Existe un vocablo que hace tiempo acompaña mis innumerables dudas, entre muchos otros que repito sin ton ni son, pero que poco me preocupan. Se trata de uno que utilizaban -con una frecuencia mayor que la necesaria- mis compañeros de correrías -y también de la maldita escuela a la que tuve que asistir obligatoriamente- cuando yo era todavía un pequeñín y, que por lo general, utilizaban para conmigo o cuando querían referirse a mí. Nunca logré que alguno de aquellos muchachos me explicara que es lo que querían decirme cuando me decían "eso". Cuando le preguntaba a mi santo padre -no al Padre Santo, a quien cuando accedí a su conocimiento ya había intuido que jamás iba a dar satisfacción alguna a mis requerimientos lingüísticos, como tampoco a ningún otro- el viejo me sacaba con un coscorrón por la cabeza o una patada en el traste... o por donde me alcanzara, diciéndome que esas palabrotas -que otros me habían dicho- no se repetían frente a sus castos oídos de hombre serio y adusto, que se reía poco. Y la palabreja era boludo. ¿La escuchó alguna vez, verdad? Con el aperturismo del lenguaje, devenido como consecuencia de muchos años de silencio opresivo impuesto por las dictaduras militares y clericales (o viceversa), hoy podemos expresarnos con vocablos que normalmente no sólo hubieran sido consideradas de tono subido para otras épocas, sino que hasta en momentos de dictaduras hubieran sido calificadas como procacidades propias de subversivos a los que por eso sólo había que hacerlos cagar. Uno de los términos que de manera más abierta se incorporó a nuestro léxico cotidiano, es el de boludo, lo cual no significa que simultáneamente no se utilicen otros vocablos de igual o mayor tenor. El boludo es un personaje del cual todos algo chamullamos diariamente en el mundo hispanohablante.
Todos los argentinos/as, sin excepción, hablamos de “el boludo”, “los boludos”, “la boluda” y de “las boludas”. Pero ¿alguien conoce con alguna precisión que es lo que significa ser boludo? No y sí. Si se hace un análisis lingüístico del vocablo en cuestión, se concluirá -de manera rápida y sesuda- que solamente pueden ser boludos, aquellos que tienen bolas colgando de algún lado. Asimismo, se puede suponer que esto de portar bolas hace referencia a los testículos que están contenidos por la bolsa del escroto, entre las piernas. Pero ahí no termina la cosa. Se da por entendido que se utiliza la palabreja de manera abusiva como una alusión directa a un tamaño exageradamente grande de los testículos (aunque, a fuer de verdad, ¿a qué hombre con aspiraciones de macho cabrío le gustaría tener las bolas chicas del tamaño de una lenteja?). Sospechamos que cuando se dice boludo se está haciendo referencia a una redondez que supera -de lejos y con creces- el límite de lo permitido por la normalidad y que ya se ha incorporado en el tamaño patológico de grandotas. En tal caso, solamente podría considerarse su aplicación exacta a los casos de cáncer de testículo, situación en la cual -quiero imaginarme- pocos se atreverían de acusar de boludo al portador de tan desagradable y boluda enfermedad. Inclusive, el célebre astro internacional del fútbol -aunque poco iluminado para otros menesteres más prosaicos que los de patear una pelota- Diego Armando Maradona, llegó a afirmar públicamente que "los boludos son como las hormigas, están en todos lados". Y, pese a que no precisó lo que es un boludo, como bien puede hacerse con las hormigas, (y ya algunos insectólogos lo hicieron) sin embargo llegó a encontrarles una ubicación espacial. Lo que no se alcanza a entender en las sabias palabras de Maradona es cual es la relación de los boludos con las hormigas. ¿Es que acaso a los boludos se los pisotea?, ¿o es que se les echa veneno, para sacarlas de los jardines o simplemente para exterminarlas?, ¿o las hormigas son boludas y no lo sabíamos? Creo que el tema no es tan simple y que sus habitualmente sabias (¿?) palabras, esta vez me dejaron con más interrogantes que en otras oportunidades. Es más, tengo la íntima convicción de que Maradona cada día se parece más y más a una hormiga. Decía al inicio de un párrafo anterior que podía suponerse que el término se derivaba del tamaño exagerado de los testículos, ya que los sinónimos más comunes son pelotudo y huevón (este último se utiliza sobre todo en Argentina, en la región de Cuyo, siendo característico que se lo pronuncia tan rápidamente que no solamente se comen la h, sino que también juntan la u y la e en un solo monosílabo irreproducible en el papel). En España el equivalente al boludo es el jilipolla, en referencia a que la polla es el órgano sexual masculino tal como le conocemos por "el pito"; por lo que un jilipolla es algo así como un "pito grande", cosa que no ofende a nadie y más bien aparece como el delirio de cualquier tipo. Pero esa debe ser una cosa de gallegos -no la polla, sino la confusión-, que bien merece hacer un cuento al respecto. Hasta aquí parece que el análisis viene fácil, pero el caso se complica cuando al término se lo feminiza para hablar de boluda, creo que en este caso la única explicación plausible pasa por aquello que señalaré en un próximo párrafo acerca de la influencia del delirio feminista hasta en el uso del lenguaje, aunque semánticamente no corresponda, pero ésa es una reivindicación sobre la cual no se puede perder oportunidad alguna de hacerla, aunque sea muy boluda. Y ya que antes les sacara el cuero a los gallegos con el asunto de los jilipollas, vale la pena recordar que ellos tienen un término muy especial para referirse específicamente a los testículos: cojones. Y lo usan bien usado, cuando un tipo resulta ser de valía, de poner huevos en donde corresponda, entonces dicen que ese tipo es cojonudo. ¡Vale, coño!. Vale la pena recurrir a la historia patria para conocer el origen -no etimológico- del término que me viene carcomiendo el cacumen y que tantos cuestionamientos me ha despertado desde la más tierna infancia. En cualquier libro que hable de la historia nacional -desde el viejo Astolfi hasta los más modernos de Félix Luna- usted podrá encontrar el origen de tan popular vocablo de uso cotidiano. Y está ahí nomás de empezado el libro, cuando se habla de las batallas de la independencia en que nuestros esforzados y valientes patriotas criollos -subversivos ellos, ya que intentaban modificar el orden impuesto por los gallegos- enfrentaban a las tropas realistas armadas hasta los dientes y las muelas con los más sofisticados armamentos, tales como arcabuces misilísticos y otras naderías por el estilo. Pues bien, nuestros criollos -que luego dieron lugar a las famosas y sabrosas galletitas Criollitas- se enfrentaron con el invasor en inferioridad de armamentos, pero haciendo uso de su ingenio ante la diferencia de armas en favor de los gaitas. ¿Que hicieron?. Pues formaban tres líneas de combate -como indicaban los clásicos y estúpidos libros de la guerra en la época en que no existían los colegios militares que facilitaran la posterior derrota en Malvinas- para enfrentar al muy feroz enemigo ibérico. Las tres líneas, de adelante hacia atrás, en orden a la cercanía con los vagos de la vereda de enfrente las componían, respectivamente, de esta forma: 1) los pelotudos: esta formación eran los tipos que iban armados con unas boleadoras cargadas con bolas grandes –de piedra- como pelotas que pesaban mucho y que se tiraban contra las patas de los caballos realistas (efectivamente, para ser realista hay que ser caballo, aunque curiosamente los realistas encontraron los caballos en América y no en España, con lo cual se armó un bolonqui de película para saber cual era realista y cual republicano. Dicen los expertos en historia -Félix Luna es un tipo que se la sabe lunga al respecto- que se los reconocía cuando se era capaz de aprender el viejo arte de traducir los relinchos). Como hasta el más torpe en temas militares -el temulento General Galtieri, por ejemplo- lo podrá haber imaginado, los miembros de esta línea eran flor de pelotudos, ya que eran los que estaban poniendo la jeta y fueron los primeros en recibir los balazos de los mosquetes enemigos. 2) La segunda línea estaba conformada al igual por boludos, pelotudos y algunos que ni fu ni fa. Era el tradicional pelotón de los lanceros, es decir, los que enviaban sus lanzas (previa bendición hecha por un capellán militar) a los cuerpos de los enemigos que no habían sido bendecidos (caso contrario, ¿quién carajo se explica esto de las bendiciones?). No es una línea de combate que mayormente interese en este análisis, o comentario, o lo que puta sea. 3) La tercera línea (aquí viene lo bueno) eran unos tipos que formaban (más que idiota, si no te avivaste dónde formaban) detrás de las dos anteriores. Estaban, al igual que los de la primera línea, armados con boleadoras. Más, en este caso se trataba de bolas pequeñas, que no fuesen muy pesadas y que luego de volar por arriba de las líneas de lanceros y pelotudos (además hay que considerar al espacio "con luz" entre los respectivos contendientes) llegara directamente al coco de los gaitas y los volteara de la montura de sus yobacas. Y estos, sí señor/a, estos eran los llamados boludos, acertó, muy bien diez felicitado, puede seguir leyendo, parece que no es tan boludo/a.
Como se puede ver, los boludos no lo eran tanto -por la posición que ocupaban en el campo de juego- y, en cambio, los pelotudos eran repelotudos. Cuenta la historia que a finales del siglo decimonónico comenzó a decírsele a aquellos que eran muy pavotes, que siempre iban al frente, algo así como que "sos un pelotudazo" y luego, por efecto
contaminante, se extendió a llamar boludo y pelotudo indistintamente a todo aquel que tuviera las características de aparecer como tal y que aún no sabemos como carajo es. Sin embargo, y pese a estas sabihondas disquisiciones históricas, con las que espero haber sorprendido a más de un entendido, el término boludo está dirigido a definir rápida y denostativamente a aquellos individuos -sin distinción de sexo, lo cual es
un soberano disparate (aunque sospecho que esto más que un exabrupto del lenguaje, no es otra cosa que manifestar su reivindicación en un pie de igualdad con los hombres, por parte de las feministas)- que son considerados en alguna faceta de su vida como un tanto tontos o fuera de lugar; cuando alguien resulta un poco o algo torpe en su relación con los objetos que lo rodean se le dice "pero mirá, boludo, lo que hacés con tus manos". Más aún, ahí no termina la confusión del vocablo. También se dice ¡boludo! con un sentido amistoso -y hasta cariñoso- cuando se encuentran dos amigos casualmente "que grande, boludo, volver a encontrarnos". Es decir, el boludo es un lugar común en el habla cotidiana de los porteños en particular, y de los argentinos en general, (y también se deben incluir a los almirantes y los brigadieres que lo usan frecuentemente con los
soldados -y hasta entre ellos mismos- siempre que tengan una jerarquía inferior a la del que se expresa), el cual no diferencia de manera inequívoca al objeto aludido, para peor, estimo que en la actualidad se ha convertido en un término multívoco y hasta a veces equívoco, ya que no tiene un referente preciso al cual aludir. A veces, los boludos suelen hacerse algunas preguntas en voz alta -son tan boludos que no temen ser
escuchados por oídos indiscretos que fácilmente los calificarán de boludos-, en cuyo caso corren el serio riesgo de no ser considerados como tales por los no boludos que gobiernan, sino que, en todo caso, reciben el mote de subversivos, desestabilizadores e, inclusive, de infectados de SIDA. Algunas preguntas que se hacen los boludos y que hacen que a los no boludos las neuronas se les corroan con ácido nítrico son, por ejemplo, las siguientes: ¿Por qué razón es conveniente y alentable la libre circulación de capitales y mercaderías y, en cambio, es peligrosa la libre migración de las personas? ¿Por qué causa el aumento de la esperanza de vida hacía inviable al sistema público de las jubilaciones y, en cambio, no crearía ningún problema al sistema privado de capitalización de las empresas privadas? Vaya una posible respuesta en términos interrogativos hecha por un boludazo como el que esto escribe: ¿es que los fondos de
pensiones privados acortarán la vida de los jubilados y así permitirán excedentes que les dejen jugosas ganancias a los capitalistas? ¿Cómo esperaba el Gobierno menemista impulsar su política redistributiva si reduce impuestos a los empresarios a cambio de aumentar los injustos impuestos indirectos, como es la aplicación del IVA generalizado? ¿Por qué la preocupación básica de las autoridades es fomentar la competitividad, cuando hasta el más boludo sabe hasta el cansancio que en todas las competiciones solamente hay un ganador y muchos perdedores? En fin, creo que en el mundo habitamos más boludos de los que se cree, todos tenemos algo de boludos y algo de no boludos pero, sin lugar a dudas, hoy la boludez es reina y diosa del Nuevo Orden Mundial que hemos -los boludos- ayudado a instaurar con nuestras boludeces intelectuales que nos han llevado a abandonar las ideas para preocuparnos más por los intereses (de los otros, como si fueran nuestros). A continuación voy a presentar una tipología -la cual, obviamente, no puede ser totalmente exhaustiva acerca de estos personajes- la que si bien está escrita en masculino, no es exclusiva de los machos y es de rigurosa aplicabilidad para las féminas. TIPOLOGIA DE LOS BOLUDOS (Si Usted se encuentra caracterizado, ¡por favor!, no se ría, porque se denuncia solo y saca patente de boludo. Si no se encuentra, lo lamento, Ud. es tan, pero tan boludo, que ni siquiera lo
tuve en cuenta para esta categorización antropológica).BOLUDO AERONAUTICO:
El que se la pasa haciendo "pinta" en los aeropuertos, como si estuviera por embarcar hacia Hong Kong y, en realidad, está por hacer un viaje de 200 kilómetros. BOLUDO ALCOHOLICO (pero no tanto): Bebe para olvidarse de que es alcohólico. BOLUDO AL CUBO: Es el boludo al que la mujer le ordena sacar el cubo de basura a la vereda. BOLUDO AL COHETE: Es el tipo ese que rompe las bolas todas las noches 15 días antes que lleguen las celebraciones de fin de año con sus malditos cohetes, petardos y demás yerbas que meten ruido hasta en los cojones. BOLUDO ALEGRE: Se ríe de
boludeces (como las que aquí están escritas). BOLUDO AMBICIOSO: Hace cualquier boludez con tal de alcanzar lo que ambiciona: ser boludo. BOLUDO AMISTOSO: Se hace amigo de todos los boludos; te cuento que es amigo mío y tuyo. BOLUDO ANGUSTIADO: Se siente mal por ser boludo, pero también se siente como el traste cuando no hace boludeces. Ante cualquier boludez consulta con el psicoanalista. BOLUDO ANSIOSO: Demuestra con múltiples gestos de ansiedad que es un boludo. BOLUDO APETITOSO: El que dijo que el apetito viene comiendo, y no sabía del apetito que viene ... no comiendo. BOLUDO APLICADO: Se preocupa por aprender boludeces. BOLUDO ARITMETICO: No necesariamente es un gallego, sostiene que en el mundo hay tres clases de personas: las que saben contar y las que no. BOLUDO
ARTISTICO: Ha convertido en un arte hacer cotidianas boludeces. BOLUDO ATOMICO: Es capaz de creer que con la utilización de la bomba atómica se van a solucionar los problemas de la sobrepoblación. BOLUDO BELICO: Sostiene que como las guerras sirven para algo, deberían haber más guerras. BOLUDO BLANCO: Cuando se le queda la mente en blanco, lo ve todo negro. BOLUDO CALLADO: ¡Cuántas veces por callarnos metemos la pata!. BOLUDO CANSINO: Hace boludeces sin apuro alguno. BOLUDO CARRETERO: El que maneja por la ruta como si fuera corredor de Fórmula 1. BOLUDO CARTESIANO: Cree que cree en boludeces, eso lo convence de que existe. BOLUDO CASAMENTERO: El que pone cara de boludo feliz cuando se está por casar. BOLUDO CATOLICO: Es tan chupa velas que le estaría muy bien empleado que dios existiera, para que lo castigue por boludo. BOLUDO CINEMATOGRAFICO: ¡Es de película! BOLUDO COBARDE: Le sobra valor para reconocer que es cobarde. BOLUDO COMUNICATIVO: No pierde oportunidad para ufanarse de cuán boludo es y se lo comunica a todo el mundo. En las pantallas de televisión hay a montones. BOLUDO COMUNISTA: Sigue creyendo en las paparruchas que le vendieron los bolcheviques y no se avivó que hoy por hoy, la única
dictadura que manda es la del mercado. BOLUDO CONSECUENTE: Aquel que habiéndose casado una vez, lo hace nuevamente luego de un divorcio exitoso. BOLUDO CONSCIENTE: Sabe que es boludo. BOLUDO CREYENTE: Se cree
cualquier boludez que le cuentan. BOLUDO CRIMINOLOGICO: Afirma, muy suelto
de cuerpo, que es un crimen que algunas personas no paguen su crimen. BOLUDO DE MENTE PARADOJICA. Reflexiona antes de pensar. BOLUDO DE MIERDA: Además de boludo, parece que -sobre todo- es un hijo de puta. BOLUDO DEMOCRATICO: Con acierto afirma que la inmensa mayoría de los hombres honrados son la inmensa minoría. BOLUDO DE RAZA: Es hijo y nieto de boludos. BOLUDO DEMAGOGO: Hace como que cree que el pueblo no es boludo. BOLUDOS DEPORTISTAS: Los tipejos/as que creen que porque andan vestidos con ropa deportiva ya son tenistas admirados. BOLUDO DISCRETO: Hasta cuando guarda silencio procura hacerlo sin ofender. BOLUDO DIVINO. Yo aún soy ateo, gracias a Dios (Luis Buñuel). BOLUDO DIARIERO: Se cree que si suben los precios de los periódicos, estos van a traer mejores
noticias. BOLUDO ECOLOGICO: Hace colectas públicas para rescatar ballenas encalladas en playas lejanas y es incapaz de darle una comida al hambriento que le pide ayuda. BOLUDO ENCICLOPEDICO: Sabe un montón de boludeces. BOLUDO ENEMISTADO: No perdona a sus enemigos, aunque varias veces le dijeron que eso es lo que les fastidia más. BOLUDO ESFERICO: Por todos lados se nota que es boludo. BOLUDO ESFORZADO: Hace esfuerzos por ser boludo. BOLUDO ESPECULADOR: No trabaja, porque si lo hiciera no tendría tiempo para ganar dinero. ¡Este nos jode a los piolas que creemos no ser boludos!.BOLUDOS ESPECULARES: ¡Se la creyeron!. Viven mirándose al espejo para ver cuán boludos son. BOLUDOS ESPECTACULARES: Están todos los días en la televisión y las revistas del espectáculo. Son tipos y tipas que hacen de la boludez el divertimento cotidiano de los boludos que los contemplan embelesados. BOLUDO EXTRAVERTIDO: Hace lo imposible para no disimular que es un boludo. BOLUDO FILIAL: No le agrada ser huérfano para no darle un disgusto a los padres. BOLUDO FINDEAÑERO: Sostiene sin desparpajo alguno que los fuegos artificiales eran muy naturales. BOLUDO FOSFORESCENTE: Hasta en la oscuridad se le nota que es boludo. BOLUDO GRUPAL: En la psicoterapia de grupo, cuenta boludeces por kilo. BOLUDO HIPOCRITA: A veces disimula su condición de boludo y en otras simula ser boludo, esto según le convenga. BOLUDO ILUSTRADO: Es capaz de expresar con toda suerte de conocimientos cuán boludo es. BOLUDO ILUSTRE: El que pasa a la historia por
sus boludeces. BOLUDO INCAPAZ: Ni siquiera hace alguna boludez. BOLUDO
INCESTUOSO: Cree que el pecado de incesto se comete cuando se coge dentro de un cesto. BOLUDO INCONSCIENTE: Es boludo pero no se da cuenta. BOLUDO INDECISO: Es tan pero tan indeciso, que ya no está seguro de serlo. BOLUDO
INEDITO: Todavía no ha podido patentar sus boludeces, cuando lo haga dejará de serlo para convertirse en boludo édito. BOLUDO INHALAMBRICO: El que se anda pavoneando por las calles con un teléfono celular. BOLUDOS INMIGRANTES: Mis viejos, que me vinieron a parir aquí, a la Argentina, y se creyeron que me "forjaban un futuro". BOLUDO INSULSO: Sus boludeces no hacen gracia. BOLUDO INSIGNE: Lleva colgadas un montón de insignias y escapularios y otros etcétera para identificarse y que los otros lo identifiquen a él como boludo. BOLUDO INTERNAUTICO: Es de los que se creen Cristóbal Colón navegando por Internet. En realidad parece que navegaran por el Mar de los Sargazos, dónde no existe el puerto de arribo y están condenados a navegar para la eternidad en medio de idioteces que solamente le sirven para alimentar su diletantismo. BOLUDO INTROVERTIDO: Nunca da cuenta de las boludeces que hace ni de las que piensa. BOLUDO JUSTICIALISTA: Son todos aquellos que se creyeron que siguiéndolo a Menem, iban a pasar a cobrar los dividendos de la revolución productiva. BOLUDO KANTIANO: Afirma que se puede pensar en boludeces, aunque nunca saber si lo son. BOLUDOS LABRADORES: Es curioso, nunca pensaron que a los que más trabajo les cuesta labrarse un porvenir es a ellos mismos. BOLUDO LABORIOSO: Todo el día está haciendo boludeces. BOLUDO LIBRESCO: Solamente lee boludeces, bah, en realidad se pone a leer todo lo que tenga a tiro. BOLUDO LIDER: Lo siguen todos los boludos. La realidad argentina cuenta con excelentes ejemplos al respecto. BOLUDO LITERARIO: Solo escribe boludeces. ¡Sin comentarios, please!.BOLUDO MILITAR: Era aquella pieza arqueológica que iba contento a cumplir con la mili. Hoy es una pieza en extinción y solamente se incorporan los piolas que se quieren ganar unos mangos y tener casa y comida gratis. BOLUDO MORTUORIO: Dice que si pudiera caer muerto ahora mismo, sería el hombre más feliz del mundo. BOLUDO MUJERIEGO: Lo que más le interesa de una mujer pobre es su dinero. BOLUDO NOMINALISTA: Pretende que todo el mundo le diga boludeces, aunque se conforma con que le llamen: boludo!.BOLUDO OPTIMISTA: Cree que no es boludo. BOLUDO ORGULLOSO: Está contento con ser como es y que todos le
digan boludo. BOLUDO PAPAL: Cree que el papo es el macho del Papa. BOLUDO
PARADOJICO. Cree que su holgazanería no le deja tiempo libre para nada. BOLUDO PATENTADO: El que acude a las oficinas de inventos a patentar boludeces. BOLUDO PELEADOR: Está convencido de que cuánto más tiempo dura una disputa, más lejos se halla del final. BOLUDO PERDEDOR: Está firmemente convencido que "lo importante es saber perder". Eso dicen los que no saben ganar. BOLUDO PESIMISTA: Cree que solamente él es boludo, los otros no lo son. BOLUDO PESIMISTA II: Cree que todo el mundo parece bueno, excepto la mayoría. BOLUDO PETULANTE: Se enorgullece de ser boludo. BOLUDO PLATONICO: Sostiene que el amor platónico consiste en hacer el amor en un plato. BOLUDO PROPINERO: Cuando deja propinas pretende quedar bien y siempre queda mal porque deja chirolas. BOLUDO PSICOLOGO: En sus devaneos intelectuales afirma que el mundo está loco por culpa de los cuerdos. BOLUDO RADICAL: Votó a De la Rúa convencido que "El Chupete" no era más de lo mismo. BOLUDO RELIGIOSO: El que cree que sus boludeces son verdades absolutas, mientras que califica de boludos a los que no creen lo mismo que él y anda a la caza de aquellos para hacerlos cagar. BOLUDO SABIHONDO: Se creyó a pie juntilla que "el sabio no dice todo lo que piensa y piensa todo lo que dice".BOLUDO SEXUAL: Todavía no se avivó que el sexo tiene una cosa buena. Un hombre y una mujer están tan cerca que no alcanzan a verse los defectos. BOLUDO SILENCIOSO: Por muy bajo que hable... siempre alguna boludez se le oye decir. BOLUDO SIMPATICO: Grande che, te hace reír con todas las boludeces de que es capaz. BOLUDO SOBAQUERO: La posa de intelectual caminando siempre con un libro debajo del brazo, hasta que le contagia una baranda de la puta madre. BOLUDO SOBORNABLE: Es tan pero tan boludo que se deja sobornar por cualquier pobre diablo que no tiene un mango en los bolsillos. BOLUDOS SOLIDARIOS: Viven en España. Se deleitan con las campañas del 0,07 para con América Latina y se olvidan de los "sin techo" que duermen en la Gran Vía. BOLUDOS SOÑADORES: Son los tipos/as que sueñan con llegar a ser, algún día, boludos/as. BOLUDO SUICIDA: Es de los que están convencidos de que si se pudiera probar la existencia de Dios, aumentaría el número de suicidios. BOLUDOS
SUPERSTICIOSOS: Son tan supersticiosos que creen que la superstición trae mala suerte. BOLUDO TARDIO: Siempre llega tarde. Y sólo cuando cree haber llegado a tiempo, ya es demasiado tarde. BOLUDO TELESCOPICO: Desde lejos se nota que es boludo. BOLUDO TENAZ: Es capaz de ser tan boludo que se aprieta las bolas con una tenaza. BOLUDO TRABAJADOR: El infeliz que todavía continúa creyendo que laburando va a salir de pobre. BOLUDO TRISTE: Es ese boludazo al que vemos -pero no oímos- que grita en voz baja. BOLUDO UTOPICO: Pobre tipo, todavía cree en las utopías, no se avivó que en la contemporaneidad exitista los utópicos tienen patente de idiotas. BOLUDO VALENTON: Es del tipo milico, ofrenda la vida de otros por defender las boludeces en que dice creer. BOLUDO VALIENTE: Llega al colmo de ofrecer su propia vida por boludeces. BOLUDO VEGETARIANO: Afirma que no es vegetariano porque ame a los animales; es vegetariano porque odia a los vegetales. BOLUDO VERNACULO: Es aquel boludo que nacido en la Argentina cree que el destino lo puso en el mejor país de la tierra. BOLUDOS VICTORIOSOS: Se creyeron que porque ganaron un campeonato de fútbol en el barrio ya tocaron el cielo con las manos, aunque sigan siendo unos pobres diablos. EL REY DE LOS BOLUDOS: El que se gastó 2.000 dólares en un procesador de textos, con todos los chiches incluidos y termina escribiendo estas boludeces. EL EMPERADOR DE LOS BOLUDOS: El que se gastó algunos dinerillos en comprar este libro que es una boludez, pudiendo haberse comprado con ese dinero una publicación filosófica que es mucho más divertida.
Ángel Rodríguez Kauth
Profesor de Psicología Social
Universidad Nacional de San Luis
Argentina
akauth [at] unsl.edu.ar