Creemos que una buena forma de poder visualizar los efectos del espacio generado por Topía son las palabras de protagonistas de la cultura de varios lugares del mundo. Son ellos los que mejor definen qué lugar tiene nuestra revista en estos 25 años ininterrumpidos de trabajo.
Aquí las primeras reflexiones que continuaremos publicando en los números de este año.
Creo que una revista como Topía tiene una manera de abordar las relaciones entre subjetividad individual, más allá de la salud mental, y la sociedad, las relaciones sociales y lo político, que es un ejemplo para nosotros. No hay revistas como ésta en Francia. Antes Francia era un país muy politizado, pero actualmente no existen revistas así en Francia. Los argentinos tienen la capacidad de inventar los medios de la manera de pensar, que pueden llegar hasta el espacio público y ser muy originales. No existe ese equivalente en Francia y, menos aún, en Gran Bretaña ni en Alemania. Yo viajo mucho por los países europeos y el debate es de una pobreza increíble con respecto a lo que encontramos aquí.
Christophe Dejours
Cabalgando entre milenios, con una pata de casi diez años en el siglo pasado y otra de casi quince en el siglo actual, Topía no ha parado de crecer para cumplir aquello que en el origen se propuso: construir un pensamiento crítico que pueda dar cuenta de los problemas que atraviesa el sujeto en la actualidad de nuestra cultura. Topía nació chiquita. Nació como Revista habitada por una razón apasionada y fue por eso, tal vez, que logró expandirse, fortalecerse, ampliarse hasta convertirse en la razón de ser de una Editorial, de una Productora de contenidos audiovisuales, referente insoslayable de nuestro universo intelectual. Allí donde triunfaba el dogma, instaló la reflexión. Donde hubo naufragio, contribuyó al rescate. Donde era pura banalidad, emergió el sentido. Donde la repetición lo ocupaba todo, apostó a la innovación. Topía nació chiquita, pero en estos 25 años, como sueño de una noche de verano, se hizo grande “mudando la obediencia en rigurosa obstinación”.
Juan Carlos Volnovich
Muy feliz con el gran aniversario de la revista Topía. Carpintero y Vainer tienen, además, una sólida formación psicológica y también política que les asegura la continuidad de su producción científica, pero también se han preocupado en su producción en otras dimensiones políticas, psicológicas y culturalmente han abierto un campo propicio a la producción cultural. Yo doy fe que he cabalgado desde construir un personaje de urólogo investigador hasta un ser enamorado en los límites de la cordura adolescente. Lo más importante, una vez leí en la introducción de sus libros: “este libro es político”, y los dos tomos de
la redacción de Las huellas de la memoria (tomo I y II) donde se describe la relación entre las instituciones psicológicas y los efectos de la dictadura con cada institución psicológica, me han parecido libros indispensables de leer para cualquier psicólogo, generalmente bastante desprovisto y desinteresado de este tipo de información. Podríamos hablar mucho, por eso corto: muy feliz con la tarea de ustedes y su proyección en el futuro. Adelante compañeros que les sobra tela y también coherencia, suerte.
Tato Pavlovsky