- “Si te animás, repetí lo que me dijiste.”
- “Que sos un hijo de puta.”
Decir, impertinencia de la precisión.
- “Ma, me contás un cuento...”
Antes de que la luz se haga demasiado vertical y en esos momentos en los que se empieza a esperar la noche, Ivo –mi abuelo– me sentaba en sus rodillas y pinchándome de vez en cuando con su barba, me contaba todo lo que hacían los caballos moros que, mi hermano y yo, teníamos en España.
Contar requiere de un espacio donde otro sostiene, siempre se da en un entredós. Contar es hacer la experiencia de la disponibilidad.
Me dormía mi madre. ¿Cómo empecé a dormirme solo?
Supe que contaba con ellos. ¿Quién cuenta conmigo?
¿Cuento para alguien?
Contar, numerar, enumerar, juntar, identificar, engrosar. Controlar y revisar lo que se da y recibe. Contar y guardar.
Contar es clasificar, diferenciar. Esto es mío; esto, tuyo: repartir, dar.
Organizar lo cuantificable. Elemental forma de saber con cuánto se cuenta. ¿Cuál es el alcance del universo material disponible?
Hay gente que hace bien las cuentas, otros las borronean, las disimulan, no quieren enterarse...
Muchos aprendimos a contar, pocos a hacer números; son los que te matan de verdad.
Los que se animan y los que no se animan a contar.
Contar es disponer de otro, que está disponible para nosotros. La disponibilidad hace lugar y el lugar, milagros sencillos: una historia entredós.
Narradorautor, oyenteespectador, la historia, no se diferencian.
Al contar, sin saberlo, conservamos algo de la tragedia griega, formo parte de la historia de mi abuelo, toco al caballo, lo galopo y lo dejo para que descanse.
- “Las mujeres vienen y van hablando de Miguel Angel”.
- “¿Te llamó?, ¿Saliste? Contame todo lo que te dijo”.
Pasaje del decir al contar.
Ese habla mucho para no decir nada, habla para agarrarte, que no te muevas, en un momento te querés ir y no podés...hablar en lugar de agarrar... Otros las arrojan, pegan con palabras; otros, acarician, en todo caso las palabras siempre tocan.
- “Dígame, ¿que hacía el sábado a la noche?”
Decir: precisión impertinente.
Podés contar conmigo: algo más que su presencia. Contar es estar.
También dejar de ser: éste no cuenta más el cuento.
Contar: ¿forma de alojar lo efímero?
- “Dale, contame”.
- “En lo posible, díga todo lo que se le ocurra”.
- “¿Me querés?”
Hablar: entretenerse. Decir: disimular el no saber. Contar: convivir.
Al decir, delimito; al hablar, estoy con otros; al contar, incluyo, me incluyo.
Hablar no es decir. Al contar, hablo. Cuando digo, callo.
Uno siempre habla. Pero ¿comocuándo comenzó a hablar?
Hablar, es necesario; contar, es posible; decir, dar cuenta.
En el principio está el silencio; entonces, hablo; luego, digo; al final, cuento.
El silencio, sus lugares y formas.
El del hablar es horizontal, terrenal; el del decir, vertical: lo que no digo. El del contar es redondo, nos envuelve.
Jorge Rodríguez
Psicoanalista
rodriguezjd [at] interar.com.ar