El presente texto forma parte del capítulo IV del libro Spinoza, militante de la potencia de vivir de Editorial Topía
Como aparece en el título, entre Spinoza y Freud vamos a encontrar semejanzas y tensiones que es necesario destacar. En especial, si pretendemos hacer una lectura de Spinoza desde Freud que, a nuestro entender, amplía la perspectiva freudiana y genera nuevas luces en la lectura de la obra de Spinoza.
Freud menciona pocas veces a Spinoza, cuando lo hace no duda en afirmar la potencia de su pensamiento y la influencia que tuvo en sus desarrollos teóricos. Es indudable que aquí encontramos su desconfianza a que el psicoanálisis se lo asociara a una filosofía y, no como pretendía, al conocimiento científico propio del positivismo de fines del siglo XIX y principios del XX. En Un recuerdo infantil de Leonardo (1910) dice:
“Debido a su sed de conocimiento insaciable e infatigable, se ha dicho que Leonardo es el Fausto Italiano. Pero (…) en mi opinión se puede aventurar que el desarrollo de Leonardo se acerca al modo de pensar de Spinoza…”
Desde esta perspectiva spinoziana elaboramos el concepto, que denominamos “corposubjetividad”, el cual alude a un sujeto que constituye su subjetividad desde diferentes cuerpos