En la Argentina se ha instalado en los últimos meses la discusión acerca del auge de la medicación en los niños. Recientemente en E.E.U.U. Hillary Clinton ha denunciado el aumento del 700% de niños pequeños medicados con ritalina en el curso de los últimos 5 años. En algunos colegios privados del Gran Bs.As.
La interpretación psicoanalitica vale en tanto disponga de valor metafórico, dirigiéndose tanto hacia lo inconsciente del paciente como al del analista que la esgrime. La metáfora es interpretativa. Consiste en interpretación de verdad. "La verdad, lo real es cosa de arte".
La palabra “alteridad” viene de “alterar” que tiene varios significados como “cambiar, variar, hacer una cosa distinta de cómo era o ponerla de manera distinta de cómo estaba”. También significa “perturbar” y “trastornar”. Me voy a detener en esta última palabra: “trastornar” que, si la tomamos en su construcción etimológica, quiere decir “volver atrás”, es decir “dar una vuelta de tuerca”; dicho de otra manera, “romper el sentido común”. En este sentido, debemos decir que el psicoanálisis es una apuesta a la alteridad ya que “trastorna” el sentido común.
El encuadre o setting genera controversias en los psicoanalistas. No figura en ningún diccionario de psicoanálisis, pero hay mucho escrito sobre el tema. Suele definirse como el marco en el cual se produce el análisis. Sus constantes, muchas veces asimiladas a las “reglas de juego”, incluyen el espacio de trabajo, el uso del diván, los horarios, frecuencia y duración de sesiones, interrupciones, la cuestión del pago y el rol del analista. Algunas de estas reglas se formulan explícitamente mientras que otras nunca se comunican y forman parte de los ritos propios de cada análisis.
La cuestión del encuadre y del dispositivo psicoanalítico es un punto importante en el trabajo clínico. Convocamos a tres psicoanalistas con tres preguntas para abordar desde distintas perspectivas estas temáticas.
Los criterios de salud mental son ideológicos, en tanto lo que es considerado saludable o patológico se vincula con los usos, costumbres y valores característicos de cada cultura. Por ese motivo he planteado un nexo significativo entre salud mental y reproducción social (Meler, 1994). Este concepto se refiere a la tendencia que existe en las sociedades humanas a reproducir a través de las generaciones, sus ordenamientos prácticos y simbólicos. Por ejemplo, un mismo sujeto puede ser considerado como un héroe guerrero en una sociedad y un psicópata criminal en otra, según sean los intereses que ataque o defienda.
Para abordar uno de los puntos centrales de las intervenciones clínicas del analista convocamos a tres psicoanalistas para responder a tres interrogantes sobre la temática.
1-¿Cómo usa la interpretación con pacientes neuróticos?
2-¿Cuál es la diferencia, si la hubiera, en su intervención con pacientes límites o psicóticos?
3-Ejemplique lo anterior con algunas viñetas clínicas.
La interpretación supone evidenciar y hacer llegar al paciente aspectos de sus propios contenidos inconscientes y de las consecuencias que ellos tienen. Contenidos del inconsciente reprimido (si resultan de mecanismos defensivos más avanzados, llevando entonces el sello del conflicto) o del llamado inconsciente escindido si se originan en traumas ontogénicamente arcaicos, signados por la ausencia, el trauma masivo, el terror y los mecanismos primitivos.
Si hay algo que está cambiando en nuestro tiempo, es la sexualidad de los adultos y los niños. La represión que operaba sobre la genitalidad de los adultos, hoy se ha aflojado y podríamos preguntarnos qué efectos esto ha producido en la sexualidad infantil.
Los psicoanalistas intervenimos mucho más de lo que pensamos. Nos suelen enseñar que trabajamos sólo con la palabra. El paciente asocia con palabras y el psicoanalista escucha casi todo el tiempo, hace algunas preguntas y comentarios, y lo más importante, interpreta.Si el análisis fuera solamente eso, un análisis podría llevarse adelante por mail o chateando.
(Ponencia presentada en las Jornadas sobre Identidad,
Representaciones del Horror y Derechos Humanos.
Marzo de 2008.
Facultad de Filosofía y Humanidades.
Universidad Nacional de Córdoba.
El Grupo Comunitario de Familias se ofrece como un dispositivo dentro de un enfoque de Atención Primaria y de Promoción de Salud Mental (*). Se define como un espacio abierto, al que pueden acceder familias en las que alguno de sus miembros haya pasado o esté pasando por situaciones relacionadas con el padecimiento mental severo, por ejemplo una internación psiquiátrica. Es condición necesaria para la participación en el mismo que estas personas estén actualmente en tratamiento, dado que el grupo no se presenta como dispositivo terapéutico.
La existencia vivida en cuerpo tiene la estructura de la escena. Y no puede ser sin máscaras. El psicoanálisis genera condiciones para alojar lo dicho y el silencio, las patologías y los avatares de la vida, el arte y la cultura. La escena es el modo de organización de la fantasía y la realidad. El trabajo con la escena permite dar figura y sostén al movimiento entre la escena inconsciente y la conciente. El cuerpo, la escena, la máscara, a la vez que inmersos, conforman la cultura, así no es extraño que la existencia, la creación, los conflictos y la patología tengan esas marcas.
Nos proponemos transmitir la experiencia realizada en la Unidad de Salud Mental, área Adolescencia, del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, con los adolescentes afectados que consultaron después de la catástrofe de Cromagnon del 30 de diciembre del 2004, y aportar una reflexión crítica a partir de lo que podemos pensar tres años después.
La neutralidad y la abstinencia parecen se dos rasgos generales extendidos entre las disciplinas con pretensión de cientificidad. Ambos, están hoy en problemas, sobre todo respecto de las prácticas disciplinarias. Una de las poderosas razones referidas a estas tribulaciones reside en que el siglo XX dio por tierra con la objetividad absoluta no sólo de las nuevas disciplinas sino que también con la de aquellas que ya habían sido construidas. Este hecho se verificó en las ciencias llamadas “blandas” y también en la física y en las matemáticas.
Abstinencia y neutralidad vs. compromiso e implicación
Abstinencia. Principio según el cual la cura psicoanalítica debe ser dirigida de tal forma que el paciente encuentre el mínimo de satisfacciones sustitutivas de sus síntomas. Para el analista, ello implica la norma de no satisfacer las demandas del paciente ni desempeñar los papeles que éste tiende a imponerle.
Neutralidad. El analista debe ser neutral en cuanto a los valores religiosos, morales y sociales, es decir, no dirigir la cura en función de un ideal cualquiera, y abstenerse a todo consejo; neutral con respecto a las manifestaciones transferenciales... neutral en cuanto al discurso del analizado, es decir, no conceder a priori una importancia preferente, en virtud de prejuicios teóricos, a un determinado fragmento o a un determinado tipo de significaciones.
Los interrogantes generados a partir de ciertas propuestas de análisis a distancia, me llevaron a revisar el tratamiento de una paciente que dejé de atender hace tiempo. Se trataba de una mujer de mediana edad cuyo motivo de consulta estaba centrado en sus reiteradas crisis de angustia. Casada con un diplomático extranjero, llevaban ya largo tiempo radicados en nuestro país.
Este texto, publicado por primera vez en castellano, implica ahondar en un tema del que mucho se habla, mucho se sufre y poco se profundiza: la hiperactividad profesional. Un concepto mal definido, que Dejours desarrolla en profundidad en este artículo a través de un análisis clínico riguroso.
En el análisis etiológico de los disturbios psicopatológicos vinculados al trabajo, en particular en los casos de suicidio, es difícil distinguir entre lo que resulta propio de la coerción laboral, lo que proviene de la idiosincrasia del sujeto y lo que llega desde los conflictos del espacio privado. En caso de hiperactividad profesional, se tropieza con las mismas dificultades de análisis. ¿Qué contribución puede aportar a la investigación etiológica de la hiperactividad profesional la referencia a la teoría de psicodinámica del trabajo?
En los encuentros pasados definimos algún tipo de jerga básica de WRBion, exploramos la noción de Transformación, vimos la Transformación en pensamiento (a la que definimos como de O -> K), vimos la idea de trabajo-del-sueño-alfa y por último nos adentramos en la utilidad y uso de las Preguntas para domar pensamientos salvajes.
Es el turno de explorar otro tipo de proceso Transformacional al que Bion llamó Transformación en alucinosis. Para hacerlo vamos a volver al modelo que usé al hablar de las Transformaciones en Pensamiento (ver Trans-Formand-O, Topia Digital).
La definición de frecuencia implica sin duda otras definiciones mayores, porque la frecuencia, el ritmo, el sentido del tiempo, se caracterizan de manera diferente en distintas teorías. El tema del tiempo me parece fundamental en esa discriminación. En un artículo honrado por la publicación de la revista Trópicos del Nº I del año 2002, y que se llamaba “Una revisión del tiempo en psicoanálisis”, había observado que en la práctica psicoanalítica se seguían manteniendo nociones de tiempo pre-sicoanalíticas.
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra