En 1913 Freud escribía y publicaba “El interés por el psicoanálisis”, texto en el cual intentaba dar cuenta, precisamente, del interés que reviste el corpus teórico psicoanalítico no solo para la psicología sino también para otras disciplinas científicas tales como la historia, la sociología o la pedagogía.
(Ponencia presentada en las Jornadas sobre Identidad,
Representaciones del Horror y Derechos Humanos.
Marzo de 2008.
Facultad de Filosofía y Humanidades.
Universidad Nacional de Córdoba.
Christophe Dejours es un psiquiatra y psicoanalista, profesor del Conservatorio Nacional de Artes y Oficios y director del Laboratorio de Psicología del Trabajo en Francia. Está especializado en temas laborales y posee una vasta producción bibliográfica en su país de origen siendo traducidas al castellano algunas de sus obras, entre ellas, El factor humano (Lumen, 1998), Investigaciones psicoanalíticas sobre el cuerpo (Siglo XXI, 1992) y Trabajo y desgaste mental (Hvmanitas, 1990). Hace dos años publicamos La banalización de la injusticia social (Topía, 2006).
El alma y el cuerpo son un solo y mismo individuo, al que se concibe ya bajo el atributo del Pensamiento ya bajo el atributo de la Extensión.
Baruch Spinoza, Ética
El título de esta mesa era Las máscaras del sometimiento. Ustedes ya han desarrollado algunos aspectos de esas máscaras, yo voy a hablar de las máscaras de aquello que oculta el sometimiento, voy a hablar de las máscaras del terror. Creo que algún sentido tiene, estando sobre todo en este ámbito, en la Universidad de las Madres. No es extraño que justamente sea en este recinto, en este ámbito abierto por las Madres en la lucha contra el terror, que fue el último nivel donde la verdad del terror encontró la resistencia y al mismo tiempo su capacidad de desciframiento.
La neutralidad y la abstinencia parecen se dos rasgos generales extendidos entre las disciplinas con pretensión de cientificidad. Ambos, están hoy en problemas, sobre todo respecto de las prácticas disciplinarias. Una de las poderosas razones referidas a estas tribulaciones reside en que el siglo XX dio por tierra con la objetividad absoluta no sólo de las nuevas disciplinas sino que también con la de aquellas que ya habían sido construidas. Este hecho se verificó en las ciencias llamadas “blandas” y también en la física y en las matemáticas.
“Los conceptos viajan; es bueno que no sean detectados por las aduanas y que puedan internarse en mundos distintos. La ciencia estaría totalmente trabada si los conceptos no migraran...” (E.Morin, 1996).
Los tiempos que corren producen una subjetividad sometida en la ilusión de la utopía de la felicidad privada. La vida en comunidad se deja de lado al celebrar el individualismo como máximo referente posible. La exaltación del Yo y el narcisismo se elogian como un logro desde una perspectiva postmoderna. Uno de sus referentes, Gilles Lipovetski, llega a reivindicar el “fin del homo politicus y el advenimiento del homo psicológico que sólo cree en el bienestar”.
Si hubo un texto que dividiera las aguas y que provocara un cisma (*), ese texto es sin duda “¿Pueden los legos ejercer el análisis?”.
Saber cuales son las vertientes que originaron hace 81 años esa maciza toma de posición, contra viento y marea, que lo dejó a Freud, según sus palabras, “como un general sin ejército”, nos van a permitir comprender que lo que escribió completa “El porvenir de una ilusión” en la formulación de una ética.
La manera coloquial en que nos lleva por los argumentos lo torna único, pues ni antes ni después utilizó Freud un estilo semejante.
Hemos visto el círculo más elevado de poderes en espiral.Le hemos puesto de nombre a este círculo Dios. Podríamoshaberle puesto cualquier otro nombre que quisiéramos: Abismo,Misterio, Oscuridad Absoluta, Luz Absoluta, Materia, Espíritu, Esperanza Última, Desesperanza Última, Silencio. Pero no olvidar jamás, somos nosotros quienes le ponemos el nombre.
Nikos Kazanzakis
Llegamos al número 50 de nuestra revista. Esto nos lleva a recordar el número 1 que publicamos en mayo de 1991. El título del Dossier fue marcando nuestra historia: “El psicoanálisis en la crisis de nuestra cultura”.
El dolor no es noticia. No podemos decir que se ha naturalizado, porque el concepto de naturalización también se ha naturalizado. Prefiero pensar que el dolor ha sido capturado por el sentido único de la cultura represora que consiste en reprimir el deseo y sostener el mandato. Lejanos los tiempos en que María Elena Walsh cantaba “porque me duele si me quedo, pero me muero si me voy”.
En el 2007 se produce un hecho histórico: es la primera vez en la historia de la humanidad que viven más habitantes en las grandes ciudades que en zonas rurales. Sin embargo cada día se hace más difícil vivir en la ciudad del capitalismo mundializado. Paul Virilio habla de la ciudad pánico. La fragmentación social que aparece en el desarrollo urbano muestra espacialmente lo que se inscribe simbólicamente en la subjetividad de aquéllos que la habitan. Desde el poder se genera esta violencia simbólica que enmarca nuestra identidad y legitima nuestras conductas en la afirmación individual no como una posible autonomía, sino como un yo hermético, sin fronteras, en cuyo espacio no entra nadie más y su cumplimiento es el encierro narcisista. En estas circunstancias el yo-soporte es dominado porlas pulsiones destructivas y autodestructivas produciendo los síntomas característicos de nuestra época
Objetivos:El objetivo de este trabajo es mostrar una alternativa al modelo manicomial imperante en Buenos Aires a partir de una experiencia personal como pasante en una clínica de psicoterapia institucional en Francia. Se hará énfasis en aquellos detalles mínimos de una practica diferente basada en los principios del psicoanálisis pero incorporando dispositivos y estrategias para el tratamiento de lo colectivo.
Podemos leer El malestar en la cultura -ya que ahí desarrolla Freud sus reflexiones sobre la felicidad- pero lo que no dice el texto es en qué condiciones se hallaba el hombre detrás del estilo (a contramano de Buffón), pues esa década de 1920 lo encontraba agobiado por las operaciones y el uso de prótesis por el cáncer de paladar. No podía comer ni hablar sin dolor. Obviamente impedido de asistir a los seminarios y congresos que tanto le agradaban. Preocupado por la homosexualidad de su hija Anna y arrastrando el duelo por las muertes de su hija Sophia y su amado nieto Heinele, es abrumado por el suicidio de su sobrina predilecta Cecilia a lo que se le añade en esos días el deceso de W. Fliess.
De la misma manera que la ceguera potenció la visión de Tiresias, la infelicidad y la desdicha lo estimulan a no entregarse al lamento o a la desesperación sino al trabajo y produce una extraordinaria reflexión sobre la condición humana. (No solamente en la falta de fe podían darse la mano Spinoza y Freud).
Este trabajo fue leído en las jornadas de Acontecimiento Freud organizadas por la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL), dedicadas al 150* aniversario del nacimiento de Freud, el 6 de mayo de 2006. El mismo fue corregido y ampliado por su autor para ésta publicación.
A mi hermana Rebeca, que hoy nos ha dejado para siempre, con sus ojos de niña, y su asombro.
El psicoanálisis tiene asegurado su lugar en el siglo que recién comienza porque aún no han sido respondidas las preguntas que le dieron existencia.
Entre tantas otras(2):
• El por qué de la guerra.
• Por qué los pueblos adoran a sus verdugos (por qué los pobres contribuyen a perpetuar el capitalismo).
Para los 150 años del nacimiento de Freud decidimos hacerle una entrevista a Fernando Ulloa, quien desde hace tiempo trabaja en distintas situaciones clínicas y con la numerosidad social. Varias preguntas hicimos y otras quedaron en el camino tratando de pensar cómo el psicoanálisis, en vez de repetirse pueda recordar y elaborar para estar a la altura de las demandas que nos plantea la actualidad de nuestra cultura.
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra