(Versión textual. No esta corregida por los expositores)
Alejandro Vainer : Comenzamos este seminario presentación de este segundo tomo de Las Huellas de la Memoria , cuyo subtítulo es Psicoanálisis y Salud Mental en la Argentina de los sesenta y setenta.
Yo voy a hacer un breve presentación general del libro, nosotros el año pasado hicimos un seminario de tres clases sobre el primer tomo de este libro, que es el de los sesenta, y este año estamos haciendo el del segundo tomo que es sobre los setenta.
Con Enrique nos llevó ocho años de trabajo, desde el 97, una larga investigación con mucha consulta de texto, mas de 100 horas de entrevistas a protagonistas, mucho de armado, y cuando lo tuvimos todo junto nos dimos cuenta de que jamás iba a entrar en un solo tomo porque era una cantidad enorme de material.
Somos de dos generaciones distintas pero que compartimos una misma ideología y compartimos nuestro trabajo. Desde 1997 ya hacía varios años que estábamos trabajando conjuntamente en la Revista Topia que este año cumple 15 años.
Frente a este cierto vacío que – ustedes calculen, 1997- que había sobre lo hecho y producido en Salud Mental en la Argentina de los sesenta y setenta, esto nos llevó a comenzar nuestra tarea. Y organizamos el trabajo con dos fechas que tienen su significado. De 1957 a 1983.
¿Por qué 1957? ¿Porqué no tomamos 1960? Justamente 1957 es porque se dieron tres hechos fundantes del campo de la Salud Mental en la Argentina: la creación del Instituto Nacional de Salud Mental, antes solamente había la Dirección de Manicomios; en 1957 se crearon las carreras de psicología, sociología, antropología y ciencias de la educación en la Universidad de Buenos Aires - un año antes se había creado la carrera de psicología en Rosario-, sacando un poco el monopolio de lo que sería el manicomio y la psiquiatría como dueñas del campo. Y por otro lado, recién había comenzado a fines del 56, la experiencia que después devendrá mítica del Lanús con Mauricio Goldemberg. Por eso tomamos 1957 como inicio de los libros.
Nosotros trabajamos articulando lo que sucedía en el campo de la salud mental con lo que sucedía en nuestra sociedad y lo que sucedía políticamente. Esta es la articulación que constantemente pueden encontrar en nuestro trabajo.
Digo esto por la periodizacion. El primer tomo, la primera parte termina en 1969, que es exactamente el año del Cordobazo en la Argentina. En ese momento ponemos un punto y se inicia para nosotros la década del setenta.
Si a la primera parte le pusimos de título “Un encuentro fundante entre el psicoanálisis y la Salud Mental ”, por lo que implicará la hegemonía del psicoanálisis durante la década del 60 en la constitución del campo de la Salud Mental en la Argentina , la década del setenta comienza con el Cordobazo, donde todo comienza a politizarse y también dentro del campo del psicoanálisis y la Salud Mental. A esta segunda parte, que llega hasta 1966, le pusimos “El estallido de las instituciones”.
Ahora nuestros invitados seguramente les van a contar bastante bien porque y que cosas sucedieron.
La tercera parte, que está en el segundo tomo, que va del 76 al 83, la llamamos “El fin de la Salud Mental ” Fue la época de nuestra última dictadura militar, donde hubo 110 trabajadores de Salud Mental desparecidos y 66 estudiantes.
Esta es la época mas oscura de toda la historia, y es una época que necesario es iluminar qué sucedió no solamente en nuestra sociedad sino también específicamente en nuestro campo del psicoanálisis y la Salud Mental.
Dicho esto como para que tengan un panorama de cómo organizamos el libro, este seminario va a ser sobre el segundo tomo. Los dejo con Enrique.
Enrique Carpintero : Voy a comentar como organizamos este seminario.
Esta primera clase le pusimos el título “ La Salud Mental en los setenta; psicoanálisis, psicología y psiquiatría” .
Después mañana viernes, de 12:40 a 14:10 sería el segundo encuentro, “ La Salud Mental en la época de la dictadura militar” Allí van a estar Lucy Edelman y Oscar Sotolano.
En el tercer encuentro “Las huellas de la memoria para pensar el presente de la Salud Mental ”, van a estar Fernando Ulloa y Juan Carlos Volnovich, el sábado de 14:30 a 16 hs.
Quisimos terminar este seminario con algunas reflexiones para poder pensar el presente de la Salud Mental y el psicoanálisis en nuestro país. Esta fue nuestra idea de trabajo cuando escribimos el libro. Más que un recordatorio histórico, quisimos que el texto permitiera pensar que cosas podemos rescatar de estas huellas de la memoria y que cosas podemos revisar para dar cuenta del presente en la Salud Mental y el psicoanálisis.
Quisiera hacer un breve resumen de lo que van a hablar nuestros invitados Roberto Harari y Gilou García Reinoso. Estos van a enfocar una época donde se dieron muchos echos históricos como la primer ruptura de la APA, que fue Plataforma y Documento, -ruptura que pasa no solamente por un cuestionamiento ideológico y político, sino también por un cuestionamiento a la formación de los psicoanalistas-, la creación de la Coordinadora de Trabajadores de Salud Mental, donde estaban nucleados psiquiatras, psicoanalistas, psicólogos, psicopedagogos y asistentes sociales.
Una época en la que se hicieron muchas cosas tanto en el campo de la psicología, de la psiquiatría y del psicoanálisis; fue la época de la psiquiatría social, de la antipsiquiatría,
básicamente es el proyecto nuestro trabajo; desmistificar la idea que hay desde el poder hegemónico de ponerle un sello a los setenta, como si los setenta hubieran sido pura y exclusivamente una época de violencia, y como si lo único que hubiera ocurrido fueron atentados, bombas, etc. Esas cosas ocurrieron, obviamente, pero también fueron tiempos de mucha creatividad y fue un momento de ruptura teóricas; fue la época donde se desarrolla el estructuralismo, el psicoanálisis lacaniano, se crea la Escuela Freudiana de Buenos Aires, etc.
No quiero extenderme para dejar que expongan los invitados, pero antes quiero comentarles algo.
Nosotros desde la revista Topia hicimos una convocatoria basada en una investigación que aparece en el libro, donde cruzamos datos con organismos de derechos humanos y también con otras fuentes privadas y armamos una lista de trabajadores de la Salud Mental desaparecidos.
Tomando el concepto de trabajadores de la Salud Mental en relación a la Coordinadora de Trabajadores de la Salud Metal que se había organizado en esa época, que estaba conformada por psicólogos, psicoanalistas, psiquiatras, psicopedagogos y asistentes sociales.
En esta lista nos encontramos que hay ciento diez trabajadores de la Salud Mental desaparecidos. Entre los que se encuentran 21 asistentes sociales, 14 psicopedagogos, 9 psiquiatras, 60 psicólogos y 6 de profesión no aclarada.
Esta es una lista provisoria – ya todos sabemos las características que tomó el tema de la desaparición-. La idea es que a partir de esta convocatoria, que voy a leer y después Ángel pasará para que la puedan firmar, es solicitarle a la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires la colocación de una placa en la calle Thames, que es donde funcionaba originalmente la Coordinadora de Trabajadores de Salud Mental. Voy a leer la convocatoria. (lee).
Gilou García Reinoso : Buenas tardes, estamos en el territorio? de las Madres, que es territorio de todos nosotros, a mi me da gusto hablar acá, dar testimonio de una época, y reconocer además una labor, que es la que hacen Carpintero y Vainer, de recuperar como dicen ellos “Las huellas de la memoria”.
Pienso que en la represión del terrorismo de la dictadura, produjo agujeros, agujeros de distinta clase. Pero entre otras cosas, agujeros de memoria; la trascripción de lo acontecido me parece que transforma; donde había un agujero ahora hay un espacio.
Desde el día en que Carpintero y Vainer toman esta tarea y se dirigen a las generaciones posteriores, transforman ese agujero en un espacio donde cada uno escribirá una historia que pueda unir pasado, presente y futuro; porque no hay futuro si no hay pasado y al mismo tiempo el pasado tiene que construirse como tal para que sea pasado. Entonces me parece que como primer paso reconocería la labor de los autores, un trabajo de orden ético.
Por otra parte mi misión es hoy dar testimonio desde el ángulo que me toca. Yo soy médica de formación- es una forma de decir-. De todos modos, en el momento que yo dejé de estudiar medicina, lo hice por querer ser psicoanalista. En ese momento no existía la carrera de psicología, y existía como único polo vertical que concentraba todo el saber y todo el poder, la Institución que correspondía a la institución internacional de psicoanálisis fundada por Freud, y en es momento no estaba todavía estipulado que era exigible? ser médico -como lo fue después-, pero si aconsejable. Yo tenía una primer carrera de matemáticas, y para recibirme tenía que elegir entre filosofía y medicina. Empecé optando por filosofía. En carrera me dijeron- hubo algunos problemas graves, con los no médicos y sería mucho mejor que te dediques a ser médica.
Bastante adaptativa yo, pero queriendo meterme en la realidad, elegí medicina. En ese momento, como saben, el poder dentro de su campo, que hoy llamamos de Salud Mental pero no se en ese momento; se crea el Insten ese momento, abarcando un campo mas amplio que el de la psiquiatría, pero aún no definido demasiado. Por otro lado creo que el campo de Salud Mental no termina de ser definido. Es un campo amplio, que tiene como fronteras por un lado lo político, por otro lo científico, o lo técnico, no se como llamarlo, pero que se mezcla con lo social, con lo político.
Ese campo, en el momento en que se crea el INSM, es mas bien un regulador de profesiones que aparece, no tanto el campo de apertura e investigación, a pesar de que en el mundo hay enseñanzas nuevas; está la psiquiatría comunitaria y una cantidad de direcciones que permiten pensar que el campo de la salud va mas allá de la creación de unos consultorios de un paciente singular.
En ese momento dentro de la APA , que es filial de la ESPA , es decir de la Sociedad Internacional de Psicoanálisis en ese momento, un grupo de nosotros tenemos inquietudes que van mas allá del estudio del psicoanálisis mismo y en ese estudio la profesión se centra en una carrera de medicina que no da ninguna cuenta de lo que es ni el psicoanálisis ni la salud mental en sus formación. Entonces empezamos creando dentro de la Institución una inquietud por la formación de grupos. El grupo de nosotros presenta un trabajo, hecho en ese momento por Usandivaras y por mi, presentado en el primer congreso internacional de grupos que se dio en Toronto. Y se funda la Asociación de Grupos. Con cierta gigantes dentro de la institución porque fue visto como : no todo es el psicoanálisis singular del consultorio y el psicoanálisis individual. Y hay ciertos roces, se empieza de esa manera.
Luego vienen los acontecimientos políticos que son muy bien descriptos en el libro, de gran tensión y presión, de movimientos que frente a las varias dictaduras que tuvimos antes de LA dictadura – nosotros la llamamos LA dictadura, a la del 76 que fue la feroz, digamos- pero hubo otras anteriormente.
Empezó el asunto en el 76 con La noche de los bastones largos, el ataque al saber como un peligro. Como un peligro en observación. En ese momento nosotros articulamos nuestro trabajo dentro de la Institución IPA con la Federación de Psiquiatras. La FAP en ese momento estaba liderada por psiquiatras políticamente de cierto sector político. Y psiquiátricamente quizá para nosotros que éramos psicoanalistas, lo veíamos como retrógrado, en la medida en que era más organicista, en ese momento retoma un poder terrible la psiquiatría organicista. En ese momento dentro de FAP había una corriente que cabalgaba entre una actitud política mucho mas progresista y de avanzada que dentro de la Asociación Psicoanalítica , y al mismo tiempo y del punto de vista del abordaje de la enfermedad mental o los trastornos mentales, con una cierta cosa retrógrada. En cambio, adentro también había un deseo de integrar ambos conocimientos. Y los psiquiatras de la FAP en ese momento querían acercarse al psicoanálisis como un elemento progresista dentro de eso. Y en ese momento se conjugaron distintas corrientes y empezamos a trabajar, y lo que recién Carpintero mencionaba como la necesidad de reconocer la Coordinadora de Trabajadores de Salud Mental, en realidad surge dentro de la FAP como un movimiento tendiente a reunir lo que estaba fragmentado. Trabajadores de Salud Mental empezamos a crear acontecimientos a los cuales convocábamos psicopedagogos, asistentes sociales, por supuesto psicólogos, que ya en ese momento tenían toda su formación y muchos de ellos tenían formación psicoanalítica que no era aceptada por la Institución oficial, pero que si era reconocida por muchos de nosotros, sostenida, apoyada e incentivada por muchos de nosotros. Se crea ahí un grupo de profesionales que tienen reclamos de distinta índole: de tipo gremial por un lado y también del tipo de formación por otro lado. Coincide en ese momento el abordaje de la Salud Mental en la practica de una nueva institución de una manera muy distinta de la que se pensaba antes que estaba desfragmentada; los psicólogos por un lado, los psiquiatras por otro, los asistentes sociales, los psicopedagogos. Se intenta entonces una integración de los saberes, un entrecruzamiento de los saberes, cosa que no es fácil. Pero de ahí surge- recuerdo que en ese momento yo era secretaria científica de la FAP , y hago un ciclo que se llama “El saber y el poder”. Coloco ahí pensadores que no eran ni psicoanalistas, ni médicos, ni psiquiatras, ni siquiera psicólogos, sino que podían ser filósofos o epistemólogos, y que trabajan la articulación del saber con el poder. De ahí surge la constitución de una nueva institución que es la Coordinadora de Trabajadores de Salud Mental. Y por supuesto que eso no va gratis, se producen tensiones, dificultades, contradicciones; pero sin embargo, de todo esto surge un movimiento que reclama la necesidad de que la formación no sea exclusivamente capitalizada o controlada por una institución que en ese momento era centro del progresismo. Y entonces se crea la Coordinadora de Trabajadores de Salud Mental y el CDI, Centro de Docencia e Investigación, que era la parte de la Coordinadora que se dedicaba a proponer y ofrecer la formación menos onerosa, mas orientada hacia un saber mas amplio, que tuviera en cuenta los abordajes sociales. Paralelamente a eso, dentro de la APA , de la IPA ; se produce lo que muchos de ustedes conocen como el movimiento “Plataforma” y “Documento”. Yo protagonizo Plataforma pero al principio Plataforma y Documento son dos movimientos que surgen dentro de la Institución , con la inquietud de cuestionarse en la institución dos cosas: la estructura interna, como verticalismo y predominancia del poder, del dinero y del poder en si mismo, de la jerarquía, y por otro lado el aislamiento de un entrono que al mismo tiempo reclama atención. Y también la pregunta y la exigencia o el deseo de que eso redunde en un interrogante del saber. Que no solamente cuestione la organización institucional sino que también obligue, implique y lleve a interrogarse sobre los fundamentos y el trabajo, como se trabaja y me parece que es un momento crucial, una ruptura en la cual donde la institución en esos dos movimientos unos ochenta miembros entre candidatos adherentes y 5 didactas, que en ese momento era la jerarquía máxima, irrumpen no solamente en la institución en si misma sino en el campo, en el que realmente el vértice estaba ahí. Aunque eso no quiere decir que no existían inquietudes y agrupamientos en otros lados, porque la Facultad de Psicología, donde el trabajo de la Asociación de Psicólogos mismo se va formando, y después del campo lacanianao que va introduciéndose ahí. Pero de todos modos la ruptura del vértice, creo que produjo una situación importante. Y siempre digo que yo reivindico muchísimo dos cosas de Plataforma. La ruptura con la IPA y el cerrar nosotros mismos el grupo Plataforma, que fue auto cerrado. Producimos una ruptura y no repetimos lo que era tentador y fácil, volver a repetir lo mismo, poner una institución parecida. Ahora, en ese momento se mezcla muchísimo con todos los acontecimientos políticos, todas las represiones y todo esto está muy bien descripto por autores en el libro, en esta época que es una época de movimientos brutales, yo en el prólogo al libro digo por ejemplo que “hoy decimos otro mundo es posible” Lo decíamos entonces nosotros también y lo queríamos, lo deseábamos. Pero ni entonces ni ahora sabemos demasiado cuáles son las condiciones para que otro mundo sea posible. Ese es un trabajo que tenemos que hacer todos nosotros, no dejando de lado el problema de la política, que es el límite de acción posible, pero también es el horizonte en el cual tiene que inscribirse la acción específica.-
Insisto en el aspecto ético del trabajo realizado por los autores porque creo que las nuevas generaciones necesitan saber algo más que su herencia, para transformar esa herencia en algo viviente, ya se decía “lo que has heredado, adquiérelo para que sea tuyo”. Pero diría algo mas, que dice Derrida; “la herencia tiene que ser modificada para que sea viva. No es solamente adquirirla para uno, sino transformarla. No dejarla estática, no puede ser algo que se toma y se adquiere como propio y uno se queda ligado a ello, sino que tiene que ser algo que transforma.
Y creo que esa es una actitud anti inconformista, que creo que es lo que el libro propone, y me parece que es sumamente valiente.-
Enrique Carpintero : Ahora seguimos con Roberto Harari.
Roberto Harari : Buenas tardes, quiero en primer término agradecer a Carpintero y Vainer por esta amable invitación para este seminario.
(mucho ruido)
Respeto a la seriedad con que han encarado la tarea, en lo personal, de un modo tan puntilloso y respetuoso con que relevaron los que tuvimos las entrevistas al respecto que están continuadas en el libro.(no se entiende bien)
Como me dijeron que yo sobre todo venía en mi condición de psicólogo, creo que básicamente en ese sentido la visión es el capitulo cuarto de este tomo segundo, que se refiere de algún modo a lo que sucede en el campo de la psicología, en la medida en que éste comienza a definirse expresamente en los años setenta. Cuando Gilou hablaba, yo me acordaba en lo que me pasaba a mi en mi decisión vocacional. Por motivos- yo diría, neuróticos- comencé la carrera de arquitectura en la que duré tres días.
Luego como quería ser psicoanalistas, el problema es que…… puesto que no se podía ser psicoanalista a partir de ser licenciado en psicología. Esta restricción viene en el año 54 en la APA y recién finalizad después de la dictadura en el 85. Es decir que hay un largo período, desde el momento en que yo termino mi carrera, en el año 54, con la camada con la que nos recibimos, y comenzamos a tener interés en trabajar como psicoanalistas.
El punto es que en ese momento había una enseñanza muy fuerte, muy marcada en la carrera de psicología que era justamente un psicoanalista, que fue justamente maestro de una generación en la que me incluyo que fue José Bleger, y que tenía una particular concepción respecto a lo que debería ser el campo del psicólogo, que era el campo de la psicohigiene. El decía, dejen el psicoanálisis a los psicoanalistas, y ustedes dedíquense a la psicohigiene. Era un trabajo preventivo. Insisto, pese a eso entendíamos que queríamos trabajar como psicoanalistas, empezamos una formación yo diría caótica, y evidentemente paralela, con muchas de las referencias a profesores de la APA, controlados por ellos, hasta que de algún modo comenzamos con un grupo al que quiero rendir homenaje prácticamente al que está vivo de esa generación; donde había queridos amigos y colegas como Carlos Sastre, como Leonardo Satne, como Paula Waisman, (y otros). Donde comenzamos un trabajo con la Asociación de Psicólogos, que fue fundada en el 62, y que nosotros veíamos, como éramos una generación joven, no se si alguna llegaría a los 30 años en ese momento, y era un páramo. Efectivamente había mucho por hacer, y la Asociación de Psicólogos nos parecía que era el lugar indicado, solo que había que trabajar para tratar de generar un movimiento que no siguiera puntualmente los lineamientos de Bleger. La camada que estaba justamente, la primera camada, básicamente seguía los lineamientos de Bleger y ahí se inscribe una polémica que está muy bien desarrollada en el libro de Carpintero y Vainer, con Juana Danis que era la discípula dilecta de Bleger, y ahí comienza a gestarse una línea donde, en particular, como está muy bien definido en el libro, cuatro polémicas que se instalan en un campo que habría que comenzar a generar. Esto quiere decir, un campo que era extra APA, que sin embargo trataba de seguir al psicoanálisis, que pretendía gestar en principio otra alternativa institucional y que debía hacerlo con una fundamentación científica. Este punto es donde inscribe el momento donde conseguimos finalmente por votación tener la Comisión Directiva de la Asociación de p sicólogos, y comienza una serie de modificaciones fuertes en la institución ; yo muy rápidamente las tomo acá, eran precisamente abrir la institución a los egresados de las universidades privadas, proseguir la lucha contra la ley de la primera dictadura, la de Onganía, que había sido restrictiva respecto a los psicólogos, hay un decreto que ubicaba a los psicólogos como ayudantes de psiquiatría.
Proseguir esa lucha, en la que tuvo mucho que ver la FAP y en particular el trabajo con Emilio Rodrigué y Marie Langer.
Hicimos una bolsa de trabajo para las generaciones más jóvenes, y colaboramos mucho en el CDI, pero además, punto importante, nos parecía que era decisivo tener un órgano que fue la Revista Argentina de Psicología que fue se generó en 1969, que venía de antes. Hay una pequeña corrección, si ustedes me permiten, y a través de ella homenajear a quien nos dio la oferta para llevar la Revista Argentina de Psicología. No fueron muchas editoriales las interesadas, la única que se ofreció y tomo sobre si los costos fue la de Garma, a cargo en ese momento de ….. que fue un conocido agente editorial que vive en Barcelona. El fue el que efectivamente se acercó a mi para ofrecerme a cargo de Galerna la Revista , hasta que después, pasa toda la colección de Psicología a la editorial Nueva Visión. Entre ellas la RAP Se generan polémicas fuertes, cuatro como bien quedan definidas en el libro, una de ellas me tiene como protagonista. Soy el único vivo de los que participa en esa polémica. Se refería sobre todo a algo así como cual era el trabajo del psicólogo. Y en particular su relación con el psicoanálisis, si le transmitía parte del trabajo clínico, acercarse al psicoanálisis como herramienta práctica, y sin por esto tener una suerte de militancia a modo de un mercado negro o de segunda categoría, como era en ese momento lo de los psicólogos.
Esta cuestión de la reivindicación de las áreas de trabajo, creo que fue fundamental en esos años convulsionados, con influencias fuertes respecto de la militancia peronista de izquierda, con polémicas que se centraban precisamente en los límites del que hacer en nuestros analizantes y donde, por otra parte, interviene la ???? de Jaques Lacan, que nos tuvo a muchos de nosotros como los primeros que rotulamos ese campo, que fundamos las primeras instituciones; la institución que yo fundo en el 77, en plena dictadura, con la gente con la que fuimos expulsados por la dictadura de la Universidad del Salvador, comenzaba a trabajar con los curas tercermundistas en una cátedra que duró 5 años hasta que por imposiciones de las dictadura fuimos sepultados. Directamente a los 10 días de entrada la dictadura, hubo un pedido explicito al rector para que “los rojos del Salvador” fuéramos expulsados. Así fuimos.
Esta cátedra es la que después funda la Institución Mayéutica , en 1977. Creo que es la segunda en la Argentina después de la escuela Freudiana de Buenos Aires. Ahí está la enseñanza de Lacan y es muy interesante ver como esta enseñanza entra precisamente por quienes intentamos contestar la hegemonía de la APA. Lo digo de un modo brutal, y obvia y exageradamente equívoco. Era algo así, así con los psicólogos lacanianos y los médicos Kleineanos. Con todas las percepciones que a ustedes se les ocurra y que son correctas, como para delimitar el modo brutal del campo, y tuvo mucho que ver, efectivamente, este reconocer que también Lacan aceptaba precisamente a no médicos en la organización institucional, y no solo psicólogos, sino interesados en el psicoanálisis. Ese era un modo organizativo que tenía mucho que ver con una cierta ideología de emancipación, que no cerraba la cuestión sino que la abría. Es en este ideario en que se crean estas instituciones iniciales, que son en cuanto a los lacanianos las más antiguas del mundo. Vale mencionarlo puesto que Lacan la suya la disuelve en el año 81. Esas que son previas al 81, por lo tanto que perduran, se pueden llamar las instituciones lacanianas mas antiguas. No se si viejas, pero por lo menos antiguas. Creo que hay un punto que quiero destacar, en particular en la enseñanza de Lacan que a mi me conmueve muy particularmente, es precisamente lo que sucede con la alienación al analistas como ideal. Creo que acá hay otra cuestión a tomar en cuenta en este particular contexto del que estamos hablando. Creo que ha sido de los primeros que ha advertido cuanto el analista está colocado en el lugar del ideal, y como no se trata de reemplazar un ideal por otro, sino de tratar que el analizante se articule a sus propios ideales.
En esto, porque había un clásico texto, de James Strachey, famoso traductor de Freud al ingles, que por ejemplo decía que se trataba en el análisis, de retrasar la severidad del superyó con un superyó benévolo, que debía ser introyectado, y que esto venía a partir de la proyección del analista. Este es un modo apenas velado, me parece, justamente de tomar en cuenta que se trata de incorporar al analista y - insisto- de alienarse por lo tanto en este ideal.
Me parece, se puede discutir, pero me parece que ha sido la advertencia de Lacan acerca de es equivoco fundamental que es el que permite iniciar la cura analítica, pero que debe ser precisamente responsable el analista de llevarlo a su fin, de destituirse de ese lugar de ideal.
Esto al mismo tiempo también pone en crisis los análisis interminables….. Creo que este es uno de los puntos mas importantes a tomar en consideración y que los efectos por lo tanto, de esta ilusión, utópica si se quiere en cuanto a su extremo, pero posible, marca un rumbo. Esto se refleja en la cura, en las instituciones y en las publicaciones. Creo que este campo, por eso es que se abre en ese momento, quiero por eso en particular marcar que ha sido una enseñanza que me marcó mucho en ese momento y de ahí en más y creo que vale la pena mencionar, que es la de Raúl Sciarretta. Como recordará Gilou, alguien que sería llamado filósofo pero que es en realidad un autodidacta -porque tampoco se es filósofo de profesión- pero que yo lo llamaría “Maestros de maestros”.
Los franceses llaman a alguien como Sciarretta “metre á penser”. Acá en castellano diríamos “el abrecabezas”. Creo que en el modo en el que él desde Althusser y Bachelard permitió a muchos de nosotros llegar a Lacan, ahí hay algo muy decisivo en la constitución del campo de la salud mental en la Argentina. Y quería homenajearlo también mencionándolo como maestro de muchos de nosotros.
Habría mucho mas que decir pero me parece interesante que pudiéramos dialogar.
Enrique Carpintero : Abrimos las preguntas ….
Roberto le va a hacer una pregunta a Gilou.
Roberto Harari : Una muy directa… ¿Cómo y porqué se disolvió Plataforma?
Gilou García Reinoso : Yo puedo contestar por mi, porque hay distintas versiones y además hubo distintas ideas ahí. Por mi creo que hicimos muy bien de cerrar Plataforma porque corría el riesgo de una repetición. Era prematuro proponer una enseñanza que corría muchos riesgos de repetir los vicios de la anterior porque no tenia suficiente elaboración . O sea, corría el riesgo de volver a profesionalizar el psicoanálisis, cosa que me parece una reducción muy esterilizante. El psicoanálisis no es una profesión. Los psicoanalistas ejercen una profesión que es el psicoanálisis pero no podemos concebirlo como una profesión sino como un modo de pensar al sujeto, de proponer categorías para pensarlo, con los núcleos duros del psicoanálisis que son la no unidad del sujeto, la presencia del inconsciente permanentemente en nuestro pensar, en nuestra acción y en nuestro hacer y la voluntad conciente en ese momento nos parecía un grupo de nosotros prematuro, y que hizo que nos dispersáramos de alguna manera.
El destino de la gente de Plataforma fue muy diferente. Yo en ese momento fui a Medicina del Trabajo. No por medicina sino por el trabajo, es decir con la necesidad de trabajar en el campo social con el instrumento psicoanalítico. Fue una experiencia muy interesante, fuimos algunos de Plataforma, teníamos también antropólogos, Eduardo Menéndez, que formaba parte de Plataforma también. Y trabajamos intensamente y por supuesto también cortados por la represión en un momento dado. En mi exilio en México trabajé en la Dirección de Medicina del Trabajo en la Secretaría de Trabajo, desde el punto de vista psicoanalítico y no me pareció; me convenció de que los psicoanalistas podían y debían trabajar en un campo, como es el de las instituciones por ejemplo, y no solamente encerrarse en su consultorio.
Participante : ¿Cuáles eran las influencias teóricas……
Gilou García Reinoso : Minoritario como número no, al contrario. Documento era mas numeroso que Plataforma, que éramos unos 17 creo, y en Documento eran como 50 o 60.
Para mí, habrá otras ideas, pero mi opinión es que el grupo Documento activaba más su crítica a la institución misma. Y Plataforma era un grupo mas politizado que intentaba trabajar mas sobre el aislamiento de la institución, de la institución en si misma como producto de una posición política en el mundo. Pero de todos modos muchos de nosotros éramos y seguimos siendo amigos, y el resultado fue que en realidad del grupo Plataforma hubo mas dispersión que en el grupo Documento. Documento se centró mas en intentar una formación que al gusto de algunos de nosotros podía resultar prematura.
Participante : El lugar de los Trabajadores de Salud Mental en la etapa de la dictadura. (en relación a las nuevas generaciones…)
Gilou García Reinoso : Bueno, yo trabajo mucho sobre la memoria. Creo que el problema de la memoria es un problema constitutivo, constituyente e importantísimo. Y creo que es una colaboración el prólogo del libro que hice – yo no solamente lo leí sino que lo prologué- trabajo fundamentalmente sobre el problema de la memoria y la importancia de que no sea fracturada. Creo que la memoria ha sido y sigue siendo fracturada. Recién le decía a Vainer, por ejemplo; que curioso, yo trabajé en Medicina del Trabajo como alternativa a repetir- yo era didacta cuando rompimos con la APA- como alternativa y no queriendo repetir el lugar del maestro. En ese sentido tendría alguna polémica con Harari, ¿“Maestros de maestro”? En francés la palabra maestro es maestro y amo al mismo tiempo. Y es un riesgo, en un momento dado sobre todo. Me parece que las jóvenes generaciones soportan una censura no explícita- mucha gente joven no conoce ese agujero. Por eso digo que se transforma con la memoria un agujero en un espacio, y en un espacio de pueden escribir cosas, se pueden derivar cosas. Se transforma en algo productivo. En cambio el agujero es un blanco, es un arrancamiento de parte de la historia. …… nos e escucha
La censura nos afecta a todos nosotros y estamos todo el tiempo teniendo que luchar contra nuestra propia censura. Es más, yo decía recién que hay poco espacio dentro del libro, y me culpo……… de no introducir el esfuerzo que hicimos el grupo tan pequeño que fuimos a trabajar a Medicina del Trabajo. Y casi me olvidaba acá de hablarlo, sin querer retorna la censura del olvido.
……. A que uno olvide la política, porque la política también nos hace olvidar. Y como decía Freud, yo tengo una predilección por Freud y tengo muchísimo respeto por el pensamiento de Lacan y trabajo en los dos frentes. Pero creo que no se puede ¿??? Que Freud fue fundador y que trajo rupturas con su época.
… Cosas trascendentes que fundamentales y a las que no podemos renunciar. Y el dice que el superyó es la herencia, la implantación de una herencia del inconsciente del de los padres. Es decir que algo que se nos introduce deja ¿???? Y porque son intermediarios y transmisores de órdenes y como dice Foucault de lo que el poder prescribe y proscribe, indica qué es necesario saber o no saber, hacer o no hacer.
Roberto Harari : Solamente sostener el diálogo con Gilou acerca del “metre”. Tiene toda la razón, (ruidos) pero creo que ante todo se lo tenés que decir a los traductores que han puesto todo el tiempo amo cuando deberían haber puesto las dos cosas.
…. Y la palabra “mercon” que quiere decir indistintamente tanto amo como maestro. No es lo mismo, y me parece que la función del maestro no es algo que necesariamente aliene, por eso yo dije “metre a francaise” , y el abrecabezas es el que hace que cada uno siga su curso, no el que se impone al modo del amo. En ese sentido, una de los puntos trascendentes que trae Freud justamente en la década del setenta y sobre Lacan; sobreintroduce la noción de los cuatros discursos, yo creo que hay tiene una luminosa captación de cual es la cosa fundamental que trae Freud. Un nuevo modo de lazo social, un modo distinto de lazo social. Este consiste en algo – algo muy extraño,- en algo que empieza por la asociación libre. Que hace que caigan todas las maneras habituales en las cuales un sujeto tiene un lazo con otro. Porque la asociación libre se trata justamente de que …??? Hablar ni de modo riguroso, ni sabio, ni nada por el estilo. Ese modo tan extraño…
El libro también plantea- no se si puedo hablar en nombre de todos- pero esa cátedra en la Universidad del Salvador, que era un puntal en ese momento, estaba articulada de acuerdo a las …. FIN LADO A .-
(LADO B) HUELLAS 1 la salud mental en los setenta
Roberto Harari : … Les recuerdo que en Paris, Lacan era acusado como el ideologo de los “revoltosos” de mayo del 68. Tanto que decían que su discurso inducía al anarquismo, revueltas, subversión, etc. Y aparentemente el colmo de una suerte de izquierda si se puede decir así. Llamativo, que acá recuerda ciertos prejuicios y a ciertas coincidencias temporales en las cuales es riesgoso a partir de la correlación entre causa efecto ¿?????????????????, y es riesgoso confundir una cosa con otra. A partir de esto se cree que es lo contrario. Allá era el inductor de los ¿??? Y en la Argentina vendríamos a ser algo así como los secuaces de la dictadura. Muchos han dicho, y muchos se arrepintieron, amigos a los que valoro y respeto, que tuvieron el exabrupto de caer en la confusión. Que se trate de algo psicoanalítico y por supervivencia, como dice el libro y yo lo reitero; gente muy cercana a mi que despareció, que trabajaba conmigo, yo me entero de esto porque ni vienen mas simplemente, yo estaba en sus agendas, yo no podía ¿?? El grupo de estudio. Vengan de a dos, de a tres, no bajen todos juntos, no se queden afuera, no vayan al bar de la esquina. Fue un momento en que la cultura de catacumba- yo tendía en ese momento entre 14 y 16 grupos de estudio en mi consultorio.-
Habría que tratar de hacer huellas en la memoria al respecto , y ver de que manera eso fue un suerte de exilio interno. Muchos con toda legitimidad, efectivamente amenazados sabían que su vida corría peligro …………..
Participante : Respecto del psicoanálisis, MUCHO RUIDO
Roberto Harari : Podemos pensar en --- social ene l sentido de un ¿?? No volitivo, había un corte severo y donde ciertas problemáticas parecidas como que hubieran perdido legitimación,… ruidos
….. sino que sus efectos, para usar la categoría lacaniana son a porque tienen una demora que me parece que plantea una demora como una obediencia diferida a la censura.
Gilou García Reinoso : Yo no se a que te referís con lo de que el psicoanálisis no está implicado. Yo hablaría de instituciones o de psicoanalistas.- El psicoanálisis puede en algunos casos ser muy implicado y lo es. Muchos de nosotros vivimos y actuamos en procesar ¿??? lo social. Creo que las instituciones tienen muchos problemas con esto, porque tienen que reproducirse. Al tener que reproducirse tienen que ¿????? Reproducir mas reproducción. ¿? No estaría mal escuchar mas preguntas.
Participante : pregunta, no se entiende
Roberto Harari : Una particularidad de la carrera de psicología de la UBA , una fuerte impronta psicoanalítica. ¿?????? Con Bleger que fue la segunda vez que daba introducción, y luego psicología de la personalidad; las que eran materias troncales. David Liberman tenía psicopatología en ese momento, con Rafael Paz y también Fernando Ulloa en ¿??? . Era como los pilares fundamentales. Pero la marca psicoanalítica era fuerte conjuntamente con la tendencia reflexológica. Estaban ¿??? Con Caparrós, si bien la mayor parte de ellos después pasaron al campo psicoanalítico, sobre todo cuando empezaron sus propios análisis.
Trafico
Participante : pregunta, no se entiende
Gilou García Reinoso : Ruptura con la inercia del profesionalismo. Creo que es necesario expresarse de otra manera que como profesional cuando uno trabaja con el psicoanálisis. Tenemos las prácticas, eso vienen de los 70. Cada práctica es práctica social por un lado y por otro científica. Como práctica social….. condiciones de las prácticas sociales, Y eso creo que los psicoanalistas no se pueden hacer los zonzos y su práctica está sometida ala ¿??? De la práctica social. Pero la práctica específica del psicoanálisis no es lo mismo cualquier práctica. Tiene un pensamiento, un concepto de sujeto, un proceso de implicación en el trabajo mismo y en lo social que creo que tiene que implicar varias lecturas. De ahí retomaría muy brevemente algo en que disiento un poco con Harare, aunque estoy de acuerdo con el en que no se puede hacer una relación ¿?? De causa efecto entre lo que aparece y que hubo muchos abusos de poner todo en la misma bolsa, no estoy de acuerdo con esto.
Creo que la idea de ¿???? Metaponse es una idea muy reaccionaria. Y se ha usado para decir, aquellos que en vez de ayudar a que la gente piense por si misma son maestros en los dos sentidos de la palabra de un pensamiento.
Roberto Harari : Estaba pensando en un libro llamado “El destino”, del español García Calvo, donde le hablaba de que sucede con las instituciones en general en la actualidad. Insistía mucho en que las instituciones tienen un sesgo suicida porque siempre parece que están al borde de la disolución, de la desinstitucionalización y después, en elemento en que parecía que iban a desaparecer, se reinstucionalizan d otra manera.
De esto doy fe que sucede así justamente en la propia institución en la que estoy en el año 77, que tuvo varios de esos momentos. Calvo menciona a la familia, a la ciencia, a la bolsa, instituciones que no tienen nada que ver con la manera tradicional en la que se cree que una institución lo único que quiere y logra, aparentemente, es monolíticamente perdurar. Aunque lo intentase no logra justamente porque tiene condiciones que la ponen permanentemente en peligro de desaparecer.
De modo tal que la ruptura está todo el tiempo presente. No creo que sea tratar de encabezar volitivamente algo, sino que estamos en el seno de algo inclusive con la velocidad de las modificaciones.. realmente sería sino como tener un enfoque de las instituciones al modo medieval. Creo que indica un pensamiento medieval creer que la institución es eso y que la única alternativa es ser anarquista.
Efectivamente, en las instituciones hay conflictos. Y donde no los hay.
….. No se trata de ser instituido, sino del intento de intento de institucionalizar algo que siempre se está perdiendo.
Participante : pregunta, no se entiende
Roberto Harari : Es muy interesante, este planteo que se realiza se plantea en los términos casi casi de los sesenta. Hay un libro, El rol del psicólogo, que plantea precisamente esa pregunta.
Gilou García Reinoso : Es una mención ejemplarizante lo que dice el compañero. En México se instituyó en un momento dado en la carrera de medicina un modelo que se llamaba A4 que era invertir? La formación de los médicos y no de empezar por la misma inquietud que la del compañero, sino empezar con los muertos????? Ante la sospecha de todo el mundo, de entrada llevaban a los jóvenes estudiantes a las villas, a las poblaciones para trabajo de tipo social. Y tuvieron que cambiar el sistema y volver al anterior- lo cual no quiere decir que el anterior fuera bueno- porque la mitad de los estudiantes se volvían muchísimo mas rígidos, mas tecnicistas, y de la otra mitad unos se quedaban a vivir con las poblaciones y otros se suicidaban, porque no tenían instrumentos, elementos para abordar esto.
Enrique Carpintero : Me parece que la dictadura produce un quiebre fundamental donde han quedado como han podido ver acá cosas abiertas todavía en relación al período. Pero me parece que además hubo un quiebre donde aquellos que participan tanto en el campo del psicoanálisis como la Salud Mental se ha profesionalizado y se ha encerrado en su propia profesión, perdiendo la dimensión social y política que tiene. Si hay algo que ha caracterizada al psicoanálisis es justamente no ser un subjetivismo y mucho menos un biologismo,
Creo que una de las cosas que nos lleva a reflexionar sobre estas huellas de la memoria, es como poder pensar hoy esta articulación entre el psicoanálisis, lo social y lo político. Además, cuando hablamos de psicoanálisis siempre nos olvidamos que estamos hablando de psicoanalistas, personas que tienen diferentes formas de pensar y que además se agrupan constituyendo instituciones que tienen sus propias particularidades.
Les agradezco la participación y nos vemos mañana.
Seminario dictado en el IV Congreso Internacional De Salud Mental y Derechos Humanos