Hoy todos sabemos que la histeria, de acuerdo a los síntomas predominantes —«somatizaciones» en un caso, fobias en el otro—, se clasifica en histeria de conversión e histeria de angustia. Y también sabemos que, a pesar de presentar sintomatologías tan distintas, tienen idéntica estructura: en ambos casos es la represión y el retorno de lo reprimido el mecanismo que las produce. Ahora bien, ¿cómo lo sabemos? Tanto la represión como el retorno de lo reprimido no son fenómenos observables, sino teóricos mecanismos intrapsíquicos que se postulan para explicar ciertos hechos.
En Inhibición, síntoma y angustia están planteadas las coordenadas básicas de la dependencia.
Por un lado;
-la continuidad y semejanza entre el estado intrauterino y el de la temprana infancia: “La vida intrauterina y la primera infancia están en mucha mayor continuidad que lo que nos deja creer la impresionante cesura del nacimiento” “el objeto materno reemplaza para el infant la situación fetal biológica.”
“De la nada, nada viene” enseñaba Pasteur. El psicoanálisis implicado vino de algo. Y ese algo fue la formulación que realizara hace varios años Roberto Castel1. Y del profundo análisis que León Rozitchner realizara de la obra de Freud confrontándola con el individualismo burgués2. Por eso la primaria tarea teórica y política del psicoanálisis implicado fue pensar si el denominado psicoanalismo era un instituido inmanente a la invención freudiana. Y si los límites que todo individualismo plantea, quizá el burgués con trazos más gruesos, podían pensarse apenas como limitaciones de la cultura represora.
Durante el año 2003 Topía Revista seleccionó un grupo de pasantes para realizar una experiencia de trabajo en la Clínica de La Borde, en Cour Cheverny, Francia, bajo la tutoría de nuestra corresponsal en París, Luciana Volco.
El objetivo de este trabajo es analizar los factores que contribuyen a la medicalización del envejecimiento en nuestra sociedad.
Me dedicaré especialmente a los aspectos psicológicos, sociales y culturales del envejecimiento que confluyen con la utilización del modelo médico en la asistencia de la gente mayor.
Asimismo plantearé algunos interrogantes y algunas alternativas que me surgieron al cabo del recorrido por la bibliografía que utilicé
El tema perversiones trae muchas cuestiones a dilucidar que no vamos a agotar en este número. Una de ellas es si el psicoanálisis es un tratamiento “normalizador” o su objetivo es dar cuenta del deseo inconsciente. De esta manera debemos formularnos una pregunta ¿Cómo sitúa el psicoanalista su discurso sobre las perversiones para que estas hallaran un fundamento sin caer en un lugar normativo y su autor perdiera su condición de analista?
Introducción
¿Es posible el psicoanálisis de la perversión? La respuesta no es sencilla. Propongo en este texto un marco para discutir esta difícil cuestión.
1-Marco general sobre perversión
1-1-La perversión: problema conceptual y clínico.
Si bien el psicoanálisis ha realizado sobre la perversión un enorme trabajo teórico, tenemos que tener en cuenta como Jaqueline Amati-Mehler (1995)1 sugirió, que "cada vez que la palabra 'perversión' es usada, requeriría de una redefinición conceptual y clínica".
La novedad de este trabajo sobre la clínica de personas transgénero nos permite pensar por fuera de la mirada clásica, que las trataría dentro del amplio espectro de las perversiones. El desafío, tal como señala la autora, implica “incluir múltiples perspectivas” en sus abordajes teóricos y clínicos para avanzar en nuestro conocimiento.
Trabajar en salud pública en un momento tan crítico para nuestro país no es nada fácil. El incremento de las problemáticas que nos convocan (como el alcoholismo, la depresión, los intentos de suicidio) no se ve acompañado del aumento de servicios de salud mental, sino que estos (como para la población en general) han disminuido sus puestos de trabajo. Si esto ya es complicado tanto mas lo es desde la postura del psicoanalista capacitado por lo general en la atención individual de los casos y con un tiempo prolongado de tratamiento ya que no piensa su clínica desde los tiempos cronológicos sino lógicos de un proceso particular.
Un artículo publicado en el diario Página/12, del 15/9/04, titulado “La concentración de la pobreza” dice: “Contra todo lo que se puede suponer, el segundo cordón del conurbano bonaerense es la región más pobre del país, situación que da por tierra con las teorías de las ‘regiones inviables’ cuando se analiza el noreste y noroeste del país.
Este pequeño escrito es para recordar a dos grandes amigos ya fallecidos, David Liberman y Teté Podetti, que escribieron con Irene Miravent y conmigo en 1983 una esforzada Psicopatología infantil llamada “Semiótica y Psicoanálisis de Niños” que publicó Amorrortu en 1983. El material clínico es tomado del capítulo “El Estilo Evitativo” de ese libro.
Casada hace unos cuantos años, Carol trae una y otra vez a sus sesiones de análisis el dilema de la separación de su marido. Dice haber llegado sin amor al casamiento pero encontrando en él una posibilidad de tomar distancia de sus padres. El padre la llamaba “mi princesita” y ella correspondía con una idealización que apenas disimulaba su endeblez. Por la madre, en cambio, siempre sintió un intenso amor-odio; esa madre, ejerciendo sobre Carol una fascinante tiranía, vivió a su través una segunda juventud.
Recibí a Marcela, de 39 años, derivada por su último psicoanalista quien decidió emigrar, por lo tanto, se despidió de sus pacientes.
Llegó a mi consultorio en un estado lamentable de dolor y angustia, me contó entrecortadamente algo de su historia y comenzaron luego las sesiones; en realidad empezó un largo proceso para contenerla, sin que yo recuerde ninguna interpretación y sólo quizás uno que otro señalamiento, porque lo único que ocupaba la escena era el dolor por el analista perdido y los sentimientos de angustia, abandono e indefensión por esa pérdida... más el llanto continuo que no la dejaba hablar a ella...ni a mí.
En las últimas décadas, algunos psicoanalistas en Argentina, nos hemos encontrado en la difícil tarea de dar cuenta de los efectos en la subjetividad del trauma provocado por políticas de Estado, tanto del Estado Terrorista como del Estado en democracia en sus faltas y en sus fallas de la ley.
Introducción
El tema que lleva por título este trabajo se apoya principalmente en el interés que me despiertan dos hechos clínicos.
El primero proviene del psicoanálisis británico y se refiere a la importancia que Winnicott le adjudica a las paradojas en el marco de los tratamientos psicoanalíticos con determinado grupo de pacientes.
Centraré mi homenaje refiriéndome solamente al abordaje que hizo del Hospitalismo
Un niño que enfermaba y era internado en un hospital para su atención sufría un doble traumatismo: el de su cuerpo enfermo y el tratamiento con procedimientos muchas veces invasivos y a esto se sumaba la experiencia del abandono familiar impuesto por las normas institucionales que exigían el aislamiento del niño, permitiendo el contacto familiar solamente en los limitados horarios de “visita”.
En esta sección se publican algunos relatos de situaciones clínicas enviadas por los lectores a nuestra redacción donde Emilio Rodrigué agrega breves reflexiones
Basándonos en los aportes teóricos efectuados por el Dr. Kernberg sobre el diagnóstico diferencial de pacientes Borderline, presenta una organización caracterológica crónica caracterizada por:
· Constelaciones sintomatológicas típicas.
· Constelaciones típicas de maniobras defensivas del Yo.
· Patología típica de las relaciones objetales internalizadas.
Jacobo Fijman: ¿se siente Ud. un enfermo mental?
No. Rotundamente. No.
En primer lugar porque tengo intelecto agente y paciente.
Y mis obras prueban que no sólo soy un hombre de razón, sino de razón de gracia...
Y es mi razón la que hace que entienda fácilmente las cosas sobrenaturales.
Los médicos no entienden esas cosas. Se portan fácilmente bien.
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra