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APORTES TEÓRICOS DEL PSICOANÁLISIS PARA PENSAR EL ENGENDRAMIENTO DE LA CULTURA

 

Title: Psychoanalisis and culture

RESUMO: O intuito deste texto é percorrer os principais textos com cunho antropológico de Freud, a saber, “Totem e tabu” (1913 [1912-13]), “Psicologia das massas e análise do eu” (1921) e, mormente, “Mal-estar na cultura” (1930 [1929]), frisando os pontos que priorizam, no pensamento psicanalitico, a morte do Pai como fundadora do socius. Em Freud o interdito da morte do Pai é a condição da cultura, apontando que não há realidade social sem regulação, mesmo na transgressão.

Palavras-chave: cultura, ‘morte do Pai’, psicanálise.

ABSTRACT: The intention of this text is to cover the main texts with anthropologic matrix of Freud, as, “Totem e tabu” (1913 [1912-13]), “Psicologia das massas e análise do eu” (1921) and, especially, “Mal-estar na cultura” (1930 [1929]), emphasizing the points that prioritize, in the psychoanalitical thought, the Father`s death as founding of the socius. In Freud the interdict of the Father’s death is the condition of the culture, pointing that doesn`t have social reality without regulation, still that it is in trespass.

Keywords: culture, ‘Father’s death’, psychoanalisis

Freud, al componer la teoría psicoanalítica partiendo de las cuestiones levantadas en la clínica y en la vida real y utilizando lo saber médico de la epoca, tenía en la mente elucidar el proceso de constitución y desarrollo del psiquismo individual respeto a la égide del inconsciente, su principal descubrimiento. Pero, el interés por lo colectivo y su constante preocupación con los orígenes sociales de la individualización también se manifiestan a lo largo de su obra, y una parte significativa de lo que escribió se destina a reflejar sobre las consecuencias del descrubrimiento del inconsciente en la escena social.

Si en Freud, la necesidad de comprensión del colectivo se manifiesta desde el principio, es en Totem e tabu (FREUD, [1912-13]/1980) que él expone de manera consistente los factores cruciales y necesarios para la comprensión de la sociedad occidental: la hipótesis de la horda y de la muerte del padre primordial, lo que culmina en la interdición del incesto, la ley primordial, puesta en el origen de la estruturación individual y en la genesis de la organización socio cultural. Luego, Toten y tabu serían su primer intento en "(...)aplicar el punto de vista y las descobiertas de la psicoanálisis a algunos problemas no solucionados de la psicología social (...)" (FREUD, [1912-13]/1980:17). La hipótesis de la horda primordial, suporte lógico de la identificación con un ideal, merece ser reproducida integralmente, una vez que describe con clareza la constitución del colectivo a partir del asesinato del Padre, que origina la prohibición de matar y la prohibición del incesto. Tal contexto se caracterizaba por la presencia de

“(...) um pai violento e ciumento que guarda todas as fêmeas para si próprio e expulsa os filhos à medida que crescem. (...) Certo dia, os irmãos que tinham sido expulsos retornaram juntos, mataram e devoraram o pai, colocando assim um fim à horda patriarcal. Unidos, tiveram a coragem de fazê-lo e foram bem sucedidos no que lhes teria sido impossível fazer individualmente. (...) O violento pai primevo fora sem dúvida o temido e invejado modelo de cada um do grupo de irmãos; e, pelo ato de devorá-lo, realizavam a identificação com ele, cada um deles adquirindo uma parte de sua força. (...) Odiavam o pai, que representava um obstáculo tão formidável ao seu anseio de poder e aos desejos sexuais; mas amavam-no e admiravam-no também. Após terem-se livrado dele, satisfeito o ódio e postos em prática os desejos de identificarem-se com ele, a afeição que todo esse tempo tinha sido recalcada estava fadada a fazer-se sentir e assim o fez sob a forma de remorso. (...) O pai morto tornou-se mais forte do que o fora em vida (...) O que até então fora interdito por sua existência real foi doravante proibido pelos próprios filhos (...) Embora os irmãos se tivessem reunido para derrotar o pai, todos eram rivais uns dos outros em relação às mulheres. A nova organização terminaria numa luta de todos contra todos (...) Assim, os irmãos não tiveram outra alternativa se queriam viver juntos, (...) do que instituir a lei contra o incesto, pela qual todos, de igual modo, renunciavam às mulheres que desejavam e que tinham sido o motivo principal para se livrarem do pai. Dessa maneira, salvaram a organização que os tornara fortes (...) Garantindo assim a vida uns dos outros, os irmãos estavam declarando que nenhum deles devia ser tratado por outro como o pai fora tratado por todos em conjunto” (FREUD, [1912-13]/1980:169-174).

Los hermanos mataram el Padre y, para transponer la rivalidad que se instauró entre ellos y garantizar sus vidas, prohibieron la muerte y renunciaron al deseo incestuoso. En este proceso, el Padre es entonces, reconocido, amado e idealizado. Es necesario resaltar que la idealización del Padre se da despues de haber sido muerto. De esa forma, cada uno de los hermanos renunció a su ideal de poseer la posición del Padre para sí y tener a la madre. La infraestructura lógica del mito freudiano es el Padre real, el Padre tirano de la horda primeva; aquel que desfruta de todas las mujeres, que reserva para si el Gozo y por eso, permanece sin vínculos, aquél que Goza e impede el Gozo a los hijos: que no es castrado, o sea, es anterior a la ley que enuncía la prohibición. El Gozo sin límites del Padre tirano refleja su onipotencia y su poder absoluto y desencadea por lo tanto, la envidia en los hijos. El Padre real, no castrado y "Gozador", situa el Gozo fuera de la ley, por lo tanto, fuera del discurso, del orden simbolico, por fin, de la cultura. Las nociones de Padre real y de Gozo absoluto son constructos que visan una aproximación de lo real.

A la época del mito de la horda primeva es anterior al tiempo del mito de Édipo; es un tiempo en lo que el Gozo es total porque no se distingue de la ley. A partir de la concepción del Padre primevo como único se torna posible pensar el asesinato de lo mismo que, por su vez, inaugura un tiempo histórico, el tiempo del mito de Édipo, a partir de lo cual Gozo y ley se tornan distintos. El mito de la horda primeva explica la transformación del Padre real en Padre simbólico, que encarna la ley de la prohibición de lo incesto. Es preciso la intervención del Padre simbólico, del Nombre-del-Padre, según Lacan, para que el Gozo ilimitado se ordene:

“(...) o assassinato do pai não abre a via para o Gozo que sua presença era suposta interditar, mas ele reforça sua interdição. (...) O obstáculo sendo exterminado sob a forma do assassinato, nem por isso o Gozo deixa de permanecer interditado, e ainda mais, essa interdição é reforçada.” (LACAN, [1959]/1991:216).

Con la instauración de lo veto al incesto, todos los hombres se quedan castrados. Por intermedio de la prohibición del incesto y de la consecuente renúncia al Gozo desmedido, todos pasam a tenr derecho al ejercicio de la sexualidad, pero, de acuerdo con la regla comun. Si, por un lado, el Gozo del Outro es sin medida, por otro, el Gozo fálico es limitado, pues ya es una regulación, una organización del Gozo absoluto.

Mientras la relación del deseo con el significante ocurre, metonimicamente, a través de la cadea significante, la relación del Gozo sin límites con el significante es de exclusión. De acuerdo con Miller, “(...) la supuesta introjección de lo super yo sólo encuentra su estructura a partir de la exclusión interna del Gozo en relación al campo do simbolico” (MILLER, 1987:159-160). La exclusión interna del Gozo en referencia al significante es una referencia explícita al Gozo ilimitado, una vez que cabe al significante capturar lo que es de lo ambito del Gozo limitado.

Ya el mito de Totem e tabu ([1913]/1980), además de ser una referencia básica al concepto de función del padre, enuncia una tesis sobre el origen de la sociedad y de sus instituiciones fundamentales. Con la hipótesis del asesinato primordial, Freud intenta explicar la instauración de la cultura por medio de la prohibición del incesto y sus efectos inconscientes, así como el lazo social como determinado por la identificación recíproca de los hermanos, a partir de la idealización del Padre.

En Psicologia das massas e análise do eu, Freud afirma que “(...) lo grupo nos presenta como uma reviviscencia de la horda primeva” (FREUD, [1921]/1980:156). Así, él deposita la esencia del grupo en lo vínculo libidinal inibido en su finalidad, responsable por los lazos duraderos entre los indivíduos. Para esclarecer la natureza de los lazos que unen a los miembros del grupo, recorre a la noción de identificación. Según él, el vínculo existente entre los miembros de un grupo es fruto de una identificación, basada en una importante cualidade emocional comum, que reside en el tipo de lazo con el líder.

A partir de esos factores, él emite la fórmula para la constitución libidinal de los grupos, retomada aqui: “Un grupo primario (...) es un cierto numero de indivíduos que pusieron un sólo y mismo objeto en el lugar de su ideal del yo y, consecuentemente, se identificaron unos con los otros en su yo” (FREUD, [1921]/1980:147). Todos almejan el amor del líder y, sólo así, pueden vencer a la hostilidad mútua. Esta es la situación delineada en el mito del Padre primevo, creado por Freud en Totem e tabu, o sea, los componentes del grupo se identifican unos con los otros a partir del elemento recalcado común a todos.

En O mal-estar na cultura ([1929]/1980) si, por un lado, Freud aponta como una de las tendencias de la cultura ampliar a la unidad social, a través del ‘amor’, sea él en su forma derecha, el amor sexual, o en su forma modificada, inibido en su objetivo primario (el afeto), por otro lado, indica una segunda tendencia de la cultura: restringir la satisfación de las pulsiones, tanto las sexuales cuanto las agresivas. Por conseguinte, la restrición de la pulsión sexual es traducida, en última análisis, por la prohibición del incesto. Segundo Lacan, “el deseo por la madre no podría ser satisfecho pues el es el fin el término, la abolición del mundo entero de la demanda, que es lo que estructura más profundamente el inconsciente del ser humano” (LACAN, [1959]/1991:87). En otras palabras, la realización del incesto quitaría el ser humano de la cultura.

La inhibición de la pulsión destructiva es, por su vez, traducida por la prohibición de matar y por la exigencia ideal de amar al próximo como a si mismo, imperativo que funciona como freno a la agresividad y que, por más paradoxal que parezca, decorre de un impulso más temible que se traduce en el deseo de destruir al próximo. En Novas conferências introdutórias sobre psicanálise, Freud afirma que “(...) parece necesario que destruamos alguna otra cosa o persona, para que no destruamos a nosotros mismos, a fin de que nos protejamos contra la impulsión de autodestruccíon.” (FREUD, [1932]/1980:132). En otras palabras, la agresividade originária tiene que ser satisfecha, para fuera o para dentro: o se destruye al próximo, o a si mismo.

La agresividad, incluída en un conjunto psíquico con el masoquismo originário, la pulsión de muerte y el super yo también constituye la basis de las relaciones de afeto y de amor entre las personas. Según Freud, “(...) esa característica indestructible de la naturaleza humana seguirá la cultura” (FREUD, [1929]/1980:136). Para mejor comprender la noción de agresividad (energia inherente a la pulsión de muerte) en el contexto de la segunda teoría de las pulsiones, urge remontar a la evolución de este tema en el pensamiento freudiano.

En el texto A concepção psicanalítica da perturbação psicogênica da visão ([1910]/1980), leal al dualismo inicial que norteó su pensamiento, Freud distingue las pulsiones sexuales, movidas por la libido, de las pulsiones de autoconservación o pulsiones del yo, no-libidinales. Pero, en Sobre o narcisismo: uma introdução (FREUD, 1914/1980), a partir de las nociones de libido objetal y libido narcísica, concluye que el yo es también investido libidinalmente, lo que trata la libido como la energia que mueve los dos estilos de pulsiones.

En Além do princípio de prazer ([1920]/1980), Freud admite que, al lado de Eros, que tiende a preservar y unir, existe Tânatos, que tiende a destruir y matar. Estableciendo así un nuevo dualismo pulsional. De un lado, la pulsión de vida, que englobaría las pulsiones sexuales y las pulsiones Del yo, que tienen como energia la libido, y de otro la pulsión de muerte, dónde afirma la independencia de la pulsión de destruición, pero reluta e atribuirle autonomia con relaión a la sexualidad. Esa relutancia permanece en el texto O problema econômico do masoquismo (FREUD, [1924]/1980), en el que, mismo afirmando la hipótesis de la existencia de un masoquismo primário como cierta, mantiene este modo de masoquismo atado a la libido:

“Uma parte da pulsão [de destruição] é colocada diretamente a serviço da função sexual, onde tem um papel importante a desempenhar. Este é o sadismo propriamente dito. Outra porção não compartilha dessa transposição para fora; permanece dentro do organismo e, (...) lá fica libidinalmente presa” (FREUD, [1924]/1980:204).

Así, surge en Freud la cuestión: si es la libido la energia que mueve las pulsiones sexuales y las pulsiones del yo, ¿cúal es la energia que mueve la pulsión de muerte? Esta cuestión solamente será respondida sin reluctancia diez años después, en O mal-estar na cultura (FREUD, [1929]/1980), cuando Freud defiende la autonomia de la pulsión de muerte al referirse a la destructividad como la energia inherente a esta pulsión, tal como la libido es inherente a la sexualidad y a la pulsión de vida. Él entonces prosigue su análisis del colectivo, yá puesta sobretodo en Totem e tabu y Psicologia das massas e análise do eu, en el sentido de comprobar que hay una conformidad casi completa entre lo individual y lo colectivo, y que el desarrollo de la cultura constituye un proceso comparable al de lo desarrollo del individuo. También de acuerdo con Lacan, los desarrollos de la cultura y del sujeto siguen las mismas líneas.

Caracterizando tales procesos, Freud emprega la metafora de la lucha entre Eros y Tânatos y en lo que se refiere a la cultura, afirma que lo intuito de esta batalla es ampliar la unidad social y restringir la satisfación de las pulsiones. Al referirse a los fundamentos de la vida comunitaria, atribuye a Eros y a Ananke (amor y necesidad, respectivamente) el origen de la cultura. Eros, el mito del poder del amor, que se esfuerza en la búsqueda de objetos, en el sentido de preservar la especie, y Ananke que visa a la preservación del individuo. Según él:

“O amor que fundou a família continua a operar na cultura, tanto em sua forma original, em que não renuncia à satisfação sexual direta, quanto em sua forma modificada, como afeição inibida em sua finalidade. Em cada uma delas, continua a realizar sua função de reunir consideráveis quantidades de pessoas, de um modo mais intensivo do que o que pode ser efetuado através do interesse pelo trabalho comum. (...) O amor com uma finalidade inibida foi de fato, amor plenamente sensual, e ainda o é no inconsciente do homem. (...) O amor genital conduz à formação de novas famílias, e o amor inibido em sua finalidade, a ‘amizades’ que se tornam valiosas, de um ponto de vista cultural, por fugirem a algumas das limitações do amor genital, como por exemplo, à sua exclusividade.” (FREUD, [1929]/1980:123).

Por otra mano, aun en este artigo, Freud no más resiste en a la destructividad, energia de la pulsión de muerte, su quiñón en esta instauración cultural. Para él,

“(...) a inclinação para a agressão constitui, no homem, uma disposição pulsional original e auto-subsistente, e (...) que ela é o maior impedimento à cultura. (...) Essa pulsão agressiva é a derivada e a principal representante da pulsão de morte, que descobrimos lado a lado de Eros e que com este divide o domínio do mundo.” (FREUD, [1929]/1980:144).

La agresividad originaria de los seres humanos lo más grande impedimiento a la cultura, que exige, entonces, que el ser humano renuncie a la satisfación de las pulsiones agresivas, así como de las pulsiones sexuales. Freud, al colocar en pauta la cuestión de como procede la cultura para inibir la agresividad que se le opone, responde: “su agresividad es introjetada, internalizada; ella es, en realidad, enviada de vuelta para el lugar de donde provino, o sea, dirigida en el sentido de su propio yo” (FREUD, [1929]/1980:146), así él indica lo surgimiento del super yo, la tensión que se instaura entre éste y el yo, y el aparecimiento del sentimiento de culpa como resultado de esta tensión. “Ese conflicto es puesto en ación tan luego los hombres se defrontem con la tarea de viviren juntos” (FREUD, [1929]/1980:156). Podemos concluir que en Freud

“(...) o supereu é um dos nomes do inconsciente. O supereu é o nome eminente do inconsciente na medida em que o sujeito se apresenta ante si mesmo como dependendo radicalmente do inconsciente. (...) O supereu (...) é o inconsciente como lei. (...) se introduz na teoria para dar conta da coação que o inconsciente exerce sobre o sujeito (...)” (MILLER, 1987:136).

Pero, si por un lado Freud señaliza las semejanzas entre el proceso de desarrollo del individuo y el proceso civilizatorio, por otro, él también asígnala la distinción entre ellos. En el primer, impera el princípio del placer, en búsqueda de la felicidad, pero, en vista del desamparo y de la dependencia absoluta, en el sentido de la sobrevivencia, el individuo precisa integrarse y adaptarse a la comunidad. Para el autor,

“(...) o desenvolvimento do indivíduo nos parece ser um produto da integração entre duas premências, a premência no sentido da felicidade, que geralmente chamamos de ‘egoísta’, e a premência no sentido da união com os outros da comunidade, que chamamos de ‘altruísta’. (...) No processo de desenvolvimento individual (...) a ênfase principal recai sobretudo na premência egoísta (ou a premência no sentido da felicidade), ao passo que a outra premência, a que pode ser descrita como ‘cultural’, geralmente se contenta com a função de impor restrições” (FREUD, [1929]/1980:165).

En el processo civilizatorio lo que importa es la unión entre los individuos, formando una comunidad humana. El objetivo de la felicidad egóica es relegado al segundo plan. La felicidad del individuo es un valor desprezible del punto de vista de la cultura. Para Freud, “la felicidad (...) es algo esencialmente subjetivo” (FREUD, [1929]/1980:108). En O mal-estar na cultura, Freud prosigue en raciocinio semejante:

“(...) o indivíduo humano participa do curso do desenvolvimento da humanidade, ao mesmo tempo em que persegue o seu próprio caminho na vida. (...) as duas premências, a que se volta para a felicidade pessoal e a que se dirige para a união com os outros seres humanos, devem lutar entre si em todo indivíduo, e assim também os dois processos de desenvolvimento, o individual e o cultural, têm de colocar-se numa oposição hostil um para com o outro e disputar-se mutuamente a posse do terreno” (FREUD, [1929]/1980, pp. 165-166).

Concluyendo, no hay como eliminar lãs pulsiones agresivas. Se puede todavía, de acuerdo con Freud, disminuir sus efectos contraponiéndole su protagonista, Eros, en el sentido de promover el estrechamiento de los lazos emocionales entre los individuos. Una comunidad se instituye por la fuerza coercitiva de la ley por los lazos emocionales entre sus miembros. La ley es la fuerza coercitiva de una comunidad. Lo que pasa es una transmutación de la violência individual para la violencia social. Por su vez, la unión de los miembros de la comunidad, al rededor de los sentimientos e ideales comunes, favorece lo establecimiento de lazos emocionales (amorosos y sociales), que son también poderosa fuente de la fuerza social.

Referências bibliográficas

FREUD, S. A concepção psicanalítica da perturbação psicogênica da visão. ([1910]/1980). Rio de Janeiro: Imago. 12 pp. (Edição Standard brasileira das obras completas de Sigmund Freud, 3)

_____. Além do princípio de prazer. ([1920]/1980). Rio de Janeiro: Imago. 76 pp. (Edição Standard brasileira das obras completas de Sigmund Freud, 3)

_____. Novas conferências introdutórias sobre psicanálise. ([1932]/1980). Rio de Janeiro, Imago. 210 pp. (Edição Standard brasileira das obras completas de Sigmund Freud, 3)

_____. O mal-estar na cultura. ([1929]/1980). Rio de Janeiro: Imago. 100 pp. (Edição Standard brasileira das obras completas de Sigmund Freud, 3)

_____. O problema econômico do masoquismo. ([1924]/1980). Rio de Janeiro: Imago. 18 pp. (Edição Standard brasileira das obras completas de Sigmund Freud, 3)

_____. Psicologia das massas e análise do eu. ([1921]/1980). Rio de Janeiro: Imago. 94 pp. (Edição Standard brasileira das obras completas de Sigmund Freud, 3)

_____. Sobre o narcisismo: uma introdução. ([1914]/1980). Rio de Janeiro: Imago. 38 pp. (Edição Standard brasileira das obras completas de Sigmund Freud, 3)

_____. Totem e tabu. ([1912-13]/1980). Rio de Janeiro. Imago. 186 pp. (Edição Standard brasileira das obras completas de Sigmund Freud, 3)

LACAN, J. O seminário. Livro 7. A ética da psicanálise. ([1959-60]/1991). Rio de Janeiro: Jorge Zahar.

MILLER, Jacques-Alain. (1987). Recorrido de Lacan. Buenos Aires: Manantial.

 

 

Marcel de Almeida FreitasMaestría en Psicologia Social - Profesor - UniversidadFederal de Minas Gerais (depto de sociologia e antropologia)

marleoni [at] yahoo.com.br

 
Articulo publicado en
Agosto / 2004