Dispositivo Garabatos | Topía

Top Menu

Titulo

Dispositivo Garabatos

 
Un lugar para la sorpresa

Concibo la enseñanza como un espacio en el que se despliegan complejas y diversas experiencias.

  • Leer:      plantea el problema de la traducción
  • Escribir:  el de la citas
  • Publicar: el del pasaje del narcisismo al socialismo (Bion)
  • Hablar:   implica al decir y  contar

No propondré realizar una teoría de la lectura, ni de la escritura, ni de la publicacíón,

ni de la traducción; simplemente me referiré a dichas experiencias en términos de ejercicios: como los físicos para el deportista, los ensayos para el actor o para un intérprete musical.  ¿Ensaya un analista?

A partir de los trabajos prácticos y teóricos de nuestra vida universitaria, y los grupos de estudio, como forma básica de la formación extra-universitaria es que propongo constituir y realizar un taller de ejercicios de escribir, lo llamo dispositivo garabatos.

Es una de las maneras en que pueden realizarse trabajos que nos ubican en el problema de una clínica del analista al ir haciendo una crítica, en acto,  del narcisismo de cada participante.

 

Pasado inmediato

Desde hace casi diez años estamos desplegando este dispositivo garabatos. Lo fue gracias a los colegas –en muchos casos se fue haciendo amistad– que se animaron a confiar...

Pasado no tan inmediato.

Aulas y bares familiares; parciales y finales dados y tomados; fichas, libros y apuntes sufridos, queridos, muy marcados...

Aprender a estudiar (leer), a dar examen (escribir), a aprobar (hablar). Escuchar, preguntar. Buscar.

El poder corrompe cuando consolida impunidad; se burocratiza al institucionalizarse. 

El ser alumno –estar estudiante- se despliega entre las ansias de saber y el tener que aprobar y recibirse. El ser profesor entre el poder -poner la nota que aprueba o desaprueba- y el saber, testimoniar su pasión.

Un día descubrí que al enseñar, el que mas aprendía era yo. Algo así como un descubrimiento por clase. No me pasaba de esa manera siendo estudiante; no era protagonista.

La forma tradicional de enseñanza ubica al alumno en posición de recibir mas que de dar.  En nuestra carrera, estar presente alrededor de 12 veces por cuatrimestre, los llamados trabajos prácticos. Escuchar, tomar apuntes, preguntar, decir, comentar...responder por escrito o verbalmente preguntas del parcial o del final. “¿Qué están preguntando?” inquieto eco de pasillo en momentos de examen final.

Cuando uno lee, por un momento, habita los nombres, crea lo que existe: experiencia de omnipotencia. Lo ajeno se hace propio. Cuando uno escribe, origina un pedacito de mundo. Hace exterior; experiencia de extranjeridad. Lo propio se hace ajeno.

Escribiendo todo el tiempo: apuntes, resúmenes, anotaciones en los márgenes de los libros, subrayados – esa escritura disimulada - También parciales, monografías y  ensayos. Mas adelante se comienza a publicar...

Movimiento: ir del lenguaje popular al lenguaje teórico – búsqueda de un sistema – y de éste al lenguaje popular. Necesitamos la experiencia.

Sabemos que todo analista se va haciendo a partir de una triple experiencia, que marca su destino: analizarse, analizar y supervisar.

Paralelamente va realizando su formación teórica.

Es el momento del aprendizaje de  la obra de los creadores: Freud y sus discípulos, M Klein y sus discípulos,  Lacan y sus discípulos, Bion, D. W. Winnicott y los suyos...

Prácticas habituales

Señalaré ciertas características de las prácticas que hacen a la formación de un estudiante y/ o profesional en el campo del aprendizaje teórico.

Leer:  Por lo general la lectura se realiza en privado

Participar en clases, seminarios, congresos, etc:  Aquí básicamente la posición  adoptada es la de escuchar, en forma personal y pública a la vez. La participación se da a través de alguna pregunta o comentario; hay poca implicación personal -excepto la de mostrar la capacidad de ser inteligente -en el sentido de astuto, piola-  No se va mas allá,  sobre todo si el grupo es  grande. Se escucha el silencio y a los vigías de occidente cuando dicen: “¡eso no es psicoanálisis!”. Esos que aprendieron cierta manera de hablar, cierta jerga, y a los que, ignoro por qué misterio, llegan a tener la “propiedad de la palabra”:se trata de los que “saben”.

Escribir:

Quizás escribimos para descubrir  realidades que nos constituyen.

*la de los nombres (en perpetuo desmoronamiento)

*la que está mas allá de los nombres (no es habitable, desmesura, enloquece)

Todo es movimiento (Pontalis) un continuo ir y venir de las cosas a los nombres y de los nombres a las cosas. Escribir es una manera de acercarse a este movimiento, de realizarlo sin saberlo.

Escribir estaría ubicado entre un simple ejercicio sensoriomotriz y la escritura tal como la logra un autor digno de ese nombre.

¿De qué está compuesto el acto de escribir?

¿Cuándo escribimos?

·         al estar leyendo algo,

·         al escuchar algo ajeno, 

·         al escuchar algo propio, 

·         al ser llevado por el acto  mismo de estar escribiendo.

Uno va sabiendo lo que está escribiendo, o por lo menos repite las palabras pronunciadas por otro, es decir, las copia sin entenderlas, y lo hace para comprenderlas. Escribir: promesa de comprensión. Se trata de una  forma de registrar y es – al decir de Bion-  una de las  formas de la memoria.

Agarrados al pasado inmediato, al presente que se desliza, dominamos el lenguaje. Lo tenemos atrapado y lo fijamos; escrito está. Inmovilidad del transcurrir. ¿Qué es lo que inmovilizamos? El sentido? Esa dirección que va, como dice Octavio Paz,de ningunaparte a ningúnlado.  Entretejido entre los signos, enredado entre las letras, el sentido aguarda, silencioso y feroz, esquivo y seductor; esperanza recomenzada...

Sucede que, en ocasiones, en lugar de escribir, uno es escrito, va siendo llevado a no se sabe donde, dibujando un pequeño mundo, un sendero sin selva, un salto sin orilla.

Tengamos en cuenta lo que nos dice Pontalis1  respecto a ciertas características de la manera de escribir de los analistas

“...a menudo permanecen mudos respecto a qué fue lo que los condujo a escribir eso, respecto a  sus fuentes personales y al trayecto singular, haciéndonos creer que las ideas se engendran a si mismas y tienen un desarrollo autónomo”

--¿qué me  llevó a escribir esto?

No se trata de intereses meramente intelectuales. Algo me agarró – me tocó tanto en lo vivo como en lo muerto-  y me obligó a escribirlo.

--¿de dónde me viene, cuáles son mis fuentes personales privadas e intimas?

Se trata -al publicar- del intento de producir algo que concibo -en el mejor de los casos-  como profundamente personal impersonal.

--¿qué recorrido estoy haciendo o hice?

brindar testimonio de mi trayecto personal, contar el proceso y no solo el producto terminado, ese fruto perfecto(?). Cual es el recorrido y no solo el punto de llegada y diferenciarlo del punto de partida

--que las ideas no se engendran a si mismas,  significa mostrar el contexto de nuestro descubrimiento personal.

--que no tengan un desarrollo autónomo, significan que no son independientes de mi y de los otros, que están en mi y en los otros –red invisible-,  como en tránsito.

.

Creo que para evitar la omnipotencia y la omnisciencia tendríamos que aplicar al escribir, o intentar acercarnos a aquello que entiende DWW por  interpretar :

           “se trata de mostrar los limites de mi comprensión”

 Se trata de no decir todo lo que se sabe o entiende, solo hasta donde se entiende, lo que deja implícito todo lo que no se entendió o entiende. Es una manera de sostener en acto una idea: podemos comprender, podemos no-comprender y hay cosas incognoscibles.

Quizás se trate de no presentar las ideas como un producto terminado sino de ir mostrando cual fue el camino que se está recorriendo, como se fue llegando a las mismas...aunque sabemos que a ciertos cocineros no les gusta contar sus recetas.

Garabatos y sus momentos

El dispositivo Garabatos consiste en un grupo de trabajo –que intenta diferenciarse del conocido grupo de estudio-  centrado en la clínica del analista; funciona a partir de textos seleccionados por aquel que ejerce de coordinador. La condición- para éste – es que elija textos que lo dejaron sin aliento.

-Primer momento

Se trata de leer  en privado el texto que se propuso

     “Lectura: disipación de los signos. Por la lectura, abolimos los signos, apuramos el sentido y, casi inmediatamente, lo disipamos: el sentido vuelve al amasijo primordial” [i] : la experiencia es evanescente, nebulosa, casi inaprehensible.; el concepto: claro y distinto.

-Segundo momento

Consiste en escribir algo, intentar transmitir, comunicar a los  que  van a escuchar –los participantes del  grupo- algo de lo que a uno le sucedió  cuando leyó el texto.

 Ese algo es a suceder, nunca se sabe qué me va a pasar al leer a ...Winnicott o a...

El desafío consiste en atrapar eso y escribirlo, luego leerlo. Puede ser que uno lo atrape  a través de asociaciones, rememoraciones, de un fragmento de una canción, de un verso, de una película, de lo que advenga.

    “Escritura: transmutación de las formas y movimientos en signos inmóviles. Por la escritura abolimos las cosas, las convertimos en sentido. Al escribir caminamos hacia el sentido.” [1]

-Tercer momento

Es la lectura en público de algo propio y personal : aquí se roza algo del acto poético, nos encontramos con cierta conmoción, temblor y temor, señal de inocencia y riesgo. La mecánica de este momento es sencilla. Consiste en hacer fotocopias de lo escrito por cada uno para repartir a todos los participantes. En un vaso se colocan papelitos con los nombres de los asistentes que escribieron y a medida que vayan saliendo  -azarosamente-  se establece el orden de lectura..

-Cuarto momento

Comienza cuando surgen los comentarios promovidos por la lectura que cada participante realiza.

Somos dominados por el lenguaje, por los signos, que tomando pedacitos de piel, de entrañas o de sueños nos ponen, nos pegan,  nos clavan al papel.

Somos nosotros pero disimulados. Es algo personal, pequeño...donde

     “ cada parte es una instantánea totalidad inmediatamente escindida”2

1 Pontalis, JB. “Post-Scriptum” (1994) L’amour des commencements. Gallimard. Paris.1986

2 Octavio Paz, El mono gramático. Seix Barral. Barcelona. 1974

Temas: 
 

Articulo publicado en
Noviembre / 2002

Ultimas Revistas