Ya llevamos más de un año de pandemia y de distintos confinamientos alrededor del mundo. En los inicios de las cuarentenas muchos de los tratamientos continuaron a distancia con diversas tecnologías. Aunque había debates previos sobre esta modalidad de abordaje, la mayoría del mundo psi dejó dichos debates y polémicas bajo el manto de “al menos se pudo continuar”. Lo cual es cierto, para muchísimos pacientes y analistas.
La transformación en los dispositivos psi de este tiempo es la más importante desde sus inicios hace más de un siglo. No se puede avanzar sin poner a trabajar qué implican estos cambios. Es necesario rescatar el pensamiento de su adormecimiento entre las amenazas de subsistencia y el alivio de poder seguir trabajando, como sea. Este libro rescata debates previos y actuales sobre qué implica esta transformación que modifica y modificará nuestros abordajes clínicos.
Desde fines del siglo pasado, el trabajo de entrecruzamiento de Psicoanálisis, Sociedad y Cultura de quienes hacemos Topía implica una perspectiva específica sobre los “nuevos dispositivos psicoanalíticos”.1 Una clínica psicoanalítica que toma la complejidad de la subjetividad actual. No repetir teorías, ni slogans marketineros, ni divanes de Procusto, ni convertirnos en meros técnicos del inconsciente.
La preocupación sobre dispositivos de trabajo lleva a cómo crear y recrear herramientas de acuerdo a los tiempos en que vivimos. El mismo camino de aquellos freudianos (que muchos llaman “posfreudianos”) que emprendieron los trabajos psicoanalíticos en la década del 20 del siglo pasado en los policlínicos psicoanalíticos con las problemáticas efecto de lo traumático producido por la Primera Guerra Mundial y la “gripe española”. En dicho momento se inventaron dispositivos de trabajo en situaciones de dispositivos específicos para catástrofes sociales (que siempre también son subjetivas). 2 Esos freudianos siguieron aquellos “nuevos caminos de la terapia psicoanalítica” que Freud había propuesto en 1918 en Budapest.
Esos “largos y sinuosos” caminos de la terapia psicoanalítica llegaron un siglo después a la modificación más importante de su historia. En más de cien años hubo invenciones en los tratamientos psi (no sólo en los psicoanalíticos). Por diferentes situaciones clínicas, por cambios en la subjetividad, por propuestas teóricas. Pero siempre pacientes y analistas compartían el mismo espacio de trabajo. Recién comenzaban los debates sobre posibilidades e imposibilidades de los trabajos psi no presenciales.
La pandemia y los confinamientos implican el trabajo a distancia mediante el uso de tecnología. Aquello que era excepcional se volvió habitual. Un incipiente debate que había comenzado con el siglo XXI se vuelve indispensable. También implica que de retomar el trabajo presencial se produce una nueva distancia fruto de los necesarios cuidados.
Los ejes a considerar son varios:
¿Qué efectos tiene en los tratamientos en curso? ¿Qué implica para los nuevos no tener un encuentro cuerpo a cuerpo?
En algunos casos, se ha retomado el trabajo presencial, con el uso del barbijo y la distancia lleva a una transformación del espacio terapéutico, sea en el consultorio o al aire libre. Un lejano cuerpo a cuerpo por el que transitaremos un tiempo.3
En relación a la pandemia y los confinamientos, ¿cuáles son las problemáticas que se reactivan, cuáles son nuevas? Hay situaciones clínicas imposibles de atravesar de forma virtual: situaciones de crisis de distinto tipo, violencia, etc. Realidades que solamente pueden trabajarse en una clínica de cuerpo a cuerpo.
No se puede renegar de estas problemáticas. Un cambio de esta envergadura implica no concluirlo con slogans simplistas como ver el “caso por caso”; que se mantiene la asociación libre y la atención flotante, dando una garantía de trabajo analítico; o que nos adaptamos y que después todo volverá a ser como siempre. Tampoco, como dice Christophe Dejours en uno de los capítulos del libro, rápidamente dar vuelta las propias ideas: luego de estar en contra del trabajo a distancia, apoyarlo por supervivencia del propio trabajo.
Este libro despliega las diferentes facetas de lo que implica hasta mediados de 2021 la clínica psicoanalítica en pandemia.4
Una primera parte abarca un debate sobre el trabajo a distancia antes de la pandemia. Los capítulos de Ricardo Carlino, Diana Tabacof y Silvia Di Biasi analizan cómo eran las propuestas de trabajo anteriores a 2020.
Una segunda parte abarca cuestiones generales del trabajo a distancia en pandemia y confinamiento. Christophe Dejours analiza las diferencias clínicas con la presencialidad y la actitud renegatoria de muchos psicoanalistas frente a esta situación. Enrique Carpintero plantea los problemas del trabajo clínico a distancia, que se han agudizado al transformarse en teletrabajo y el peligro de la “uberización” del terapeuta y de transformar la clínica en un “psicoanálisis evanescente”. Martín Vul y quien escribe analizamos algunas dimensiones del trabajo a distancia en adultos, niños y adolescentes.
Una tercera parte abarca algunos fenómenos específicos que surgieron por la pandemia, el confinamiento y el aislamiento. Eduardo Müller aborda qué sucedió con el necesario cuidado y las obsesiones. Marina Rizzani aborda el trabajo con los miedos de un niño teniendo que convivir permanentemente con su familia. Susana Toporosi el conflictivo trabajo con adolescentes en confinamiento con su familia en un momento vital de necesario despegue de su grupo familiar. Silvia Gomel aborda los avatares del trabajo con violencia familiar en situaciones de confinamiento. Carlos Barzani ilustra las situaciones y el trabajo clínico de quienes tienen un obligatorio confinamiento con familias que rechazan su diversidad sexual y/o de género.
¿Qué sucederá con nuestra práctica clínica?
El trabajo a distancia se volverá parte del trabajo psi. Tal como decía Otto Fenichel en 1938: “el destino del psicoanálisis depende del destino del mundo”.5 No hay posibilidad de concebirlo por fuera de los devenires de la cultura actual. En estos tiempos algunos pacientes y analistas estarán entrenados en que mucho del trabajo se hace mediante pantallas. Y elegirán ese camino. Por la chance de consultar a quien fuera de otro lado del planeta, o bien no invertir tiempos de traslado. En todos los casos, conceptualizar qué implica el trabajo sea con pantallas, telefónicamente o por algún otro medio es indispensable. Cuáles son sus indicaciones y contraindicaciones. Quien considere que es un mero cambio de camino en la ruta del análisis está ciego de las dimensiones que implica este cambio.
Con la pandemia, los dispositivos se han incorporado como extensiones de nuestro cuerpo. No son nuestro cuerpo. 6 Y las consecuencias, las estamos conceptualizando en tiempo presente.
Este libro es un work in progress. Seguramente en algunos años sedimentarán algunas de las consecuencias de este mundo inédito que estamos viviendo. Pero es necesario poder hacer públicas herramientas de pensamiento clínico crítico para poder seguir trabajándolas en conjunto estos tiempos que nos toca vivir.
Alejandro Vainer
1 Desde abril de 1991 se edita Topía. Primero hubo diferentes artículos sobre clínica. En 1998 comenzó a publicarse como revista Topía en la clínica. Nuevos dispositivos psicoanalíticos. Esta perspectiva se profundizó y se incorporó como sección en Topía abarcando diferentes facetas de la actualidad de la clínica psicoanalítica. Esta perspectiva está condensada en la propuesta de Enrique Carpintero sobre “El giro del psicoanálisis”.
2 Para profundizar en dicha época “olvidada” se puede consultar: Danto, Elizabeth Ann, Psicoanálisis y justicia social (1918-1938), Ed. Gredos, Madrid, 2013. Vainer, Alejandro, “La Revolución Rusa y sus resonancias entre psicoanalistas europeos. La construcción de una izquierda freudiana”, en Carpintero, Enrique, El Psicoanálisis en la Revolución de Octubre, Topía Editorial, Bs. As., 2017.
3 Juan David Nasio afirmaba en un reportaje: “Probablemente no haya otra opción porque va a haber que adaptarse, aunque sea doloroso. Yo mismo me tengo que adaptar a poner el barbijo para recibir a mis pacientes y tengo que estar a una cierta distancia. Yo me considero un psicoanalista muy cercano de mis pacientes. Hasta he escrito que me siento muy cerca. Ahora me tengo que poner lejos. Porque hay que respetar las barreras.” En Diario Clarín, 15-1-21.
4 La mayoría de los capítulos de este libro fueron pedidos especialmente para Topía en la Clínica, fruto de discusiones del Consejo de Redacción de Topía.
5 Fenichel, Otto, Rundbriefe Nº18, 1938.
6 En este sentido sigo los desarrollos de César Hazaki en la profundización que hizo durante la pandemia sobre lo que había escrito en Modo Cyborg. Niños, adolescentes y familias en un mundo virtual, Ed. Topía, Bs. As., 2019.