¡¡¡Aleluya!!! El “Cambalache” del Siglo XX nos deja, nos abandona en medio del jolgorio que significa –y con que festejamos– todo lo nuevo. Se acabaron sufrires, devaluaciones, el menemismo, los dolores de panza, deudas a pagar y a cobrar (que es lo peor), en fin, se terminaron los sufrimientos(1) como por arte de magia.