EPÍSTOLA DE SAN PABLO A LOS MAYAS, INCAS Y AZTECAS
Tendréis que esperar. Errar en sombras. Renacer en toscos
Cielos de jaspe y herrumbre. Pero en el decimoquinto siglo
De nuestra era caeremos sobre vosotros.
Vuestros templos de oro atravesarán el mar. Todo vigor
Será castrado. Cada amanecer será pecado mortal. Diezmaremos
Vuestro pueblo; los que se salven serán bautizados.
Miguel Ángel Bustos
VERBO IRREGULAR
Yo amo
Tú escribes
Él sueña
Nosotros vivimos
Vosotros cantáis
Ellos matan.
Roberto Santoro
BENEFACCIÓN
Piedad para los equivocados, para
Los que apuraron el paso y los torpes
De lentitud. Para los que hablaron bajo tortura
O presión de cualquier tipo, para los que supieron
Callar a tiempo o no pudieron mover
Un dedo; perdón por los desaires con que nos trata
La suerte; por titubeos y balbuceos. Perdón
Por el campo que crece en estos espacios de la época
Trabajosa, soberbia. Perdón
Por dejarse acunar entre huesos
Y tierras, sabihondos y suicidas, ardores
Y ocasos, imaginaciones perdidas y penumbras.
Francisco Urondo
Miguel Ángel Bustos (1932-1976), Roberto Santoro (1939-1977)
Y Francisco Urondo (1930-1976) fueron asesinados por las Fuerzas
Armadas en tiempos de la dictadura que asoló al país entre 1976 y 1983.
Edición de Cuaderno Carmín, Buenos Aires, marzo de 2006
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I
Nadie es el otro. Nada importa saber qué piensa y por qué había llegado hoy allí.
Toda idea fue previa. Ahora la única inquietud sitia la expresión de los labios
Semiabiertos. ¿Cómo saben los besos?, ¿con qué frecuencia se rozan o se alejan?,
¿cuál es el punto en que los propios rasgos desvanecen en mullidos impactos? Una tenue presión más y el encuentro de lenguas, es el momento de un giro sinuoso e imprescindible de los cuellos, cóncavo y convexo. Acompasados.
Sólo labios sin cuerpo, sólo lenguas sin voz, sólo ritmos alientados por respiros.
Abrir y cerrar. Hacia delante un desfiladero de ráfagas que intentan espiarse.
Como ojos, imaginan las líneas aplastadas de los rostros e intentan tomar distancia para abrir la mirada. Pero se alargan: caer y sostener para volver a caer y sostener. Dos en la multitud, dos aleteos de palomas sobre un cable a la espera del vuelo. Dos en un vuelo sin cielos, arrumbados, bajotecho.
Persiste la inquietud por saber el sabor de los besos. ¿Vendavales? ¿Salitre? ¿Miel de pétalos? ¿Aromas de glicinas? Ajenjo. No hay sabor en los besos transmutable en esencias.
Danza de ensalmos. Algo quebró y se aúna para embestir una y otra vez: ¿quién es?
¿quién soy?
No hay sabor en los besos y sin embargo nada está quieto, todo es asombro, nuevo.
(del libro Cripta de Amor.(2004). Inédito)
MARIA PUGLIESE
Nació en Vicente López., Pcia. de Bs.As., el 29 de mayo de 1957.
Poeta y ensayista. Publicó los libros de poemas: De uno y otro lado. Ed. Filofalsía. Bs.As.1988. Viento y cenizas y otros poemas. Hojas de Sudestada. Nº 120.La Plata.1990. Sobre un puente de cañas. Ed. Arché. Bs.As. 1990. Esquirlas. Ed. La Rama Dorada. Bs.As.1991. Voces como furias. Ed. Último Reino. Bs.As.1996.