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El cuerpo hoy

 

Luego de los acontecimientos ocurridos en los últimos años en nuestro país, asistimos, de alguna manera a una nueva representación del cuerpo, tal vez como resultado de largos años de padecimiento y dominaciones.
La visión fantasmática de un "cuerpo social" que representa la expresión de la universalidad de las voluntades de la Argentina , da cuenta que el cuerpo, en tanto sociedad, no se crea por consenso. Su gestación es simplemente un producto de la aplicación de la materialidad del poder sobre los cuerpos de los individuos.
Es decir, el poder fue moldeando los cuerpos , realizando inscripciones , generando mas y nuevos estigmas que dan cuenta del cuerpo en este presente. Actualidad, en definitiva, signada por la fragmentación de la sociedad, la ruptura de lazos sociales, la sensación de no pertenecer a un todo social y la crisis de representación de quienes nos gobiernan.
Fragmentación social que muestra cuerpos divididos, a veces armados en forma de rompecabezas, por artificios tecnológicos que, por ejemplo; en la tapa de una revista muestran la "perfección" corporal de una modelo o actriz, construida con fragmentos de otros cuerpos anónimos, invisibles, tal vez, producto de una disputa, restos de un campo de batalla donde la palabra triunfante es desigualdad.
También , el cuerpo en este presente implica una especie de collage de elementos repetidos y reiterados, enunciados por una estética que se define haciendo alarde de la falta de sentido, allí emergen cuerpos; todos muy parecidos, que se repiten en la imagen espejada del gimnasio o de la disco, al igual que en el zapping televisivo.
Cuerpos signados por el mercado, con una plasticidad condicionada por este, implicando que se pueden mostrar varios cuerpos según la ocasión, casi como tener varios cuerpos en el guardarropa y optar por ellos. Así el cuerpo hoy , da cuenta de su falta de historicidad. Cuerpos que circulan en clave de puro presente, en movimientos sin sentido, tratando de confundirse en la sumatoria decorativa dentro de un conjunto de elementos kisch de la época.
Es decir , el cuerpo como un adorno o símbolo de status que intenta dar otros mensajes al resto de la sociedad.
El auto disciplinando permite esos milagros, las sonrisas amables de los empleados de las empresas gestadas en la economía de mercado dan diferentes señales a la sociedad, por un lado que desde allí se pueden repetir y así unir los pedazos de la fragmentación ahora a través de la lógica del mercado y por otra parte, muestran constantes actos de autodisciplinamiento que ya no necesitan de un capataz, un supervisor o un panóptico.
También, en nuestro país , en los últimos años, lentamente, diferentes cuerpos fueron emergiendo desde las sombras , ocultados por las luces de las marquesinas que iluminaban una ilusión de "primer mundo". Desde esos espacios de la oscuridad comenzaron a aparecer en la escena de la Argentina , los cuerpos del hambre, de la desigualdad, de la injusticia; al principio como postales nocturnas que recorrían los barrios céntricos de Buenos Aires revolviendo bolsas de basura y esperaban pacientemente que alguna multinacional de las comidas rápidas les entregue sus desechos. El crecimiento de la desigualdad, hizo que esas imágenes borrosas se hagan visibles.
Así los cuerpos de la Argentina de hoy hablan de padecimientos , de marcas de la inequidad, de cicatrices producto de pujas y disputas en campos de batalla donde ahora los vencedores parecen querer ocultar los cuerpos de los vencidos para deslindar responsabilidades y posibles sanciones sociales !Qué no se vean! parece ser la orden impartida desde el poder. También generan pánico en el Mercado los cuerpos agrupados, ordenados desde otra lógica, desde la expresión de repudio, intentando construir nuevos hechos - acontecimientos. Los cuerpos de las manifestaciones que comenzaron hace ya muchos años alterando el orden de la Plaza de Mayo usando alegremente las fuentes plantadas por la oligarquía para refrescarse luego de marchar requiriendo explicaciones y cambios de rumbo a la política. Tal vez porque la visibilidad implica interpelación, aquello que se ve, interroga al resto de la sociedad, genera preguntas que, articuladas confieren historicidad a los hechos transformándolos así en acontecimientos.
En este momento, probablemente visibilidad sea sinónimo de resistencia, el hacerse ver, el mostrarse es en muchas formas un paso previo a la acción y donde hay poder siempre, de una u otra manera se expresa la resistencia.
La acción , en nuestra sociedad implica una forma de comenzar de reempezar , la acción recuerda esas cuestiones y la resistencia en principio convierte a la sociedad en digna.

 

Alfredo Carballeda
Lic. en Servicio Social (UBA)
carballeda [at] netizen.com.ar

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Articulo publicado en
Noviembre / 2002