En este número nuestra revista cumple 25 años. De allí que quiero recorrer algunas ideas que fueron apareciendo como notas editoriales durante estos años referidas a los procesos de subjetivación en la actualidad de nuestra cultura.
En el editorial del primer número señalaba: “El hecho de iniciar una publicación que dé cuenta de la teoría y la práctica del psicoanálisis juntamente con el análisis de los problemas que presenta la actualidad de nuestra cultura, es porque pensamos que no es posible entender las crisis individuales, familiares o institucionales por fuera de una cultura que también esta en crisis.” Esto implica una toma de posición en relación a entender que la subjetividad se construye en la intersubjetividad en el interior de una cultura. Dicho de otra manera, la singularidad da cuenta de simbolizaciones que son histórico-sociales. Lo singular lo entendemos desde un plural: cuando nacemos somos singulares en potencia ya que necesitamos de un Primer otro para que nos encontremos con otros otros.
Los debates promovidos en un amplio circuito académico y mediático acerca de las virtudes que la tecnología del Siglo XXI nos deparan para estos tiempos, se presenta, las más de las veces, despojado de las determinaciones políticas, sociales y culturales que dicho enfoque merece.
La función de los intelectuales tiene una historia de ideas y conceptos marcados por los acontecimientos sociales y políticos de cada época. Pierre Bordieu sostiene que para cambiar el mundo, es necesario cambiar las maneras de hacer el mundo, es decir la visión del mundo y las operaciones prácticas por las cuales los sujetos son producidos y reproducidos. Este poder simbólico es un poder de hacer con palabras que generan pasiones. Evidentemente esto no implica un pensamiento común y homogéneo.
“No había nada excesivamente extraño en oír que el Conejo se decía a sí mismo: “¡Ay, Dios mío! ¡Ay, Dios mío! ¡Llegaré demasiado tarde!” (…) pero cuando el Conejo realmente sacó un reloj del bolsillo de su chaleco, miró la hora y apuró la carrera, Alicia se levantó de un salto…” (1)
El 29 de mayo de 2003 ocurrió, en el Museo Nacional de Bellas Artes de la Ciudad de Buenos Aires, un hecho muy comentado por los diarios. Mientras circulaban por las diferentes salas más de mil personas fue robada una escultura de Rodín ubicada en la sala de planta baja, frente a los baños, protegida por una campana de seguridad y cámaras de vigilancia. Tres meses después un cartonero la vendió a una anticuaria por cincuenta pesos. La obra, valuada en 10.000 dólares, fue nuevamente entregada a las autoridades del museo sin que nunca se supiera quiénes la habían robado.
Es invierno, de noche tarde y hace mucho frío. Es nuestra segunda entrevista, llegan tarde y crispados. El saludo es una formalidad sin sonrisas, un paradojal “buenas noches” que no trasmite ningún desear. Se sientan, no se miran ni me miran y el silencio va dibujando estrellitas de hielo. Hago un ruidito (una suerte de carraspeo bajo, con la boca cerrada).
El tema de las instituciones ha sido objeto de estudio de distintas
disciplinas, la antropología, la sociología, la politología, la economía, el
psicoanálisis, entre otras. Aunque todas han aportado un cúmulo de reflexiones
Dada la importancia que tiene el haber logrado la media sanción en la Cámara de Diputados del Congreso Nacional del anteproyecto de Ley Nacional de Salud Mental creemos necesario desarrollar la perspectiva que venimos planteando desde nuestra revista[1]. De esta manera aportamos a un imprescindible debate, en este año que se celebra el Bicentenario, para modificar un sistema de Salud Mental que no responde a las necesidades del conjunto de la población.
Podría pensarse que la familia, en tanto institución social y por tanto histórica, y en tanto red de relaciones sociales estructuradas en torno de un núcleo organizado por el parentesco, se ha convertido en la contemporaneidad en un constructo bio-político por antonomasia. Hay ciertamente pocas figuras que evoquen la perspectiva foucaultiana sobre las modalidades positivas en las que se transfigura el poder de forma tan acabada, y aun ejemplar, como la institución de la familia liberal que hoy nos resulta tan natural. En efecto, la familia no ha sido siempre lo que hoy es.
Como afirmábamos en anteriores editoriales el poder no se agota en los aparatos de funcionamiento del Estado, los partidos políticos y los grupos económicos sino fundamentalmente se encuentra en cómo se relacionan los sujetos en la sociedad. En este sentido la fortaleza del poder no está solamente afuera ya que también la encontramos en nosotros mismos organizando nuestra subjetividad en identidades adecuadas a las formas de las clases dominantes. Por ello, como plantea León Rozitchner,
Reflexionar acerca de las instituciones en la Argentina necesariamente requiere preguntarnos ¿Cuáles son los efectos en nuestra subjetividad de la institucionalización en nuestro pasado reciente de los campos de concentración-exterminio?
El sábado 25 de octubre se realizó la exposición de Nancy Caro Hollander organizada por la revista Topía en el Centro Cultural de Artes y Oficios de la fábrica recuperada Grissinopoli.
Una de las características de la cultura es que regla los vínculos entre los seres humanos. De no existir tales vínculos quedarán sometidos a la arbitrariedad del individuo: el de mayor fuerza impondrá sus intereses y deseos. Es así como la cultura favorece la "fuerza de la razón" por encima de la "razón de la fuerza".
"Todos nos creemos uno; pero...no es verdad, sino que somos muchos."
Pirandello
1- LOS OBJETOS FETICHES
Nuestra época se caracteriza por la importancia que tiene la representación: no es importante lo que hacemos sino como representamos lo que hacemos. De esta manera la realidad se ha ligado a la representación de tal forma que creemos que esta es la realidad.
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra