Foucault dice que la historia tiene sentido para un intelectual cuando la resignifica en el presente del social histórico. Cuando la recontextualiza. Hemos sufrido los Argentinos de un Terrorismo de Estado feroz. Sería imperdonable olvidar las víctimas y las maquinarias represivas utilizadas por el gobierno militar. Punto final – obediencia debida e indulto han sido las respuestas de los gobiernos democráticos.
Todas las conquistas para juzgar a los culpables del genocidio – se las debemos a la lucha que sostuvieron indeclinablemente las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y las organizaciones de Derechos Humanos.
Ellos sí que no perdonan a los criminales del proceso y formaron una subjetividad donde los devenires minoritarios devuelven dignidades y solidaridades perdidas. El diagnostico de la complicidad civil durante el proceso nunca fue bien evaluado – No existe dictadura sin complicidad civil. Fueron muchos los que vivieron indiferentes frente a los crímenes diarios. Aún un sector de los que no eran partidarios al Proceso formaban parte de esa clase media que siempre se adapta al poder de turno.
Hoy surge un nuevo problema que debemos denunciar indeclinablemente, donde existen silencios cómplices y sobornos. Hace poco mas de dos meses se realizo en Córdoba un operativo diseñado por la CIA y el Pentágono que consistía en retomar el control de un país de ficción “Sudistan” que aparecía dominado por una población en sublevación.
Sudistan es una república imaginaria. Se realizaron tácticas militares para prevenir cualquier tipo de sublevación popular en Sudistan (América Latina).
En el operativo “Cabañas 2000” en la provincia cordobesa intervinieron 1200 efectivos de ocho países ( USA, Argentina, Ecuador, Chile, Perú, Bolivia, Uruguay y Paraguay) y se entrenaron veinte días para afrontar posibles brotes insurreccionales. 400 marines norteamericanos encabezaron las maniobras militares del imperialismo y nosotros prestamos nuestro territorio a cambio de lograr reequipamiento de nuestras fuerzas armadas. El gasto del operativo fue cercano a los tres millones de dólares.
Aquí ya no se trata de combatir el narcotráfico como se afirma en el plan Colombia. Se trata lisa y llanamente de ejercitar a los ejércitos Latinoamericanos para reprimir futuras sublevaciones populares. El secretario adjunto del Departamento de Estado William Brownfield estuvo en Buenos Aires el 26 de septiembre con vista al permiso de instalar en el noroeste Argentino una estación de vigilancia satelital para el control de posibles insurrecciones en el continente Latinoamericano.
James Petras dice que el imperialismo está mas fuerte que nunca y tiene “comprados” a los intelectuales Latinoamericanos con sus becas y subsidios y a los medios de información. Es cierto. Esta información detallada del operativo “Cabañas 2000” la envié a los medios y nadie se hizo eco de la denuncia. Aún los programas más contestatarios jamas hablan de la influencia norteamericana en nuestro subdesarrollo de recursos humanos.
Somos Latinoamérica, continente de pobreza relativa más amplio del mundo. Continente de miseria y hambre. El FMI dicta nuestra economía. Si escuchamos los medios pareciera que nuestro problema económico social dependiera de las peleas entre De la Rúa – Alvarez – Menem - o Santibañes. Se desinforma.
Existe una complicidad evidente de los medios con el imperialismo. Según Petras la sociología norteamericana brinda amplias becas y subsidios a los sociólogos Latinoamericanos para que sigan determinadas líneas de investigación y eviten toda mención al imperialismo. En una entrevista de Horacio Verbitsky a Guillermo O´Donnel, en Pagina/12, este ultimo le señala que en Estados Unidos nos ven como un país “africano”. Pero no menciona en ningún lugar la influencia de Estados Unidos en la creación de países “africanos” en Latinoamérica. Eso hoy es imperdonable.
Esta es la batalla y la denuncia de los intelectuales que no informan, por ejemplo la creación del nuevo pacto militar Argentino – Norteamericano diseñado hace unas semanas donde nosotros no podemos informar a nuestros compañeros Latinoamericanos del resultado del pacto.
Es imperdonable la actitud de López Murphy, pero más imperdonable es que los intelectuales críticos y los medios jueguen al juego de la desinformación deliberada.
Esta es la nueva complicidad civil que tenemos que denunciar. Eso es lo imperdonable hoy – la nueva complicidad civil atenta contra la concepción de nuestra soberanía – hoy más indefensa que nunca.
Eduardo Pavlovsky