Este volumen reúne los primeros resultados de un trabajo colectivo orientado a indagar el devenir histórico de la psicología en la Argentina del siglo XX desde el punto de vista de la circulación de saberes, técnicas, personas y materiales. Lejos de proponerse como un marco homogéneo, la riqueza de este enfoque radica en habilitar una serie de perspectivas fructíferas para la indagación y reflexión histórica. Para presentar su especificidad y posibilidades es pertinente considerar el problema de la ausencia de unidad y límites regulares de los saberes “psi” -fórmula con la que aludimos de sucinto modo a las diferentes formas de estudio de lo psíquico: la psicología en sí, la psiquiatría, el psicoanálisis, la psicopedagogía, las neurociencias, entre otros. La constante ampliación, el solapamiento y la transformación de objetos, problemas y ámbitos de acción entre esas diversas especialidades suelen ser abordados por sus practicantes a partir de discusiones sobre criterios de demarcación, disputas por ámbitos de aplicación y búsqueda de ciertas filiaciones disciplinares-. Pero desde el punto de vista histórico de la circulación de saberes, ese creciente entramado de ideas y prácticas resulta de la movilidad inherente de su producción y de los intercambios entre comunidades de autores y profesionales de diversas geografías y tiempos. Por “circulación” no se comprenderá aquí la mera difusión o transmisión de saberes, sino un proceso de encuentros, negociaciones y tensiones dentro de un circuito en el que participan diversas figuras -científicos, intelectuales, editores, docentes, profesionales, etc. (Raj, 2013)-. Se trata de un flujo de recursos que abre la trama disciplinar, y que así permite desarrollos, cruces y resultados no previstos en múltiples direcciones. A partir de allí es posible iluminar cómo y dónde ciertos insumos y problemas fueron puestos a disponibilidad de una comunidad disciplinar particular, y qué tipos de relaciones se establecieron entre diversos productores y usuarios de saberes.