Cristina se ha tomado licencia. Me ha dejado a merced de una suplente. Y cada vez que Cristina falta, llegan los federales.
Virgencita de Guadalupe, que la guardia sea tranquila.
Noche de ronda
Son las 20 horas. Una sirena se escucha cada vez más fuerte, más cerca. No es una ambulancia. Flashes de luces led, frenada de gomas, portazo de patrullero.
Acto seguido un grito pelado: “¡SOLTAME HIJA DE PUTA!”. Cinco segundos después, la respuesta: “¡CALLATE PENDEJA DE MIERDA!”.