El año pasado falleció Eliseo Rey, creador del sistema corporal Biodinámica Emotiva. Sus inquietudes creativas lo llevaron a transitar por la danza, el teatro, la música, el
video-arte y la docencia escolar e institucional. En su libro El cuerpo Emocionado. Pedagogía Artística para un Psiquis Anquilosada refleja su experiencia en un dialogo fecundo con el lector. A continuación transcribimos algunos fragmentos.
¿Qué significa Biodinámica Emotiva?
Esta es la denominación que damos al sistema de trabajo corporal que he ido desplegando a lo largo de veintitrés años de docencia. (Hoy son 40 años.)
El prefijo “bio” quiere decir vida. La investigación se dirige especialmente al hombre contemporáneo, habi¬tante de ciudades. Cuando decimos vida o vitalidad, nos referimos a la concepción particular que cada individuo tiene de lo que significa ser vital, estar vivo.
Si tomamos el término dinámica, observamos que etimológicamente quiere decir fuerza en tanto energía que se manifiesta en el movi¬miento (cinético o potencial).
La Biodinámica, según el diccionario, es la "ciencia de la actividad vital". Coincidimos con esta definición y a pesar de ser artistas y no científi¬cos, nos apoyarnos en la experimentación, la observación y el razo¬namiento para intentar explicar el fenómeno del movimiento vital y no solamente mecánico, en el individuo.
¿A qué llamamos "vivir la vida"? ¿qué queremos decir cuando nos manifestamos atados, aquietados o bloqueados?, y más aún, ¿cuál es el mensaje cuando decimos "quiero moverme porque no siento mi cuerpo"?
Estamos refiriéndonos a las vivencias que cada individuo tiene de sí mismo. Vivencias determinadas por juicios y opiniones sobre lo que debiera sentir, que se distancian generalmente de la realidad que percibe. Las vivencias son verdades psicológicas, filosóficas, culturales, que en nada se oponen a las de la física o la química orgánica que explican el funcionamiento fisiológico del individuo. Por el contrario, contri¬buyen a completar una realidad bio-psico-social que somos y desde la cual no sólo nos percibimos sino que observamos al mundo.
El segundo término de la denominación de nuestro trabajo, Emotiva, es el que mejor representa este aspecto vivencial. Otra vez nos encontramos con el concepto de movimiento, expresión. Acción del cuer¬po, conmoción orgánica (visceral y motora), en respuesta a impresio¬nes de los sentidos, ideas o imágenes, factible de ser percibida por el sujeto que la produce y los individuos externos a él.
La Biodinámica Emotiva se define entonces, como el sistema de tra¬bajo corporal que desarrolla la energía vital para la producción de movimien¬tos, o sea de vivencias emotivas, percibidas y asumidas por el indivi¬duo como manifestación pública de su propia vitalidad.
Se propone desarrollar en sus alumnos la capacidad de expresarse (hacerse evidente para sí y los demás), utilizando para ello los propios movimientos corporales, en un contexto de creatividad y de compromiso con lo emocional y lo estético (una danza personal), un "habitarse como cuerpo emocionado".
¿Qué son para la Biodinámica Emotiva los lenguajes artísticos?
Las artes, en todas sus formas, son lenguajes o fenómenos de expresión-comunicación que no requieren apoyarse en los aspectos conceptuales o racionalmente descriptivos. Es por eso que existen las formas del arte abstracto, independientemente de que éstas no rechazan la incorporación de mensajes que apunten a ser comprendidos por el intelecto más racionalista.
Por ejemplo la música, sinfónica, barroca, orquestal, o alguna de las formas folklóricas instrumentales, la dodecafónica, etc., impresionan en el oyente (fenómeno de expresión-impresión) sin que por ello su mensaje aclare o comunique ningún concepto intelectual.
No es necesario "entenderla racionalmente", sólo basta con comprenderla por el sentir(se). La plástica puede ser sólo abstracta y también incluir lo figurativo, en tanto que la danza es casi siempre abstracta, no narrativa.
De todas maneras es el receptor el que determinará el caudal de sensibilidad o de intelectualidad que le otorgue a un mensaje, de acuerdo con su estructura de personalidad o su necesidad de buscar “sentir”, “pensar” o ambas cosas a la vez. Manejándose dentro de ciertos márgenes, éste es un fenómeno independiente de la intencionalidad del artista.
Por otro lado, una producción artística puede o no fusionar el sentir con el pensar, integrándolos con coherencia o por el contrario enfrentándolos en una contradicción. Esto no define su condición de producto artístico, sino que son las intencionalidades del productor y la de los receptores las que le otorgan esa categoría a esas verdades subjetivas llamadas Arte.
Eliseo Rey