En calidad de mujer –feminista y filósofa– no puedo dejar de asombrarme y hasta de sonreír ante esta suerte de «literatura angelical», que pretende descubrir en la mujer el paradigma de la pureza inmaculada y en la maternidad el emblema de la redención universal. Como lo sugiere en su artículo Jorge Majfud, este tipo de feminismo corre el riesgo de convertirse en una nueva religión secular, condenada al mismo fracaso al cual han sido condenados los grandes relatos modernos: positivistas, marxistas y capitalistas.
Durante años, las diversas profesiones relacionadas con la salud mental en EE.UU. se han estado librando luchas territoriales. Los psiquíatras tratan de impedir que los psicólogos puedan realizar terapias o, más recientemente, que receten medicamentos psicotrópicos. Los psicólogos lucharon por derechos para realizar esos tratamientos. Los psicólogos, por su parte, se batieron contra los intentos de sus colegas a nivel de maestría por lograr el reconocimiento profesional.
En el número anterior de Topía publicamos “La tentación: vicisitudes de un psiquiatra” de Federico Pavlovsky. El mismo fue reproducido por diferentes medios de comunicación, entre ellos el diario Página/12. En distintos ámbitos dentro y fuera de nuestro medio se debatió la problemática planteada. Pero vale señalar que en ningún caso la información del artículo fue cuestionada. Todo lo contrario.
De acuerdo a la Ley provincial 12163 los psicólogos que ejercemos la profesión en el ámbito de la Pcia. de Bs. As., estamos obligados a matricularnos no sólo a nivel nacional, sino también a nivel provincial. Una vez matriculados quedamos obligatoria y automáticamente afiliados a la Caja de Seguridad Social para los psicólogos de la Pcia. de Bs. As.
El pasaje de la Psiquiatría a la Salud Mental parece haber invertido su sentido. Estamos casi a medio siglo de 1957, año en que se conjugaron en nuestro país tres hechos que marcaron dicho cambio: las creaciones del Instituto Nacional de Salud Mental y de las carreras de Psicología, Sociología, Antropología y Ciencias de la Educación en la Universidad de Buenos Aires y el comienzo del más importante Servicio de Psicopatología en un Hospital General, el Lanús.
Este es el tipo de notas que generan en quien las escribe una inquietud interna respecto a las consecuencias que puedan traer en la vida y en el trabajo del firmante. De hecho varias personas cercanas me pidieron que no la escriba. Pero curiosamente esa misma sensación de temor fue la usina que me motivo a hacerlo. Pretendo hacer algunas reflexiones acerca de un tema en el que he incursionado en mis primeros años de profesión médica y como psiquiatra en particular.
La situación que como Unidad Académica estamos atravesando manifiesta el colapso del sistema educativo del país: universidades que ya no pueden garantizar el mínimo funcionamiento por la crisis presupuestaria y por la emergencia edilicia en la que transcurre la vida institucional; una altísima planta docente que sostiene las actividades académicas sin recibir remuneración alguna , más otra considerable proporción con sueldos que apenas superan los valores de un plan asistencial; una gran mayoría de trabajadores no docentes que no pueden garantizar su mínima subsistencia
La novedad de este trabajo sobre la clínica de personas transgénero nos permite pensar por fuera de la mirada clásica, que las trataría dentro del amplio espectro de las perversiones. El desafío, tal como señala la autora, implica “incluir múltiples perspectivas” en sus abordajes teóricos y clínicos para avanzar en nuestro conocimiento.
En mayo del 2002 vinieron a consulta al Patrocinio Jurídico de la Facultad de Derecho (UBA) -Comisión Especial de Derechos Humanos- coordinada por el Centro de Investigaciones Sociales y Asesorías Legales Populares (CISALP), dos mujeres jóvenes, G. y B.. A raíz de dicha consulta, decimos abordar el tema.
El trabajo que se expone tiene como finalidad presentar el comienzo de las indagaciones del proyecto de investigación “Representaciones Sociales acerca del quehacer Profesional del Psicólogo: El caso de las Concurrencias de Salud Mental de la Ciudad Autónoma de Bs. As.”, enmarcado en la Beca Maestría UBACYT 2002.
Nos ignoran o nos colonizan, pero no nos reconocen. A los psicoanalistas metropolitanos no les interesa nuestra producción. Lo mismo da : sean de la I.P.A. o de la A.M.P. ; vivan en Londres, New York o París; los psicoanalistas del centro a nosotros, los periféricos de Latinoamérica, nos tienen en cuenta solo a la hora de ampliar sus dominios o ejercer su poder. Para ellos la universalidad de la ciencia se limita a "su" universo y el nuestro no puede ser otra cosa que -en el mejor de los casos- un eco diferido y deficiente de "su" psicoanálisis.
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra