Alguien quizás podría preguntarse, no sin una buena cuota de sentido común, ¿qué lleva a un niño de 6, 8 o 12 años a ser internado por Salud Mental? Sin embargo, en la CABA esto dista de ser una excepción. A modo de ejemplo, durante 2013 fueron internados en el Hospital Tobar García 43 niños de entre 5 y 12 años (14 mujeres y 29 varones). Un 25% de ellos eran menores de 10 años y el 23% tuvo una internación que se prolongó por más de 100 días.
Si el motivo que justifica una internación por Salud Mental en este rango etario (en el cual según la Ley 26.657 debe procederse según lo establecido para las internaciones involuntarias) es la existencia de un riesgo cierto e inminente para sí o para terceros, ¿puede un niño tan pequeño encarnar algo semejante?