Esta novela se encuentra ambientada en Buenos Aires. Polémica, dada su peculiar descripción de Dios, y de las grandezas y miserias de sus protagonistas.
Después de incontables siglos Dios toma la palabra, contradiciendo a filósofos que hace generaciones anunciaron, solemne y drásticamente, su muerte.
Sólo lo escucha su vocero contemporáneo, un hombre común que no protagoniza milagros. Este individuo, azorado, una vez repuesto del tremendo susto, superadas sus dudas, se ve compelido a actuar de portavoz de una extraña y enigmática catequesis.
El moderno profeta, arbitrariamente escogido, anuncia duras y terminantes condiciones que fuerzan a la humanidad a abandonar milenarias creencias, relatos, mitos y leyendas, y los ritos de ellos derivados. Los hombres se ven forzados a acatar los designios de la divinidad cuando comprueban las drásticas y aniquilantes operaciones de la que es capaz ese Ser que utiliza a nuestro héroe para anunciarlos.
El celo del que todo lo sabe y puede, transgrede las leyes de la naturaleza que, supuestamente, fueron por Él establecidas. Al tiempo que consiente y presta poca atención a conductas y acciones que muchos credos han tenido por pecado u ofensa a su figura, o a la dignidad de quién las lleva a cabo.