A partir de las entrevistas realizadas a tres profesionales psicólogos que se encuentran trabajando con la problemática del suicidio adolescente en distintas localidades de la Provincia de Buenos Aires, hemos podido detectar como común denominador: la carencia de estadísticas fidedignas; el aumento de los intentos de suicidio desde 2011, y en especial luego de la pandemia covid-19; el fenómeno de la identificación-propagación o efecto dominó a partir del manejo de la información; la más que evidente relación con las autolesiones, la violencia familiar y las adicciones; considerar la universalidad de la crisis adolescente sumada a las de la institución familiar y del contexto social, económico, político y cultural; el predominio de la carencia de un proyecto vital esperanzador tanto para jóvenes como para adultos, en medio de un mundo globalizado expulsivo y de exclusión.
Pocos se quieren matar si aman y recibieron amor, y si hay solidaridad, confianza, voluntad, pasión, memoria, optimismo y gratitud