La psicología de Vigotski frente a los desafíos actuales en salud mental | Topía

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La psicología de Vigotski frente a los desafíos actuales en salud mental

 

En la medida en que el capitalismo nos enfrenta a múltiples crisis (económicas, políticas/bélicas, sanitarias, ecológicas, entre otras) en el campo de la psicología y la salud mental encontramos niveles de padecimiento inéditos y una avanzada de tendencias reduccionistas con discursos cientificistas, particularmente biologicistas, promovidos por corporaciones económicas como la industria farmacéutica, estados y gobiernos. Desde las neurociencias mainstream hasta la psicología evolucionista (todo fenómeno mental como adaptación evolutiva biológica heredada), con el denominador de naturalizar las determinaciones históricas y culturales.

Quienes intentamos construir una ciencia psicológica que aporte a la emancipación social y subjetiva nos encontramos con varios desafíos… ¿cómo integrar los aspectos subjetivos singulares del psiquismo, tanto conscientes como inconscientes, a fenómenos sociales y políticos más amplios?

Frente a esto, quienes intentamos construir una ciencia psicológica que aporte a la emancipación social y subjetiva nos encontramos con varios desafíos: ¿cómo disputar el carácter científico de las explicaciones psicológicas evitando al mismo tiempo las miradas reduccionistas? ¿cómo integrar los aspectos subjetivos singulares del psiquismo, tanto conscientes como inconscientes, a fenómenos sociales y políticos más amplios? ¿Cómo construir una psicología como “teoría crítica” anticapitalista? En este breve recorrido, intentaremos mostrar cómo la obra de Lev Vigotski, que estamos recuperando de la censura, puede aportar herramientas conceptuales para renovar las reflexiones en este sentido, apuntando a abrir una o varias puertas de entrada a la misma a las y los lectores de Topía.

Una obra castigada que recién empieza a estar disponible

La vida y la obra de Vigotski es inseparable tanto del proyecto revolucionario de la revolución rusa como del marxismo: se trata de la construcción de una ciencia psicológica para poner en pie una educación, una salud pública y una salud mental orientadas hacia el bienestar general y la emancipación popular. Desde 1917 hasta 1934, año de su muerte, desarrollará su obra científica animando diferentes grupos de investigación alrededor de la psicología general, la educación, clínica psicológica, clínica psiquiátrica, medicina, discapacidad, paidología, etc. Asimismo, fue parte de la asociación psicoanalítica de Moscú y participó en la política del Estado revolucionario de editar la obra freudiana junto a otras, prologando positivamente la edición rusa de Más allá del principio del placer (“La audacia de su pensamiento llega a su cénit”, dice, y resalta, en el nuevo dualismo pulsional, “dos tendencias, la conservadora-biológica y la progresiva-sociológica”2) e incluso dar lugar a experiencias pioneras o experimentales como las de las psicoanalistas Sabrina Spielrein, Tatiana Rosenthal y Vera Smidt.3

Pero con el ascenso del estalinismo, su pensamiento antidogmático, referenciado en Trotsky y en diálogo con las más variadas corrientes del pensamiento (desde Freud, la fenomenología hasta Spinoza), va a molestar. Incluso la paidología, la ciencia del desarrollo infantil a la que Vigotski dedicó más de la mitad de su obra, será prohibida por decreto en 1936. La primera censura de su obra viene entonces del estalinismo, y la segunda de la Academia, que editó la obra desde los años 50. Desde entonces circuló mutilada en sus referencias metodológicas y sus reflexiones anticapitalistas, adecuada a los cánones académicos y del Partido Comunista. Como consecuencia, el Vigotski que empieza a emerger con la reedición de la obra sin censura es bastante diferente.

A finales de los 2000 empezamos a contar con versiones completas traducidas directamente desde el ruso en gran parte gracias al trabajo de Alejandro Ariel González. Así, a Psicología pedagógica (1926), editada por Guillermo Blanck, se sumó Historia del desarrollo de las funciones psicológicas superiores (1931)4, clave para entender el papel central de la cultura en el desarrollo evolutivo psíquico humano; y Pensamiento y habla (1934)5, que aborda la dialéctica constitutiva del habla y el lenguaje para el sistema semiótico de la conciencia y las funciones psicológicas superiores (pensamiento, atención, percepción, memoria, emociones). Recientemente, también, contamos con una edición exquisita de los Cuadernos de notas6.

La crisis de la psicología y la actualidad del programa vigotskiano

En 2022 publicamos la primera versión completa a nivel mundial de El significado histórico de la crisis de la psicología7, manuscrito escrito en 1926/27 en el cual Vigotski traza los contornos de la crisis profunda de la que da cuenta la psicología: el dualismo mente-cuerpo cartesiano sigue operando en las explicaciones psicológicas, haciendo que cualquier descubrimiento científico, desde la del condicionamiento pavloviano, a las estructuras gestálticas o la sexualidad freudiana, reclamen para sí un campo explicativo cada vez más amplio hasta transformarse en cosmovisiones. El camino del materialismo mecánico y el del idealismo pavimentan así las vías de los reduccionismos en psicología. ¿Qué actualidad tiene este diagnóstico? Desde la redacción del libro vemos cómo estas tendencias opuestas no hacen más que multiplicarse, proliferando en los últimos años explicaciones reduccionistas biologicistas de diferente tipo al compás de las promesas prometeicas de la biología moderna, desde la genética y la genómica hasta las neurociencias a partir de ciertos avancen en los mapeos cerebrales y técnicas de imágenes no invasivas.8 La industria farmacéutica, pero también gobiernos que buscan naturalizar el padecimiento psíquico y normalizar las conductas, impulsan estas tendencias. Del otro lado, explicaciones estructuralistas y postestructuralistas más o menos posmodernas, alejadas de cualquier relación con la biología.

El camino del materialismo mecánico y el del idealismo pavimentan así las vías de los reduccionismos en psicología

¿Qué hacer? Vigotski señala que es necesario poner en pie una “psicología general” (base de psicologías particulares), fundada en un punto de vista materialista, pero no mecánico, sino dialéctico: que aborde al ser humano y los fenómenos mentales como emergentes materiales complejos de diferentes niveles de organización material (físico, químico, biológico, histórico-cultural), que suponen, pero son irreductibles a los niveles inferiores. Concebir la psicología como un producto complejo de una evolución en tres registros: filogenético, histórico/cultural y ontogenético/individual; una ciencia que apunte a la dialéctica concreta de la psicología, ubicada dentro del ámbito del materialismo histórico, a la que el marxismo puede aportar esta ubicación filosófica y una inspiración metodológica para hallar sus propios conceptos y métodos de análisis.

Esta mirada debe centrarse en los fenómenos más desarrollados para explicar las dinámicas y posibilidades de los menos desarrollados, siguiendo el “método retroductivo” de Marx, clave analítica para una dialéctica abierta, no teleológica y profundamente histórica, enfocada hacia el futuro del desarrollo subjetivo y no al miserable estado actual determinado por las relaciones sociales capitalistas. Respecto a la psicología humana, significa centrarse en la conciencia y la voluntad para estudiar el resto.

En estos dos puntos puede abrirse un diálogo productivo con el psicoanálisis, respecto al cual Vigotski veía la mirada de Freud como ecléctica, oscilando entre diferentes filosofías, sea -agregamos- el idealismo de Brentano o un materialismo contemplativo al estilo Feuerbach. La clarificación de una posición materialista dialéctica continuaría intentos como el de José Bleger.9 Sobre el segundo, el eje en la conciencia y sus determinaciones sociales e históricas también puede ser productivo, diálogo que Vigotski ensayó directamente en su mencionado prólogo.

 

Lecciones de paidología: la dialéctica del desarrollo infantil

Lecciones de paidología compila un curso que Vigotski dictó entre 1933 y 1934, que publicamos por primera vez en castellano completas tal como fueron editadas en ruso10, junto a otras clases y textos paidológicos. Apoyado ya en su psicología general “histórico-cultural”, Vigotski despliega su mirada sobre la ciencia del desarrollo del niño.

Vigotski define al desarrollo como proceso complejo que implica la emergencia de lo nuevo: contra el preformismo (genético, por ejemplo) y la visión del niño como tábula rasa, “el desarrollo es el proceso de formación del hombre o de la personalidad que se realiza mediante el surgimiento, en cada estadio, de nuevas cualidades, de nuevas formaciones específicas del hombre, preparadas por todo el curso anterior del desarrollo y no presentes en forma dada en los estadios previos.” Por lo que “el pasado tiene en el futuro una influencia inmediata en el surgimiento del presente”, es un proceso determinado pero abierto.

Respecto al método, Vigotski resalta la necesidad de pasar de un método sintomático (descriptivo) a uno clínico, los procesos internos que originan las manifestaciones observables, con lo cual contrasta absolutamente con los criterios positivistas puramente descriptivos de la psiquiatría hegemónica codificada en el DSM por ejemplo. Para esto, apunta a un método que tenga en cuenta las totalidades o unidades de análisis dialécticas, como clave para superar dualismos y dicotomías típicos. En esto sigue el análisis “celular” que hace Marx de la mercancía en El capital (unidad de valor de uso y valor de cambio), y de aquí vienen conceptos muy conocidos pero poco comprendidos como zona de desarrollo próximo (unidad de desarrollo y aprendizaje), clave para comprender la dinámica del desarrollo de las funciones psicológicas propiamente humanas, o la vivencia (unidad de conciencia y situación social del desarrollo), clave para comprender la relación cambiante entre personalidad y medio social). La vivencia es “el prisma que refracta la influencia del medio en el niño, es decir, [...] de qué manera éste toma conciencia, comprende y se relaciona afectivamente con un determinado evento”, y es siempre emocional y consciente. Por ejemplo, la crisis de los 7 años va dar lugar a la emergencia de una vivencia cargada de sentido de sí, inexistente previamente. Vale aclarar que las emociones son parte de las FPS y como tales están en unidad con los procesos de pensamiento, los cuales están mediados por el lenguaje, son profundamente culturales. Con lo cual desde esta perspectiva es posible un estudio de las emociones evitando las dicotomías biología/cultura, individual/social, razón/emoción.

Otro aspecto destacable es que, en el desarrollo de la personalidad y cualidades específicamente humanas, el medio interviene como fuente del desarrollo. ¿Cuál es la importancia teórica de esto? Que “el hombre -dice Vigotski- es un ser social, que sin la interacción con la sociedad nunca desarrollará las cualidades y propiedades que se han desarrollado como resultado del desarrollo histórico de toda la humanidad”. Las particularidades humanas históricamente desarrolladas también “son inherentes al hombre en virtud de su estructura orgánica hereditaria, pero existen en cada hombre gracias a que es miembro de cierto grupo social, a que es cierta unidad histórica que vive en una época histórica determinada, en determinadas condiciones históricas.”11 Y plantea en este punto una “Ley fundamental”:

“las funciones psicológicas superiores del niño, las propiedades superiores y específicas del hombre, surgen originariamente como formas de conducta colectiva del niño, como formas de colaboración con otras personas, y solo después se convierten en funciones internas e individuales del niño.”12

Vigotski señala que es necesario poner en pie una “psicología general” (base de psicologías particulares), fundada en un punto de vista materialista pero no mecánico sino dialéctico: que aborde al ser humano y los fenómenos mentales como emergentes materiales complejos de diferentes niveles de organización material (físico, químico, biológico, histórico-cultural)

Por ejemplo, el habla interna, medio del pensamiento, tiene su origen en el habla externa, medio de comunicación. Encontramos acá una clave psicogenética central, que contrasta con la mirada piagetiana, centrada en procesos de equilibración de estructuras individuales. A su vez, profundiza la antropología marxista y la complementa con una explicación psicológica del desarrollo propiamente humano en tanto profundamente social y colaborativo. Y contrasta con miradas como las liberales13, que al naturalizar al capitalismo como acorde a la “naturaleza humana” (individualista, competitiva, etc.), hipostasian esas supuestas características “naturales”.

El curso concluye con las leyes generales del desarrollo psicológico y los sistemas endócrino y nervioso central, “aspectos de un único proceso”, en el cual el crecimiento no es una causa primaria sino un resultado de la diferenciación funcional. Nuevamente, una mirada dialéctica de la totalidad contra los reduccionismos.

Finalmente, la segunda parte del libro desarrolla el concepto de edad paidológica (no cronológica) y la dialéctica concreta del desarrollo infantil, con acento en las crisis, “acontecimientos revolucionarios” análogos al estudio de los regímenes históricos o del surgimiento de nuevas especies orgánicas. Hay 6 crisis a lo largo de todo el desarrollo (neonatal, al año paidológico, a los tres, siete, trece y diecisiete). Son “momentos donde las relaciones sociales se vuelven más difíciles” pues surge un “nuevo tipo de estructura de la personalidad y de su actividad, esos cambios físicos y sociales que surgen en un estadio dado por primera vez y determinan fundamental y radicalmente la conciencia del niño respecto del medio, su vida interna y externa y todo el curso de su desarrollo en el período en cuestión”. Pero son cruciales:

“Cada crisis -afirma- se presenta como una emancipación del niño, como el crecimiento de su actividad, como su separación de quienes le rodean, pero esa separación, esa diferenciación y esa actividad no significan necesariamente un aislamiento, sino el surgimiento de relaciones más complejas.”14

Por ejemplo, en la crisis de los tres años aparece por primera vez algo tan importante como la voluntad, pero de una forma negativa, hipobúlica, se vuelve terco y negativo. Ahora bien, si no se da esta crisis, esa voluntad incipiente vacila y conduce a la abulia. Luego de esa crisis, surgen en el niño las relaciones sociales, cierta conciencia de la relación con quienes lo rodean. Vigotski plantea que “muchos autores ponen incluso en duda la necesidad interna de su existencia. Muchos tienden a tomarlas más por ‘enfermedades’” del desarrollo, que por períodos internamente necesarios. “Casi ningún investigador burgués -dice- ha logrado tomar conciencia de su verdadero significado teórico.” ¿Cuántos niños atravesando estas crisis caen en las redes normalizadoras de enfoques reduccionistas que las atribuyen a “anormalidades” a etiquetar y “normalizar”?

Acá terminamos este breve recorrido. Esperamos que estas puertas abiertas animen al lector y lectora a acercarse un encuentro, sin dudas provechoso, de la obra vigotskiana. ◼

Notas

1. Editor de las colecciones Ecología y Marxismo y Ciencia y Marxismo en Ediciones IPS.
2. Ver Vigotski, Lev y Luria, Alexander, “Prólogo a la edición rusa de Más allá del principio del placer de Freud”, en El psicoanálisis y la revolución de octubre, Buenos Aires, Topia, 2017.
3. Ver Carpintero, Enrique, en El psicoanálisis y la revolución de octubre, ob. cit.
4. Buenos Aires, Colihue, 2017.
5. Buenos Aires, Colihue, 2007.
6. Duarte, Juan, “’Cuadernos de notas’ de Lev Vigotski”, revista Slavia. Disponible en https://eslavia.com.ar/cuadernos-de-notas-de-lev-vigotski/
7. Para ampliar ver Duarte, J. y Minini, P., “Rescatando las piedras angulares del marxismo de Vigotski”, Prólogo a Vigotski, L., El significado histórico de la crisis de la psicología, Buenos Aires, Ediciones IPS, 2022.
8. Ver Rose, Steven y Rose, Hilary, Genes, células y cerebros, Buenos Aires, Ediciones IPS, 2019.
9. Bleger, José, Psicoanálisis y dialéctica materialista, Buenos Aires, Paidós, 1958.
10. Buenos Aires, Ediciones IPS, 2024.
11. ob. cit., p. 107.
12. Ídem.
13. Albamonte, Emilio, Maielo, Matías, “La cooperación como potencia de la clase trabajadora y la lucha por el socialismo”, revista Ideas de Izquierda, 14/07/2024.
14. ob. cit., p. 216.

 

Juan Duarte, Lic. en Psicología (UBA)1
juanma.duarte [at] gmail.com
IG: @juanmaduarte

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Articulo publicado en
Noviembre / 2024