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La izquierda como alternativa política

 
Entrevista de Matías Eskenazi y Mario Hernandez a Marcelo Ramal, legislador del FIT y a Claudio Katz, economista de izquierda

El desarrollo de la izquierda como alternativa política al agotamiento del peronismo (I)

Mario Hernandez (MH): Como prometimos, con Marcelo Ramal, legislador de la Ciudad de Buenos Aires por el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), del Partido Obrero (PO) y Claudio Katz de Economistas de Izquierda (EDI), en una mesa para conversar de economía política.

Nos han comunicado que este programa, “¿Sin salida?”, ha recibido el premio a la mejor producción periodista en FM, una distinción que otorga una vez por año a los medios integrantes del Registro de Medios de la Ciudad de Buenos Aires la Legislatura porteña. El año pasado fuimos premiados por “Fe de erratas” que se emite los miércoles de 9:00 a 10:00 por esta misma emisora.

Días atrás me obsequiaron Los desafíos de una transición histórica, un pequeño folleto con las intervenciones de Jorge Altamira en la apertura y cierre del Congreso de PO realizado en abril. Precisamente, dimos comienzo a este ciclo de charlas con la izquierda con la invitación al máximo referente de ese partido.

Por otro lado, leo un artículo escrito por Claudio Katz el pasado 25 de mayo, “Nuevos escenarios, nuevas posibilidades”, donde también habla de los varios síntomas de esta posible transición. Me gustaría aclarar a qué se refiere el PO cuando habla de transición y qué significa este concepto para Claudio Katz.

 

Marcelo Ramal (MR): Transición es el pasaje de una etapa o período que concluye a otro que comienza con sus propias características y problemas. Lo de transición tiene un doble sentido, por un lado, el agotamiento del kirchnerismo como tentativa de reconstrucción de un Estado, de una clase social, que sustancialmente después del 2003-4 se abocó a una tentativa muy tortuosa de rescate de los grandes intereses sociales que habían predominado en la década anterior. El kirchnerismo rescató esencialmente las privatizaciones, puso a salvo lo sustancial de la deuda externa llevando a la crisis que tenemos hoy bajo distintas manifestaciones.

Evidentemente, hoy estamos frente a una transición que recorre interiormente al propio gobierno en la medida que el gobierno del desendeudamiento ha salido afanosamente a reabrir un nuevo ciclo de re-endeudamiento internacional. Solo para marcar una característica de esta transición.

Luego hay un sentido más estratégico, más histórico del concepto de transición que tiene que ver con lo siguiente: este final de ciclo, este agotamiento que estamos viendo hoy, de alguna manera confluye con un agotamiento del nacionalismo de tipo capitalista, del peronismo como referencia popular en un sentido relativamente completo y ese agotamiento no solo se verifica negativamente sino que se expresa positivamente en el desarrollo de la izquierda como alternativa política, como polo político. En esto, insisto en la importancia de la votación alcanzada por el FIT en el 2013.

Tenemos una cuestión evidente o inmediata que tiene que ver con el agotamiento del kirchnerismo y lo que se viene, y en un sentido más histórico, el final de una etapa mucho más prolongada del vínculo privilegiado del movimiento de masas con el peronismo, en los últimos años bajo la forma del kirchnerismo, que hoy busca otra identidad política.

 

Claudio Katz (CK): Creo que es una idea similar. El primer aspecto más o menos evidente es que estamos en el fin de un ciclo político que concluye definitivamente. El fracaso de la reelección de Cristina Kirchner el año pasado, puso punto final a esto y entramos en ese típico proceso argentino donde el declive de un gobierno peronista abre un vendaval con muchísimas alternativas a futuro.

Me parece que en el plano económico también estamos presenciando el comienzo de un giro muy significativo. Concluyen 10 años de una experiencia económica kirchnerista con un giro hacia el ajuste, con todas las tensiones clásicas de un momento de ajuste de la economía argentina: altísima inflación, déficit público, maxidevaluación. Cristina quería traspasarle el ajuste a su sucesor, ese era su plan, pero no lo pudo hacer, quedó arrinconada a fin de año con la presión devaluatoria y terminó aceptando su curso. Ahora estamos viviendo un típico ajuste donde los primeros afectados son los trabajadores. Vamos a ver cómo terminan las paritarias y en cuánto termina la inflación, pero hay un recorte del salario real, otro muy serio de los ingresos de los jubilados y el gobierno no da a conocer los índices de pobreza e indigencia porque demostrarían que al cabo de una década lo que tenemos son niveles promedio semejantes al pasado aunque con ciertos cambios: mayor asistencialismo y más empleo.

 

Se acabó el sostén de los grupos dominantes a este modelo

 

Vamos a vivir un año económico de transición, de cambio, en primer lugar porque es un giro acentuado en medio de una fuerte recesión económica, hay gente que se sorprende de que estemos en una recesión tan profunda, con despidos en la industria automotriz, y es el efecto inexorable de la devaluación y veremos si hay una transición suave o fuerte. Creo que esto es lo que vamos a poder observar en los próximos meses.

La transición suave se va a dar si el gobierno consigue efectivamente los dólares que ha salido a buscar al exterior en una política donde se puso fin al desendeudamiento y comenzó un re-endeudamiento explícito con los acuerdos del Ciadi y ahora con el Club de París, el guiño del FMI a los índices de precios y la negociación con los fondos buitres. Vamos a tener una transición en recesión y estanflación, ese sería el escenario suave. Una transición más traumática si el gobierno no logra obtener esos dólares.

Desde el punto de vista de las clases dominantes la transición es que aquí hay un giro estructural. Se acabó este modelo, se acabó el sostén a este modelo y todos los grupos dominantes están de acuerdo hacia dónde tienen que orientarse en el futuro. Hay un documento muy importante de las cámaras empresarias. Por primera vez todos votaron en común fijando cuáles son las pautas a futuro. Hay un acompañamiento de la oposición al acuerdo con el Club de París, al acuerdo con los fondos buitres, hay un modelo que es el fin de un esquema que en algún momento intentó apuntar al consumo y la demanda, hacia una política capitalista más explícita donde los que ya están ganando tienen que hacerlo de forma mucho más nítida. En eso está el gobierno y toda la oposición K y anti-K. Por lo tanto, vamos a un cambio muy importante y, como dijo Marcelo, coincido con él, es un cambio por arriba y por abajo.

El cambio por abajo está dado por la fuerte resistencia social. Hay dos momentos claves este año: la huelga docente y el paro general que nos indican cuál es la correlación de fuerzas real que hay en Argentina y, por supuesto, el hecho más auspicioso de un comienzo de un giro político, ideológico, favorable a la izquierda que es un elemento muy vital en el proceso político como lo demostró la reacción destemplada de la burocracia sindical del sector automotriz contra cualquier presencia sindical de la izquierda. Tenemos cambio por arriba y por abajo, es un momento sumamente interesante para nuestro país.

 

Primero hagan el ajuste y después van a tener el auxilio del capital financiero

 

MH: ¿Hablamos de ajuste o Rodrigazo?

 

MR: Desde el verano se viene viviendo una suerte de dilema o disyuntiva en la política del gobierno. Fijate que la gran devaluación viene después del primer viaje de Kicillof para arreglar con el Club de París y fue el resultado del fracaso de ese viaje o por lo menos de un viaje sin respuestas.

Acá creo que por primera vez se planteó en esa reunión el dilema que todavía recorre la política oficial. En ese viaje Kicillof fue a pedirle financiamiento al capital financiero para llegar al 2015 y para poner en marcha el ajuste, es decir, un colchón de dólares para poder hacer el ajuste, no digo en forma indolora, pero no demasiado cruenta. Ahí por primera vez se hizo este planteo que se sigue sosteniendo hoy: primero hagan el ajuste y después van a tener el auxilio del capital financiero. Entonces se desencadenó la devaluación.

El gobierno fue a pedir financiamiento para luego manejar el ajuste y le dijeron hagan al revés. Hoy todavía tenemos la pregunta, incluso después de Repsol y del Club de París, si el capital financiero internacional considera que el ajuste todavía no ha sido llevado adelante.

Y acá viene la cuestión de las huelgas, porque el resultado del proceso de las paritarias, que todavía no concluyeron, uno podría decir que con una inflación proyectada del 35, 40% va a haber una reducción del salario, pero las paritarias, como resultado de la huelga docente y de otros movimientos posteriores, han ido más lejos de lo que pretendía el gobierno y la burguesía.

Hay una exigencia de un mayor ajuste, de que se liberen las tarifas para que el presupuesto público deje de sostener los subsidios, hay una exigencia de la burguesía industrial de resarcir los resultados de las paritarias con una devaluación mayor y entonces la cuestión del ajuste, en alguna medida, todavía continúa pendiente. Vemos a un gobierno que está buscando hacer los deberes por todos los medios posibles con estos arreglos de la deuda y un capital financiero que de alguna manera corre la cancha y está exigiendo las medidas de ajuste que todavía el gobierno no ha llevado a fondo.

También creo muy significativo, para hacer una evaluación completa del cuadro político, que esta carta y esta visita de los dirigentes de la oposición a EE. UU, al Partido Demócrata, al Departamento de Estado, para avalar la línea oficial de discusión con los fondos buitres, el respaldo al pago de la deuda, está marcando que el re-endeudamiento es una suerte de política de Estado. Lo gracioso es que esta oposición culpa al gobierno de querer dejarle a futuro una mayor hipoteca cuando ella misma está jugando esta carta.

Lo otro que me parece importante señalar es que indudablemente se ha puesto en marcha un ajuste, particularmente a partir de la gran devaluación del verano, pero ese ajuste y devaluación no dejaron la economía en un nuevo equilibrio sino que agravaron todos los desequilibrios pre-existentes.

Por un lado, la carga de la deuda externa sobre la economía nacional ha aumentado, hay una relación contradictoria entre las tarifas y la devaluación que se va a volver explosiva y esto no se menciona mucho. Fijate que muchas veces hablamos de tarifazo y devaluación como si fueran dos medidas convergentes y son contradictorias y, por lo tanto, explosivas. Cuanto más aumentan las tarifas, mayor es la exigencia de la burguesía industrial o exportadora de una devaluación para reducir sus costos. Cuanto mayor es la devaluación, mayor es la exigencia de las empresas de servicios públicos para que el aumento de las tarifas compense en dólares la devaluación de sus ingresos. Este es uno de los tantos elementos explosivos que guarda el cuadro económico actual y, por lo tanto, creo que es importante marcar que no hay mucho equilibrio después de las últimas medidas y se siguen creando contradicciones gravísimas en la economía.

A veces el gobierno dice alegremente, pero también economistas de la oposición como González Fraga, que el otro día dijo que lo único que importa es la deuda en dólares y con privados, lo demás se pulveriza de cualquier manera. La deuda que tiene el Tesoro con el Banco Central se expresa y se carga de distintas maneras sobre la economía nacional, la absorción de moneda por parte del BCRA a través de letras se está transformando en una bola de nieve. El gobierno tiene que renovar las que emitió en el pasado para absorber moneda cuando además tiene que emitir nuevas letras que absorban las nuevas emisiones. Por supuesto, esto lograría ser reducido como deuda por medio de una inflación todavía mayor y de una desvalorización mayor de la moneda, pero están claras las consecuencias sociales que esto tendría.

Entonces, efectivamente uno podría marcar dos escenarios de un manejo tortuoso y difícil del gobierno de acá al 2015, que el financiamiento internacional le podría dar algún oxígeno o, por el contrario, que estas contradicciones estallen prematuramente y tengamos además de una crisis económica, una crisis política de fondo. La oposición a través de los casos de Boudou, Báez, etc., está todo el tiempo recordándole al gobierno los deberes del ajuste.

 

MH: Vamos a hacer un pequeño corte y aprovechar para escuchar a “El Bordo” que hoy participó en Plaza de Mayo del festival por la absolución de los trabajadores de Las Heras organizado por la FUBA y que contó con la presencia de 15.000 jóvenes.

 

MR: Un pequeño comentario sobre el tema. El próximo jueves la Legislatura va a votar una declaración propuesta por el FIT criticando los procedimientos de la fiscalía en el juicio contra los trabajadores de Las Heras que naturalmente luego vamos a adjuntar al expediente judicial. Hubiéramos preferido un pronunciamiento por la absolución pero, de todos modos, se trata de un pronunciamiento político que va a ayudar a la situación procesal de los compañeros.

 

MH: Veo que hay un compromiso fuerte de las bandas de rock con las luchas de los trabajadores. Hace un par de semanas “Attaque 77” estuvo tocando en las puertas del Hotel Bauen apoyando la autogestión obrera.

 

 

Este año hemos entrado en una recesión profunda

 

 

MH: ¿Crisis de la industria automotriz o crisis de la industria?

 

CK: Crisis de la industria, de toda la industria, sin duda. Cualquier índice que uno mire da cuenta que este año hemos entrado en una recesión profunda con despidos, suspensiones, caída del nivel de ventas, es el efecto evidente de la devaluación, nadie puede sorprenderse de esto y vamos a ver cómo se profundiza o no en los próximos meses.

Creo que vamos a tener un test muy ilustrativo en los próximos días según cómo se resuelva el tema de los fondos buitres en la Corte Suprema norteamericana. Ahí vamos a tener un dato clave de cómo vendrán los próximos meses. Una cosa será si le ponen paños fríos y otra si se fuerza algún tipo de default técnico. Me parece que todo indica que van a tratar de llegar a algún tipo de acuerdo. El FMI no quiere que Argentina caiga en un default técnico, Obama tampoco, todos quieren llegar a un 2015 lo más tranquilo posible. En ese sentido, la posibilidad de un Rodrigazo se ha achicado, no es descartable, pero su margen se ha achicado porque hay una intención de acompañar al gobierno para que haga un poco el ajuste, que lo comience, lo desarrolle y lo completen los que vienen.

Acá hay un plan a mediano plazo y creo que el artífice clave es el Papa que va a visitar en el 2016 la Argentina y tiene en mente un gobierno de concertación nacional, del tipo de la Concertación chilena, donde el plan económico que está discutiendo la burguesía sea implementado por todos. No hay que perder de vista que hay muchos negocios que Argentina va a ofrecer en los próximos años al capital internacional, no solo Vaca Muerta, hay mucho dinero que está esperando para empezar a volver a repetir lo que pasó en los ’90.

Lo que no hay que perder de vista en ningún momento es que estamos en el final de un ciclo que me parece que empezó en el 2008/9. La economía argentina está languideciendo desde hace varios años, incluso diría que el punto final del modelo kirchnerista fue cuando perdieron la confrontación con los agro-sojeros. Toda la experiencia económica kirchnerista fue 2003-8. Ahí fue el intento de algo. Una vez que perdieron la posibilidad de tener alguna reapropiación estatal de la soja, una vez que se diluyó ese escenario, comenzó el lento declive y lo que hemos tenido año tras año desde ese momento fue un poco más de inflación con un poco menos de crecimiento y un estancamiento general. Si a eso le sumamos el hecho de que la burguesía argentina ha ratificado su escasísima disposición a invertir dinero sino le dan concesiones mayúsculas, tenemos el panorama completo.

El otro día salió un informe completamente sorprendente del monto de capitales fugados en el exterior, muchísimo más de lo que uno pensaba. Hay tres escenarios, uno dice que hay U$S 200.000 millones en el exterior, otro U$S 379.000 millones y el tercero U$S 440.000 millones. Entonces, toda la política del kirchnerismo y de los que vengan después será lo que empezó el kirchnerismo con el blanqueo de capitales, dos, tres meses, incluso creo que sigue aunque nadie se dé cuenta si estamos en blanqueo o no. Es el primer blanqueo permanente en la historia argentina. La idea es seguir con el blanqueo hasta que regresen esos capitales. Para atraer esos fondos este gobierno y el próximo van a estar dispuestos a todo tipo de concesiones al capital que van a ser muy duras para los trabajadores y un margen muy decreciente para los justificativos porque la credibilidad que tienen está cayendo día a día. ¿Quién cree que el acuerdo con el Club de París fue distinto a los tradicionales porque no intervino el FMI y las condiciones las fijó la Argentina? Uno escucha una tontería de este tipo que unos años atrás hubiera suscitado cierto interés, pero hoy en día es, obviamente, una payasada. O cuando se dice que la devaluación fue distinta porque no impacta sobre los trabajadores.

El fenómeno por abajo del cual estábamos hablando, del crecimiento de la izquierda, del despertar político, de la crisis con la tradición peronista es porque esos argumentos han perdido sostén y credibilidad.

 

Matías Eskenazi (ME): Retomando lo que planteaba Claudio Katz que desde el 2009 empezó a languidecer el ciclo K, sin embargo, hay una primavera porque en ese contexto tenemos la reelección de Cristian Fernández con el 54% y la nacionalización de YPF, en realidad la adquisición hostil de un paquete accionario, que es exhibida como uno de los logros máximos del modelo. No obstante, poco tiempo después, el pago a Repsol de U$S 5.300 millones que terminarán siendo U$S 8.500 millones, es el inicio de este nuevo ciclo de re-endeudamiento que ahora sigue con el pago al Club de París de una deuda de U$S 6.000 millones de acuerdo a las cifras que se manejaron entre 2007-11 y ahora son U$S 8.700 millones. La nacionalización de YPF sería una especie de punto de inflexión entre esos dos momentos. ¿Cómo podemos tratar de interpretar esta sucesión de gestos y acuerdos buscando atraer capitales como una forma de sostener la economía argentina cuando la inversión y las cuentas externas han languidecido y eso ha vaciado las arcas del BCRA?

 

MH: Cortamos y seguimos. Aprovecho para comentar que ayer los compañeros de Conlutas de Brasil estuvieron acompañando junto al FIT a los trabajadores de General Motors. Se hizo un acto en Corrientes y Córdoba, en Rosario, contra las suspensiones y despidos en la industria automotriz y en particular en General Motors. Posiblemente mañana, si no se los impide un compromiso previo en el Congreso Nacional, podremos contar con ellos en “Fe de erratas”.

 

MR: Hablando de ese tema te cuento que el jueves, el día que comienza el Mundial, una delegación de compañeros del FIT vamos a ir al mediodía a la Embajada de Brasil para entregar una carta en solidaridad con las luchas obreras y populares que se están desarrollando en ese país. En apoyo a los trabajadores a los trabajadores de San Pablo, a los sin techo, a los maestros, en una jornada que se va a repetir en muchas embajadas brasileras en todo el mundo haremos llegar nuestro apoyo al pueblo brasilero el mismo día que también habrá demostraciones varias ciudades del Brasil.

 

MH: También recibimos la misma información el lunes que estuvimos realizando un acto en la puerta de la Cancillería argentina, entregando un documento al canciller Timerman pidiendo el retiro de las tropas argentinas de Haití. Mañana tendremos audios de esa actividad de la que participamos junto a Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, la CTA y varias organizaciones más que nos dimos cita en la Cancillería acompañando la presentación de un documento que al mismo tiempo fue entregado en Montevideo y San Pablo. Allí nos informaban que se iban a hacer actividades el próximo 12 de junio en varias ciudades brasileras coincidiendo con la inauguración del Mundial de fútbol. Retomamos el diálogo con Marcelo Ramal y Claudio Katz en instantes.

 

A Axel Kicillof le tocó ser el Gómez Morales de Cristina (II)

 

Mario Hernandez (MH): Continuamos con Claudio Katz y Marcelo Ramal. El diputado del Frente de Izquierda (FIT), Nicolás del Caño, interpeló al Jefe de Gabinete, Capitanich, sobre Gestamp y denunció al SMATA y cuando iba a leer un párrafo del escritor detenido-desaparecido, Rodolfo Walsh, sobre la burocracia sindical le cortaron el micrófono al grito de “no nos van a venir a leer a Walsh a nosotros”, proferido entre otros por los diputados Carlos Kunkel, Diana Conti y Oscar Romero.

Leamos el párrafo en cuestión que pertenece al libro ¿Quién mató a Rosendo?: “pero al suceder actuaron casi todos los factores que conforman el vandorismo: la organización gangsteril, el macartismo (‘son trotskistas’), el oportunismo literal que permite eliminar del propio bando al caudillo en ascenso, la negociación de la impunidad en cada uno de los niveles del régimen, el silencio del grupo solo quebrado por conflictos de intereses, el aprovechamiento del episodio para aplastar a la facción sindical adversa y, sobre todo, la identidad del grupo atacado compuesto por auténticos militantes de base. El asesinato de Blajakis y Salazar adquiere entonces una singular coherencia con los despidos de activistas de las fábricas concretados entre la UOM y las Cámaras empresarias, con la quiniela organizada y los negocios de venta de chatarra que los patrones facilitan a los dirigentes dóciles, con el cierre de empresas pactado mediante la compra de la Comisión Interna, con las elecciones fraguadas o suspendidas en complicidad con la Secretaría de Trabajo”. Hasta aquí Walsh.

Al respecto, declaró su hija, Patricia Walsh: “Rodolfo Walsh no vive en los premios que usan su nombre y apellido, no está en los homenajes de aquéllos que lo usan para homenajearse a sí mismos, vive en sus textos de denuncia que siguen siendo actuales pero sobre todo vive en la lucha de aquéllos a los que admiraba tanto por su compromiso y entrega. Allí sí está Rodolfo Walsh y no se calla y sigue denunciando”.

Quería comenzar “Metrópolis” con esta lectura.

 

Marcelo Ramal (MR): El episodio debería ser girado a la flamante Secretaría de Coordinación del Pensamiento Nacional para que se expide sobre la pertinencia o no de utilizar a Rodolfo Walsh en un discurso.

 

Matías Eskenazi (ME): Proponés que se expida el “Ministerio de la Verdad”.

 

MR: Así es. El episodio tiene un contenido simbólico y político muy fuerte porque la tradición del peronismo combativo ya no puede ser utilizada por sus supuestos herederos y una resistencia obrera que en el pasado pudo estar referenciada por el peronismo de izquierda, hoy está tomada por una izquierda que busca superar al peronismo. Creo que en este sentido el gesto de la diputada Diana Conti apagándole el micrófono a Del Caño tiene un significado político muy fuerte.

 

Claudio Katz (CK): Ricardo Foster no va a pronunciarse porque fue designado para no hacerlo. Su elección es una decisión política de Cristina para evitar la indignación entre las propias bases progresistas del kirchnerismo frente a casos como el que hemos visto por parte del Secretario General del SMATA. En lo últimos 10 o 15 años no recuerdo una declaración de la gravedad de la de Pignanelli, más o menos convocando al retorno de la Triple A y no hemos escuchado voces de Carta Abierta ni de Página 12 repudiando y sí una actitud patotera de Diana Conti y Carlos Kunkel en el Congreso. Es muy alentador que Patricia Walsh se haya pronunciado en esos términos.

 

MR: Creo que el antecedente es Pedraza con toda la escalada anti-izquierdista en el ferrocarril y finalmente el asesinato de Mariano Ferreyra. Estos son los métodos de Pedraza explicitados públicamente como hizo en estos días Pignanelli a través de declaraciones y solicitadas.

 

 

El kirchnerismo llega a la nacionalización de YPF después de haber tolerado su vaciamiento

 

 

MH: Volvamos a la economía política. Matías recordanos tu pregunta.

 

ME: ¿Cómo el momento aparentemente más brillante del kirchnerismo con la renacionalización de YPF, es el antecedente inmediato a este otro donde justamente con el pago a Repsol se inicia la búsqueda para volver a acceder a los mercados internacionales de crédito en condiciones muy distintas a las buscadas en 2007 y 2011? ¿Cómo podríamos vincular ambos momentos de este ciclo y cuál es la viabilidad de este intento?

 

MR: Para responder a esta pregunta tenemos que tratar de caracterizar la renacionalización de YPF porque América Latina fue el escenario de varias nacionalizaciones petroleras por parte de gobiernos que protagonizaron enormes choques con el capital petrolero internacional, con el imperialismo, pero hay que caracterizar concretamente la nacionalización kirchnerista.

El kirchnerismo llega a la re-nacionalización de YPF como un recurso de emergencia impuesto por una crisis energética enorme después de haber tolerado el vaciamiento de YPF y de las reservas de hidrocarburos durante unos cuantos años, incluso después de haber asociado a la burguesía nacional kirchnerista a ese vaciamiento. No nos olvidemos que el grupo Eskenazi se asocia a YPF por indicación del kirchnerismo que le permite pagar su participación con una deuda que se iba amortizando con los propios dividendos de la compañía.

Repsol y Eskenazi retiraban el 90% de las utilidades sometiendo a YPF a una desinversión implacable. La consecuencia fue el déficit energético, la importación de gas, todo lo que vivimos.

Este vaciamiento de YPF también se conectaba con la crisis mundial porque los accionistas de Repsol, la Caixa de España, Sacyr Vallehermoso, son empresas que en este proceso de quiebra financiera, hipotecaria en España estuvieron altísimamente comprometidas. Entonces, aceleraron el retiro de recursos de YPF para cubrir sus quebrantos en España.

El kirchnerismo saca a Repsol a sabiendas que la situación era absolutamente imposible, pero no como parte de un viraje, la propia Ley de recuperación de la soberanía hidrocarburífera señala que el objetivo de la intervención del Estado en YPF es abrir alianzas estratégicas con petroleras internacionales, es decir, dar paso de inmediato a una reprivatización. El sentido no fue el de un viraje nacionalista sino el reemplazo de un monopolio petrolero quebrado, completamente agotado como resultado de la crisis mundial, en busca de alianzas de otros que pudieran darle lo que no podía Repsol.

Por supuesto, algunos pueden preguntar ¿por qué el kirchnerismo no le dio a Repsol lo que luego a Chevron? Porque hubiera sido inútil, era como tirar dinero en un barril sin fondo. Luego le dio esos recursos a Chevron y la noticia de hoy es que se ha suscripto un acta con los gobernadores de las provincias petroleras donde el acuerdo con Chevron se universaliza al punto que se cambiará la vieja Ley de hidrocarburos en un sentido más leonino del que existía bajo el menemismo.

Entonces, este problema del punto más esplendoroso creo que fue una intervención que nunca pretendió abrir un viraje nacionalista en materia petrolera ni en ninguna otra sino que apuntó simplemente a reemplazar ciertos grupos petroleros por otros, por lo tanto, para preparar las condiciones de la política actual que vemos con Chevron y los otros grupos que están negociando.

Una semana después de la intervención a YPF, Galuccio y Kicillof recibían a Exxon, Conoco Phillips, al grupo chino Sinopec, es decir, iniciaron la ronda con los nuevos inversores extranjeros y ni siquiera se trataba de una suerte de compromiso válido en función de recuperar soberanía en materia de hidrocarburos que estableciera acuerdos para servirse del capital extranjero sino que fueron acuerdos que apuntaban, como se dio con Chevron, a establecer el principio de la explotación de hidrocarburos que conduce inevitablemente a la cesión de la renta petrolera al capital internacional y, como ocurrió con el gas durante el menemismo, al agotamiento de las reservas.

 

MH: Antes de darle la palabra a Claudio Katz quiero comentar que la Carpa Villera cumplió 50 días de huelga de hambre y sin respuesta, por eso han decidido plantar más de 20 ranchos en el Obelisco, radicalizando la lucha, los vecinos/as armaron la Villa Obelisco. El 21 de abril montaron la Carpa Villera, miles de ciudadanos apoyaron la lucha como así también personalidades de la cultura, la política y los Derechos Humanos. Exigen la urbanización con radicación pero aún no recibieron ninguna respuesta del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por eso profundizaron la protesta (tres días después arribaron a un acuerdo).

 

MR: Integro la Comisión de Vivienda de la Legislatura porteña y estoy al tanto de esta crisis con la incumplida urbanización de las villas y me gustaría que en algún momento habláramos sobre el tema.

 

MH: Con mucho gusto. También tengo en carpeta el Plan Maestro para la Comuna 8.

 

MR: El Mundial de Mauricio Macri.

 

MH: Dicen que proyecta el estadio de fútbol Johan Cruyff.

 

MR: También una villa olímpica con viviendas que supuestamente después serían ocupadas por habitantes de la zona. La Legislatura está a las puertas de debatir y votar este proyecto.

 

 

Salvando las distancias esto ya pasó con el primer gobierno de Perón

 

 

CK: Retomando el caso YPF que es muy simbólico, muy representativo y evidente de las dos etapas o el giro del gobierno. No es lo mismo cuando Axel Kicillof fue al Congreso a decir no le pagaremos a Repsol sino que habrá un tribunal que auditará las cuentas y ellos tendrán que pagarnos el daño ambiental, que el que avaló el pago inmediato de todo lo que solicitó Repsol.

Lo mismo ocurre en todos los terrenos. Nacionalizan las AFJP y paralelamente las utilizan como fuente de financiación espuria del gasto público, el período de recuperación salarial seguido del actual de recorte, o de la negociación de la deuda a la entrega, incluso cuando Cristina Kirchner tuvo a principios de año la oportunidad de evitar la devaluación nacionalizando el comercio exterior y claramente optó por el ajuste y la devaluación. Tuvieron un choque por la distribución de la renta sojera y terminaron avalando la primarización sojera del país. Salvando las distancias esto ya pasó con el primer gobierno de Perón que tuvo un período de mejoras sociales, de nacionalizaciones y en 1953-4 se estaba retirando con el Congreso de la Productividad, con un giro económico que para la época era el equivalente al actual.

Lo que ha ocurrido es que estos procesos nacionalistas, nacionalistas burgueses, neo-desarrollistas bajo el peronismo siempre concluyen de esta manera. Hay un momento en el cual se agota el intento inicial de reorganizar la economía en algún sentido diferente y vuelven a tomar el camino clásico.

Lo patético de la Argentina de hoy es que nada menos que a Axel Kicillof le haya tocado el rol de ser el Gómez Morales de Cristina. El hombre que viene a imponer el ajuste conservador es nada menos que el abanderado mayor de la heterodoxia. Ese Axel Kicillof es el que está realizando todas las negociaciones que están conduciendo a la situación actual.

En el fondo se les achicó el margen, a tal punto, que el gobierno está moviéndose por un camino tan angosto que si intenta bajar la tasa de interés inmediatamente se vuelca el dinero al dólar y comienza la presión devaluatoria y tiene que volver a subir las tasas.

El gobierno está en su fase final manejándose entre un ajuste virulento y explícito o el ajuste disfrazado, pero así terminan los gobiernos de este tipo y lo importante es que una porción muy grande de la población lo está comenzando a comprender y busca una salida por la izquierda.

 

El kirchnerismo fue el recurso de la burguesía para reconstruir el Estado después del 2001-2 (III y última)

 

Mario Hernandez (MH): Hace un par de meses hablábamos con Jorge Altamira acerca de la convocatoria a un Congreso del movimiento obrero y la izquierda, que fue la propuesta política más importante que surgió del último Congreso del Partido Obrero. Me gustaría retomar ese tema.

 

Marcelo Ramal (MR): Antes quiero referirme a algo que dijo Claudio. Creo que es importante que tratemos de caracterizar más concretamente el lugar del kirchnerismo como movimiento de la burguesía nacional.

Tomemos la comparación que hizo Claudio. El peronismo del ’45 es el resultado de una crisis política, de un choque, de una huelga general que de algún modo tiene a Perón y al peronismo como protagonistas. El kirchnerismo no fue protagonista del Argentinazo. De algún modo, fue el recurso del cual se valió la burguesía para remontar y reconstruir el Estado después del Argentinazo.

¿A quién apeló? A un grupo de menemistas, no olvidemos que Néstor Kirchner había apoyado la privatización de YPF, participado de todo el saqueo de la década anterior y expresó un cambio de la burguesía frente a las nuevas condiciones de la quiebra nacional y de una rebelión popular que trató de domar tortuosamente sobre bases fuertemente conservadoras.

Tomó la bandera de los Derechos Humanos como recurso político para de alguna manera acomodarse al clima que había dejado el 2001 en Argentina. Luego rescató la deuda a través de los procesos de canje, en 2001 quebraron las privatizaciones y el kirchnerismo se las arregló para sostener a los privatizadores transfiriendo parte de una renta sojera que podría haber servido para un proceso de reindustrialización, de reconstrucción nacional, al contrario, sostuvo a los concesionarios del sistema ferroviario y otros.

Quiero hacer esta precisión para ubicar el lugar que le cabe al kirchnerismo incluso en el cuadro de otros movimientos nacionalistas que cualquiera sean sus limitaciones, tienen un origen mucho más ligado a crisis políticas, rebeliones populares, que alcanzaron choques con el capital extranjero de un alcance que el kirchnerismo nunca protagonizó, llegando hoy al punto que estamos.

En relación al Congreso del movimiento obrero y la izquierda tiene que ver con una conclusión política, con lo que pensamos que surge de esta crisis nacional. El gran desafío es avanzar en la unión entre la izquierda, como programa, como movimiento histórico y el movimiento obrero, sus sindicatos, sus luchas, bajo circunstancias políticas que son inéditas para la izquierda.

Uno habla de 1.300.000 votos y puede pensar que es el resultado de una moda, de algo que ocurrió pero de pronto pasó, pero hay que tener cuidado con esta forma de pensar, porque las que obtienen ese resultado son fuerzas políticas conocidas y que antes no eran votadas.

Está ocurriendo algo en el movimiento obrero que no había ocurrido nunca antes y es el hecho que hoy los trabajadores se vuelcan a la izquierda como resultado de una influencia política general. Lo que antes solo ocurría por la acción de un activista sacrificado que iba a una fábrica, convencía a un compañero, le pasaba un periódico, transitaban por una lucha, hoy ocurre como resultado de una acción política de alcance más vasto porque aparece un polo político, una alternativa entre varias otras que indudablemente se disputan esta transición política.

La idea de un Congreso, no se trata de un día, sino de un proceso político, de hacer reuniones, plenarios, actividades, invitar a trabajadores a debatir esta cuestión política y lograr que muchos que hoy están siguiendo este accionar de la izquierda con relativa distancia, porque no han tomado contacto con las organizaciones del FIT u otras que transitan distintas luchas importantes en este período, de alguna manera se proclamen como alternativa política. Este es el sentido que tiene este planteo.

 

 

La izquierda política, social, sindical, cultural argentina es un espectro amplio

 

 

MH: Quería retomar “Nuevos escenarios, nuevas posibilidades” porque en una de sus partes señalas: “La izquierda comienza a traducir al plano electoral la fuerza que acumula a nivel social, cultural y estudiantil. Una generación joven, emancipada de los viejos prejuicios anticomunistas, busca una nueva identidad política que empieza a vislumbrar en las corrientes socialistas revolucionarias. ¿Cuál es el alcance de este giro, revierte el ciclo histórico de 1945? ¿Los trabajadores que fueron desde la izquierda hacia el peronismo están transitando ahora el camino inverso?”.

 

CK: Creo que efectivamente está abierto ese camino. Quizá lo distintivo es que yo no pienso que sea inédito, la primera vez en la historia argentina que ocurre. No es que hubo 1945 y ahora 2014 y en el medio no pasó nada. Hubo siempre peronismo y nunca izquierda. Hubo 3 o 4 oportunidades de la izquierda en los últimos 40 años, el clasismo de los ’70, la caída de la dictadura, en el declive del alfonsinismo, ni qué hablar en el 2001. Tenemos 3 o 4 momentos donde se avizoraba esa nueva situación, declive o gran crisis del peronismo y despunte de la izquierda.

Se vuelve a repetir en Argentina una gran oportunidad y el problema abierto es si esta vez la izquierda logrará dar el gran salto. Yo soy bastante optimista en el artículo porque señalo también novedades que no estaban presentes en otras épocas. Este nivel de presencia electoral, por ejemplo, hay que remontarse al pre-peronismo para encontrarlo. Este nivel de influencia en el movimiento obrero tan estable y organizado no se ve desde hace mucho tiempo.

Creo que dependerá de la estrategia que tenga la izquierda, también de una buena caracterización del kirchnerismo. No creo que el kirchnerismo muera, creo que está en declive, seguramente será sustituido por un gobierno de derecha, pero Cristina está armando su propia estructura a mediano plazo y hay una batalla política por captar a todo el gran sector de la población que ha tenido ilusiones en el kirchnerismo y hoy ve con simpatía a la izquierda. Para lograrlo es indispensable comprender bien al kirchnerismo.

Sería un poco más cauteloso en varios aspectos. El kirchnerismo ha sido un gobierno de centro-izquierda y en ese sentido ha sido más conservador que los gobiernos radicales como el de Chávez, pero incluso dentro del espectro de centro-izquierda ha sido, hasta cierto punto, más radical que el lulismo, que es la expresión plena de la centro-izquierda en América Latina. En ese sentido tenemos que comprender bien su proceso.

Tampoco trazaría tantas oposiciones con el primer gobierno de Perón. Hay que ubicar a los dos movimientos en las dos épocas, no nos olvidemos que Perón también usurpó la fuerza que tenía la izquierda en el movimiento obrero en los ’40 y desde la Secretaría de Trabajo llevó a cabo la construcción de una burocracia sindical y la estatización del movimiento obrero. Tenemos que tener cuidado con una especie de añoranza de Perón contrapuesto a Kirchner.

Kirchner usurpó el 2001 y Perón la experiencia previa de la izquierda anterior a 1943. En ese sentido me parece que tenemos que encontrar un análisis balanceado y de lo que no cabe duda es que, pase lo que pase con la izquierda, lo estamos discutiendo en un contexto de optimismo, de avance.

No sabemos cuánto va a durar esta brecha. Si nos guiamos por la historia argentina no son períodos que duren 10 años, a lo sumo 2 o 3, hasta que el nacionalismo burgués, el peronismo vuelva a la contraofensiva.

En este momento de giro, que será este año y el que viene, cuando toda la centro-izquierda K tenga que enfrentarse al hecho de tener que votar a Scioli y toda la centro-izquierda anti-K tenga el dilema de hacerlo por Sanz, Binner o Cobos, y vean en la izquierda una oportunidad, junto con el crecimiento que está demostrando, y un dato clave, la valentía de la izquierda.

La izquierda está ganando el lugar que está teniendo porque está en la puerta de Gestamp en el momento que hay que estar y eso es lo que está siendo valorado por sectores muy importantes de la población. Me parece que hay que encontrar el camino para que esta construcción comprenda algo que para mí es básico: la izquierda política, social, sindical, cultural argentina es un espectro amplio, que no se reduce a las organizaciones que hoy están comandando este avance, encontrar la sintonía entre las organizaciones que han logrado ocupar ese lugar central en la construcción de la izquierda con todo el vasto sector que la observa con mucha simpatía pero que no sintoniza plenamente. Encontrar ese enganche es el gran desafío de los próximos meses.

 

 

Somos la izquierda que no quiso ser furgón de cola del kirchnerismo

 

 

MR: Creo que es importante caracterizar la naturaleza de este ascenso de la izquierda porque se trata de la izquierda que en estos años, Claudio hablaba de valentía, para mí no se trata de arrojo o determinación personal, yo hablaría de la izquierda que no quiso ser furgón de cola del kirchnerismo o de los aparatos de la derecha.

En esta última década hubo en la izquierda un proceso de delimitación política. Hay una izquierda que terminó disuelta en el kirchnerismo, otra en la Mesa de Enlace y el FIT que hoy concentra este ascenso, se caracteriza por ser la izquierda que buscó una autonomía política, un camino independiente y es la que con esa delimitación logró llamar la atención política y abrir un camino en el plano sindical, estudiantil pero, por sobre todo, en el plano de su presencia como expresión política.

Eso es algo sustantivo de este momento, es decir, el alcance de una izquierda que opina, que interviene, que aparece como una referencia política en términos de alternativa para el conjunto de los problemas del país y no simplemente para un sindicato o universidad. Eso es lo que quiero destacar en particular.

 

CK: La clave es la oportunidad que se presenta en estos momentos y también en un momento internacional interesante por un ascenso de la izquierda, no tanto por el devenir latinoamericano, que tiene aspectos grises, aunque algunos de ellos son muy alentadores. Ustedes comentaban la entrevista que van a realizar con trabajadores brasileros y en los próximos días vamos a estar atentos a un Mundial de fútbol pero también, al nivel de resistencia social que ha comenzado en el vecino país.

La pregunta sería: ¿Este giro de la conciencia que se ve aquí, no se refleja también allí? ¿Era pensable unos años atrás que la población brasileña, su juventud se movilizaran en pleno Mundial de fútbol demandando educación, salud y el uso del dinero despilfarrado por la FIFA para gastos en infraestructura y sociales?

Hay un giro en la conciencia, que tal vez en Brasil no se expresa todavía en un plano político tan nítido como aquí, pero ya está presente en las calles, en la vida de la población.

Hay un giro también en España como hemos visto en las noticias de ese país donde después de una lucha muy dura el Movimiento 15M, después de una resistencia muy fuerte a los desalojos, ha desembocado en cinco diputados sorpresivos de Podemos, una coalición de izquierda que ha ganado una autoridad impensada en ese país en un momento de crisis mayúscula como implica la abdicación del Rey y la perspectiva de una República potencial como posibilidad en España.

Hay, como siempre ocurre cuando avanza la izquierda en Argentina, puntos de contacto con situaciones internacionales que la alimentan, que la motivan, la estimulan, que la hacen participar de un proceso más global.

 

MH: Punto final. En dos semanas vamos a armar una mesa sindical.

 

ME: La idea es invitar a algunos compañeros de las Comisiones Internas que están a la vanguardia de diferentes luchas discutiendo las Convenciones Colectivas de Trabajo, así tendremos una visión más directa de esta situación en los lugares de trabajo.

 

 

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Articulo publicado en
Julio / 2014