En este libro la autora describe su experiencia y sus vivencias a partir del trabajo como directora del Centro Atención Psicosocial Casandra. Su texto se muestra como un entramado donde vamos a transitar un espacio-tiempo muy singular en el que debemos despojarnos de las señales impuestas por la normatividad. De allí que nos señala: “Tomé sin saberlo una indicación de Pichon Rivière que dice que ‘la crónica del itinerario de un pensamiento, será necesariamente autobiográfica, no es conceptual porque se sustenta en un fundamento motivacional de experiencia vivida.’”