Enrique Carpintero
La película Comunidad de locos de Ana Cutuli que vimos ayer muestra como, luego de 30 años, el sistema manicomial en la Argentina sigue igual. Es decir, no existe una política desde el poder que lleve a modificar el sistema manicomial. Los cambios que se han realizado y se siguen realizando dependen de la iniciativa de profesionales sin que puedan plasmarse en una política del campo de la Salud Mental que beneficie a la mayoría de la población. Brevemente voy a desarrollar como fue tratada la locura en diferentes períodos históricos en nuestro país hasta llegar a la actualidad.
Continuando con lo desarrollado en el seminario sobre desmanicomialización creemos necesario publicar este texto que describe la oposición de diferentes sectores para aplicar plenamente la ley 448 de Salud Mental. Su importancia radica en dar a conocer diferentes hechos en los cuales no sólo se incumple la ley sino se trasgrede su aplicación, lo cual es más grave.
El pasaje de la Psiquiatría a la Salud Mental parece haber invertido su sentido. Estamos casi a medio siglo de 1957, año en que se conjugaron en nuestro país tres hechos que marcaron dicho cambio: las creaciones del Instituto Nacional de Salud Mental y de las carreras de Psicología, Sociología, Antropología y Ciencias de la Educación en la Universidad de Buenos Aires y el comienzo del más importante Servicio de Psicopatología en un Hospital General, el Lanús.
Este es el tipo de notas que generan en quien las escribe una inquietud interna respecto a las consecuencias que puedan traer en la vida y en el trabajo del firmante. De hecho varias personas cercanas me pidieron que no la escriba. Pero curiosamente esa misma sensación de temor fue la usina que me motivo a hacerlo. Pretendo hacer algunas reflexiones acerca de un tema en el que he incursionado en mis primeros años de profesión médica y como psiquiatra en particular.
“Teniendo en cuenta que las sociedades implementan respuestas a sus problemáticas de acuerdo a sus modelos de funcionamiento, vemos como esta sociedad que se nos presenta fragmentada, contradictoria y marginante, reproduce esta situación en las instituciones creadas. Así vemos los hospicios como manifestación concreta, que en sus fundamentos pretende “curar” y “rehabilitar”, constituyéndose en lo cotidiano como espacio de tensión y colaborando en la cronicidad no sólo de los enfermos sino también del sistema en el que está inmerso”.1
Una mañana fría de julio, llego al hospital, estaciono el auto, y tomo mis cosas para iniciar un día de trabajo como cualquier otro. Tenía los tres diarios del día para el taller de lectura de los días jueves. Recorro los pasillos helados del hospital, mientras me cruzo con pacientes que sistemáticamente saludan dando los “buenos días doctora”. Algunos de ellos hace muchísimos años se encuentran asilados y olvidados. Subo las escaleras tratando de contener la respiración, ya que el olor a orina es fuerte.
No Brasil os residenciais terapêuticos são uma proposta da reforma psiquiátrica que investe nas potências dos portadores de sofrimento psíquico, aposta na sua convivência urbana como cidadãos e busca concretizar o fim dos manicômios. Contudo, o manicômio não se faz somente com muros, a instituição não se constitui apenas de tijolos. Existe um manicômio mental que persiste e resiste aos movimentos antimanicomiais.
"La salud de la persona sana es anterior al tratamiento de la enferma, por eso tan sólo los necios creen que el médico es necesario únicamente en caso de enfermedad declarada "
Maimónides
Desde hace un tiempo que me vengo haciendo esta pregunta,
Seudónimos: Lilica, Pernalonga, Margarida
Area teorico/practica: Nuevos dispositivos clínicos
Ejes desde donde interrogar nuestro quehacer: Las clínicas y sus territorios
Autores: Lic. Camila Jardim, Prof. Felipe Wachs y Lic. Rita de Cássia Maciazeki Gomes
Autores: Felipe Wachs y Márcio de Almeida Malavolta
Seudônimos: Perna Longa, Smurf
Area teorico/practica: Nuevos dispositivos clínicos
Ejes desde donde interrogar nuestro quehacer: Las grupalidades e sus dispositivos
El fenómeno social del hambre esta más que instalado en la Argentina. Junto a ello, la vivencia del genocidio provocado en Iraq, las imágenes que seguimos presenciando, y el proyecto de crear un nuevo orden mundial basado en esa violencia prepotente y devastadora, tienen un efecto sobre nuestro siquismo que suma incertidumbre, angustia, desorganización del pensamiento y disgregación social. Todos sabemos bien el modo en que ello genera situaciones sicosociales, donde el consumo de sustancias sicoactivas aparece como un modo de paliar tantos sentimientos insoportables.
Publicado en Clepios, una revista de residentes de Salud Mental, Número 30, Marzo 2003.
Treinta números. Es un buen momento y un buen espacio para detenerse en qué revista tiene en sus manos, mi querido/a lector/a. Para ello es necesario interrogarnos sobre cuál es la función de las revistas en salud mental. El primer paso para avanzar siempre nos lleva atrás a la historia. Y es para tomar envión.
Publicado en Clepios, una revista de residentes de Salud Mental, Número 29, Setiembre 2002.
No todo es como cuentan. Y eso es lo que nos lleva a pensar. Estos hechos sucedieron en abril de este año en el marco del XVIII Congreso de Argentino de Psiquiatría.
Publicado en Clepios, una revista de residentes de Salud Mental, Número 28, Junio 2002.
La historia es implacable. Lo no elaborado siempre retorna. Las cuentas pendientes de una sociedad no pueden olvidarse. Es necesario enfrentar los duelos. Nunca faltan ocasiones para hacerlo. Lo encontramos a la vuelta de página de cualquier revista.
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra