Históricamente se le ha dado al dolor sentidos diversos, se lo ha asociado al mal, a espíritus o demonios, a desequilibrios en el cuerpo o en el alma, a la vida, el pecado, la enfermedad y la muerte. Desde el hombre primitivo en adelante se buscaron medios para lograr su alivio, se han utilizado desde trepanaciones, calor y frío, rituales, plantas (opio, sauce blanco, cannabis), hasta iniciarse en los siglos XVIII y XIX un abordaje científico mediante el estudio fisiopatológico del dolor y el mayor conocimiento de analgésicos y anestesias.