La subjetividad es un ensamblado complejo e indisociable de los enlaces con los otros, desde el primer aliento vital hasta el último. Se construye en el seno de múltiples condiciones de producción, tanto vinculares como sociohistóricas, en una trama en la que sujeto, vínculo y cultura se enhebran y continúan entretejiendo a lo largo de la vida.
Será a lo largo de un creciente proceso de complejización psíquica que el pasaje de la fusión inicial irá posibilitando la simbolización de la propia singularidad y, a la vez, el acceso a la alteridad de los demás