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Se aprobó el cupo laboral trans, en las calles lo defenderemos

 

Por 207 votos a favor, 11 en contra y 7 abstenciones fue aprobada en la Cámara de Diputados la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero “Diana Sacayán - Lohana Berkins”; y por 55 votos a favor, 1 en contra y 6 abstenciones en la Cámara de Senadores, una demanda elemental y urgente luego de años de lucha del activismo LGBTIQ. Los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial; los organismos descentralizados, las empresas del Estado, las sociedades del Estado; las entidades autárquicas, y las personas jurídicas de derecho público no estatal creadas por Ley; tienen la obligación de ocupar personas trans, en una proporción no inferior al uno por ciento (1%) de la totalidad de su personal.

El documento cuenta con un único requisito que refiere a la edad: “A los efectos de la presente Ley las personas trans mayores de 18 años, sin perjuicio de que hayan o no accedido a los derechos establecidos en la Ley Nº 26.743 (ley de identidad de género) y sus modificatorias”, detalla el artículo Nº 6 refiriéndose al cambio registral del género en el DNI, para luego especificar que “la terminalidad educativa” tampoco “constituye un impedimento”.

Otro de los puntos establece que “los organismos comprendidos en la presente ley deben promover acciones tendientes a la sensibilización con perspectiva de género y de diversidad sexual en los ámbitos laborales, con el fin de una efectiva integración de las personas travestis, transexuales y transgénero en los puestos de trabajo.”

“Exigimos al estado asegurar a las personas trans el ejercicio pleno y en condiciones de igualdad de sus derechos y libertades, promoviendo el respeto de su dignidad, buscando lograr la integración social a nivel cultural, económico-laboral, en el ámbito de la salud y la educación”, dijeron desde el Archivo de la Memoria Trans.

Por su parte la periodista Natalia Arenas escribió en Cosecha Roja que “en Argentina, el 73% de esa población no tiene acceso a la educación básica, el 98 por ciento no tiene un trabajo formal y registrado y el 80% se encuentra en situación de prostitución como única alternativa para sobrevivir.”

Igualdad ante la vida

Hay una gran visibilidad conquistada en las últimas décadas. Hoy no se puede negar que la identidad y la sexualidad son construcciones sociales dentro de un sistema económico y político determinado. Sin embargo, como periodista no dejan de llegarme noticias que hacen a desalojos, abuso policial o deserción escolar. La discriminación sigue estando a la orden del día, pero también la organización y la resistencia. Como por ejemplo los bachilleratos populares o la solidaridad en la Asamblea Autoconvocada por la aparición de Tehuel de la Torre. La autoorganización es escencial y sobre todo en momentos de crisis.

La última crisis que vivió Argentina fue la del 2001, por aquel entonces Lohana Berkins decía “Las jornadas del 19 y el 20 de diciembre se sumarán a nuestra ya larga lucha. Desde las oscuras calles de la prostitución, desde las villas más devastadas, desde el movimiento piquetero, desde la protesta estudiantil, desde el campo de los derechos humanos, desde los partidos políticos, las travestis seguiremos tejiendo nuestra rebeldía para conseguir un mundo gobernado por la paz, la equidad y la justicia, sin opresiones de ningún tipo.”

Hoy en medio de la “gran depresión pandémica”, la cuarentena por el coronavirus mostró la desigualdad estructural a la que están sometidas las personas LGTBIQ+. Particularmente travestis y trans están atravesando una emergencia habitacional y laboral. En ese marco, esta medida que se viene reclamando hace años en las calles, se vuelve fundamental para paliar la situación que atraviesa el colectivo. En septiembre del año pasado, el Gobierno aprobó por decreto un cupo laboral trans. A lo largo del país, personas trans y activistas vienen denunciando que, tal como sucede con este tipo de leyes conquistadas en distintas provincias y localidades, se viene aplicando a cuenta gotas en los hechos.

El cupo laboral trans se votó en la Cámara de Diputados el mismo día que se cumplieron 3 meses de la desaparición del joven Tehuel de la Torre. Fue a trabajar el 11 de marzo como mozo precarizado y desde entonces se está realizando una campaña por su aparición con vida ya. “La bronca ante la desaparición de un pibe trans mientras iba a buscar laburo” y la falta de una respuesta inmediata para impulsar la búsqueda “de las instituciones del Estado, de los ministerios de Género, de Seguridad, de Justicia” es lo que señalaba Owen Luna, que participó junto a organizaciones sociales, vecines y familiares en la pelea por nacionalizar el reclamo de su aparición con vida.

No hay estadísticas certeras de las cuestiones estructurales que nos atraviesan a las personas travestis y trans como la salud, educación o vivienda. El último informe elaborado por ATTA (Asociación de Travestis Transexuales y Transgéneros de Argentina) data de 2014, sólo el 18% de travestis y trans tuvieron acceso alguna vez a un trabajo formal. Sí hay números que hacen a la violencia.

El Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Travesti y Transexual (LGBTT) -que depende de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, la Defensoría del Pueblo de la Nación y la Federación Argentina LGBT-, publicó un informe con los datos de los crímenes que ocurrieron durante el primer semestre de 2020. Además, publicó su informe anual con los crímenes de odio que ocurrieron durante el 2019.

“El proyecto es fundamental para pelear por medidas elementales como respuesta a la realidad de las personas trans, poner a disposición los hoteles y viviendas ociosas para garantizar que todas las personas trans víctimas de violencia de género, así como quienes no cuentan con acceso al techo o viven bajo hacinamiento, bajo la presión y la amenaza constante de las fuerzas represivas, puedan salir de la situación de emergencia en que se encuentran”.

A lo que sumó “esas medidas básicas, elementales, permitirían al menos paliar la situación estructural que atraviesa la vida de la amplia mayoría de las personas trans en el país. Todo esto hay que plantearlo como parte de un plan de salida a la crisis sanitaria, social y económica, con medidas que apunten a resolver los problemas de fondo de las grandes mayorías, así como el aumento del presupuesto de salud, sobre la base de un impuesto a las grandes fortunas y el desconocimiento de la deuda odiosa.”

Mientras seguimos denunciando los violentos desalojos de la policía, mientras la precarización y el desempleo son moneda corriente para la mayoría de personas LGBTIQ+ que necesita un trabajo para subsistir, mientras seguimos peleando por el reconocimiento del derecho a la salud integral, el Gobierno decide no invertir en hospitales o viviendas sino pagarle al Fondo Monetario Internacional. Se tienen que invertir las prioridades.

Seguiremos luchando por nuestros derechos y defendiendo nuestras conquistas en las calles, ese lugar donde se hacen escuchar nuestras demandas tal como mostró la conquista del aborto y el caso de Tehuel. Por eso es fundamental seguir reclamando de manera independiente, organizándonos en cada ciudad, lugar de laburo y estudio para lograr que efectivamente se cumplan.

 

 

Tom Máscolo
Periodista
tomas.mascolo [at] gmail.com

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Articulo publicado en
Agosto / 2021