Rehabilitación psicosocial | Topía

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Titulo

Rehabilitación psicosocial

 
Fortalecimiento de la autonomía de las personas con padecimiento mental

TRABAJOS PREMIADO DEL IV CONGRESO DE SALUD MENTAL Y DERECHOS HUMANOS – 2005
Asociación Madres de Plaza de Mayo

Segunda mención

 

Esta experiencia de rehabilitación psicosocial, tiene como marco legal la ley 2440 “Ley de Promoción Sanitaria y Social de las Personas con Padecimiento Mental”. A partir de ella se da en la provincia de Río Negro el proceso que algunos autores, como Rotelli, llaman de “desinstitucionalización”, es decir, la deconstrucción del hospital psiquiátrico de la provincia al cual eran derivadas las personas con padecimiento mental. Este marco de legalidad solo es concretado a través de la negación y superación del Manicomio que se hace día a día al transformar cualitativamente el modo de entender y de atender el padecimiento mental.

La desmanicomialización no es sólo la ruptura de barreras físicas o geográficas, sino la construcción de nuevas relaciones que rompan con las relaciones jerárquicas típicas del manicomio y posibilite el intercambio y la convivencia con la diferencia.

En cuanto al abandono que podría darse con los usuarios desinstitucionalizados, una de las respuestas encontradas hasta el momento ha sido la “territorialización de los servicios”, es decir, cada equipo de Salud Mental tendrá un área geográfica con población adscripta a su responsabilidad.

Otra de las formas que hemos desarrollado es el trabajo en red, que es tejida en relación al proyecto terapéutico particular o de un grupo de usuarios o del servicio en general. El servicio de salud mental se coloca como articulador de los intercambios y co-responsable de mantener la fluidez de los mismos.

Podemos afirmar con Rotelli que “la privación es la base material de la cronicidad”, por tanto no podemos dejar de utilizar todos los recursos con que el usuario, la comunidad y el servicio cuentan para la satisfacción de las necesidades de las personas. Y eso se vuelve tan importante como la psicoterapia y el uso de medicamentos apropiados.

Siguiendo con los obstáculos que nos plantea Rotelli para la desmanicomialización, podemos decir que el efecto de reinternación o de nuevas internaciones en otras formas encuentra una modalidad de abordaje en el concepto amplio de rehabilitación psicosocial.

Definimos la rehabilitación psicosocial con Tykanori como “un proceso de restitución del poder contractual de los usuarios, con vistas a ampliar su autonomía”. Es a partir de este marco referencial que se busca sustituir los mecanismos tradicionales de exclusión de las personas con padecimiento mental, valiéndonos de múltiples estrategias concretas que aborden como dice Benedetto Saraceno las tres áreas en que todos los seres humanos desenvolvemos nuestra vida: hábitat, trabajo y mercado (como ámbito de múltiples intercambios).

En el caso específico del equipo de Choele Choel, se está trabajando en un dispositivo de rehabilitación psicosocial que incluye un Centro de Convivencia, la Empresa Social y los Talleres de Expresión y Creatividad.

La propuesta de Talleres de Expresión y Creatividad surge del equipo de Salud Mental del Hospital Choele Choel, buscando propiciar situaciones que favorezcan la reinserción social, revalorizar los aspectos sanos de las personas con padecimiento mental, promover la utilización de la experiencia creativa en la promoción, prevención, asistencia y rehabilitación en salud mental, y estimular cambios en las representaciones sociales de la locura, al ampliar la capacidad de intercambio.

Para poder operativizar el proyecto fue preciso construir alianzas con diferentes sectores de la comunidad. Cada sector aportó diferentes recursos para la efectivización del proyecto que es parte de una política de salud mental, que como discurso queda vacío sino se concretiza en la legitimidad de una concepción compartida del padecimiento mental.

Logros importantes de las alianzas intersectoriales: Municipio (adjudicación de terreno, gestión de materiales y mano de obra para la construcción de edificio propio, pago de honorarios de coordinadores de talleres); Hospital (adjudicación de partida presupuestaria mensual para la compra de materiales para los talleres); Consejo Local de Salud, Escuela de Adultos, Sindicato UPCN (sedes para el desarrollo de las actividades); INTA (capacitación y semillas); Cámara de comercio (invitación a participar en su feria artesanal)etc.

El 12 de abril de 2004 comenzaron los Talleres. Estos son el punto de partida de un proyecto mayor (pero que los incluye): Centro de Convivencia y Empresa Social.

Las actividades que se realizan son: pintura en tela, plástica, tejido, expresión corporal, masajes, títeres, yoga, cerámica, huerta, cocina y teatro. Están dirigidos a adolescentes y adultos de la comunidad, sean o no usuarios del Servicio de Salud Mental. También participan personas de pueblos vecinos. Horario: lunes a sábado de 10 a 17 horas. Coordinación: un coordinador idóneo y un miembro de Salud Mental.

En el año 2005 muchas personas se han acercado para ofrecer nuevos talleres, consideramos que esto es resultado de la difusión del “espíritu” del proyecto” y de la exposición constante de las actividades y productos del trabajo.

En la práctica cotidiana el grupo va construyendo un saber- hacer en salud mental que es producto de la fusión de los saberes previos que cada uno trae desde su campo especifico (arte, psicología, trabajo social, etc.) y también de los aprendizajes que vamos adquiriendo en la interacción con los participantes de los talleres. En las propuestas, sugerencias, inquietudes de los participantes encontramos el desafío para construir una práctica novedosa.

Esta nueva alternativa de atención penetra en aquellas prácticas que desde hace tiempo son desarrolladas por el equipo de Salud Mental: visita domiciliaria, consultorio externo, acompañamiento, internación durante la crisis e internaciones prolongadas que llegan al servicio como ínter consultas.

En el espacio de los talleres no hay lugar para la diferencia entre “sanos” y “enfermos”. Encontramos un punto común, nos encontramos creando. Creando cada uno desde sus posibilidades, necesidades, gustos e intereses. Compartiendo y valorando nuestras producciones y las de nuestros compañeros. Interactuando, enriqueciéndonos por el sólo hecho de vincularnos con otros en un espacio que nos da la posibilidad de ser libres.  

Durante este proceso observamos cambios en las actitudes y comportamientos de los participantes (a nivel individual y grupal). Los mismos están relacionados con los objetivos que nos planteamos cuando pensamos en esta alternativa como herramienta terapéutica. Vivenciamos la creación de lazos solidarios, cooperativos y de inclusión. La creación de un ambiente y un espacio en el cual lo más importante es compartir (lugar de referencia afectiva).

Para el sufriente mental que ha sido catalogado por su familia y por la sociedad como “incapaz”, la participación activa en la organización de los espacios creativos, el diálogo, la búsqueda autónoma de recursos, el espíritu crítico frente a la propia tarea y a la de los demás, los intercambios y el trabajo cooperativo, facilita aprendizajes significativos, que pueden ser aplicados en otros contextos y no sólo en el ámbito de los talleres.

Otra estrategia que permite al usuario sentirse capaz de producir objetos socialmente valorados es la exposición de sus trabajos en muestras, jornadas especiales fuera del lugar habitual como: sala de espera del Hospital, fiestas abiertas a toda la comunidad, etc. Creemos que este tipo de actividades son un vehículo de un cambio de actitud de la comunidad y de los usuarios frente a la enfermedad mental.

Consideramos necesario tener presente en todo momento la importancia de dos aspectos que interactúan entre sí, estos son: la inclusión y la diversidad. La inclusión parte de la necesidad y el derecho de que toda persona pueda participar sin que se seleccione a nadie por sus condiciones personales, familiares, culturales o sociales. Al hablar de diversidad apostamos a la construcción de un espacio pluralista, democrático, comprensivo, socializante, abierto a lo diverso, a la comunicación, a la participación de todos. F avoreciendo, a través del trabajo en común, actitudes de cooperación y solidaridad, en un marco de libertad y respeto mutuo.

No buscamos usuarios pintores o escultores sino ampliar la capacidad de intercambio y con ella el ejercicio de su plena ciudadanía. No se intenta entretener a los usuarios sino ofrecer múltiples posibilidades para fortalecer la autonomía.  

El concepto de resiliencia, es decir, como el sufriente mental puede enfrentar las adversidades con el menor perjuicio para su desarrollo pleno como ser humano y ciudadano, nos hace estar atentos en relación al riesgo de caer en posturas paternalistas e infantilizantes. Los usuarios necesitan de asistencia, de cuidado, pero pueden y deben ser movilizados a apropiarse de su vida. Sólo así podremos decir que estamos trabajando en rehabilitación psicosocial y no meramente en entretener a personas que molestan en una sociedad que no puede hacerse cargo de la locura que ella misma genera. Entretener es consecuente con una lógica manicomial de reproducción, de a – temporalidad. Construir la ciudadanía de los usuarios es, para nosotros, el auténtico sentido de la rehabilitación psicosocial.

 

Bibliografía.

Tykanory Kinoshita” contractualidad y rehabilitación psicosocial” en rehabilitación psisocial en Brasil. Hucitec. SP 2001

Rotelli , F ; Leonardis, Mauri “ desinstitucionalizacion. Hicutec. SP 2001 Segunda edicion.

Basaglia, F “la insititucion Negada” Graal RJ 2001. tercera edicion

Sarraceno, B “ la rehabilitación psicosocial : una estrategia para el cambio de milenio” en la rehabilitación psicosocial en Brasil.   SP 2001 -2 edicion Hucitec.

Fabris, F.”Documentos de la Red de Arte y Salud Mental”

 

Articulo publicado en
Noviembre / 2005

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