El psicoanalista no siempre trabaja clínicamente solo con un paciente. Muchas veces lo hace en conjunto con un psiquiatra, e incluso forma parte de un equipo con otros profesionales. En dichos contextos cambia la situación clínica, y queremos interrogar qué sucede con sus variables, como el trabajo con la transferencia, el inconciente y las resistencias. Para ello convocamos a dos psicoanalistas para trabajar un tema que siempre queda de lado.
Las aventuras del Barón de Münchausen, escrita en 1785 por Rudolf Raspe, teniendo como protagonista al militar alemán que sirvió como oficial de caballería en las campañas rusas contra los turcos otomanos, de quien se refería que contaba historias exageradas sobre sus aventuras y hazañas.
Procuración: poder que alguien da a otra persona para que en su nombre haga o ejecute algo.
La ÉTICA que deriva del Griego Ethos: raíz o fuente de todos los actos particulares o costumbres es una ciencia práctica, normativa de los principios de la moralidad de los actos humanos, ciencia filosófica no teórica, sí práctica o empírica y valorativa y en alguna medida relacionada con la teología. La ética es el estudio de la moralidad. Una reflexión y análisis cuidadoso y sistemático de las decisiones y comportamientos morales.
La neutralidad y la abstinencia son dos cuestiones a repensar para los analistas del siglo XXI. Este par tiene casi un siglo de existencia y la concepción que de ellos se tenga marca la propia práctica clínica. Por eso, para comenzar, es necesaria una revisión histórica crítica de estos conceptos. “El giro del psicoanálisis”, tal como fue designado por Enrique Carpintero, implica un estudio de distintos aspectos teórico-clínicos para estar a la altura de las exigencias de nuestra época, que nos marca considerar “nuevos dispositivos psicoanalíticos”. Y siempre el primer paso de toda investigación es la historia.
Nos proponemos transmitir la experiencia realizada en la Unidad de Salud Mental, área Adolescencia, del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, con los adolescentes afectados que consultaron después de la catástrofe de Cromagnon del 30 de diciembre del 2004, y aportar una reflexión crítica a partir de lo que podemos pensar tres años después.
La neutralidad y la abstinencia parecen se dos rasgos generales extendidos entre las disciplinas con pretensión de cientificidad. Ambos, están hoy en problemas, sobre todo respecto de las prácticas disciplinarias. Una de las poderosas razones referidas a estas tribulaciones reside en que el siglo XX dio por tierra con la objetividad absoluta no sólo de las nuevas disciplinas sino que también con la de aquellas que ya habían sido construidas. Este hecho se verificó en las ciencias llamadas “blandas” y también en la física y en las matemáticas.
Abstinencia y neutralidad vs. compromiso e implicación
Abstinencia. Principio según el cual la cura psicoanalítica debe ser dirigida de tal forma que el paciente encuentre el mínimo de satisfacciones sustitutivas de sus síntomas. Para el analista, ello implica la norma de no satisfacer las demandas del paciente ni desempeñar los papeles que éste tiende a imponerle.
Neutralidad. El analista debe ser neutral en cuanto a los valores religiosos, morales y sociales, es decir, no dirigir la cura en función de un ideal cualquiera, y abstenerse a todo consejo; neutral con respecto a las manifestaciones transferenciales... neutral en cuanto al discurso del analizado, es decir, no conceder a priori una importancia preferente, en virtud de prejuicios teóricos, a un determinado fragmento o a un determinado tipo de significaciones.
El concepto de resistencia fue formulado tempranamente por Freud. Luego su uso fue expandiéndose y tomando diferentes sentidos de acuerdo a las distintas teorizaciones de “los psicoanálisis” hasta hoy. La noción de resistencias en el análisis sigue siendo fundamental para la clínica psicoanalítica. Sin embargo suele ser escaso el espacio que se le dedica en las publicaciones. Por ello mismo consultamos a tres psicoanalistas a partir de tres preguntas para poder avanzar en esta temática.
Los interrogantes generados a partir de ciertas propuestas de análisis a distancia, me llevaron a revisar el tratamiento de una paciente que dejé de atender hace tiempo. Se trataba de una mujer de mediana edad cuyo motivo de consulta estaba centrado en sus reiteradas crisis de angustia. Casada con un diplomático extranjero, llevaban ya largo tiempo radicados en nuestro país.
IntroducciónEn el siglo que pasó, los genocidios recorrieron el mundo como si se tratase de una pandemia, o como diría I. Kertèsz, (judío húngaro) como la expresión máxima y terrorífica del sistema patriarcal. “El espíritu universal se realizó en el hecho Auschwitz. Es el fruto oscuro que maduró bajo los rayos de innumerables infamias” (Kertèsz).
Los duelos son un tema frecuente en la vida y en la clínica psicoanalítica. Desde el clásico Duelo y Melancolía de 1915, la conceptualización y la consecuente forma de trabajo con los duelos implican un problema teórico y clínico. Para ello consultamos a tres psicoanalistas para que respondan tres preguntas sobre el tema.
1- ¿Cómo conceptualiza Ud. el dolor y el duelo?
2- ¿Cómo diferencia clínicamente el duelo normal y el duelo patológico?
3- ¿Cómo trabaja clínicamente con los duelos en el tratamiento psicoanalítico? Puede ejemplificar con alguna situación clínica.
Continuando con lo trabajado en el número anterior (las interrupciones en el análisis) en este número nos concentramos en una situación particular que se puede producir en el tratamiento psicoanalítico: la Reacción Terapéutica Negativa.Para ello consultamos a tres psicoanalistas para trabajar el tema.
Gladys pidió tratamiento psicológico. Tiene 34 años, estatura baja, gordita, ojos brillantes y sonrisa atractiva. Habla con fluidez y sin pausas, ansiosamente describe situaciones y vivencias detalladas, generando un clima de mucha demanda. Refirió angustia, sensaciones de ahogo, dificultades para dormir con ideas de muerte inminente. Planteó deseos de pareja y de una segunda maternidad.
A tiene cinco años y cursa preescolar. Es inquieto. Se niega a “llenar” el cuadernillo. Las maestras dicen: “no responde a las consignas”. Desde la escuela se sugiere una consulta neurológica. En la entrevista con el neurólogo, A. toca todo y a la vez contesta las preguntas antes que su mamá. “Diagnóstico: ADHD”, dictamina el neurólogo. Y comienza a ser medicado.
A poco tiempo de cumplirse un año del fallo que absolviera a Fernando Melo Pacheco, profesor de educación física del colegio católico Nuestra Señora del Camino de la ciudad de Mar del Plata en la causa sobre abuso sexual gravemente ultrajante en forma continuada, abuso deshonesto y corrupción doblemente agravada sobre veintidós niños de cuatro y cinco años, hemos de recordar una pregunta. La de uno de los niños abusados que bien puede ser la de todos ellos. “¿Por qué los jueces no me creyeron?”.
Hay muchos tratamientos que no concluyen sino que se interrumpen por parte del paciente y algunos también por parte del analista. Quisiéramos investigar qué sucede en estos tiempos con las interrupciones y cómo se las piensa. Para eso les dimos dos preguntas a tres psicoanalistas.
El objetivo de este trabajo es relatar una experiencia clínica singular. El dispositivo ha sido construido “artesanalmente” en función de las particularidades que se nos fueron presentando y que determinaron la necesidad de adecuación del mismo al modo peculiar de hacer lazo de los consultantes. Asimismo sostenemos que la plasticidad del analista respecto de la cultura del grupo en el que ejerce su práctica es clave para que exista una posibilidad de establecimiento de la transferencia que, a su vez, lleve a producir cambios subjetivos y alivio en el sufrimiento psíquico de quienes nos consultan.
El 150º aniversario del nacimiento de Freud nos convoca a pensar en los cambios de la clínica psicoanalítica en este nuevo siglo. Para ello convocamos a tres psicoanalistas con tres preguntas sobre el trabajo clínico psicoanalítico hoy.
Este trabajo surge de reflexiones que compartimos las autoras sobre la clínica con niños, en el ámbito de un grupo autogestivo de supervisión.
Quienes trabajamos en el análisis de niños nos vemos enfrentados a ciertos desafíos que requieren de nosotros creatividad en el uso de nuestras herramientas. Más de una vez, los niños de nuestras consultas rechazan los modos habituales de abordaje, nos referimos, por ejemplo, a aquellos niños que no toleran escuchar interpretaciones verbales. Interpretarles dicho rechazo suele producir aún mayor rechazo y puede llevar a un callejón sin salida en el cual el tratamiento se interrumpa.
Desde hace un tiempo que los psicoanalistas trabajamos con pacientes una frecuencia de una vez por semana. Esta práctica se tornó habitual, pero no es mucho lo que se profundiza en las particularidades de este trabajo.
Para desarrollar esta temática invitamos a psicoanalistas para que respondan este cuestionario para poder iluminar este dispositivo.
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra