Este relato de experiencia da cuenta del trabajo realizado en el barrio La Rana (San Martín) por las residencias de Medicina General, Psicología y Trabajo Social del Centro de Atención Primaria de la Salud Nº 3 (CAPS 3). Consiste en un diagnóstico de situación con el objetivo de planificar intervenciones que tengan impacto en salud, construir vínculos entre el equipo de salud y las familias que favorezcan la referencia y el acceso al CAPS 3.
Autores:
Barzani, Carlos A., Licenciado en Psicología Becario post residencia carlos.barzani [at] topia.com.ar
Bovenzo, Carlos D., Médico Residente de Medicina General
Burgo González, Candela, Médica Residente de Medicina General
Cinícola, Graciela, Licenciada en Trabajo Social Coordinadora de PRIM
Coronel, Paula A., Licenciada en Trabajo Social Becaria post residencia
Curci, Analía N., Médica Residente de Medicina General
Díaz Arana, Florencia, Licenciada en Psicología Instructora de PRIM
Gigliotti, Nadia S., Médica Residente de Medicina General
Lini Chein, Marina, Médica Residente de Medicina General marina_lini [at] hotmail.com
Martín, Marilina S., Licenciada en Psicología Residente
Miranda, Luciano, Médico Generalista Instructor de Medicina General
Morgazo, Analía, Médica Residente de Medicina General
Novo Foti, María L., Licenciada en Psicología Residente
Pérez, Silvana, Médica Residente de Medicina General
Perner, Andrea, Licenciada en Trabajo Social Residente andrea.perner [at] yahoo.com.ar
Raffaelli, Romina, Licenciada en Trabajo Social Residente
Ramírez, Ana C., Licenciada en Psicología Residente anacris.ramirez [at] gmail.com
Rosadío Gamarra, Brenda, Médica Residente de Medicina General
Rossetti, María L., Médica Residente de Medicina General
Rostro, Romina A., Médica Residente de Medicina General
Trucco, Mariano, Médico Generalista Jefe de Residentes
Varni, Eugenia Licenciada en Trabajo Social Jefa de Residentes
Institución: Centro de Atención Primaria de la Salud Nº 3 “Villa Concepción”
RESUMEN
Este relato de experiencia da cuenta del trabajo realizado en el barrio La Rana (San Martín) por las residencias de Medicina General, Psicología y Trabajo Social del Centro de Atención Primaria de la Salud Nº 3 (CAPS 3). Consiste en un diagnóstico de situación con el objetivo de planificar intervenciones que tengan impacto en salud, construir vínculos entre el equipo de salud y las familias que favorezcan la referencia y el acceso al CAPS 3.
El relevamiento se organiza por área asignada, en tres grupos compuestos por profesionales de cada disciplina y un referente del barrio. Se realiza una encuesta; se entregan folletos y turnos programados; se abrió una juegoteca; se hace seguimiento de situaciones familiares puntuales, atención domiciliaria y en consultorio cercano al barrio.
Hasta el momento realizamos 25 visitas al barrio, encuestamos 137 familias y procesamos 82 encuestas con datos de 392 habitantes.
Trabajar en Atención Primaria de la Salud (APS), implica comprender los determinantes sociales de la salud y tenerlos presentes en nuestras intervenciones. Es necesario abrir espacios de participación barrial que posibiliten a los vecinos/as decidir junto con el equipo de salud los pasos a seguir.
Palabras claves: La Rana, interdisciplina, intersectorialidad, participación comunitaria, APS.
Palabras introductorias
“... Mientras los médicos sigamos viendo enfermedades y olvidemos al enfermo como unidad psicológica y social, seremos simples zapateros remendones de la personalidad humana...”
R. Carrillo
El siguiente relato de experiencia intenta dar cuenta del trabajo realizado en el barrio La Rana del partido de San Martín (Pcia. de Buenos Aires) por las residencias de Medicina General, Psicología y Trabajo Social. El mismo comenzó a realizarse en el mes de Junio del año 2010 en el marco del Programa de Residencias Integradas Multidisciplinarias[1] del Centro de Atención Primaria de la Salud Nº 3 (CAPS 3).
“El sector salud es una de las áreas más importantes de la política social. También es un observatorio permanente donde se pueden mirar casi todas las dimensiones de la realidad social: las consecuencias de la pobreza, la reaparición de patologías que se creían desterradas, la indigencia, la situación de calle, la desnutrición, los efectos de las condiciones de vida, el incremento de los hechos de violencia, urbana o familiar.
Desde el hospital o centro de salud, se conocen casi siempre las condiciones sociales de la población atendida. Detrás de cada historia de vida individual, pueden reconstruirse los padecimientos de grupos sociales, determinados por su clase, situación económica, laboral y educativa y su hábitat.
Sin embargo, esta lectura social de la enfermedad, pocas veces logra traducirse dentro de las instituciones de salud, en un saber organizado para incrementar el cuidado de los más desprotegidos o para generar acciones colectivas, sean estas de intervención propia o de otras áreas de la Política Pública. Dicho de otro modo recuperar, una mirada socio-sanitaria, epidemiológica, territorial y preventiva que permita al sistema intervenir directa o indirectamente en las causas de los problemas y no solamente en la atención de individuos ya enfermos”.[2]
En función de este posicionamiento en salud y entendiendo a la misma como un derecho humano fundamental que debe ser garantizado por el Estado, es que desde el CAPS 3 de Villa Concepción se definió la planificación de acciones en salud a partir de un análisis situacional de una comunidad determinada, con implementación de la Estrategia de APS: participación comunitaria, trabajo intersectorial, programación por necesidades, trabajo en equipo interdisciplinario, docencia e investigación.
Es en este marco que se implementa el Proyecto Institucional, cuyos ejes directrices son pensar objetivos en función de la necesidad de la población. Esto implica necesariamente la realización de un diagnóstico de situación con la finalidad de conocer e identificar, junto a las familias, referentes y organizaciones, las necesidades sentidas, a modo de construir estrategias de intervención compartidas, considerando posibilidades, tiempos y decisiones, teniendo la capacidad para reformularlas permanentemente según los cambios en la situación socio-sanitaria que compartimos: comunidad, instituciones y equipo de salud.
Descripción de la experiencia
“Caminar por ahí
es sentir el olor de la libertad,
una cumbia, un mate
y una mano siempre para ayudar
y te puedo decir que se ve
como crecen así desde el pie
con la gente que lucha
que aguanta y que es mucha
y que van...
marcándonos el camino”.
ARBOLITO
Objetivos
La propuesta de trabajo surge desde la Dirección del CAPS 3 con el fin de desarrollar plenamente las potencialidades del mismo, buscando centrar la atención en la zona más vulnerable[3] del área programática.
Se decidió entonces, realizar un diagnóstico de situación del barrio La Rana con el objetivo de poder planificar intervenciones que tuvieran cierto impacto en la salud de la comunidad, como así también mejorar el acceso al CAPS 3. Para lograr esto se consideró necesario trabajar el aspecto vincular entre el equipo de salud y las familias, favoreciendo así la referencia con el centro de salud.
El contexto se hace texto
El CAPS 3 se encuentra en el Barrio de Villa Concepción, Partido de San Martín, Provincia de Buenos Aires. Al mismo concurren, principalmente, habitantes de los barrios de Villa Concepción, Villa Zagala y La Rana.
Estos barrios se conformaron en distintos momentos históricos del siglo pasado, por lo que se observan diferencias significativas en cuanto a las características socioculturales, demográficas y económicas de la población que los conforma, así como el impacto que han tenido sobre ellas las sucesivas crisis económicas que atravesaron al país.
El CAPS 3 ofrece atención en Clínica Médica, Pediatría, Laboratorio, Kinesiología, Ginecología, Fonoaudiología, Psicología, Psicopedagogía, Obstetricia, Odontología, Trabajo Social y Enfermería. Las residencias de Medicina General, Psicología y Trabajo Social comenzaron a funcionar dentro del CAPS 3 a fines del año 2008.
Caracterización del barrio
“Si el agua que tomo, se pudre, se pudre
me pudro por dentro también
si el aire que respiro, se pudre , se pudre
se pudre mi forma de ser…”
ARBOLITO
El barrio La Rana comenzó a conformarse a principios de la década de 1960 sobre un terreno que originariamente se encontraba en una extensión de agua, según relatos de vecinos, de ahí deviene su nombre.
San Martín fue un partido que funcionó como un importante polo industrial hasta la década de 1970. Sus habitantes provenían principalmente de provincias del interior del país y las familias se incluyeron dentro de las distintas actividades laborales derivadas de la industria.
El decaimiento del modelo industrial y el desembarco de un modelo económico neoliberal trajeron como consecuencia el deterioro económico y social de estas familias y el surgimiento de distintas organizaciones comunitarias que buscaron dar respuesta a estas situaciones de pobreza.
El barrio se encuentra ubicado a ocho cuadras del CAPS 3, delimitado por las calles Bahía Blanca, Dorrego, Entre Ríos y Agustín Álvarez (ver Anexo 1).
La mayoría de sus calles fueron asfaltadas en los últimos años, y si bien está dividido en nueve manzanas, dentro de cada una de ellas hay pasillos internos que comunican las calles lindantes entre sí. En la imagen satelital se puede observar una mayor densidad demográfica respecto de las manzanas circundantes.
Las casas generalmente son construcciones bajas predominantemente de material con techos de chapa, los ambientes son reducidos, donde sus habitantes se encuentran en condiciones de hacinamiento. La mayoría, no cuenta con ventilación adecuada ni pisos aislantes. Como consecuencia de los terrenos bajos y el hecho de estar sobre una antigua laguna, se va filtrando humedad a través de los precarios pisos, lo que impacta negativamente en quienes habitan en ellas.
Según fuentes oficiales, el 50% de los hogares del Partido de San Martín no cuenta con un sistema de eliminación de excretas. Para el desagüe de los pozos sépticos, el municipio cuenta sólo con dos camiones atmosféricos. El barrio La Rana no escapa a esta realidad, ya que a pesar del pedido de desagüe por parte de los vecinos, los pozos terminan rebalsando y las excretas son desagotadas hacia las calles y pasillos, siendo esto una fuente de contaminación ambiental que predispone a diferentes enfermedades.
En cuanto al manejo de los residuos, el camión recolector no ingresa diariamente a las calles del barrio, es por esto que el municipio ha colocado containers en puntos estratégicos donde los vecinos deben depositar sus residuos. Estos son vaciados por el camión recolector municipal en intervalos irregulares entre 2 y 7 días. Los vecinos nos han relatado que frecuentemente el container se llena y desborda cuando llueve.
Si bien este barrio forma parte del área programática correspondiente al CAPS 3, se desconocían las características del barrio, las condiciones de vida y la situación socio – ambiental. No se contaba con información previa, ya que desde el Centro de Salud no se había desarrollado con anterioridad ningún trabajo sistemático, exceptuando campañas de vacunación aisladas y la atención diaria brindada a la población que se acercaba a solicitarla.
Tampoco se disponía de información a nivel gubernamental debido a que el último Censo Nacional de Población (año 2001) no ingresó al barrio.
Un desafío para el equipo de salud
Nuestro grupo de trabajo está compuesto por los integrantes del PRIM, conformado por:
· Residencia de Medicina General
· Residentes de 1º año, jefa de residentes y becaria post residencia de Trabajo Social
· Residentes de 1º año, becario post residencia e instructora de Salud Mental
· Coordinadora del PRIM
Siguiendo al Prof. Dr. Floreal Ferrara, consideramos que la salud es un proceso que “tiene que ver con el continuo accionar de la sociedad y sus componentes para modificar, transformar aquello que deba ser cambiado y permita crear las condiciones donde a su vez se cree el ámbito preciso para el óptimo vital de esa sociedad.”
De esta forma nuestras intervenciones en el barrio pretenden ser “estrategias de prevención, [que] intentarán incidir sobre aspectos de la organización social, el contexto y la construcción de ciudadanía para generar un cambio en la respuesta a nivel colectivo.”[4]
En ocasión de una campaña de vacunación, el enfermero del Centro de Salud nos contactó con beneficiarios del Programa Argentina Trabaja[5] (algunas de ellas vecinos del barrio) que como parte de la remuneración por tareas comunitarias, se incluyó el acompañamiento al equipo de salud. Esto fue el vehículo para poder ingresar y recorrer el barrio.
Para llevar adelante el trabajo, el diagnóstico de situación se organizó por área asignada[6]. Se dividió al equipo de salud en 3 grupos compuestos cada uno de ellos por profesionales de cada disciplina a los que se les asignó 3 manzanas.
Es así que se comenzó a trabajar en el barrio el 16 de junio de 2010. Se destinan los días miércoles y viernes para realizar trabajo colectivo que consta de tareas en terreno, espacios de planificación, formación, reflexión, puesta en común y discusión.
Durante el primer período, el trabajo se centró en el relevamiento, comenzando cada grupo en una de las 3 manzanas asignadas, siguiendo un orden por calle para poder cubrir la totalidad del barrio. Si bien cada equipo es acompañado por referentes, los mismos no ingresan a los hogares encuestados porque percibieron que podían incomodar o influenciar las respuestas por ser vecinos y vecinas de las familias.
Para llevar a cabo el relevamiento, se utiliza una encuesta (ver Anexo 2) que es presentada como anónima y voluntaria, y se aclara que el objetivo de la misma es conocer los principales problemas de salud de los vecinos y vecinas del barrio para poder planificar acciones en función de los resultados. Cada grupo está a cargo de relevar casa por casa cuestiones vinculadas a enfermedades crónicas (con o sin tratamiento) de todo el grupo familiar, enfocando en la salud de la mujer en edad fértil y niños y niñas hasta 6 años; las características de las viviendas, el lugar donde resuelven los problemas de salud y si participan o acuden a instituciones dentro o por fuera del barrio. A su vez se pregunta a los vecinos acerca de cuales consideran que son los principales problemas que afectan al barrio.
Avanzando en el trabajo, además de recabar la información de la encuesta, fueron surgiendo, a partir del diálogo con los vecinos, críticas respecto al horario en el cual deben concurrir para conseguir un turno en el CAPS 3. Esto representa un impedimento administrativo que dificulta el acceso de los vecinos al Centro de Salud, ya que deben concurrir, en muchos casos, a la madrugada para poder acceder efectivamente al turno que requieren. Los condicionantes administrativos son el síntoma que expresan los impedimentos al acceso fluido a los bienes y servicios para la población, abriendo la brecha entre los destinatarios y el producto social, vulnerando derechos.
Para comenzar a dar respuesta a estas inquietudes, se trazaron algunas líneas de trabajo tendientes a mejorar diferentes aspectos vinculados a la accesibilidad al CAPS 3.
Se confeccionó un tríptico que incluyó las especialidades del Centro de Salud, con días y horarios de atención, enfocando a su vez algunas cuestiones relativas a la prevención y promoción de la salud: vacunación, prevención de transmisión de VIH, la importancia en la mujer de realizar un PAP regularmente, difusión de talleres de lactancia, derecho a la identidad, y otras actividades que se realizan en el CAPS 3 (yoga, consejería para adolescentes, caminatas, rincón de lectura en sala de espera).
Cada grupo cuenta con dos turnos programados del consultorio de Medicina General por día de visita al barrio, para ser dados a diferentes familias en los casos que el equipo de salud considere necesarios. Con el fin de evaluar esta intervención se realiza un registro dejando asentado el motivo de consulta, dirección y teléfono. De no concurrir, se contacta a la persona nuevamente para reafirmar la intención de asistir a la consulta y poder reprogramarla o evaluar otras causas que impidan el acceso.
Para poder atender familias que por diferentes motivos no pueden llegar al centro de salud, se abrió un consultorio los días viernes en una Sociedad de Fomento barrial cercana, en paralelo a las recorridas. La encuesta también intenta identificar personas con discapacidad o dificultades para movilizarse que requieran atención domiciliaria.
A su vez, se resolvió abordar de manera interdisciplinaria situaciones familiares puntuales que ameritaran repetir la visita domiciliaria y realizar un seguimiento en equipo.
Otra de las estrategias que se decidió llevar adelante en el barrio, consiste en un taller de juegos. El objetivo principal es configurar un espacio en el que los chicos/as puedan encontrarse con otros y que lo lúdico funcione como posibilidad de elaborar de manera creativa y colectiva sus propias experiencias, vivencias, saberes, etc. Este taller se realiza junto con profesionales de fonoaudiología y psicopedagogía del CAPS 3.
Trabajando dentro del barrio, conocimos el Programa Envión[7]. Nos pusimos en contacto con la coordinadora del Programa que se encuentra trabajando en La Rana desde el mes de enero de 2010, a fin de coordinar acciones en conjunto. De las reuniones con el equipo técnico del programa surge que las demandas en salud más comunes observadas entre los adolescentes beneficiarios, son los problemas odontológicos y de consumo de drogas y alcohol. A partir de este diagnóstico inicial se propuso realizar conjuntamente con los trabajadores de planta del CAPS 3 (una psicóloga y la trabajadora social) una capacitación de seis encuentros para jóvenes que cumplen el rol de tutores, en temáticas como salud sexual y reproductiva, las adicciones, violencia, etc. A su vez, está previsto realizar una articulación con las odontólogas del CAPS para referenciar a los adolescentes del Programa Envión con ellas y ver la posibilidad de realizar algunas actividades de prevención focalizadas en el cuidado dental.
Hasta la primera semana de septiembre de 2010, se realizaron 25 visitas al barrio. Durante 2 semanas no se concurrió al barrio por sugerencia de los referentes debido a enfrentamientos armados entre bandas internas.
Se encuestaron 137 familias de las cuales se procesaron 82 encuestas, con datos de 392 habitantes. En el Anexo 3 se puede acceder a los resultados parciales.
Al momento de este relato el proyecto continúa en desarrollo
Análisis de la experiencia
Hasta aquí describimos brevemente el origen del trabajo y los primeros pasos que se dieron. Para el análisis tomaremos tres componentes de la Atención Primaria de la Salud: la articulación intersectorial, la participación comunitaria y la construcción del equipo de salud. Problematizando en este apartado los alcances y limitaciones que se fueron dando a lo largo de la experiencia como así también, los desafíos que vemos abiertos.
Articulación intersectorial
“La alimentación y nutrición, el abastecimiento de agua y los servicios de saneamiento básico se consideran requisitos fundamentales para la protección de la salud, y se clasifican como actividades intersectoriales y de participación de la comunidad”.[8]
La intersectorialidad es uno de los principios fundamentales de la estrategia de Atención Primaria de la Salud, que al igual que el resto de sus componentes, deben construirse en el trabajo cotidiano. Desde nuestro equipo de salud creemos que las problemáticas que afectan las condiciones de vida del barrio y determinan su salud deben ser analizadas y abordadas de forma integral e intersectorial.
No obstante, es en el trabajo intersectorial donde se vive un escenario particular, ya que se ponen en juego distintas estructuras de poder político.
Después de un tiempo de iniciada nuestra experiencia nos dimos cuenta que haber ingresado al barrio de la mano de los beneficiarios del Programa Argentina Trabaja, nos abrió varias puertas pero también nos cerró otras, en particular con Manzaneras y Comadres, que responden a otros dirigentes políticos. Ellas tienen un rol fundamental en la comunidad, puesto que están en contacto cotidiano con madres y niños que reciben el Plan Más Vida[9]. Para el equipo de salud el trabajo de estas mujeres es de gran valor para desarrollar nuestras tareas comunitarias. Es por esto que iniciamos reuniones con las manzaneras para poder conocer mejor al barrio y plantear estrategias que nos permitan lograr alcances en salud.
Al mismo tiempo buscamos conocer comedores, merenderos, escuelas, efectores sanitarios utilizados, así como también otras áreas municipales o provinciales que estén trabajando o que deberían trabajar en él.
Tanto las características de las viviendas como los servicios (cloacas, desagües, tratamiento de la basura), son determinantes de la salud de la población. Es por este motivo que la intersectorialidad con otras áreas municipales es fundamental a la hora de implementar acciones desde el CAPS.
Nos acercamos hasta la Municipalidad de San Martín con el fin de conocer los recursos existentes dentro de las diferentes áreas e implementar una estrategia para facilitar el acceso de los vecinos (por ejemplo a chapas, tirantes y membranas para los techos de las casas, colchones, destape de pozos ciegos, recolección de residuos, etc.). Principalmente centramos nuestra visita en la Dirección de Acción Social, Servicios Públicos y la Dirección de Arquitectura y Vivienda. En principio se nos informó que la forma de otorgar estos recursos es de carácter estrictamente individual y personal. A su vez pudimos intercambiar opiniones con los responsables de las distintas áreas y así, conocer el funcionamiento en la toma de decisiones para la repartición de recursos públicos y la asignación de criterios de prioridad a la hora de trabajar con determinada población. Si bien se trató de un primer acercamiento para comenzar a articular, queda pendiente construir una articulación efectiva, dando respuesta a demandas de los vecinos y lograr un impacto en las condiciones de vida de esta población, cuyos derechos básicos se encuentran vulnerados.
Participación comunitaria
Como reflejo de un proceso iniciado durante décadas anteriores marcado por la descolectivización popular[10], faltan en el barrio espacios de reunión e intercambio entre los vecinos, siendo las casas de las manzaneras uno de los pocos lugares de encuentro comunitario.
A su vez, a partir del relevamiento pudimos percibir que muchos de los chicos/as no cuentan con lugares donde puedan desarrollar actividades recreativas dentro del barrio y relacionarse con pares por fuera del ámbito escolar o de los vínculos familiares. La mayoría de ellos/as juegan dentro de sus casas solos o con gente del ámbito familiar más cercano ya que sus familias aducen tener cierto temor a que sus hijos/as circulen por el barrio, por quedar expuestos a situaciones de riesgo como tiroteos, consumo de drogas, etc.
En este contexto se nos presenta como equipo de salud el desafío de generar espacios de participación comunitaria entendiendo ésta como un componente de la estrategia de APS. Las estrategias implementadas en este sentido, por el momento están orientadas a alentar a la gente a que exprese sus puntos de vista, “se trata de una forma de participación como consulta donde nosotros, como responsables de ejecutar o diseñar un programa, solicitamos sugerencias sobre lo que estamos haciendo”[11]. Este es un primer paso hacia formas de participación más activas donde sea finalmente la propia comunidad la que decida junto con el equipo de salud las estrategias que atraviesan el proceso salud - enfermedad - atención.
La construcción del Equipo de Salud
Más allá de que como equipo de residencia nuestro trabajo en la institución se reduzca a un tiempo determinado, estamos interesados en que esta iniciativa tenga continuidad. Uno de los factores que va a contribuir en el logro de este objetivo es que los trabajadores de planta puedan apropiarse del proyecto y comprometerse con su desarrollo. Por eso reconocemos la importancia de poder viabilizar y generar espacios que posibiliten la articulación, a partir del análisis y la participación activa de los mismos. Es importante destacar que no se trata de una mera cuestión de voluntad, sino que las condiciones de trabajo que caracterizan al sistema de salud, muchas veces limitan la posibilidad de trabajar en equipo, de pensar estrategias de trabajo barrial como parte de la APS y de comprometerse con nuevos proyectos.
Siempre visualizamos la atención primaria como un trabajo extramuros, cuando en realidad también implica un trabajo de construcción de un equipo al interior de la institución, afianzando lazos, articulando entre profesionales, construyendo un marco conjunto en función de objetivos comunes, que no se da de un día para otro. En conclusión, todos los componentes de la atención primaria que se piensan extramuros, deben ser también replicados en el interior.
En este intento de construir posibilidades de articulación hemos desarrollado diferentes iniciativas, en lo que consideramos un trabajo a largo plazo. Un primer acercamiento se dio con la construcción del tríptico informativo, que tenía como objetivo difundir en la comunidad los servicios que el Centro puede brindar y por otro lado fue una estrategia de conocimiento mutuo y acercamiento con el resto de los trabajadores del CAPS.
El proyecto del Taller de juego también se encuentra en esta línea. Tiene como antecedente el trabajo que venían realizando una de las fonoaudiólogas y la psicopedagoga en sala de espera como Rincón de Lectura. Para articular con los profesionales de planta se hizo necesario repensar conjuntamente objetivos, actividades y la población destinataria.
La experiencia con Envión es un ejemplo de articulación intersectorial que también ha posibilitado la articulación con los trabajadores de planta, puesto que tanto la planificación como la ejecución de los talleres serán realizadas en conjunto.
Apostamos a continuar instalando estas modalidades de trabajo sin desconocer que sus efectos se van a ver plasmados a largo plazo.
En nuestro caso primero estuvo la decisión y luego construimos el camino. El grupo de residentes de las diferentes especialidades fuimos convocados a sumarnos a una iniciativa del CAPS 3 bajo un gran objetivo común: contribuir a la salud de la población más vulnerable del área programática. Como grupo de profesionales que recién nos conocíamos, ¿Cómo empezar a trabajar bajo ese gran lema sin saber siquiera qué entendíamos por salud, por vulnerabilidad, por atención primaria? Empezamos entonces a trabajar, cada uno con la impronta que traía de su paso por la disciplina, con más preguntas que respuestas.
Si bien estamos en el marco de un proyecto multidisciplinario, la práctica concreta en el barrio ha hecho que se ponga en juego algo de la interdisciplina.
Entendemos que lo interdisciplinario no tiene que ver con el simple agrupamiento de distintas profesiones en un mismo espacio para intervenir sobre una misma situación, sino que, tal como afirma Stolkiner, “el simple planteo de la interdisciplina implica un cuestionamiento a los criterios de causalidad, básicamente a los de causalidad lineal y atenta contra la posibilidad de fragmentación de los fenómenos a abordar”. En el contexto de este trabajo la problematización del concepto de salud-enfermedad-atención implica un trabajo tanto al interior de cada disciplina como al momento de encontrarnos con otros.
La interdisciplina implica la construcción de un marco de representaciones comunes y este es un camino que aún estamos transitando. Desde esta perspectiva los espacios de formación en los cuales participa el equipo han contribuido de manera decisiva a este propósito. Tratándose de un proyecto en curso, incluso la escritura misma de este relato de experiencia ha implicado la puesta en común de los distintos saberes e ideas de los miembros del equipo y poco a poco se ha empezado a explicitar y a encontrar algunas respuestas a las preguntas iniciales.
La experiencia del encuentro de cada equipo con la comunidad, el escuchar y el reconocer los modos de abordaje que tienen los profesionales de cada disciplina empezó a tener un efecto superador: reconociendo los modos de cada cual empezamos a hacernos permeables a ellos, partiendo de la diferencia empezamos a entender por qué era necesario para un equipo de salud preguntar acerca del último PAP realizado o cómo servía para la construcción de un vínculo con el entrevistado realizar las preguntas a manera de encuesta formal o como una charla y un encuentro de mutuo conocimiento.
No desconocemos que el saber disciplinario es una forma de poder y que en todo trabajo interdisciplinario se pone en juego esta tensión. No obstante, como equipo contamos con la disposición de alojarla y darle lugar a la negociación. De la misma manera, reconocemos que las “disciplinas difieren en su interior en cuanto a la definición de su objeto [y que] se puede afirmar que una disciplina, por lo general, no es una, es decir no es unívoca y sin fragmentación en su mismo seno”[12]
En efecto, hemos tratado de no identificar a los distintos miembros del equipo con sus respectivas disciplinas de una manera unívoca, sino en promover que cada vez estemos más dispuestos a confiar en el otro y en lo que este puede aportar de novedoso.
Lejos estamos de considerar que haya unanimidad y acuerdo general dentro del equipo, lo cual tampoco es nuestra intención, más allá de tener claros los objetivos comunes y los acuerdos de trabajo. Lo que sí hay son espacios de discusión en los que cada cual puede expresar su punto de vista y argumentar por qué considera necesaria o importante tal o cual intervención. Asimismo existe el reconocimiento de que nos encontramos frente a demandas complejas, donde cada una de las disciplinas encuentra su límite, y el recurrir al otro se vuelve necesario para poder producir acciones que den una respuesta ajustada a la realidad de dichas demandas y a las condiciones de vida de las personas.
Síntesis: Conclusiones y propuestas
“Siempre estarán los que quieran estar, solo saldrán los que quieran romper”
(Las Pelotas)
Trabajar hoy en Atención Primaria de la Salud implica muchas veces estar nadando en contra de la corriente, en particular cuando el objetivo es centrar la atención en la zona más vulnerable del área programática del CAPS, postergada de derechos y cuando las condiciones de trabajo de profesionales y administrativos de la salud son adversas.
En lo que hace a las condiciones de vida de los vecinos del Barrio La Rana, los determinantes sociales, el medio ambiente, el trabajo (o la ausencia del mismo), impactan significativamente en el estado de salud, no siendo las condiciones de vida factores aislados, sino atravesando la vida misma de las personas. Es por esto que a la hora de pensar estrategias desde el CAPS, de planificar acciones, este contexto debe ser fundante de nuestras intervenciones. A modo de ejemplo, desde el Centro de Salud podemos entregar leche a través del Plan Materno Infantil con una alta cobertura, pero si el agua que los vecinos utilizan para preparar esa leche no es potable, ¿qué calidad de atención estamos brindando? Buscando conocer las condiciones de vida y salud de la población dentro del barrio, es que parte del trabajo es realizar un diagnóstico de situación.
Por esto mismo no es posible pensar un trabajo aislado desde el Centro de Salud sin construir la necesaria articulación intersectorial tanto con otras áreas gubernamentales, como con organizaciones propias de la comunidad, así como profundizar el trabajo al interior del CAPS.
Si bien este trabajo lleva tres meses de desarrollo, en el día a día dentro del Centro de Salud, notamos que de a poco los vecinos de La Rana se acercan con nuevas consultas, en principio referenciándose con los profesionales que conocen del trabajo en el barrio. El desafío que nos planteamos es que esa referencia se traslade al CAPS en su conjunto, construyendo y afianzando junto con los vecinos, la visión de que el derecho a la salud les pertenece.
En este último sentido, tal como esbozamos en el análisis, es parte de nuestro compromiso ir abriendo espacios de participación barrial que superen lo desarrollado hasta ahora, dando la posibilidad de que los vecinos sean parte activa de las estrategias, no solo emitiendo opiniones sino decidiendo junto con el equipo de salud los pasos a seguir, buscando producir un entrecruzamiento entre las miradas de los vecinos acerca de los problemas del barrio y las que podemos aportar como Centro de Salud.
Una futura línea de trabajo posible es compartir con los vecinos los datos parciales que está arrojando el relevamiento que estamos realizando para pensar conjuntamente líneas de acción.
Este mar de ideas volcado en este relato, intenta humildemente contribuir a los debates que se van a desarrollar en el marco del Congreso, buscando aportar a la construcción de equipos de salud comprometidos con la Salud Colectiva.
ANEXO 1
Área Programática del CAPS y ubicación del Barrio “La Rana”
ANEXO 3
Se encuestaron hasta la fecha 82 hogares del barrio La Rana, lo que produjo información acerca de las condiciones de vida de 392 habitantes del barrio. A continuación se muestran los resultados parciales:
Características de las viviendas y del barrio:
• El 95 % de las casas están construidas predominantemente de material
• El 100 % cuenta con luz eléctrica
• El 99 % de los hogares tienen heladera
• El 26 % cuenta con línea telefónica fija
• En cuanto a los problemas más importantes del barrio surgieron en orden de frecuencia: saneamiento, robos, adicciones, violencia interna, inundaciones, desempleo, cortes de suministro eléctrico y accidentes entre otros
Características generales de los habitantes:
• El 83 % de los encuestados tienen un tiempo de residencia en el barrio superior a 10 años
• Con respecto al origen de los mismos el 35 % nació en La Rana, el resto proviene de la provincia de Buenos Aires en un 20 %, del NOA en un 20 %, y del NEA en un 18 %.
• La población extranjera corresponde sólo al 1 % de los encuestados.
• El 78 % de los encuestados acude a más de una institución para resolver sus problemas de salud, siendo los más nombrados el CAPS Nº 3 y el Hospital Belgrano.
• El 86 % utiliza el sistema público de salud, el 10 % el sistema de obra social y el 4 % resuelve los problemas de salud en el sector privado.
Características generales de la familia:
• Del 100 % de las familias encuestadas el 64 % de las están conformadas por 3 a 5 miembros; en el 68 % de los hogares encuestados viven sólo 2 generaciones y sólo el 32 % de las familias son extendidas
Características sociodemográficas:
• El índice de masculinidad es 0,88
• La población según a los rangos etarios se distribuye de la siguiente manera: el 15 % de 0 a 6 años; el 38 % de 7 a 21 años; el 43 % de 22 a 65 años y el 4 % son mayores de 65 años
• El 52 % de la población completó los estudios primarios, de estos el 16 % completo los estudios secundarios y un 17 % tiene los estudios secundarios en curso. Sólo el 1,5 % de la población que concluyó la primaria accedió a estudios universitarios.
• De los 392 habitantes de los cuales se pudieron recabar datos, 52 tienen empleo formal y 81 empleo informal, siendo de estos últimos los más nombrados por orden de frecuencia: limpieza, albañilería, changas, costura, entre otros.
Enfermedades crónicas:
• Del total de la población (n=392) el 19 % tiene alguna enfermedad crónica
• De éstos, el 25 % padece asma, de los cuales el 16 % se encuentra sin tratamiento
• El 20 % son hipertensos, de los cuales el 40 % sin tratamiento
• El 11 % son diabéticos, de de los cuales el 25 % se encuentran sin tratamiento
Grupo etario de niños menores a 2 años (n = 14):
• El 50 % cumplió los primeros 6 meses de vida con la lactancia materna exclusiva
• El 79 % en este grupo cuenta con libreta sanitaria
• El 64 % tiene las vacunas completas
• De 14 niños de este grupo etario 2 ellos fueron internados en el último año por IRAB
Grupo etario de niños de 2 a 6 años (n = 47):
• El 83 % en este grupo cuenta con libreta sanitaria
• El 79 % tiene las vacunas completas
Grupo de Mujeres en edad fértil (n = 94):
• El 6 % de las mujeres en edad fértil se encuentra embarazada, de estas el 50 % no realiza los controles adecuados. Las que controlan su embarazo lo hacen en el Hospital Belgrano, en el Hospital Thompson, y en el CAPS 16
• Del resto de las mujeres en edad fértil (n = 88), el 20 % no realiza controles ginecológicos, el 27 % lo hace en el CAPS 3 y el 16 % en el Hospital Belgrano
• Del total de las mujeres en edad fértil que respondieron a la pregunta sobre la utilización de métodos anticonceptivos: el 51 % no utiliza ninguno, el 29 % preservativo, el 32 % anticonceptivos orales, el 12 % DIU, el 10 % inyectables. Destacamos que la encuesta permitía seleccionar más de una opción por lo cual el porcentaje total resulta ser superior al 100%.
• Del total de mujeres que contestaron sobre la frecuencia de realización del PAP, el 35% manifestó una frecuencia anual, el 27% una frecuencia entre 1 y 3 años, el 14% mayor a 3 años y el 24% nunca se ha realizado un PAP dentro de las cuales el 30% no inició relaciones sexuales.
Bibliografía
· Aguilar Idañez, M.J, “La participación comunitaria en salud, mito o realidad”, Madrid, 2001.
· Cravalho Mesquita Ayres, J.R.; Franca Junior, I. y col., "O conceito de vulnerabilidade e as práticas de saúde novas perspectivas e desafios". en Promocao da Saúde. Dina Czeresnia, Carlos Machado de freitas (org.). Editora Fiocruz. Río de Janeiro, 2003. Comentario de la Dra Karin Oestreicher.
· Ferrara, F., “Teoría social y salud”, catálogos editora, 1985
· Kroeger, A; Luna, R., "Atención Primaria de Salud", Capítulo 1, OPS, 1992.
· Lareo, M., “La inequidad en la salud: Hacia un abordaje integral”, capítulo “reflexiones en torno a los problemas y potencialidades del sector público de salud”, IIED-AL Publicaciones, 2008.
· Maristella, Svampa, “ La Sociedad Excluyente. La Argentina Bajo el Signo del Neoliberalismo”, 1a ed.- Buenos Aires: Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, 2005.
· Stolkiner, Alicia, "La Interdisciplina: entre la epistemología y las prácticas", Publicado en EL CAMPO PSi Abril 1999. (fuente: http://www.campopsi.com.ar)
[1] Proyecto de Residencias Integradas Multidisciplinarias - Medicina General, Trabajo Social, Salud Mental - Programa de Formación Interdisciplinaria en el Primer Nivel de Atención. Dirección de Capacitación de Profesionales para la Salud (1997)
[2] Lic. Marina Lareo, “La inequidad en la salud: Hacia un abordaje integral”, capítulo “reflexiones en torno a los problemas y potencialidades del sector público de salud”, IIED-AL Publicaciones,
2008.
[3] Según J. R. de Cravalho, vulnerabilidad social es la “…chance de exposición de las personas a un padecimiento como la resultante de un conjunto de aspectos colectivos y del contexto, que acarrean mayor susceptibilidad al problema y mayor o menor disponibilidad de recursos para protegerse del mismo.”
[4] José Ricardo de Cravalho Mesquita Ayres, Ivan Franca Junior y col.,"O conceito de vulnerabilidade e as práticas de saúde novas perspectivas e desafios". en Promocao da Saúde. Dina Czeresnia, Carlos Machado de freitas (org.). Editora Fiocruz. Río de Janeiro, 2003.
[5] Plan Nacional del Ministerio de Desarrollo Social que está destinado a personas sin ingresos en el grupo familiar, ni prestaciones de pensiones, jubilaciones nacionales, ni planes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social o provinciales.
[6] Se basa esencialmente en la estrategia de Atención Primaria de la Salud y por ende se cimenta en la estructuración de un primer nivel de atención con una organización definida a partir de equipos y médicos generalistas con población a cargo. La responsabilidad nominal representa una redefinición de la relación entre el Estado y la población a partir de una organización de salud personalizada.
(“Programa Pueblo de la Provincia de Buenos Aires”. Una respuesta integral a la crisis del modelo de atención. Subsecretaria de Planificación de la salud. Febrero 1998 define lo que es población nominada, población por territorio y población vulnerable).
[7] El programa depende de las Secretarías de Desarrollo de la Provincia de Buenos Aires y de la Municipalidad de San Martín. La población beneficiaria son jóvenes entre 12 y 21 años que no se encuentren escolarizados y/o sin trabajo. El programa consta de 4 ejes: 1) Reinserción al sistema educativo (luego de 3 meses en el programa, los jóvenes realizan un “acuerdo de compromiso” para insertarse en el sistema educativo u aprender un oficio. Debido a que el programa comenzó a mediados de año se dificulta el acceso al sistema educativo. 2) Recreación y deportes 3) Formación Cívica y Ciudadana y 4) Talleres artísticos/musicales
[8] Axel Kroeger, Ronaldo Luna, "Atención Primaria de Salud", Capítulo 1, OPS, 1992.
[9] Parte del “PLAN MÁS VIDA” el cual es un PROGRAMA MATERNO-INFANTIL El mismo desarrolla una acción directa sobre las familias, evitando las enfermedades y disminuyendo la desnutrición en los niños a través de la entrega de leche y una tarjeta alimentaria. Y el Subprograma Comadres dependiente del Programa Provincial Más Vida, que fue creado a fin de consolidar la captación precoz del embarazo y los controles de puerperio, para reducir la Morbi-mortalidad Infantil.
[10] Según Maristella Svampa, el término descolectivización hace referencia a la pérdida de los soportes colectivos que configuran la identidad del sujeto sobre todo referidos al mundo del trabajo y la política y por consiguiente a la entrada en un periodo de individualización de lo social
[11] M.J. Aguilar Idañez, “La participación comunitaria en salud, mito o realidad”, Madrid, 2001.
[12] Stolkiner Alicia, "La Interdisciplina: entre la epistemología y las prácticas", Publicado en EL CAMPO PSi Abril 1999. (fuente: http://www.campopsi.com.ar)