Quinto día, llueve, pero por alguna razón la lluvia no se siente como en otros lugares…
Siguiendo la frase tan repetida por Franco Basaglia: “Vengan a ver”, estamos en la ciudad de Trieste, capital mundial de la psiquiatría sin manicomio.
Hemos producido experiencias, encuentros, que nos impulsan a escribir. ¿Escribir para qué? Para dar testimonio, testimonio de vivencias, sensaciones y pensamientos, pero sobre todo, testimonio de nuevas posibilidades…
A partir de 1990, durante el Gobierno Democrático que sucedió a la dictadura militar, el Ministerio de Salud de Chile, comienza a desarrollar acciones dirigidas a reformar el modelo de atención en Salud Mental de la población. Es de esta manera, como en el año 2000 se inicia el proceso de implementación del Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría.
En todo el mundo los hospitales psiquiátricos, ricos o pobres, limpios o sucios, se fundan en la medicina positivista, inadecuada para el malestar psíquico, y más sobre el mandato social de proteger la comunidad contra los locos, sus hijos diferentes y mal considerados.
Desde los inicios del actual gobierno del Ing. Macri en la ciudad de Buenos Aires (a principios de 2008), se anunció de forma sorpresiva la puesta en marcha de un supuesto y nuevo “Plan de Salud Mental” que no fue consultado en tiempo y forma, ni con el Consejo General de Salud Mental en su función de órgano de asesoramiento, como así tampoco e insólitamente, con la autoridad del área, la Dirección Adjunta de Salud Mental, instancia que también fuera desjerarquizada en esos tiempos, por dichas autoridades.
Este trabajo trata de una experiencia muy exitosa para el movimiento antimanicomial. Con este trabajo queremos demostrar como las manifestaciones culturales asociadas al movimiento antimanicomial son un agente transformador de la actual ideología globalizante y excluyente de nuestra sociedad. El seminario realizado en 5, 6 y 7 de abril del 2005 en el Centro Cultural Banco do Brasil, con curadoría del Dr. y Maestro Paulo Amarante, levantó muchas preguntas, como por ejemplo, ¿La experiencia de la locura puede producir genialidad? ¿Cuál es la relación entre arte y locura? ¿Las obras artísticas producidas por locos son más expresivas que las obras producidas por personas dichas normales? ¿O la locura implicaria mucho más en sufrimiento y dolor para quien ya pasó o pasa por ella?
Lo anecdótico cabe en cuatro renglones: en 1967 el doctor Franco Basaglia publica “La institución negada”- Informe de un hospital psiquiátrico, a partir de su labor como director en el Hospital Psiquiátrico de Gorizia, en el cual denuncia las condiciones alienantes de la vida en el manicomio.
Ese sería el primer paso para la puesta en marcha de un engranaje que culminaría con la experiencia de Trieste, una verdadera transformación en el campo de la salud mental y en donde la apertura del manicomio fue apenas el comienzo.
Me propongo revisar las bases y la continuidad de un proyecto que ya lleva treinta años de existencia y que demuestra que existe una vida posible más allá de los manicomios.
1) Cuando remite al panorama de la Salud Mental en la Ciudad de Buenos Aires, sólo hace mención al estado de situación en que se encuentran los Hospitales Borda y Moyano. No me detendré en su concepción de monovalentes de “puertas abiertas” (analizada por Emiliano Galende en sus apreciaciones). Sí corresponde decir que la Dra. Quiroga, tiene una visión muy acotada de la Salud Mental, ya que sólo se limita a incluir en su análisis al Borda y Moyano, y el destino de los 1.700 pacientes internados en ambas instituciones asilares.
Para aquellos trabajadores del campo de la Salud Mental que inscribimos nuestras prácticas dentro de la opción clínico-política de trabajar por la autonomía del sujeto - tanto individual como colectivo-, la idea de rehabilitación tiene mala prensa. En efecto, es un término que desde su filiación médica designa todo aquello que deberá hacerse en dirección a “volver a habilitar” funciones parcial o totalmente “inhabilitadas”. Remite por lo tanto necesariamente a parámetros de normalidad.
En el número anterior (49) de esta revista, desde el artículo “Un “fundamentalismo” avanza en Salud Mental”, se daba cuenta de las diferentes acciones emprendidas por sectores de la corporación médica hegemónica, esencialmente provenientes de asociaciones psiquiátricas, consagrados a obstaculizar e inhibir el cumplimiento de la Ley 448 de Salud Mental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Este Programa se desarrolla en el seno del MOI (Movimiento de Ocupantes e Inquilinos), organización social de vivienda y hábitat que promueve el cooperativismo por autogestión y ayuda mutua en la población en situación crítica de hábitat de la Ciudad de Buenos Aires (ocupantes de edificios, inquilinos de hoteles pensión, familias subsidiadas por el G.C.B.A., y trabajadores de bajos ingresos, sindicalizados o vecinos del barrio que han visto sus condiciones de vida deterioradas en las últimas décadas) para acceder a la ciudad y a la vivienda.
Enrique Carpintero
La película Comunidad de locos de Ana Cutuli que vimos ayer muestra como, luego de 30 años, el sistema manicomial en la Argentina sigue igual. Es decir, no existe una política desde el poder que lleve a modificar el sistema manicomial. Los cambios que se han realizado y se siguen realizando dependen de la iniciativa de profesionales sin que puedan plasmarse en una política del campo de la Salud Mental que beneficie a la mayoría de la población. Brevemente voy a desarrollar como fue tratada la locura en diferentes períodos históricos en nuestro país hasta llegar a la actualidad.
Objetivos:El objetivo de este trabajo es mostrar una alternativa al modelo manicomial imperante en Buenos Aires a partir de una experiencia personal como pasante en una clínica de psicoterapia institucional en Francia. Se hará énfasis en aquellos detalles mínimos de una practica diferente basada en los principios del psicoanálisis pero incorporando dispositivos y estrategias para el tratamiento de lo colectivo.
“Teniendo en cuenta que las sociedades implementan respuestas a sus problemáticas de acuerdo a sus modelos de funcionamiento, vemos como esta sociedad que se nos presenta fragmentada, contradictoria y marginante, reproduce esta situación en las instituciones creadas. Así vemos los hospicios como manifestación concreta, que en sus fundamentos pretende “curar” y “rehabilitar”, constituyéndose en lo cotidiano como espacio de tensión y colaborando en la cronicidad no sólo de los enfermos sino también del sistema en el que está inmerso”.1
No Brasil os residenciais terapêuticos são uma proposta da reforma psiquiátrica que investe nas potências dos portadores de sofrimento psíquico, aposta na sua convivência urbana como cidadãos e busca concretizar o fim dos manicômios. Contudo, o manicômio não se faz somente com muros, a instituição não se constitui apenas de tijolos. Existe um manicômio mental que persiste e resiste aos movimentos antimanicomiais.
Durante el año 2003 Topía Revista seleccionó un grupo de pasantes para realizar una experiencia de trabajo en la Clínica de La Borde, en Cour Cheverny, Francia, bajo la tutoría de nuestra corresponsal en París, Luciana Volco.
Seudónimos: Lilica, Pernalonga, Margarida
Area teorico/practica: Nuevos dispositivos clínicos
Ejes desde donde interrogar nuestro quehacer: Las clínicas y sus territorios
Autores: Lic. Camila Jardim, Prof. Felipe Wachs y Lic. Rita de Cássia Maciazeki Gomes
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra