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AMERICAN WAY OF DEATH

 
El “Eros CTD” y lo que nunca podrá darse

Uno lee ciertas noticias y no puede menos que pensar. Es un viejo hábito arraigado y muy difícil de erradicar éste de leer y pensar. Uno no es posmoderno, ni lo quiere ser. (Porque los posmodernos se echan a perder) ¡Que vamos a hacer! Mejor es asumirse tal cual uno es.

Uno leyó, por ejemplo, que en abril de 2000, las autoridades sanitarias de Estados Unidos aprobaron la fabricación y venta de un aparato que sirve para estimular el clítoris y consta de una pequeña bomba de succión. Se llama “Eros CTD”…Uno piensa: “¡Ojalá se te dé Eros!”…Y Uno lo desea de todo corazón…Porque cuando comienza a imaginar a la mina colocándose en “la zona” el adminículo a pilas... Uno piensa: “¡Que se te va a dar, Eros! ¡Cómo pueden ser tan ridículos! ¡Por favor!”… Uno no puede menos que pensar: ¿Pero estos tipos no se dan cuenta? (¡No, evidentemente no se dan cuenta!) ¿Cómo puede ser que presenten esto en serio? ¿Están tan en la estratosfera?... (¡Y sí, hay que convencerse de que están tan en la estratosfera nomás!)

¡Una bomba de succión! ¡Pero Loco, ¿Ustedes vieron alguna vez una mina? ¿Saben lo que es una caricia? ¿Alguna vez oyeron hablar de lo que es estar enamorado? ¿Alguna vez en vuestras putas vidas recorrieron el cuerpo de una mujer con las manos. Sus pantorrillas, sus muslos, sus caderas, su panza, sus pechos? ¿Recorrieron ese cuerpo con los labios?

Por casualidad: ¿Ustedes conocen que existe un adminículo llamado lengua, que funciona sin pilas? ¿Que en última instancia existen la saliva y el dedo?! ¿No se les cruza por el melón que la humanidad se las arregló lo más bien, durante milenios, sin el “Eros CTD”?

¿Qué tipo bomba les succionó el cerebro? ¿Funcionaba a pilas, era eléctrica o manual?

¡Te lo digo ya, clarito, y de una sola vez!: ¡En Estados Unidos, nunca, ni por casualidad se te va a dar, Eros! ¡Tomatelás de ahí, Eros! ¡Rajá, antes que sea demasiado tarde!

El “Orgasmatrón” y los orgasmos de las matronas sin patrón.

Uno siguió leyendo pese a todo. Y siguió pensando. Uno leyó, hace mucho, mucho tiempo, lo que decía “El Principito”: que lo esencial es invisible a los ojos. Por eso, uno no se queda con la apariencia de lo que lee, y piensa.

Uno leyó, por ejemplo, en noviembre de 2003, que las autoridades sanitarias de Estados Unidos (¡nuevamente!) autorizaron a su creador, a hacer ensayos en pacientes con un dispositivo que, implantado en la columna vertebral, dispara el orgasmo.

El dispositivo recibió el nombre de “Orgasmatrón”, porque así se llamaba un aparato similar que aparecía en la película “Barbarella”, en 1968.

Como vemos, del cine a la realidad. La naturaleza imita al arte, decía Oscar Wilde. Aquí es la medicina (¿…?) la que imita al arte (¿…?).

El genio creador de éste dispositivo descubrió sus efectos de pura casualidad, mientras efectuaba una intervención quirúrgica para aliviar el dolor a una paciente. Otros especialistas ya se habían topado con el mismo efecto. Pero, a diferencia de los otros, este señor fue rapidito y patentó el método, hace unos dos años. O sea: vos primero vas y lo patentás. Después ves si sirve o no.

El aparatito cuesta 13.000 dólares. ¡Una bicoca! ¿Quién no tiene 13.000 dólares?

En este caso, la mina que tiene problemas para tener el orgasmo (1) acciona un control remoto que envía señales a un  dispositivo implantado bajo su piel, el que (2) activa electrodos en la columna vertebral, los que a su vez (3) envían señales al cerebro para que (4) finalmente se dispare el orgasmo…

Digo yo, ¿no es mucho más barato y rápido masturbarse? ¡Eso sin tomar en cuenta los riesgos de infección y complicaciones que existen al implantar algo bajo la piel e intervenir en la columna vertebral!

Pero me imagino a la mina, solita, dándole al control remoto… ¿No es triste? ¿No es desolador? ¿No es repelotudo, como el genio que ideó todo esto?

Uno le ve la cara en la fotografía del diario al “creador” del “Orgasmatrón”, hablando por su teléfono celular y comprende, se explica. ¡¿Cómo se puede ser tan pelotudo?!

Digo yo ¿Estos tipos no saben que la sexualidad humana es por lo menos de a dos? ¿No saben que en cualquier conducta humana intervienen montones de factores, y que actuando sobre uno sólo de ellos no se modifica el conjunto? ¿Estos tipos no saben que la sexualidad humana no es un reflejo biológico, sino resultado de una historia de vida, de preferencias, creencias y valores dentro de una cultura? ¡¿Dónde se criaron?!

Yo lo condenaría de por vida, al boludo ese, a tener relaciones sexuales con un control remoto.

El teniente general, la inteligencia y la memoria.

Mi hábito de leer y pensar me ayudó a encontrar una posible respuesta. El 22 de noviembre de 2003, el diario publicó la noticia de que en Irak, desde pequeños carritos tirados por burros, habían bombardeado con cohetes Katiushka los hoteles Palestina y Sheraton y el Ministerio de Hidrocarburos, en pleno centro de la superprotegida Bagdad.

El subdirector de operaciones del ejército de Estados Unidos, teniente general Mar Kimmit, declaró en rueda de prensa al referirse a los ataques: “Es un enemigo muy astuto, que sabe que no contamos con la mejor inteligencia del mundo”.

¡Ya nos habíamos dado cuenta general! ¡Con los orgasmos que tienen ustedes no esperábamos otra cosa! ¡Es más, sería un milagro que fuera distinto! Cuando Ud. menciona la palabra inteligencia se refiere a espionaje, pero para nosotros la inteligencia tiene otra connotación, mucho más amplia. Ustedes tienen armas muy sofisticadas y poderosas, pero parece que no basta. Parece que la inteligencia está en otro lado. No sé si recuerda Vietnam. Allí también Uds. tenían armas mucho más sofisticadas y poderosas que los vietnamitas y equipos de comunicación, etc., etc. No sé si recuerda que pasó. Vietnam era un lugar muy pantanoso, ¿recuerda? Y Uds. se “empantanaron” ahí durante años, hasta que tuvieron que retirarse (¡huir, bah!) de manera para nada elegante. Debe ser por eso que los únicos capaces de “empantanarse” en medio de un desierto son Uds.

¿Recuerda que los jóvenes de ésa época les decían: “Haga el amor, no la guerra”? Pero, a juzgar por los inventos de los aparatitos del orgasmo, se ve que el amor no es vuestro fuerte… Queda claro, además, porqué Uds. prefirieron seguir con las guerras…

Una sugerencia, general: (¡Tenga en cuenta que yo no soy militar, ¿eh?!) ¿Por qué no prueban con la bomba de succionar el clítoris o el orgasmo a control remoto? ¡Se ganarían a todas las iraquesas! Luego ellas contribuirían a conquistar los corazones y las mentes (y los genitales) de los iraquíes, que era lo que Uds. querían. Además podrían venderles cientos de miles de “Eros CTD” y  “Orgasmatrón”. ¡Se llenarían de guita general. Piénselo!

Con las armas sofisticadas pueden hacer lo mismo que el inventor del “Orgasmatrón” con el control remoto: ¡Métanselas en la parte del cuerpo que más les agrade!

Una última sugerencia, gratuita como todas, (nosotros no tenemos ése hábito tan vuestro de patentar todo y pretender cobrarles regalías a los demás) ¿Porqué no inventan la máquina de cagarse a patadas y dejan en paz al resto del mundo? Las regalías dónenlas al resto de la humanidad, para reconstruir aunque sea en parte todo lo que Uds. destruyeron.

 

Carlos Caruso
carlos [at] tangosbycaruso.com

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Articulo publicado en
Septiembre / 2009