegamos al número 57 y nos preparamos para celebrar el próximo año los 20 años de nuestra revista. Por ello quisimos reproducir una nueva versión del artículo “El giro del psicoanálisis” (Topia en la Clínica, año IV, Nº 5, mayo de 2001) donde puntualizamos algunas cuestiones sobre la actualidad del psicoanálisis que han sido los temas desde los cuales venimos reflexionado.
¡Qué tema el de la dependencia! Parece tan simple, tan integrado en nuestras vidas que apenas si le tendríamos que prestar mayor atención y al mismo tiempo está tan ligado a nuestras condiciones que resulta difícil acercarse. Todos dependemos, conciente o inconcientemente, siempre.
Quisiera alejarme y ver el tema desde la distancia..
Podría pensarse que la familia, en tanto institución social y por tanto histórica, y en tanto red de relaciones sociales estructuradas en torno de un núcleo organizado por el parentesco, se ha convertido en la contemporaneidad en un constructo bio-político por antonomasia. Hay ciertamente pocas figuras que evoquen la perspectiva foucaultiana sobre las modalidades positivas en las que se transfigura el poder de forma tan acabada, y aun ejemplar, como la institución de la familia liberal que hoy nos resulta tan natural. En efecto, la familia no ha sido siempre lo que hoy es.
La tecnología no detiene su avance, cada día nuevos productos nos sorprenden y exceden. Los mismos reestructuran permanentemente la relación entre la comunicación y el ocio. Como parte de la cultura de época las nuevas generaciones se adecuan muy rápido al uso de los mismos y muchos de estos aparatos y servicios se ofrecen exclusivamente para el público juvenil.
La idea de que el capitalismo avanzado borra todo rastro de subjetividad “profunda”, y con ello toda modalidad de ideología, no es tanto falsa como drásticamente parcial. En una actitud homogeneizadora irónicamente típica de un posmodernismo “pluralista”, no se discrimina entre los diferentes ámbitos de la existencia social, algunos de los cuales son más susceptibles de este tipo de análisis que otros.
La humanidad aparece cuando el sexo se transforma en sexualidad regulado mediante el tabú del incesto y la subjetividad se constituye en el pasaje del instinto a la pulsión y de ésta al deseo. De esta manera la sexualidad esta sometida a la cultura que, en cada período histórico, controla el carácter transgresor del deseo erótico mediante mecanismos de dominación que modulan el deseo y crea subjetividades.
En los últimos años se habla cada vez con mayor asiduidad de las así llamadas “nuevas sexualidades”, ¿qué se quiere significar con tal denominación?, ¿se trata de cambios profundos en la sexualidad de esta época o sólo de nuevos modos de presentación? Recordemos que ya en 1905, Freud postula en sus “Tres ensayos de teoría sexual” que la pulsión sexual no viene abrochada a ningún objeto adecuado para su satisfacción y que incluso, ni siquiera el interés sexual del hombre por la mujer es algo obvio, sino un problema que requiere esclarecimiento.
¿Hasta dónde el ejercicio de la sexualidad es una elección o un hecho meramente biológico, cultural? ¿Quiénes deciden realmente: nosotros o los cánones económicos y sociopolíticos imperantes?
La diputada Diana Maffía e Irene Meler, psicoanalista especializada en temas de género, responden algunos interrogantes para desentrañar los hilos de una trama tan vasta y tan compleja como lo es la sexualidad contemporánea.
Entendemos por Orientación Sexual los aspectos eróticos que conmueven y sexualizan a una persona, independiente de su puesta en acto. Encontramos aquí tres diferenciaciones: Bisexualidad, Homosexualidad y Heterosexualidad.
Variable independiente es la Identidad de Género, aspectos culturales, políticos y sociales que conforman gran parte de la Identidad Total de la persona. No es aquí a quien elige o hacia donde se enfoca la erotización, sino cómo y desde dónde se elige, como un* se determina. Limitadamente podemos enunciar las siguientes Identidades de Género: Hombre (diferenciar de Varón)
Días atrás mientras voy a devolver una película alquilada, tres niños con guardapolvos blancos, que aparentaban tener entre nueve y once años, me interceptan con frescura y confianza. Con simpatía uno de ellos me pregunta: -¿Adónde va?
-A devolver esta película. Les digo mientras muestro el DVD que viajaba en mi mano derecha. El vocero del grupo afirma con suspicacia: -Una porno.
La referencia a la unidad bio-psico-social del hombre es hoy un lugar común y recibe acuerdos desde las más variadas disciplinas. En la vida cotidiana el cuerpo como parte de lo “bio” es un foco de atención para la moda, el mercado, la ciencia, la salud, la educación, la recreación...
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra