Estamos en cuarentena, que no son cuarenta días sino varios ciclos de quince días que se hicieron más de cien. A guardarse, dijo Alberto. Menos los de la salud pública, claro. Te precarizan durante años para luego morir a manos de un virus chino. O sea que morís doblemente precarizado. Si al menos fuera un dragón, pero encima es un murciélago salido de una sopa. Personalmente hubiera preferido una invasión alienígena o zombie, pero toca esto, sin katana y sin vacuna. La única protección para el enemigo es una máscara de acetato y el barbijo quirúrgico que te re protege, gordo. ¿Qué cómo la estamos pasando en el hospital? ¡Fantástico mamá, no te preocupes! Quizás llego para cenar. Todo depende. Por ahí te llamo aislada desde la pieza de un hotel o, si me da el oxígeno, desde la terapia del Rivadavia.
¿Tenés un hijo o dos o tres y no hay con quien dejarlos? Que te los cuide Lola. Yo estoy al horno: tener hijos no califica como riesgo
Por suerte siempre nos queda el humor y la música, Doña Rosa, así que ahí va mi bitácora de viaje: los textos, las notas dementes y la playlist de los días, tal como hice en cada viaje al hospital.1 Si llego a morir, ya arreglé con Topia para que saque la banda de sonido y hagan la película. Todo lo que se recaude irá para la Fundación “NI UN MURCIÉLAGO MÁS” que ayudará a veteranos del COVID.
Así que ponete el walkman, el barbijo, la máscara y tenete la SUBE en el bolsillo para no toquetear tantas cosas. Pero si llega a pasar, recuerda: alcohol en gel y no te toques la boca, ni los ojos, ni ninguna parte por la que te entre el batibicho.
Stay tuned folks!
DIA 1: Dancing Queen (ABBA)
Estamos expectantes tres grupos básicos: los que tienen enfermedad pre existente, los que tenemos hijos y los que podrían aprovechar cualquier excusa para no ir. Por decreto nos cortaron las licencias. ¿Tenías pasaje para Brasil? Lola. ¿Querías tomarte el estrés para pintar tu casa, mudarte, rascarte el higo por un par de semanas? Lola. ¿Ibas a ir a un retiro espiritual en el Uritorco? Lola. ¿Tenés un hijo o dos o tres y no hay con quien dejarlos? Que te los cuide Lola. Yo estoy al horno: tener hijos no califica como riesgo. Ahora si tenés alguna respiratoria tipo epoc, asma o diabetes o hipertensión, califica. Una psicóloga de sesenta años que está esperando que Alberto diga que el grupo de riesgo es a partir de sesenta y no de sesenta y cinco, pregunta:
- ¿Qué pasa con los que tenemos una insuficiencia mitral?
Respuesta de la jefa de servicio:
- Después de los 40 años el 80% de la población tenemos insuficiencia mitral, se considera algo fisiológico, así que, si no llega a cardiopatía, tenés que venir igual.
NOTA DE VIAJE: verificar si tengo alguna cardiopatía. Verificar si puedo contraer epoc. Verificar si puedo dejar de ser madre momentáneamente.
DIA 10: Funky Town (Lipps Inc.)
En el piso de la parada del bondi pintaron huellas de zapatos y rayas amarillas para mantener la distancia. El bondi vacío. En la calle no hay nadie. Todos guardados como dice el decreto. Contentos porque no hay que salir, algunos lo sienten como vacaciones. Todavía no vino lo peor, aseguran los expertos del Ministerio de Salud. Llego a Constitución y es como entrar en una película apocalíptica, pero en el 17 que te lleva a Wilde. Llego al hospital y como que todavía no tengo demasiada conciencia de que el corona es lo que dicen y voy al encuentro de todos con un beso. La jefa del servicio me apunta con una botella llena hasta la mitad de un líquido rosa, casi diría que me ataca con el spray. Es alcohol preparado en el hospital, al 70%. No sé si confiar en esa mezcla, por suerte me traje pomos en gel de casa.
Ya vamos por el protocolo número 180. Te dicen que es dinámico porque todo cambia según lo que dice China o lo que dice la OMS
- ¡Codo, codo! - me grita como si yo fuera el batibicho.
Le digo que está bien, que baje la guardia. Y la saludo con la parte indicada del cuerpo, sintiendo que este es el comienzo de una gran persecución.
NOTA DE VIAJE: voy a empezar a cuidarme de las harinas. A partir de hoy, sólo verduras y frutas. Mucha agua también. Y traer mucho alcohol en gel. Por suerte tengo un montón de frasquitos de cuando nació mi hija hace tres años. No pude dejar de ser madre y cerraron el jardín.
DIA 30: Misirlou (Dick Dale)
Corre el siguiente rumor, que luego se confirma como cierto.
Una mujer de limpieza es encerrada por los neurocirujanos porque “la ven sintomática”. Ellos mismos se aíslan y llaman al 147. Llega el SAME y los buscan, pero resulta que alguien le abrió a la mujer y se fue. Parece que trabaja en una casa de familia y sus “patrones” estaban aislados en cuarentena porque habían vuelto de Italia. La hicieron ir a laburar igual y la mina cae moqueando los corona al hospital. Lugar que limpiaba: el quirófano. Todas superficies metálicas, un campo de amor reproductivo para el bicho. Subió y bajo ascensores. Todes tocamos los botones. Coronas por doquier. Probablemente haya muertos.
NOTA DE VIAJE: Nadie puede hacer dieta en una pandemia. Igual voy a bajarme una aplicación para tomar agua y liberar toxinas. Tendría que comprar lavandina y lysoform para reforzar y una mopa para limpiar los pisos. Nunca tuve una mopa.
DIA 45: Think (Aretha Franklin)
Parece que en toda situación de catástrofe se conforma un comité de crisis. Es el que baja línea de cómo hacer las cosas bien. Ponele. Se juntan a discutir por ejemplo si habría que usar siempre barbijo o no, barbijo o máscara, barbijo y máscara o antiparras, barbijo y una escafandra que te quite el aire completamente, qué barbijo es mejor: N95 o quirúrgico.
Ya vamos por el protocolo número 180. Te dicen que es dinámico porque todo cambia según lo que dice China o lo que dice la OMS. Y lo que termina pasando es que, aunque exista el comité de crisis, cada une hace lo que se le canta la reverenda gana, entonces tenés a los médicos de una de las salas que se te cagan de risa si entrás con el barbijo y los de la otra que te echan lavandina pura en spray porque alucinan el bicho en tu cabeza. El sumun del comité (entre otros sumunes) fue publicar la infografía de cómo ponerse y quitarse el camisolín. Si seguías el protocolo, seguro te infectabas porque lo habían escrito al revés. LO CORRECTO ES: PRIMERO TE QUITAS EL CAMISOLÍN Y DESPUES LOS GUANTES, POR OBVIAS RAZONES. Por suerte les avisaron y lo cambiaron. El que siguió el primer protocolo, ahora debe estar en aislamiento.
DIA 55: Firework (Katy Perry)
Si, vimos los videos de los pobres españoles cantando Resisitiré con una guitarra en la sala de guardia y los tanos entonando Bella Ciao desde los balcones y a los franceses la Marsellesa y a los ingleses nada, porque son flemáticos. Por acá, las chicas de un monovalente muy conocido hicieron un TIK TOK con una cumbia con la leyenda #quedateencasa. Un hit. Pura emoción y ganas de hacer patria y enfrentar al corona. En nuestro hospital, al comité de crisis se le ocurre hacer un video motivacional para el personal. No sabemos quién o quiénes fueron los artistas creativos, pero claramente sufrían un trastorno depresivo mayor.
En la entrada un enfermero te apunta con la pistola termómetro y te avisa si tenés fiebre. 35, me dice. Me alegra estar un grado debajo de la media, quiere decir que todavía tengo chances
El video es un paneo del patio del hospital absolutamente desierto. Mientras, una voz en off va diciendo que en este tiempo es normal que aparezcan sentimientos de querer ayudar, pero también otros de desesperanza y catástrofe. Pero que, por suerte, si te llegan a pasar este tipo de sensaciones o pensamientos, estamos para ayudarnos. CONTAMOS CON VOS, CONTA CON NOSOTROS, termina el mensaje.
En todo el video el único ser viviente es una paloma sola con su alma y de lejos se escucha una sirena de ambulancia. Faltaba que imprimieran el subtítulo, algo así como “después de la invasión sólo quedaron las palomas” o “después de la pandemia aún queda vida” (la paloma). Dicen que algunos compañeros se emocionaron, a mí me dieron ganas de meter una molotov al genio creativo que armó el video.
NOTA DE VIAJE: Voy a dejar de teñirme, no tiene sentido, si total nos vamos a morir todes.
DIA 67: Puente (Gustavo Cerati)
De repente, el barbijo quirúrgico es obligatorio para circular dentro del hospital. De la calle venite con el tapabocas ese de florcitas tan lindo que igual sirve para lo visual, porque como protección es la nada misma. Y de golpe, ese barbijo que usabas y desechabas luego de trabajar con pacientes con TBC (pre pandemia) y que te decían que duraba máximo tres horas, ahora tiene que durar… ¡seis! Que además lo hacen coincidir con nuestro nuevo horario: de 9 a 15. Ni un minuto más ni uno menos, porque todos sabemos que el coso ya humedecido y tocado mil veces no te va a tirar hasta las 16.
Se come con otros, pero en silencio y con la distancia necesaria. Cualquier gota (escupitajo, lágrima, moco) puede ser vector de contagio, así que lo bautizan el almuerzo velorio
Tampoco podemos circular con la misma ropa con la que entramos, entonces sugieren ambo y que nos cambiemos dentro del hospital. Antes de irse se vuelven a poner la ropa de civil, nos dicen. Si te ven con el ambo puede generar paranoia y que la gente grite ¡tiene el bicho, tiene el bicho! Para evitar circulación excesiva, nos cambian la entrada, es por el estacionamiento. En la entrada un enfermero te apunta con la pistola termómetro y te avisa si tenés fiebre. 35, me dice. Me alegra estar un grado debajo de la media, quiere decir que todavía tengo chances. En la medalla al heroísmo que me darán si sobrevivo podría decir: “hizo frente al virus con sólo 35 grados”.
Ya no se puede ingresar por el frente porque metieron las UFU que son esos containers para atender a los febriles y en donde hacen los hisopados de los sospechosos de positivos. Si salís sorteado, pasás derecho a la sala, sino, te atendieron y de la alegría por ser negativo te vas a tu casa a tomar una birra.
NOTA DE VIAJE: si llego a salir de esta, me voy a hacer una remera que diga: “Yo sobreviví a la jefatura de residentes, a la Gripe A y a la primera pandemia.” Y si tengo mucho éxito y todo el mundo me dice que quiere una, largo la psicología al carajo y me abro un Instagram con mi marca que se llamará “PARA CADA CATÁSTROFE HAY UNA REMERA: BUSCÁ LA TUYA”
DIA 90: Fuiste (Gilda)
Comer con otros en época de pandemia no es recomendable.
CASO EUROPEO: En Alemania, ocho personas se contagiaron por comer juntas. No podían explicarlo ya que habían mantenido la distancia social y la protección, como buenos alemanes que son. Llegaron a la conclusión de que el salero había sido el vector de contagio. Nunca más comieron. Ni juntos ni con sal.
CASO CONURBANO: En un hospital parte de una guardia clínica se junta a comer un asado en el estacionamiento. Mismo resultado que los alemanes con claras diferencias de comensalidad. El jefe sale por la tele llorando pidiendo disculpas. Todes positivos.
CASO DE NOSOTROS EN EL HOSPITAL: En nuestro servicio y frente a la alarma producida por los dos casos anteriores, se arma un almuerzo comunitario con restricciones: se come con otros, pero en silencio y con la distancia necesaria. Cualquier gota (escupitajo, lágrima, moco) puede ser vector de contagio, así que lo bautizan el almuerzo velorio. La jefa sanciona a quien se atreva a hablar, así que todos tragan obedientes la empanada lo más rápido posible para salir de ahí. Todes negatives.
A partir de entonces la orden es que si querés comer o tomar un café, hacelo solo en tu consultorio, lo cual es en parte ridículo porque no hay un consultorio para cada uno de nosotros. Con mi compañera optamos por esperar a que la jefa no esté cerca, cerramos la puerta del consultorio que es amplio, nos sentamos a dos metros cada una y nos liberamos de las ataduras del barbijo para tomar café, comer galletitas y alguna empanada.
NOTA DE VIAJE: mientras estoy en el hospital se me complica seguir la aplicación de tomar los ocho vasos de agua. O me cago de sed o tomo menos agua o dejo la aplicación.
DIA 92: Una canción diferente (Celeste Carballo)
Suena el teléfono en nuestro consultorio y piden por una de las psiquiatras. Está en el consul de al lado. Es de las que primero empezó a usar pantalla y guantes. Si va a pasar por el pasillo y venimos dos o tres, espera, deja pasar y luego entra. Se lava las manos al menos diez veces por día y tiene su propio spray. Le digo que la llaman por teléfono y viene al ratito. Le doy espacio porque entiendo que su cuerpo pide distancia social y antes de llevarse el tubo a la oreja saca una bolsita transparente y envuelve el tubo. Habla fuerte porque entre la pantalla, el barbijo y la bolsa no se le escucha.
Cuando cuelga me mira y dice: Yo lo hago también por ustedes. Y me da como una pena terrible, pero no sé si voy a implementar lo de la bolsa, así que le echo una buena rociada de alcohol en aerosol al tubo.
NOTA DE VIAJE: me voy a bajar una aplicación para meditar y así volver a mi eje porque me voy a terminar metiendo una bolsa de nylon en la cabeza.
DIA 100: Hakuna Matata (de la película El rey León)
¿SABÍAS QUE AHORA PODÉS TESTEARTE RÁPIDO EN LA SEDE DE TU HOSPITAL? El trámite es absolutamente confidencial y optativo. ¡Podés venir todas las veces que lo necesites! Son tres pasos muy sencillos:
Anotás tu DNI en un papelito que tiene tres opciones: POSITIVO-NEGATIVO-INVÁLIDO
Te dan un pinchazo en el dedo y meten gotas de tu preciosa sangre en el detector rápido.
Venís a buscar el papelito con el resultado media hora después y te enterás si saliste sorteada para el hisopado
Y RECORDÁ SIEMPRE QUE TODES SOMES POSITIVES HASTA QUE EL HISOPADO DEMUESTRE LO CONTRARIO.
CONTAMOS CON VOS, CONTÁ CON NOSOTROS.
*Traer una estampita puede ser de gran ayuda para pasar el momento.
Nota
1. Cien días contigo de Laura Ormando
https://open.spotify.com/playlist/3mvB1L06XETwcWzbuJnhgR?si=6cOS9AzKSh6M...